Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Fan número uno. por DanTamMu13

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Una disculpa por la tardanza, permitanme contarles. Yo apenas estoy comenzando la carrera; pero mi novio ya la termina la semana que viene, entonces, yo como buena novia, lo he ayudado con sus tareas grandes esta semana porque de verdad ha sido una locura, así que apenas me he podido hacer un ratito para subir el capi.

Sé que el capítulo está equis y muy cortito; pero es el preámbulo de lo que sigue, LEMON, sí, al fin subiré lemon al fic jajajaja

 

En un abrir y cerrar de ojos los meses terminaron de pasar. Ya llevábamos Sasuke y yo viviendo juntos 9 meses, era todo un logro dado que no teníamos mucho tiempo la mayoría de las veces, y ahora sería peor. ¡La siguiente semana empezaba veterinaria! Si antes no teníamos tiempo, ahora estaría más jodida la situación; pero claro, amor no faltaba, eso me quedaba bastante claro.

Cada vez que teníamos un rato libre, o decidíamos atrasar nuestros deberes un fin de semana, estábamos juntos, inseparables, y charlábamos, y reíamos. Y todo era normal. Sabía que la cuestión de tiempo sería temporal, y que, si la sobrevivíamos, podríamos pasar lo que fuera.

 

-        Amor, ¿me puedes pasar los platos? – le pedía yo mientras terminaba la cena. Sí, hacía unos meses se me salió decirle amor, y desde entonces se me ha quedado, junto con otros tantos apodos melosos. Sasuke no se molesta, por el contrario, se sonroja cada vez que lo llamo así, aunque también intenta decirme cosas lindas de vez en cuando.

-        Claro, dame un minuto. – respondió como siempre hacía, generalmente mientras yo hacía la cena él trabajaba, por lo que al pedirle un favor interrumpía su trabajo. Claro que era a propósito, ya que, si no lo hacía, él podía saltarse la cena sin ningún problema. Generalmente yo hacía la cena, pues él ahora se encargaba día con día del desayuno, así que era mi manera de devolverle la atención.

 

Esperé un poco, más de un minuto, seguro; pero como todas las demás veces, Sasuke cerró su portátil y se levantó de la mesa. Cogió los platos de la repisa más alta de la alacena, que era otro motivo por el que se los pedía a él, yo era unos 15 centímetros más chico que él, por lo que no llegaba hasta allá.

 

-        Toma, ¿qué cenaremos? – habló mientras me entregaba en las manos los platos, justo antes de besarme dulcemente. Sonreí ante el contacto y, luego, comencé a servir la cena. No era la gran cosa realmente, había decidido hacer carne con chile. Un platillo que, por lo que recordaba, le gustaba mucho a mi padre, que era de origen estadounidense.

-        Carne con chile. – declaré sonriéndole, sabía que jamás se lo había preparado, y me encontré con una mirada de intriga y desconfianza. La verdad es que no comíamos nada picante, aunque claro, no es como picara el guiso.

-        No pica, Sasuke. Así se llama. – respondí riendo un poco por su reacción.

-        ¿Desde cuándo haces esas cosas? – preguntó curioso mientras le entregaba su plato. La realidad es que sí, hacía tiempo que no intentaba hacerlo; pero esa mañana había despertado con antojo de un par de cosas americanas, quizá porque hacía tiempo que no las comía.

-        Mi padre es estadounidense, Sasuke. Cuando Dei y yo éramos niños solíamos comer mucho esta clase de cosas, ya sabes, súper americanas. No es normal que se me antoje hacerlas; pero hoy ha sucedido. ¿Preferirías otra cosa? – pregunté con honestidad. Sabía que a mí me gustaba ese estofado; pero ¿qué tal que a Sasuke no?

-        No, está bien. Lo quiero probar. – confesó antes de tomar mi plato servido también y acomodarlo en la mesa.

 

Nos sentamos a cenar, juntos. Eran de los pocos momentos en el día que nos hacíamos tiempo, ambos, la mayoría de las veces. A mí me encantaba esa hora porque charlábamos de lo que nos ocurría en el día, adoraba escuchar sus pensamientos.

 

-        Está realmente bueno. – anunció luego de un bocado de su platillo.

-        Sabía que te iba a gustar. – repliqué con una sonrisa honesta.

-        ¿Cómo te sientes? – preguntó de pronto, sorprendiéndome un poco. – Ya sabes, entras la semana que viene. – dijo riendo por lo bajo al verme confundido.

-        Oh, eso. – repliqué casi sin ganas. – No lo sé. Me da miedo entrar. – anuncié jugando con la comida, no me sentía muy bien con el tema.

-        ¿Por qué? ¿Qué pasa? – le preocupación en su voz me enterneció, yo sabía que él nunca era así, no si no era conmigo, claro estaba.

-        Tendré aún menos tiempo para estar contigo. – expliqué ligeramente apenado. En realidad, ese era mi único motivo de nervios por entrar. Los demás estarían bien sin verme un tiempo.

 

Sasuke soltó una sonora carcajada al tiempo que me sonreía tiernamente, su mirada estaba cargada de comprensión y calma, dejó sus cubiertos y extendió su mano derecha, tomando una de las mías entre sus dedos.

 

-        Naruto, ¿crees que eso se convertirá en un problema? – preguntó suavemente. – No podría serlo. Nosotros sabíamos desde el principio que esto sería así por un tiempo, ¿no es así? Así que puedes tranquilizarte. No importa si a veces no te veo. Eso no cambiará lo que siento por ti, Naruto. – me aseguró con una sonrisa tierna, dulce.

-        Te amo, Sasuke. – le dije sonriendo tímidamente.

-        Te amo, Naruto, y te seguiré amando, aunque no te vea diario. – sonreí ante su respuesta, intentando calmarme y créele.

 

Antes habíamos estado bien, aunque nos separáramos un tiempo, aunque ahora no era lo mismo. No éramos pareja cuando nos habíamos separado por tantos meses, y ese hecho cambiaba totalmente las cosas. Quizá Sasuke no se daba cuenta; pero yo sí.

 

Finalmente, el domingo, Sasuke optó por hacer una pequeña cena de celebración con mi hermano y su hermano, nuestros parientes más cercanos. Los invitó a la casa para que pudiéramos platicar mejor de lo que lo haríamos en un restaurante.

 

-        ¿Te das cuenta que hace meses intenté juntarlos? ¿Y ahora los invitas a ambos? – le preguntaba yo a Sasuke bastante nervioso.

-        Tranquilízate ya, Naruto. Todo saldrá bien. Ahora ven. – habló Sasuke desde que la cocina donde, ahora él, preparaba la cena, mientras yo arreglaba la mesa del comedor.

 

Llegué a la cocina y Sasuke me dio a probar la salsa que había preparado para servir espagueti a la bolognesa, y, cómo siempre, estaba deliciosa. Sí, tenía la mejor de las suertes al tener un novio tan perfecto en todo lo que hacía.

 

-        Delicioso. – declaré riendo un poco, me encantaba su perfección; pero aún me daba risa que siempre quería que yo constatara que estaba bien.

-        Entonces ya está todo listo. – respondió al instante, cerrando las llaves del gas de la estufa.

 

Sasuke y yo esperamos una hora, aproximadamente, solos mirando televisión en la sala, hasta que escuchamos que llamaban a la puerta. Sasuke fue quién abrió, recibiendo a mi hermano, que estuvo con nosotros cinco minutos antes de que el hermano de Sasuke llegara también.

 

-        Chicos, los presento – hablé con calma, intentando contener los nervios. – Deidara, él es el hermano de Sasuke, Itachi. Itachi, él es mi hermano, del que te hablé aquella ocasión. – añadí sonrojado, no pensaba decir nada de eso; pero había salido solo.

-        Sí, nos conocemos. – declaró mi hermano apenado, ligeramente sonrosado.

-        ¿En serio? – preguntó Sasuke tan sorprendido como yo.

-        Sí, él estudió conmigo hace unos años. Nos hicimos amigos por ese entonces. – explicó Itachi ahora, bastante calmado, casi con la misma actitud agradable de siempre.

 

La conversación después de eso fue fluida, tranquila y placentera. No parábamos de bromear y reír, claro, a excepción de Sasuke que sólo reía en algunas ocasiones. Habremos estado todos juntos unas tres horas, quizá, hasta que, eventualmente, me sentí sumamente cansado, lo suficiente para pedirles a todos que se marcharan.

 

Sasuke me siguió a la habitación, casi procurando que llegaracon bien, cosa absurda; pero tierna. Se aseguró de dejarme acostado y con mis pijamas antes de besarme suavemente para él poder salir de ahí a trabajar un rato, como debía haber hecho toda esa noche. Sonreí ampliamente al percatarme de lo lindo que podía actuar conmigo, de lo atento que era, y lo considerado. Había pospuesto su trabajo por darme una cena de celebración con el único motivo de entrar a la carrera, y, en ese momento, me decidí por permanecer despierto en su espera. Era lo menos que podía hacer cuando él siempre tenía ese tipo de acciones conmigo.

Notas finales:

Espero les haya gustado, los quiero un montón. Nos seguimos leyendo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).