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Familias De Sangre por Dovah

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Notas del capitulo:

¡Hola a todos!

Traigo nuevo proyecto y espero les guste. 

Esta vez los principales serán Kotaro y Keiji... Ya les hacía falta su propio fic de más de un capítulo XD.

 

El auto de carreras recorría la pista a toda velocidad, daba vuelta en una curva, seguida de otra. El piloto, conducía con maestría mientras se enfocaba en la carretera a través del casco de protección. Estaba por derrapar pero sus manos fueron más rápidas y pudo controlarlo sin problema.

— Se nota que hoy tienes energía — Se escuchó a pesar de estar solo.

— ¡Claro que la tengo! ¡Yo siempre tengo energía de sobra! — Giró el volante.

— Recuerda que hoy es la fiesta.

— Esas cosas son aburridas.  

— Lo sé.

— ¿Ya sabes qué hacer?

— Por supuesto que sí. Apareceremos y después de media hora nos vamos.

— ¿Media hora? — Soltó un bufido — Eso es mucho tiempo.

— Veinte minutos. Es mi última oferta.

— ¡Lo tomo!

— ¡Vendido!

Comenzaron a reír. En un descuido su auto perdió el control, quiso mantenerlo firme pero fue demasiado tarde. Dio una, dos, tres vueltas para finalmente estrellarse en la pared de seguridad.

Se quitó el cinturón de seguridad y cayó al suelo. Se arrastró y como pudo, salió del vehículo. Sonrió al notar que estaba entero y sin heridas. Lástima que su auto no había corrido la misma suerte. El auto de carreras se encontraba de cabeza y echaba humo mientras el motor daba sus últimos rastros de vida.

— ¡No! — Se dejó caer en el suelo — ¡Mi bebé! — Gritó.

Cerca del auto se acercó otro de color rojo con marcas negras. Paró frente a él y salió su conductor.

— JA, JA, JA. Kotaro idiota — Se rio a carcajadas mientras se quitaba el casco de seguridad — Te dije que tuvieras cuidado en esa curva.

— ¡Tú eres el idiota Tetsuro! — Se quitó su casco y lo aventó al suelo — ¡No lo hiciste!

— Claro que sí — Se acercó a él — No es mi culpa que no me hicieras caso — Dio un gran silbido — Baya desastre.

Una ambulancia se estacionó cerca y bajaron varias personas — Joven Bokuto, joven Kuroo ¿Se encuentran bien?

— ¡Claro que no estoy bien! — Se quejó Kotaro mientras señalaba su auto — ¡Mi bebé necesita ir a un hospital!

— ¿No es ir al mecánico?

— ¡No! ¡Necesita ir al hospital! ¡Un hospital de autos!

— Vendría siendo lo mismo — Observó al vehículo sacar más humo— Admitámoslo — Le dio una palmada en el hombro — Tu bebé ha muerto.

— ¡Mentiras!

— Ya se te pasará — Observó el auto — De seguro que mañana lo olvidas.

— Claro que no.

— La semana pasada estabas obsesionado con las motos y la antepasada con la batería. Qué sigue, ¿Paracaidismo?

— ¡No voy a dejarlo!… Aunque siempre he querido hacer alpinismo. En fin — Observó su auto y suspiró — Tetsuro, vamos a esquiar a Rusia.

— Ni hablar. No pienso ir hasta ese día.

— Oh — Lo observó con diversión — No me digas que les tienes miedo.

— Claro que no.

— ¡Entonces vamos!

— No podemos. Recuerda que hoy es la fiesta — Kotaro comenzó a hacer pucheros — Mañana ¿Te parece?

— Bien — Se cruzó de brazos — Pero ahora será en Alaska.

— De  acuerdo — Observó su reloj — ¿Vamos a la Sicilia? Todavía hay tiempo.

— Sólo si puedo manejar.

— Bro, quiero vivir.

————

— Señor — Entró al estudio una mujer con una carta sobre una bandeja de plata — Tenemos su respuesta.

— Bien ¿Dónde está mi hijo? — Habló mientras abría el sobre.

— El joven Kotaro se encuentra nadando en Sicilia. El joven Tetsuro lo acompaña — Lo observó sonreír — Al parecer son buenas noticias.

— Magníficas.

— Si gusta puedo…

— No, no. Déjalo que se divierta — Habló sin apartar su vista de la carta — Que disfrute la poca libertad que le queda.

————

Bokuto miraba por la ventana mientras bostezaba de aburrimiento. Odiaba esas fiestas, eran aburridas y ostentosas. La gente le hablaba de usted y aguantaban cada broma o comentario sin sentido que decía.

— ¿Traje y corbata blanca con camisa negra? — Preguntó Tetsuro mientras se acercaba a él — Sí que destacas de todos nosotros.

— Mira quien lo dice — Lo observó — El único que lleva camisa roja.

— Que te digo. El rojo me busca.

— ¿Ya podemos irnos?

— Apenas llevas diez minutos.

— ¡No es cierto!

— No se cuenta el tiempo en saludar a los invitados — Kotaro lo fulminó con la mirada — Vamos, apenas está empezando lo bueno. Además — Señaló con discreción a unas jovencitas — Hay quienes no te han quitado los ojos de encima.

— Y yo no he quitado mi vista de la puerta ¡Ya quiero irme!

— Bien.

— ¡Sí! — Comenzaron a caminar.

— ¡Atención por favor! — Se escuchó por todo el salón y la gente guardó silencio — Nuestro señor tiene algo importante que decir.

— Oh, genial — Susurró Kotaro — Vamos Tetsuro, apresura el paso antes de que comience a hablar sobre las responsabilidades y el honor de la familia.

— Antes que nada quiero agradecerles por haber asistido a esta pequeña reunión.

“¿Pequeña? Sí, claro” Pensó. Tetsuro se había adelantado y ya estaba por salir mientras que él seguía esquivando a uno que otro invitado.

— Una vez al mes hacemos esto para mantenernos en contacto y recordar que la familia es importante y siempre debe mantenerse unida — Se escucharon aplausos. Tetsuro ya se había escapado — Pero, esta vez quiero celebrar algo más — La gente dejó de aplaudir — Esta noche —Finalmente estaba con un pie afuera cuando — Me complace anunciarles el compromiso de mi heredero — Se detuvo ¿Había escuchado mal? Volteó y observó que era señalado — El compromiso de mi hijo Kotaro.

————

— ¡Dime que fue una broma de mal gusto! — Habló mientras entraba al estudio.

— Sabes que no me gusta bromear — Le entregó el sobre que había recibido esa tarde — Menos con temas tan serios.

Kotaro tomo la hoja y empezó a leer el contenido — ¡Maldita sea, viejo! — Gritó una vez terminado mientras rompía la carta.

— ¡Basta Kotaro! — Le regañó mientras recargaba sus manos sobre el escritorio — ¡La decisión ya está tomada!

— ¡Claro! — Comenzó a reír — ¡Tomaron una decisión que me afecta y sin consultarme!

— ¡Escucha! ¡Esto es por el bien de la familia!

— ¡Oh, que conveniente!

— ¡Eres el heredero de esta familia, así que compórtate como tal! — Dio un fuerte golpe al escritorio.

— ¡Al diablo con la familia! ¡Ni siquiera sé porque hicieron esto! ¡Nuestra familia ya es fuerte y se encuentra en la gloria!

— ¡Bien sabes que debemos establecer relaciones con otros!

— Esto no es justo — Se dejó caer en el sillón de piel.

— La vida no es justa hijo.

— No entiendo la necesidad de este matrimonio.

— Hijo — Habló con calma — Esa familia ha logrado fortalecerse con los años y sin la necesidad de establecer relaciones con otros. Dentro de poco se volverán la familia Yakuza más grande de Japón, es nuestro deber como mafia italiana establecer relación con ellos lo antes posible.

— Sigo sin aceptarlo. ¡No necesitamos de ellos! No necesitamos de nadie.

— Kotaro — Suspiró — Las relaciones con otras familias es importante. Tu madre era de ese país y por eso llevas el nombre que tienes. No debes olvidar partes de tus raíces.

— Supongo que esto también es parte de mis raíces ¿No?

— ¡Kotaro!

— Está bien, está bien — Comenzó a caminar a la salida — Todo sea por la familia ¿No?

————

Tetsuro estuvo esperando en su cuarto ¿Por qué se tardaba demasiado? A los cinco minutos dejó de tomarle importancia y se concentró en el videojuego que tenía enfrente. Después de varios minutos y tres misiones completadas, la puerta se abrió del golpe. Observó a su amigo darle patadas a la pared, sobarse el pie por el dolor, golpear la puerta con su puño y sobarse la mano, todo mientras maldecía a su padre. Volvió a prestarle atención a su videojuego.

— ¡¿Qué no vas a decir nada?!

— Ah, déjame adivinar — Se quedó pensativo mientras terminaba de darle un golpe a un dragón — Te tardaste porque te perdiste en los pasillos.

— ¡Claro que no!... Eso fue ayer.

— Ja, ja, cierto.

— ¡Me comprometieron!

— Oh… felicidades — Ahora se encontraba explorando una cueva.

— Nada de felicidades. Esto es horrible.

— Por dios Kotaro. A mí no me ves quejándome.

— ¡Pero a ti te avisaron con tiempo, la conoces y la celebración será dentro de mucho! ¡A mí me lo acaban de decir y ni la conozco!

— Bueno. Venimos de familias dónde las relaciones son muy importantes. Debiste tener eso en mente y más siendo tú que eres el hijo del jefe.

— Me sorprende que no estés enojado por tu compromiso.

— Y a mí que no te hayas dado cuenta de cómo funcionan las cosas en este lugar — Apagó su videojuego — ¿Para cuándo es la boda?

— Este mes.

— ¿Y? ¿Quién es la desdichada que pasará contigo el resto de su vida?

— ¡No seas cruel! — Tetsuro se carcajeó — Y no tengo idea. Sólo sé que es de un clan Yakuza.

— ¿Yakuza? — Se sorprendió — Que extraño. Siempre pensé que te comprometerían con la hija de los Luchetti, están prosperando muy bien para ser una familia tan joven.

— Como sea — Se sentó en el borde de su cama — Mañana debo viajar a Japón.

— Japón — Soltó un largo suspiro — Bien, me convenciste — Se dirigió a la salida.

— ¿Eh?

— Voy a acompañarte. Hace mucho que no he visitado Japón y también no pienso dejarte morir solo Bro. Planearé algo para sacarte de este apuro.

— Bro — Sus ojos se iluminaron.

— Ya que si no funciona, al menor estaré para burlarme de ti en tu boda.

Kotaro le aventó una almohada pero Tetsuro ya había desaparecido.

Soltó un largo suspiro mientras se dejaba caer en la comodidad de su colchón. Sus ojos enfocados en el techo y su mente en la carta. Sólo le bastó leerla una vez para memorizar el acuerdo, el encuentro entre ambas familias y la fecha para la ceremonia. Pero lo que más se le quedó grabado fue la única palabra escrita en el sobre. Una palabra que como decía su padre, se volvía más fuerte a cada día. Una palabra que los representaba. Una palabra que era de temer en Japón. Una palabra que escucharía de ahora en adelante: Akaashi. 

Notas finales:

Según yo iba a ser de un sólo capítulo pero las ideas llegaron y ya ni sé que tan corto o largo será. 

Espero les haya gustado y quieran seguir leyendo n_n


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