Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Giro de 360° desde que te conocí" por lanekorubia

[Reviews - 83]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!!!! lamento la tardanza u.u

espero que sepan perdonar y que el cap que les traigo les guste!!!!

gracias a todas esas personitas que se toman la molestia de comentar!!! las adoro <3

-Taiga, no es que me preocupe la forma desquiciada en la que estás conduciendo, o que casi hayas atropellado a una ancianita o que una patrulla policial y el equipo de bomberos nos esté persiguiendo pero al menos me gustaría saber…  ¿A DÓNDE DEMONIOS ESTAMOS LLENDO?

-¡A DÓNDE DAISY ME DIGA!-grito el pelirrojo histérico.

-¡QUE DEJES DE PONERLE NOMBRE AL GPS!-chillo a su vez el pelinegro.

-Ahora gire a la izquierda y luego gire nuevamente a la izquierda en la siguiente esquina…

-¡NO TRATES ASÍ A DAISY!

-¡TÚ MALDITA DAISY ESTA DESCOMPUESTA! ¡No para de llevarnos en círculos!-replico el pelinegro frustrado.-¡God, no se puede razonar contigo…! Reo-nee, habla con él…¿Reo-nee?

Himuro se dio media vuelta y vio a lo que había decidido apodar “la chica que nació en el cuerpo equivocado” (travesti, de cariño) y noto que estaba en su propio mundo de fantasía.

-Hyuuga-san esta junto a mí…-balbuceaba con las mejillas rojas- ¡Kyaaa!

-Una patrulla, una demanda por casi acabar con la vida de una anciana, facturas por ignorar el semáforo, santa Claus…-balbuceaba a su vez Hyuuga, ido.

-Bueno ambos han abandonado la realidad por razones muy diferentes así que…¡Selfie!-canturreo Himuro mientras sacaba su celular y se tomaba una fotografía con el rostro de colegiala enamorada de Reo y el desesperado “kill me please” rostro de Hyuuga para la posteridad.

-¡Te dije que dejarás de sacar fotos!

-¡Pero si saliste muy bien en esa en la que casi atropellas a la anciana! ¡Sus caras de terror quedaron en primera plana!

-¡Solo guarda el celular!

-No quiero-replico el pelinegro con voz infantil.

-¡Qué sí!

-¡No!

-¡Sí!

-Y gire nuevamente a la izquierda en la próxima esquina…y nuevamente a la izquierda en la próxima…

-¡Ya está!-exploto Himuro-¡Me harte!-grito mientras arrancaba al  GPS del auto y lo arrojaba por la ventanilla.

-¡NOOOOO DAISY!

00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000

Aomine se paso el día completando los archivos de los últimos criminales que habían atrapado antes de su almuerzo, pero antes de que pudiera abrir su puerta para salir por un descanso, Imayoshi se deslizó hacia dentro.-Yo no saldría si fuera tú.

-¿Por qué no?- pregunto el moreno. A menos de que Teppei y Hanamiya hayan empezado con su diversión, no podía pensar en otra razón para no salir a almorzar.

-El vestíbulo está lleno de posibles secretarias, y todas están buscando dar un vistazo al oficial disponible. Hay demasiadas. Podrías ser violado, y no habría nada que Teppei o yo pudiéramos hacer para salvarte-explicó, dándole una mirada comprensiva antes de salir de ahí.

Gruño. Se moría de hambre. Sabía que Kise encontraría divertida la situación, así que le envió un mensaje de texto. Un par de minutos después vibró su teléfono.

“Aguántate, niño bonito.”

00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000

-¡Mariquita!- Grito Takao mientras buscaba en la alacena- ¡No tienen ninguna Poptarts! ¿Qué clase de hogar estás formando aquí?

-¿Qué es un Poptart?- Ryu preguntó, apareciendo a su lado.

-¿Qué es un…-Takao estaba en shock.-¡Tú, pobre niño!- lo envolvió en un abrazo-¿En qué clase de mundo estamos viviendo, cuando los padres no alimentan a sus niños con Poptarts?

-Uno donde de hecho, los padres cocinan-comento Kise. Se veía como todo una Betty Crocker* cuando puso una bandeja de panqueques en la mesa para los niños. Mérito adicional.

Takao soltó a Ryu y camino con él a la mesa. -Te traeré una caja después. Las vas a amar.

Para el adolescente pasar la mañana con su hermano y tres niños no era tan malo. Trato de enseñarles acerca de los dibujos animados, pero eran tercos. “Los Looney Tunes siempre serían increíbles, sin importar qué nuevas mierdas vieran los niños ahora” aseguraba.

-Me gusta Dora-argumentó Mei.

-Pero van a terminar aprendiendo algo. ¡Y es verano! Eso va contra las reglas-replico el pelinegro boquiabierto.

-Para ti siempre es verano tío Takaocchi-rio Ryu.

 

Kise estaba en la cocina con su teléfono en la mano, moviendo la cabeza. -Al parecer, Aominecchi está atrapado en su oficina porque hay un ejército de mujeres en el vestíbulo, solicitando la posición de secretaria. Voy a sacarlo de ahí. ¿Quieres venir?

Los cinco subieron a su monstruosa camioneta y se dirigieron al trabajo del “papá sexy” o “barra de chocolate” según Takao. Cuando vieron la cantidad de vehículos estacionados en el lote, Kise comenzó a hacer planes para sacarlo de otra manera. -Ellas seguirán aquí cuando vuelvas-le aviso Kazunari.

-Mier-coles- dijo Kise, atrapándose a si mismo antes de maldecir delante de los niños. Kazunari no sabía porque después de todo sus padres lo hacían frente a ellos, y ambos crecieron bien... más o menos.

-Dijiste una grosería- escucho susurrar a Ryu.

Oh… Se olvidaba que el pequeño bribón seguía haciendo dinero con él. -Tráeme unos rollos de huevo. Yo me encargo de esto- Salto de la camioneta antes de que pudiera protestar.

Había una cantidad de sexys secretarias ahí dentro, al menos lo suficiente como para hacer una buena porno pensó Takao cuando llego al vestíbulo. La mayoría de sus trajes de negocios parecían que habían sido encogidos en un horrible accidente de lavandería. Escaneo la habitación en busca de su primera víctima.

Sus ojos se detuvieron en una pequeña y hermosa rubia con tetas demasiado grandes para su cuerpo. Se plancho las inexistentes arrugas de la camisa antes de tomar asiento junto a ella. Cruzo los brazos sobre el pecho y miró el reloj en la pared.

-¿Por qué diablos están estas mujeres aquí?-Gruño. -¿Él las contagió de herpes también?

Escucho  el pequeño grito ahogado junto a él.-Lo siento. ¿De qué estás hablando?- preguntó ella con dulzura recomponiéndose rápidamente.

Takao le dio puntos extras por eso.

-Aomine- espeto. -¿Te acostaste con él también? Yo sabía que ese bastardo era un jugador. Será mejor que se asegure de que me envíe la mantención de sus hijos, o llevaré su culo de vuelta a los tribunales.

La expresión de la cara de la rubia teñida no tenía precio. Ella tomó su costoso bolso de diseñador y salió del edificio.

El adolescente estaba empezando a dejar bien limpia la habitación cuando una gran mano se posó en su hombro. Miro hacia arriba para ver a un tipo grande con la diversión brillando en sus ojos.

-¿Qué estás haciendo?-le preguntó.

-Yo soy una exterminador-contesto- Escuché que había problemas con una plaga.

-Estás contratado.- Determino el policía-Tu escritorio está allá. Bienvenido a la estación policial…

-Takao- el adolescente iba a replicar-Pero yo no era…-“ Oh, qué demonios.”-¿Cuándo empiezo?

El oficial sonrió. -Ahora mismo, si lo deseas.-Le tendió la mano.-Soy Kiyoshi Teppei, segundo al mando…

-Kazunari Takao García-le dijo, estrechándole la mano. -Mi hermano secuestra a las hijas de tu jefe.

-Mierda, no puede ser-se rio -¿Eres el hermano de Kise?- Lo sorprendió envolviéndolo en un abrazo. -Bienvenido a la familia. Avísame si necesitas algo.

00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000

El peliazul no sabía cuánto tiempo había estado escondido en su oficina, hasta que escucho un ligero golpeteo en su ventana.

Sus ojos se abrieron con sorpresa cuando vio quién era. Rápidamente abrió la ventana. -¿Qué estás haciendo aquí?

-Dijiste que necesitabas ser rescatado. ¿Vienes o no?-preguntó el rubio con una ceja arqueada.-Los chicos y yo vamos a ir por comida.

-No he escalado a través de una ventana desde que estaba en la universidad- admitió, escalando de todas formas. Lo siguió hasta la camioneta donde las niñas y Ryu esperaban pacientemente.-¿Cómo voy a regresar?- pregunto después de saludarlos.

-Takaocchi se está haciendo cargo de eso. El vestíbulo estará limpio para cuando regresemos. Solo tenemos que recordar traerle algo de pollo agridulce y dos rollos primavera.-contesto indiferente.

Aomine ni siquiera pensaba  preguntar.

00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000

-Tienes que admitir que pidiendo indicaciones llegamos más rápido…

-Daisy…

-¡Oh, vamos! ¡Deja de llorar! Te traeré ropa seca, ¿Bien? ¡Aún no puedo creer que te tiraras al lago para encontrar ese GPS descompuesto!

-Yo aún no puedo creer que haya un lago en medio de la avenida…-comento Akashi.

-Sí eso también…-asintió el pelinegro- Bien, iré por ropa seca. La vieja queda a cargo.

-¿Eh?-Hyuuga pareció despertar del shock de todo el viaje hasta el hospital-¿Qué vieja?-dirigió su vista al alicaído pelirrojo que aún sostenía a “Daisy” entre sus manos- Por favor, Kagami, dime que no atropellaste finalmente a esa vieja…

-¡No! ¡Esa no!-negó Himuro rápidamente- Se trata de la que nos dio las indicaciones para llegar al hospital solo si la traíamos…-explico señalando a la anciana que tejía tranquilamente sentada entre ellos.

-¡¿DE DÓNDE SALISTE?!-se sobresaltó Hyuuga.-¡¿Y porque sigues aquí?

-Bueno, mi turno es para las tres. Aún falta media hora-explico la ancianita mostrándole la hora en su iphone.

-¡No puedo creerlo!-bufo el hombre de anteojos indignado y extrañado por todas las situaciones que debía pasar.

-¡Lo sé! ¡Esa vieja tiene un mejor celular que yo!

-¡No me refería a eso!

Akashi observaba a todos con cansancio. Necesitaba algo de paz.

Si bien le había sorprendido que su nuevo niñero se preocupara tanto por su salud que lo trajera a rastras al hospital (a él, su otro niñero y el resto de sus hermanastros) él sabía que no era la solución.

El hospital no había encontrado ninguna solución para su “problema” en sus 16 años de vida.

¿Así que realmente valía la pena estar ahí? ¿Valía la pena seguir guardando la esperanza de que “curen” su enfermedad? ¿Valía la pena creer que podía tener una noche sin pesadillas?

Pensando en al menos descansar un rato (las camillas del hospital siempre le resultaron cómodas, tal vez porque estaba acostumbrado a ellas) se alejó de su extraña familia y sus aún más raros niñeros.

00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000

El restaurante estaba a la vuelta de la calle, así que estuvieron ahí en poco tiempo. Los chicos caminaron delante de Kise y de Aomine, mientras Mei caminaba entre ellos, sosteniendo sus manos.

“Así era como se suponía que una familia debería lucir.” Pensó el moreno.

 Se sentaron en una mesa de la misma manera, con Satsuki y Ryu frente a ellos tres.

-Vamos a tener una cena familiar mañana en la noche en casa de Wakamatsu y Sakurai. Estaba pensando que tal vez podrías ir con nosotros. Siempre tenemos algunas por semana y usualmente Midorima también se une a ellas. 

-Uh huh-contestó el rubio, concentrado en sus palitos chinos.-Demonios-se indignó luego de que les trajeran su comida- No me toco ningún camarón-protesto con un puchero que al moreno le pareció adorable.

Usando sus propios palitos chinos para ofrecerle un camarón de su plato. Casi pensando que no iba a tomarlo, pero después de un momento, separó sus lindos labios y lo dejó alimentarlo. Cuando terminó de masticar, sacudió su cabeza. -Muy sutil, Aominecchi-dijo sarcásticamente.

-Es parte de mis encantos- sonrío internamente feliz de que dejara de llamarlo “Aomine”.

Satsuki resopló. -¿Encantos? Papá, la abuela te enseñó cómo hacer eso.

Kise casi se ahoga con su comida al soltar una carcajada.

-Gracias, hija- contesto con resignación. La pequeña pelirrosa simplemente le sonrió.

00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000

Kouki escuchaba con desesperación como su llamada iba directo al correo de voz.

¿Dónde estaba su mejor amigo? ¡Se suponía que tenía que cumplir sus horas comunitarias en el hospital!

El castaño se debatía en seguir buscándolo o largarse…por supuesto un alma tan dulce y buena como el siempre elegía la primera opción…o eso era hace dos horas.

-Voy a dar una última vuelta por el hospital y si no lo encuentro...iré a casa y veré Titanic-decidió Kouki.

Porque estaba seguro de que a Takao debía estar jodiendo a otras personas por ahí…así que nah, No había nada fuera de lo normal.

-Les informamos a todos que el sector 3 del pabellón de internación-se escucharon forcejeos-¡Oye! ¡¿Cómo entraste aquí?! ¡Este lugar esta…-más forcejeos-¡Devuélveme el micrófono! ¡No tienes autoridad para…-lo que parecía un plato volando y estrellándose en la cabeza de alguien-…¿Hola? ¿Esta encendido?-una voz diferente a la anterior se escuchó amplificada por todo el hospital- Que bueno porque…¡AKASHI SEIJURO ESTA DESAPARECIDO! ¡TIENE 16 AÑOS! ¡CABELLO ROJO AL ESTILO DE CHUKIE! ¡SE LA PASA DICIENDO QUE ESCUCHA VOCES Y….¿CÓMO ES POSIBLE QUE SIGAS DESPIERTO DESPUÉS DEL PLATO QUE TE LANCE?-se sorprendió aquella voz.

-¡Lárgate! ¡No puedes estar aquí! ¡SEGURIDAD!

-¡Mierda!-más forcejeos- ¡Taiga encadénalo!

-¿De dónde sacaste esas cadenas?-una voz desesperada se hizo presente- ¡Oh, mierda! ¡Vamos a ir a prisión por esto!

¡CRASH!

-…

-…

-…

-¡Muy bien Tetsuya!-lo felicito una de las voces-¡No sé cómo no se me había ocurrido golpearlo con aquel extintor!  

O tal vez si había un par de cosas fuera de lo normal después de todo…

00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000

Camino de regreso a la camioneta, Kise seguía molestándolo- No te preocupes, Aominecchi- se inclinó y susurró-yo creo que los chicos de mami son sexys…

El moreno se rio y le dio un empujoncito juguetón. -Métete en la camioneta, Kise. Necesitas regresar a casa para que te alistes para nuestra cita candente.

Él le guiñó el ojo. Las cinco en punto no llegaban lo suficientemente rápido.

Cuando regresaron a la oficina, Takao estaba sentado en el escritorio contestando llamadas.

-Estación policial, le atiende Gregory. ¿Cómo puedo ayudarle?- Tecleó unas cuantas cosas en la computadora.-Sí, Sr. Yukimura, puedo programar su declaración para el próximo martes a las tres en punto… usted también.-Colgó.

-¿Gregory?- preguntó Kise, poniendo su pedido para llevar en el escritorio.

-Kazunari Takao García suena como un trabalenguas y Kazu no es lo suficientemente maduro- explicó. -Pueden ir a casa sin mí. Tengo trabajo qué hacer.-Contestó el teléfono otra vez- Estación policial, le atiende Gregory. ¿Cómo puedo ayudarle?

Kise se giró hacia el moreno. -Uhm… ¿felicidades? Tienes un nuevo secretario.

Asintió-Eso parece. No te preocupes. Si se sale de control, llamare a Midorima. Dijo que había un par de pastillas de somnífero que debía probar antes de recetársela a algún paciente…

-¿Debería preocuparme por dejar a mi hermanito contigo?-Kise lo pensó unos segundos…luego negó- Nah. Buena suerte-le sonrío- Vámonos, niños.- Hubo un coro de adioses mientras dejaban el edificio.

-¿Revisándole otra vez las nalgas a mi hermano, jefe?-preguntó Takao, fingiendo inocencia.

Aomine  dio media  vuelta y se encogió de hombros. -Son realmente unas buenas nalgas. Regresa al trabajo, Gregory.

El adolescente le sonrió tímidamente. Extrañamente, Aomine se dio cuenta de que se acababa de ganar la aprobación del hermano de Kise.

Bueno…de uno de ellos.

00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000

Furihata caminaba por los pasillos del hospital buscando a su mejor amigo.

-Disculpe. ¿Ha visto a este chico?-pregunto mostrándole a una enfermera que pasaba por allí una foto.

-¿Cuál? ¿Ese niño de cabello castaño? ¿Es tu hermano?-pregunto.

-Sí, es mi hermano pero no está perdido. Me refiero al chico que sale detrás de él golpeando a estos dos chicos-explico señalando a Takao y recordando que aquella fotografía la había sacado un día en que había llevado al parque a su hermanito junto a su mejor amigo.

Por supuesto, cinco minutos después de haber entrado al sector de juegos infantiles, el pelinegro se había metido en problemas al golpear a un chico que (según él) le había robado el caballo de la calesita al que se quería subir.

La enfermera simplemente corrió en sentido contrario después de su explicación.

Kouki suspiro. No era la primera vez que le pasaba.

-Tal vez debería revisar las habitaciones…solo para asegurarme…-decidió abriendo la primera puerta que encontró.

Recorrió la habitación hasta llegar al ventanal que estaba junto a una camilla-No hay nadie-susurro al ver la habitación vacía.

-Yo no estaría tan seguro. –susurro una voz y un rostro asomándose bajo de la camilla.

-…

-…

-…¡WAHHHHHHHHHHHHHHH!

00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000

Puntualmente a las cinco, Aomine toco la puerta principal de la casa de Kise. Cuando nadie contestó, llamo un poco más fuerte. Seguían sin contestar. Hizo sonar el timbre. Nada. Finalmente, tome la llave (porque sí, le había sacado copia) y abrió la puerta-¡Kise! Me estás matando aquí. ¡Ven y responde la maldita puerta!-grito.

-¡Quédate en tus pantalones, Aominecchi! ¡Ya voy!- le gritó de vuelta.

Cerro la puerta y espero. Estaba a punto de tocar el timbre otra vez cuando la puerta se abrió y Kise salió, viéndose tan cautivador como siempre. El moreno aclaro su garganta y le ofreció un ramo con cinco tulipanes. –Uno por cada día que te conozco-le explico-Te ves increíble.

-Uhm, gracias- contestó.-No eres tan malo.-Miró las flores.-Voy a… voy a ponerlas en agua. Ya regreso.- Desapareció rápidamente de su vista. Aomine no pudo evitar sonreír. Había asombrado al sabelotodo.

El rubio regresó después de unos momentos y cerró la puerta detrás de él. -De acuerdo, Sr. Aominecchi,  ¿A dónde iremos en esta agradable tarde?-el peliazul lo  tomo por el brazo y lo guio al auto, abriendo la puerta por él. -No vas a decirme, ¿verdad?

-No hasta que el auto esté en movimiento-contesto.

-¿Así de mal, eh?- preguntó el rubio.

-Entra al auto, Kise.

Mientras hacían su camino por la carretera, el moreno mantuvo la mirada en él. Había tanto de Kise que todavía no sabía... Aparco el auto a un lado de la carretera y estaciono.

Parecía como si estuvieran a la mitad de la nada.

-Juro que si me pides que me pase al asiento trasero, voy a meter estos incómodos zapatos por tu culo.

Aomine soltó una carcajada y  salió a abrir la puerta por el rubio. -Dame algo de crédito. Si hubiera planeado meterme en tus pantalones esta tarde, te habría llevado a mi casa.

-Encantador-contestó secamente. -¿Dónde diablos estamos?

-Lo explicaré. Lo prometo.- Se paro delante de él y se agacho un poco. –Súbete- No lo hizo. -No te hagas el difícil. No te dejaré caminar por el bosque en esos zapatos que te incomodan tanto.- Sonrío cuando lo sintió trepar por su espalda.

 

Kise enrolló sus brazos holgadamente alrededor de su cuello. -Hueles bien, Aominecchi.

Luego de caminar por unos minutos en un cómodo silencio, Aomine se detuvo.

-Aquí estamos- cuidadosamente, lo ayudo a bajar y a ponerse de pie. Había una plataforma de madera construida en el árbol encima de ellos. -Esta es la primera cosa que construí.- Le indico con un gesto que trepara por la escalera.

-¿Es segura?- preguntó con cautela. Aomine le dio su mejor aspecto de insultado. -¿Qué? La madera tiende a pudrirse, lo sabes.

-La he cuidado bastante bien- le aseguro.

El sol estaba a punto de ponerse, así que tenía velas esperando en la plataforma. Cuando Kise las vio, lo miró interrogante. -¿Vamos a tener una sesión espiritista?

El moreno empezo a desempacar la hielera que contenía su cena. -Construí esto cuando era niño. No sabía nada sobre alambrados en ese entonces, así que necesitamos estas para alumbrar- Le ofreció un sándwich de ensalada de pollo con una sonrisa encantadora.

-¿Cómo supiste que este es mi favorito?-preguntó suspicaz.

-Nuestro nuevo secretario es muy eficiente- Contesto. Aomine lo estuvo fastidiando por información antes de dejar la oficina.

-Takaocchi- gruñó, pero gimió suavemente cuando le dio un mordisco. -Esto no era lo que esperaba cuando me atascaste en esta cita- admitió.

Aomine encendió las velas. -Es la primera cita. Es aquí donde nos conocemos mutuamente, y no pude pensar en otro mejor lugar para hacerlo. Además, estás atrapado aquí hasta que decida mostrarte el camino de regreso.

Kise miro a su alrededor, dándose cuenta de que no tenía idea de cómo regresar al auto.-Mierda.

El moreno sonrío sirviéndole una copa de vino. -Así que, Kise…- penso en todas las cosas que quería saber sobre él-¿Quién fue tu primer beso?

-Yoshitaka Moriyama-contestó.-Él fue mi primer todo.

Tal vez no era un lugar seguro para empezar. La envidia que sentía el moreno por ese tipo que jamás había conocido era sorprendente. Normalmente no era del tipo celoso, pero pensar en Kise con sus piernas enrolladas alrededor de alguien que no fuera él… necesitaba parar. Sus pantalones se estaban poniendo incómodamente apretados. Decidió tomar las cosas con calma. Podía seguir haciendo eso a pesar de que era un padre soltero con dos niñas. -¿Y cómo te fue con eso?- pregunto.

 

Kise sonrió. -Genial… una vez que tuvimos un poco de práctica.

-¿Necesitó de práctica?-pregunto con aire de suficiencia. -Yo lo hice bien a la primera.

-Cállate, Aominecchi- contestó, golpeando su brazo.

Era agradable, simplemente estar sentados ahí, para ambos. Aomine sintió que debía ser un ser un masoquista, porque le tenía contándole sobre  los hombres de su vida. No pudo evitarlo. Quería saber todo lo que había que saber sobre el rubio.

-Tsubasa, Kasamatsu, Moriyama, Hayakawa, Kobori y Nakamura-enlistó fácilmente. Cuando los ojos del moreno casi se salen de su cabeza, rodó los ojos. -Preguntaste sobre los hombres de mi vida, no mi lista de sexo. Estos eran los chicos con los que solía salir en el pasado. Tsubasa era el hermano de Yoshikata. Usualmente, él era demasiado genial como para salir con nosotros, los chicos de preparatoria. Nakamura era el Rey de la escuela. Hayakawa y Kasamatsu  eran mis mejores amigos. Kobori era el tipo misterioso del que todos estaban asustados como para salir, así que terminó con nosotros. Me enredé con un par de ellos solo por diversión, pero Yoshikata Moriyama y el padre de Ryucchi han sido los dos únicos hombres con los que he estado.

-Kise-trato de pensar en una mejor manera de preguntar esto. -¿Kise, fuiste violado?

-¿Qué?- Sus ojos lo miraron intensamente. -No.

-Es solo que… me dijiste antes que no sabías quién es el padre de Ryu, así que lo asumí.-explico.

Gruñó y recargó su espalda contra la base del árbol. -Fue en un estúpido baile de máscaras. No te rías- me advirtió.-Estaba irritado. Era mi último año. Había demasiada presión en mí. Quería salir e ir por mi lado salvaje.- Se rió sin humor. -Estaba oscuro y todos estaban usando máscaras. Estaba un poco mareado, pero no estaba borracho. Sabía exactamente lo que estaba haciendo cuando me colé con él a otro lugar. No quería que se quitara la máscara. El misterio de no saber quién era y la emoción de ser atrapados era exactamente lo que pensé que necesitaba. Usamos condón, pero obviamente no fue efectivo.

-¿Trataste de localizarlo? ¿Al tipo misterioso?- el moreno estaba seguro de que lo había hecho.

-Lo hice, pero había más gente de la que iba a mi escuela, y no tenía mucho de dónde elegir. Supongo que, él supo que estaba embarazado y se asustó, así que nunca regresó.-Se detuvo por un momento. -No me arrepiento. Hice algo estúpido, pero tengo a Ryucchi. No fue sencillo. He dejado un montón de cosas por cuidar de él, pero fue mi elección, y él valió la pena.

No había sido nada de lo que el moreno había esperado. Una vez más, Kise nunca hacía nada de lo que esperaba.

-Sé a lo que te refieres. Has pasado por situaciones difíciles, pero has hecho lo mejor posible. Estar casado con Natsuki fue algo que pude haber evitado, pero no cambiaría ni a Satsuki ni a Mei por nada en el mundo.

Asintió con una sonrisa suave. -Tenemos unos niños bastante geniales.

Ambos se quedaron quietos por unos cuantos minutos, y finalmente Aomine no  pudo contenerse.- Así que… el papá de Ryu… ¿era más como el Fantasma de la Ópera o como Jason de Viernes 13?

-Veo que ahora tendré que matarte-suspiró el rubio.

Riéndose, Aomine se puse de pie y le ofreció su mano.-Baila conmigo.

-No hay música-replico dejando que el moreno lo ayude a levantarse.

El peliazul enrollo un brazo alrededor de su cintura y lo atrajo más hacia él. -Resulta que soy extraordinario para tararear.

Empezo a tararear una agradable melodía y lentamente a girarlos en círculos. Había demasiado espacio en la plataforma. El moreno  saboreo el momento, simplemente sosteniéndolo en sus  brazos mientras bailaban bajo las estrellas… en un árbol. -Esto me recuerda a un poema.

-Oh, mierda- gimió el rubio.

Él ojiazul sonrío. –Aomine y Kise, sentados en un árbol. B-E-S-Á-N-…

-Termina ese poema y te empujaré de la plataforma.

Notas finales:

Wiiiiiiiiiii las cosas se pondrán muy interesantes a partir de aquí...pero a las que les falto el midotaka solo tengo algo que decirles para el prox cap: 

-llamadas de broma al hospital.

en fin....espero que les haya gustado y si es asi (como si no es asi también) espero sus comentarios que me inspiran a seguir n.n

facebook: tami neko.

cuidense y nos leemos!!!!!<3<3<3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).