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Segunda oportunidad. por DanTamMu13

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Notas del capitulo:

De verdad mil gracias por leerme y apoyarme, chicos

Les quiero un montón, gracias por sus reviews

Les dejo el nuevo capi:

Luego de ese incidente no me había fijado a qué hora se había ido a acostar Naruto ni mucho menos, sólo había decidido ponerme a trabajar en lo que faltaba, aunque cuando estuve a punto de terminar me había dado cuenta que no tendría excusa para no verlo si me quedaba sin trabajo. Y tras pensarlo varios minutos opté por terminarlo de cualquier modo. Ya me las ingeniaría.

Al terminar fui a dormir para despejar mi mente de todo el asunto de la piscina.

 

El fin de semana fue largo luego de eso, no hablamos mucho Naruto y yo, ambos aún nos sentíamos realmente incómodos. Y aun cuando habíamos vuelto a la universidad todo era extraño. No hablábamos, no nos mirábamos, ni mucho menos. Nos sentamos completamente separados, incluso en el almuerzo nos fuimos por distintos sitios.

 

-        Asumo que pasó algo raro con él. – declaró una voz conocida.

-        Hmn. – contesté mirando de reojo a Naruto, como siempre.

-        Nunca supe tu nombre. – habló el castaño de antes.

-        No te interesa, sólo quieres saber porque no me hablo con él. – atajé.

-        No sólo quiero eso.

-        ¿Entonces? – pregunté sin comprender.

-        Eres solitario, como yo. Lo puedo notar desde verte. Quiero entender qué tiene ese chico que te hizo olvidarlo. – explicó.

-        Me mencionaste antes que él es homosexual, ¿cierto? – le pregunté sin mirarlo.

-        Sí, eso he sabido de él. – confesó.

-        Yo también lo soy. – hablé.

 

Neji sólo me miró, y antes de escucharlo me alejé. Pagué lo que tenía en la charola y caminé a una mesa solitaria en una esquina del comedor, tomando un poco de comida apenas, pues desde aquel día no tenía mucha hambre.

 

-        ¿Te gusta? – preguntó de nuevo el castaño, quien ahora se sentaba en la misma mesa en la que estaba.

-        Creí que debía alejarme de él por ese mismo motivo, ¿qué haces aquí si también soy gay? – pregunté serio.

-        No pensé que lo fueras, y durmiendo en la misma habitación creí que te haría un favor diciéndote. – añadió antes de comenzar a comer.

-        ¿Tan obvio soy? – pregunté dejando mis cubiertos de lado.

-        Sí, lo eres. – atajó.

-        Bueno, él no lo ha notado, creo que es lo único importante.

-        ¿Qué ocurrió? – preguntó honestamente.

-        Me acompañó a mi casa el fin de semana, y le enseñé a nadar, o lo intenté, todo iba bien hasta que casi se ahoga, por lo que lo ayudé. No medí mi fuerza y casi lo beso, sin querer. – admití mirando a Naruto un poco más descaradamente.

-        ¿Y luego?

-        Nada más ocurrió. – confesé.

-        Suena a que no sucedió nada malo, entonces, ¿qué hacen separados? – preguntó desconcertado.

-        No hemos hablado desde entonces.

-        Hmn, eso lo explicaría. – musitó él.

-        ¿Qué?

-        ¿Has pensado que quizá le gustes? Si fuera así, y él no supiera que eres homosexual, estará pensando que el error ha sido suyo. – dijo sin pensar.

 

No comprendía porque ese chico me hablaba, ni porque me ayudaba, si así se le podía decir. Al final de la conversación cedí y le di mi nombre, después de todo, no importaba si no lo hacía ahora, lo sabría después.

Medité el resto de la tarde si pensamiento, aunque, honestamente, no creía gustarle. Sería demasiada mi suerte.

 

Al terminar las clases no le dije nada, sólo salí, tomé el auto y fui al hospital a ver a Sai. Nuevamente me registré y subí por el elevador, al llegar me dirigí a su habitación sin dudar, llamé a la puerta que estaba cerrada y salió Tsunade.

 

-        Oh, hola, Sasuke, ¿y Naruto? – preguntó sorprendida.

-        En la universidad. – dije sin detenerme a pensarlo.

 

Ella sólo me miró con desconfianza y me dejó pasar a la habitación. Al parecer Sai ya se movía entre diversos lugares, cosa que me daba gusto. Ahora estaba sentado sobre la cama, mirando fijamente a un punto entre las sábanas arrugadas.

 

-        Hola Sai – apenas lo saludé sus ojos se posaron en los míos. -, ¿cómo estás, hermanito? Hoy he venido solo, creo que la he liado con Naruto. – admití acercándome a él. – Lo llevé a mi casa en la capital, y hemos terminado en la piscina, muy cerca, casi para un beso, y me alejé de inmediato por la vergüenza. No hemos hablado aún de eso; pero no sabría tampoco qué decirle.

 

Sai me miraba fijamente, casi parecía que me prestaba toda la atención del mundo. Yo sólo sonreí ante ese pensamiento, me emocionaba pensar que quizá se mejoraría pronto y podría escucharlo de nuevo.

 

-        Bueno, las clases de hoy fueron aburridas, estuve solo, igual que en el desayuno y almuerzo. – avisé. - ¿Crees que debería hablar con él? – pregunté sin esperar una respuesta en realidad. – Seguro debería hacerlo; pero ¿qué diría? ¿Lamento haberme ido? O ¿lamento que terminara así mi buena intención?

 

Antes de que pudiera terminar la plática entro Tsunade con Naruto a su lado, ella sólo me miró un poco molesta; pero no mencionó más. Naruto caminó un poco para entrar a la habitación y Tsunade salió de nuevo.

 

-        Viniste solo. – dijo en tono de reclamo.

-        Pensé que sería lo mejor. – admití.

-        Hola, Sai, perdón que llegara tarde, tengo mucho que contarte. – le dijo alegre a Sai, para después mirarme fijamente.

-        Me dio la impresión que Tsunade quiere hablar conmigo. – dije mientras salía de la habitación, buscando a la rubia.

 

No la encontraba por ese pasillo, así que pensé que podría hallarla en su consultorio. Caminé hacia allá y no la encontré ahí tampoco, no podía volver porque posiblemente escucharía algo que Naruto no quería que yo supiera, así que me senté dentro del consultorio de la rubia y la esperé unos 10 minutos hasta que apareció. Ella me miró, entró al consultorio y de inmediato cerró la puerta.

 

-        ¿En la universidad? – preguntó molesta.

-        No nos hablamos, ¿de acuerdo? – avisé.

-        ¿Qué ocurrió? – preguntó sorprendida.

-        Nada, un incidente estúpido.

-        Sasuke, dímelo.

-        Casi nos besamos por error, y me fui de ahí por los nervios. – confesé sonrojado.

-        ¿Y qué más ocurrió? – preguntó después.

-        ¿Por qué todos creen que sucedió algo más? Sólo fue eso, después de ese incidente no nos hemos hablado.

 

Tsunade pasó de estar molesta a reír enérgicamente, ella sólo me miró compasivamente sin dejar de reír por unos segundos.

 

-        Son idiotas. – murmuró.

-        ¿Qué? – cuestioné sin entender por qué lo decía.

-        Sólo háblalo con él.

 

Y lo decía de una manera tan tranquila y fluida que casi parecía sencillo. No tuve más tiempo para hablar de eso, pues llamaron a su puerta para que revisara a alguien, así que salió y yo regresé a la habitación. Al entrar escuché a Naruto hablar, aunque no hablaba de nada personal.

 

-        Oh, lo lamento. Comencé sin ti. – avisó apenas mirándome.

 

Me fijé en él y noté que estaba leyéndole a Sai el libro que le leía yo, y Sai parecía estar bien con ello. Sin darle mayor importancia me senté en el sillón donde normalmente estaba Sai, quien me miró un poco y luego regresó la mirada a Naruto, prestándole la poca atención que podía.

 

Naruto leía de forma fluida, entonada, y su voz hacía de la lectura algo imperdible. Su voz captaba de inmediato mi atención, envolviéndome con lo que sea que dijera, y aunque entendía cada palabra, hubiera sido igual si no supiera de que hablaba. Lo miré igual que Sai hasta que terminó la lectura de ese día, dejándonos 100 páginas restantes, las cuales terminaríamos el día siguiente.

 

-        ¿Qué te parece si mañana terminamos este libro y luego traigo yo el siguiente? – preguntó Naruto, recibiendo una mirada larga y fija a los ojos, antes de mirar un punto medio entre Naruto y yo. – Trato hecho. Te veo mañana, Sai. – declaró Naruto antes de separarse un poco y permitirme hablarle.

-        Bueno, hermanito, ¿te gustó la lectura? – le pregunté sonriendo, y él sólo miraba a Naruto para luego regresarme la mirada. – Descuida, lo convenceré para que te lea más seguido – anuncié, notando de reojo el sobresalto de Naruto. -; pero ahora ya nos tenemos que ir. Te veremos mañana, Sai. – declaré besando su frente.

 

Me acerqué a Naruto y antes de tenerlo de frente se giró y abrió la puerta sin pensarlo dos veces. Salimos de la habitación y caminamos a la recepción, bajando por las escaleras en total silencio. Entregamos los gafetes de visitante y salimos del hospital. Naruto sin decir una palabra caminó en dirección a la universidad, y tuve que armarme de valor para ir tras él, tomando su brazo.

 

-        No, suficiente, volvamos juntos. Tenemos que hablar. – dije seguro.

-        No, no tenemos que hacerlo. Todo está bien así, déjalo.

 

Lo jalé sin utilizar la fuerza bruta, llevándolo frente a la puerta de copiloto del auto, y prácticamente tuve que subirlo yo, porque no parecía tener ganas de dejarse. Luego de eso subí yo al auto, encendí el motor y comencé a manejar de manera lenta, para mí.

 

-        Lo lamento. – dije sin más.

-        ¿Qué? – preguntó.

-        Por lo que haya sido. Lamento que sucediera aquello, y lamento más haber actuado como si fuera lo peor de la tierra. – añadí.

 

Naruto simplemente guardó silencio, no tenía ni pizca de ganas de hablar conmigo, cosa que me comenzaba a molestar. Decidí pronto dejar de intentarlo y evitar una discusión mayor por un tema tan diminuto como el que ya teníamos. Volvimos a la universidad y nuevamente reinó el silencio en la habitación. Dormí temprano, como el primer día que llegué y a la mañana siguiente, a las 6 am, me desperté sin ganas.

 

-        Hola. – decidió saludarme Naruto.

-        Hmn.

-        Vaya que tienes humor al despertar. – dijo en broma.

 

Yo me levanté, me puse los lentes de contacto y tomé una toalla del vestidor. Luego me saqué la ropa como de costumbre, dejé la sucia en su lugar respectivo y esperé a que Naruto saliera del vestidor ya con su toalla.

Caminamos a las duchas, tomamos nuestro respectivo baño, igualmente separados, y regresamos juntos nuevamente. Me vestí al lado de mi cama, mientras él se vestía en el cuarto adjunto. Y al terminar ambos, salimos juntos con nuestras pertenencias y caminamos al comedor.

No mencionó jamás el tema de mi casa, aunque tampoco quería hablar ya de él. Desayunamos juntos, en silencio, aunque menos tenso. Tomamos nuestras clases juntos nuevamente y al salir caminamos juntos al hospital.

 

Permanecimos allí un par de horas, como siempre, hasta que terminó Naruto el libro. Luego de eso nos despedimos con la promesa de regresar al día siguiente con un libro nuevo, ahora elección del rubio. Tsunade no me habló debido a la carga de trabajo que tuvo en ese momento.

Naruto y yo volvimos a la universidad, y al entrar a la habitación regresamos al silencio total. Nuevamente me dormí temprano. No parecía que fuera a solucionarse el problema.

Notas finales:

Espero que les haya gustado, pequeñuelos, y también espero seguir leyendo sus opiniones :3

Buenas a todos (:


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