Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Segunda oportunidad. por DanTamMu13

[Reviews - 43]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno, les dejo otro capítulo más de una de las series que ya se acercan a su final... Ya, ya casi la terminamos, chicos, y espero que les esté gustando hasta ahora.

 

Al día siguiente recibimos una grata sorpresa. Itachi había llevado a Sai con él, alcanzándonos, aunque fuera que sólo se quedaran unas horas. Desayunamos juntos -ya que nos habíamos despertado muy, muy tarde- y luego de un rato el mismo Sai invitó a Naruto a ver su aviario, mismo que yo no conocía realmente porque los pájaros me daban algo de inquietud.

 

-        Él fue quién me convenció de venir. Estaba impaciente por verlos, otra vez. – dijo Itachi muy tranquilo cuando nos quedamos solos.

-        Sí, le ha cogido cariño a Naruto. – dije sonriendo levemente.

-        Me ha contado de tu charla con él. Puedo decir que se nota lo mucho que lo quieres, Sasuke. Y sí. Él también te quiere. – respondió tranquilo mi hermano mayor. No era que dudara que Naruto me quería o no, mis dudas no eran esas.

-        No me refería a eso cuando dudé con Sai. – confesé casi de inmediato, sin pensarlo mucho. – Sino que, como tú bien sabes, yo ya buscaba algo serio desde antes de Gaara. Es evidente que no quiero intentarlo ahora mismo; pero me estaba preguntando últimamente si Naruto podría ser esa persona. – respondí bastante apenado, quizá incluso sonrojado.

-        Por lo que mamá dijo siempre lo has querido, Sasuke. ¿Eso no te da una pista? – respondió sin decirme la respuesta, como le encantaba hacerme desde hacía unos años. – Quién sabe. Quizá lo sea. Quizá no. Primero asegúrate de que él también quiera una relación seria, antes de que te hagas más ideas. – pidió de pronto, recordando los motivos por los cuáles la relación con Gaara no había funcionado. – No te ilusiones como la dulce novia que eres, primero habla de tus sentimientos con él. – agregó. Sí, ahí estaba mi hermano mayor, actuando como un chiquillo.

-        Imbécil. – reclamé apenas con rostro serio. – Estoy hablando en serio, Itachi.

-        Yo sé que lo haces, Sasuke. Te conozco lo suficiente para saberlo; pero es que yo no tengo esa respuesta. Tampoco la tiene Sai. Eso sólo lo sabrás tú.

 

Sí, él tenía razón. Y aún con eso ahí me encontraba yo, preguntando, por segunda ocasión, lo mismo. Tenía muchas dudas; pero, al mismo tiempo, me sentía totalmente seguro de lo que tenía con Naruto. Quería eso.

 

Todo el día se nos fue entre risas y platicas. A veces mis hermanos le contaban a Naruto anécdotas nuestras, otras sólo eran mías. Luego Naruto les contaba de cómo habían sucedido las cosas, de cómo me comportaba con él cuando estábamos a solas, y demás cosas demasiado vergonzosas para mí.

Al caer la noche ellos tuvieron que marcharse, dejándome a solas con Naruto, nuevamente. Yo me sentí nervioso al segundo, después de todo yo seguía dudando respecto a todo lo que significaba estar con el rubio.

 

Cenamos juntos mientras mirábamos la televisión, estaba puesta alguna película que le había parecido entretenida a Naruto, cosa que no me molestó en absoluto. Al terminar de cenar miramos la televisión otro rato, casi sin tener ganas de dormir.

Finalmente, a eso de las tres de la madrugada, nos hemos levantado de nuestro sitio en la cocina, totalmente dispuestos a descansar. Con esa firme convicción subimos las escaleras, acercándonos a nuestras habitaciones.

Al estar ahí, afuera, sólo atinamos a vernos, y, en completo silencio, nos besamos en señal de despedida. Para mi sorpresa aquel beso no fue como ningún otro, nos besábamos con una extraña pasión que jamás había existido entre nosotros; pero que me encantaba.

Sostuve su cintura entre mis manos, jalando su cuerpo para pegarlo al mío, mientras que él tomaba mi nuca, jalándola también para profundizar aquel beso. Cuando menos me di cuenta, sin pensarlo, me encontré lamiendo suavemente su labio inferior, mismo que me otorgó acceso a la cavidad bucal de mi novio. Nuestras lenguas jugaban al mismo ritmo mientras pequeños suspiros de Naruto se ahogaban en aquel fogoso beso.

 

No me percaté de en qué momento lo empujé, guiándolo a mi habitación. Ya estábamos adentro, con la puerta con el cerrojo puesto. Me separé un poco de él, lo suficiente para que él se diera cuenta de la decisión que mostraba mi mirada, mientras que yo contemplaba lo mismo en la suya.

Cerré la puerta que unía nuestras habitaciones, y, sin reparar en ello, me quité los lentes de contacto, intentando hacerlo aún más íntimo, después de todo, ¿qué mejor forma de memorizarme su cuerpo que cuando no veo? Apenas me quité los lentes de contacto, escuché los pasos de Naruto ir hacia a mí. Él me tomó con firmeza del brazo, jalándome hacia él. Por un segundo dudé de lo que él pensaba hacer; pero, finalmente, me sorprendió gratamente cuando sentí la fuerza, casi ridícula, con la que me empujaba a la cama. Caí boca arriba, en estado de total alerta a lo que el rubio estuviera por hacer.

 

Escuché la fricción que la ropa produjo cuando Naruto comenzó a quitársela, sin pudor alguno, quizá por mi pobre visión, quizá porque lo ha hecho antes en el dormitorio; pero tampoco importa mucho ese motivo. Al fin escucho cuando cae su última prenda, siento un dolor punzante en mi entrepierna, y es que ya me encuentro totalmente excitado, aunque solamente haya escuchado a Naruto, aún no lo he sentido en absoluto.

De pronto me percato de un olor en particular, uno de esos que casi nadie reconoce. Hormonas. Si ya huele lo suficiente la habitación, es porque no soy el único que está excitado, tampoco impaciente. Siento el roce del cuerpo de Naruto sobre mi ropa, acomodándose con sumo cuidado sobre de mí. Siento, también, sus temblorosas manos intentando quitarme la playera, casi con delicadeza. En ese preciso momento pierdo toda razón. Su fragancia natural, ese aroma dulce que él siempre despide, me embriaga, la excitación se adueña de mí mientras siento un extraño; pero placentero hormigueo mientras siento el roce que producen las manos de Naruto por sobre mi pecho, mi abdomen, incluso mi vientre, pues, poco a poco, baja más sus manos.

 

No puedo evitarlo un segundo más. Estiro las manos, rozando su piel, acariciando cada centímetro de su suave tez, recorro, sin pudor ni pena, su torso, su abdomen, su espalda. Sentí cada músculo de Naruto temblar. Bajé otro poco más las manos, sintiendo sus caderas, sus piernas, acariciaba todo cuánto encontraba, hasta que, finalmente, no soporté otro minuto más, y dirigí la mano derecha, con seguridad, hasta su entrepierna. Sostuve su erección entre mis dedos, le sonreí torpemente, pues ya no pensaba con claridad, y comencé a masajear su miembro.

Nuevamente se nubló mi mente cuando escuché los silenciosos gemidos que Naruto profería por el contacto. No habré tardado nada en aumentar el ritmo con el que masturbaba a mi rubio, con la firme intención de enloquecerlo al mismo punto en el que yo me encontraba. Esa melodía de gemidos que escuchaba de su boca, me excitaba casi tanto como sentirlo vibrar sobre de mí.

Antes de que Naruto pudiera venirse, él mismo me detuvo, quitándose, cosa que no terminé de comprender hasta que sentí sus dedos rozar mi viente, justo a la altura donde comenzaba la costura de mis pantalones.

Un par de segundos después yo ya me encontraba en las mismas condiciones que Naruto. Estaba completamente desnudo, y, aunque la injusticia más grande radicaba en que Naruto sí me veía desnudo, no me suponía problema alguno.

 

Supuse, de inmediato, que Naruto me imitaría cuando sentí la firmeza con la que sostuvo mi hombría entre sus dedos, claro que me dio una grata sorpresa cuando, a los segundos de ese primer contacto, sentí, de golpe, como su lengua recorría cada centímetro de mi sexo. No pude evitar emitir un gemido bastante sonoro, aquella acción no me la esperaba de ninguna manera. Ni bien terminó ese húmedo recorrido, se dispuso a devorarlo, engulléndolo hasta la garganta, de una manera casi profesional. Mis gemidos iban al ritmo que Naruto me la chupaba de manera majestuosa, exquisita. Ya no me quedaba rastro alguno de razón o consciencia, en ese punto poco me importaba si el servicio escuchaba algo, y todo era culpa de mi rubio. Incluso cuando le avisé a Naruto que ya estaba cerca de llegar al orgasmo a causa de sus habilidades orales, hizo caso omiso, continuando con su enloquecedor y placentero ritmo.

Me vine dentro de su boca, cosa que me hubiera apenado en otras circunstancias, aunque, al escuchar claramente cuando se tragaba toda mi esencia, sólo logró excitarme aún más. Claro que, de por sí, yo seguía duro luego de esa excelente mamada.

 

Antes de poder reaccionar sentí claramente cuando Naruto se preparaba a sí mismo, mi excitación crecía cada minuto que pasaba, pues escuchaba claramente los gemidos de Naruto, sentía su roce cada ocasión, casi podía imaginar aquella erótica escena, definitivamente estaba totalmente loco.

No habrán pasado más de diez minutos, cuando Naruto, sin dudarlo, ni reparar en ello, comenzó a sentarse sobre mi erección, dejándome acostado, únicamente sintiendo cómo entraba en él, lentamente; pero de una manera casi alucinante. No se detuvo hasta que me sentí realmente dentro de él, la penetración era muy profunda, cosa que también me había excitado demasiado; pero por la preocupación me había quedado quieto, no quería lastimarlo de ninguna manera.

Naruto controló el ritmo, la profundidad, absolutamente todo, sentía como subía y bajaba, sentándose nuevamente en mi miembro, nuestros gemidos eran una música al mismo compás, ambos temblábamos ligeramente a causa del placer, el olor a hormonas cada vez era más penetrante y se mezclaba con el olor a sudor que ya nos resbalaba por la piel a ambos.

Unos cuántos minutos después, escuché claramente a Naruto avisarme que ya estaba cerca del orgasmo, cosa que terminó por detonarme, claro que, en aquella posición que Naruto había elegido no podía hacer mucho; pero sí consiguió que me viniera antes de lo previsto, apenas unos segundos después de que Naruto llegara, derramando su semen en mi abdomen y pecho, cosa que no me molestó en lo más mínimo, mientras que yo hacía lo propio dentro de él.

 

Naruto se levantó de su posición para ir al baño mientras yo recobraba el aliento, al poco tiempo regresó, su aroma ahora se mezclaba con el mío, con nuestro sudor y fluidos, por lo que distaba mucho de ser un aroma dulce, aunque me resultaba igual de atrayente. Sentí, de pronto, algo suave rozar mi piel, no tardé en percatarme que Naruto, casi apenado, se encontraba limpiando todo rastro suyo de mi pecho, cosa que me causó algo de ternura y gracia.

Ni bien terminó, tomé su muñeca, impidiéndole irse de nuevo. Lo jalé lo suficientemente fuerte para que perdiera apenas el equilibrio, cayendo a la cama nuevamente.

Así, me acomodé rápidamente en la cama, sin soltarlo, él no tardó en comprender, haciendo exactamente lo mismo, para, después, acomodarse en mi pecho apenas tuvo la oportunidad.

 

-        Te quiero, Naruto. – avisé mientras lo rodeaba con ambos brazos, en una especie de abrazo.

-        Te quiero, Sasuke. – respondió rápidamente para aferrarse más a mí, casi como para comprobar que estaba ahí.

-        ¿Estás consciente que se darán cuenta? – pregunté exhausto, y, aun así, riendo un poco.

-        No importa. – aseguró sin pensarlo realmente. – Lo quería, de verdad. – anunció casi de inmediato, logrando que mis mejillas ardieran a causa de la sangre acumulada.

-        También yo lo quería, Naruto. – aseguré antes de acercar mi rostro a su rubia y sedosa cabellera, depositándole un beso.

-        Es seguro que hoy no tendré malos sueños. – respondió riendo sutilmente, sin dejar de abrazarme con fuerza.

-        Si tengo que sacrificarme así por tu sueño más veces, lo haré. – declaré riendo también, intentando bromear con él, aunque ya estábamos demasiado cansados como para seguir con nuestros constantes juegos.

-        Buenas noches, Sasuke. – se despidió soltando un poco el fuerte abrazo que me tenía preso.

-        Buenas noches, Naruto. – respondí sonriendo tiernamente, cosa que, seguramente, él no alcanzó a distinguir.

Notas finales:

Bueno, espero leer sus comentarios en la zona de reviews, en serio, espero les haya gustado el primer lemon del fic :3 

Los quiero un montón, nos seguimos leyendo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).