04. - I'd like to see how the walls around your heart will fall apart
_ ¿Por qué confíe en él?
_ ¿Cómo fue que lo permití?
Tontamente lo seguí hasta la Fortaleza de la Soledad.
_ ¿Qué me está pasando?
_ ¿Por qué olvide tomar la Kriptonita?
No se atreverá, antes de sus insinuaciones solo somos esto, compañeros de la misma causa… amigos.
Puede regresar a la nave e ir a refugiarse en su hogar, la cueva, entre las sombras. La verdad de todo esto es que necesita de un tratamiento intensivo para sus heridas, el hombre de acero tiene razón, las heridas que el Joker le dejo como recuerdo no sanaran tan rápido como esperaba. No es el mismo joven de hace años que soportaba todo, tal como su entrenamiento y la meditación le enseñaron que el dolor es solo mental, pero una cosa es decirlo y otra llevarla a cabo durante varios años. En cada misión no se escapa que lo lastimen, en algunos casos lo dejan al borde de la muerte. Necesita de la Tecnología de Kriptón, necesita estar bien, sobre todo cuando sospechas que tu peor enemigo sigue vivo, regenerándose a una velocidad que el mismo Batman desearía.
_ Bruce, lo que me interesa en estos momentos es sanar esas heridas…
Los pensamientos del murciélago regresan a la realidad. Confía demasiado en Clark, tanto que se pregunta:
_ ¿Desde cuándo?
Estaba dando la espalda observando la nave, pensando en regresar a Gotham. Cuando lo escucha voltea lentamente, la máscara negra cubre su rostro, mantiene su porte firme e indiferente, es lo que quiere aparentar, cuando en realidad trata de tranquilizar su acelerado corazón que se desborda en preguntas, temores, dudas. Se prohíbe así mismo mostrarse débil, siempre calculador, aislado de todos. El mejor detective debe tener su mente en orden, dispuesto a solucionar cualquier problema que se atraviese.
A Clark no lo puede engañar, escucha claramente el palpitar acelerado de Batman, es cierto que desea abordarlo, tocar a esa persona tan obstinada con libertad, escuchar ese corazón acelerarse en la intimidad de la unión, escucharlo, sí, adueñarse de todo lo que es Batman, amar al indomable Bruce Wayne.
_ No, no es tiempo, aun no… _ Habla en silencio, calmando el deseo que lo quema. Ama que su amigo confié tan ciegamente en él, ama esa sinceridad que ha mostrado.
Bruce se repite que no es correcto lo que está haciendo, siempre ha lidiado con todas sus heridas.
_ Adelante… Bruce…
Extiende el brazo para que pase hacia la habitación donde es tratado después de un arduo día de salvar el mundo, su lugar de reposo, la fortaleza donde protege a toda criatura en extinción. El lugar es tan frío si no fuera por el traje que lleva, hecho con la tecnología de Wayne Tech, ya le hubiera dado una hipotermia. Con inseguridad lo sigue, escucha como el hombre de acero comienza a mostrarle lo que hay alrededor, nota que también está nervioso.
_ Bueno… Bruce… ya conoces a los súper Robots que están a cargo de toda la fortaleza cuando estoy ausente.
Los conoce a la perfección, cuantas veces ha visitado la Fortaleza para ayudar a su amigo, el robot encargado se comporta dócil y educado.
_ Buen día señor Wayne…
Batman frunce el ceño, no le agrada del todo estar rodeado de robots, menos de Krypto la mascota de su compañero, mira despistadamente a ambas direcciones esperando que el perro se lance a gruñirle y es cuando recuerda que fue un error haber aceptado la invitación de su amigo. Kal el sonríe nervioso, su corazón está por salirse de su pecho, no puede creer que este así, ya lo conoce, es amigo de hace tiempo, pero de solo imaginar que Bruce tendrá que quitarse la ropa y permanecer quieto e inconsciente en la capsula que contiene el liquido sanara las heridas recientes mientras que sus robots inspeccionan los huesos y cada parte de ese cuerpo que desea tocar con desesperación, de solo pensar todo lo que puede hacer teniéndolo a su merced.
_ Clark… ya e lidiado con otras heridas peores que estas…
En un movimiento simple que hace Bruce para retirarse, se encorva por el repentino dolor que le invade. Superman reacciona, trata de ayudarlo, pero Batman lo detiene poniendo un alto con su mano, guardando el más doloroso silencio.
_ No… No estás bien…
Lo escanea con su vista, ahí estaba, una de las costillas que no ha sido tratada como es debido esta por provocar un daño más grave. El murciélago no quiere que se le acerque, esta por tragarse el dolor, pero en eso siente un pinchazo en el cuello.
_ ¿¡Que!?
Solo logra murmurar mientras cae en un profundo y relajante sueño.
_ Lo siento Bruce…
El robot que está a cargo de la Fortaleza se disculpa.
_ Lo siento Kal El, pero su amigo esta en un estado crítico, necesitamos tratarlo ya.
Superman observa como el resto de los robots llevan a Batman para cambiarlo y comenzar con todo.
_ Entiendo… has hecho bien.
El robot a cargo mira como su señor se marcha.
_ ¿Señor? ¿Acaso no va a permanecer aquí para cuidar de su amigo?
Kal El voltea con tristeza.
_ Eso voy a hacer… cuidarlo de mi presencia. Si permanezco aquí, no sé qué podría hacerle.
El robot trata de convencerlo, pero su señor se dirige hacia las estatuas de sus padres de Kriptón.
_ Lo siento… perdón por amar a alguien como él…
Voltea y mira al robot…
_ Alfred y los hijos de Bruce, me ocupare en informarles sobre su estado, después me iré a la Atalaya. Cuiden de él.
Primero… siempre estoy en el callejón con sus cuerpos inertes con la sangre surgiendo sin detenerse, la muerte los sujeta mientras me observan fríamente, no porque me odien o les sea indiferente, para ellos no hay nada más que observar, su mundo fue oscurecido con el manto del miedo, la bala que los asesina a quemarropa los deja en la incertidumbre, la vida se les escapaba, con el temor y las preguntas:
_ ¿Qué pasara con nuestro hijo?
_ ¿Quién lo protegerá?
_ ¿Qué le harán sino estamos nosotros?
_ Bruce… Bruce…
En sus últimos minutos de vida me escuchan gritar, llorar. ¿El asesino se apiado de mí? O simplemente los lobos de Gotham se encargarían de devorar a la pequeña presa, destruirían al único heredero de los Wayne lentamente. Sin saber que lo que hicieron fue crear a su peor enemigo.
Je je siempre inicia la pesadilla, la escena, el callejón, sus cuerpos. No puedo imaginar el miedo que los embargo, rápidamente me protegieron.
_ ¿Quién lo hará ahora?
No, ahora no necesito nada de eso, lo importante es limpiar a Gotham de toda la escoria…
_ ¿Quién te protegerá de ti mismo?
_ ¿Quién te protegerá de Batman?
Gotham necesita de ambos pero… vivos.
Siempre es una pesadilla, un debate entre lo que importa y lo que pierdo, lo que no existe, ese mundo perfecto, lo imposible… mi humanidad. Amas… pero solo amas a Gotham… Es tu todo… es tu mundo… tu vida. Tu oscuridad, tu luz.
Los súper robots están al pendiente del estado de salud de Batman, monitorean cada reacción, está en un profundo sueño, su cuerpo desnudo está cubierto de la cintura hacia abajo por una sábana blanca.
_ Sus signos vitales están bien, un golpe más y tal vez hubiera sido peor.
_ Los humanos son frágiles por naturaleza, pero este hombre lleva todo al límite de su fuerza. No entiendo…
_ ¿Cómo ha sobrevivido?
Las actividades de su cerebro comienzan a alterarse.
_ Esta soñando…
_ Son pesadillas…
_ Aún en sueños Batman pelea.
El sucio callejón… ahí está el asesino asechando. ¿Quién lo protegerá? ¿Quién le dará esa tranquilidad que perdió?
En una cloaca… en las profundidades de mi mundo.
El viento arrecia llevándose consigo la escena de papel de un niño que en cuestión de segundos lo dejaron huérfano, que llora bajo la luz de la farola, la sangre se desmorona como pigmento de una pintura de lienzo, los cuerpos de sus amados padres se cubren de pasto, la tierra los reclama como la madre a sus hijos, los cubre cálidamente hasta dejar nada a la vista. El niño no lo ve, llora bajo esa luz mortecina, llora sin alzar la vista, trata de asimilar lo que sucedió. El Sol surge entre las tinieblas, el viento arranca de tajo la tétrica farola dejando al menor inmune en medio de otra escena donde se encuentra ajeno a lo que sucede, el maizal pequeño y verde se balancea de un lado a otro, una de las ramas acaricia el rostro del niño tratando de traerlo, Bruce se limpia las lagrimas siente el Sol pegar en su rostro con calidez, alza la mirada ve su entorno, la tranquilidad lo inunda mientras el viento juega con su cabello.
_ Bruce…
Escucha su nombre camina para buscar aquel que lo llama, decidido limpia la última lagrima, nuevamente esa voz familiar.
_ Bruce…
El menor corre por el maizal buscando al que lo llama, se detiene en seco voltea para ambos lados, no hay nadie, mira hacia el cielo el más limpio y celeste que haya visto.
_ Bruce…
Escucha que susurran en su oído, Wayne abre sus ojos, no se encontraba en la Fortaleza de la Soledad, ni en la Batcueva, no recordaba muy bien lo que sucedió, pero al que ve frente su rostro si lo recuerda.
_ Clark…
El reportero se aleja mientras su amigo se sienta, sonríe al verlo desorientado y confundido.
_ ¿Qué sucedió? ¿Dónde estoy?
Observa su entorno, la habitación parece la de un estudiante, estilo rustico y al mismo tiempo juvenil, pero acogedora.
_ Estamos en la granja de los Kent… de mis padres.
Bruce intenta ponerse de pie, pero nota que está desnudo, rápidamente clava su mirada asesina en su compañero.
_ ¿Tú?
Clark sonríe amablemente mientras lleva un cambio de ropa para su amigo.
_ No, no pienses mal… aunque es agradable ver tu cuerpo desnudo, pero…
Bruce le arroja lo primero que ve, una almohada.
_ Estábamos en la Fortaleza ¿Qué hago aquí?
Se cubre con la cobija, poniéndose de pie para tomar el cambio que su amigo le da el cual sonríe al ver que las costillas y esas heridas resientes sanaron. La almohada lo golpea, la levanta sonriendo.
_ Los súper robots hicieron lo suyo… recién estabas recuperado, pero la Fortaleza no es lugar para un humano, es muy fría, por los sedantes tu temperatura corporal estaba bajando así que te traje aquí…
Batman finalmente hace funcionar su cerebro al cien, trata de no perturbarse ante la debilidad de su cuerpo, si su temperatura bajo por los sedantes, superman no lo llevo a la Batcueva y el porqué su piel desnuda se siente como si hubiera estado en contacto con el calor de otra persona y esa persona es de una temperatura más alta que la de un humano normal. Trata de evitar un leve rubor que surge en sus mejillas, una mirada que mataría si pudiera se clava en Clark.
_ No me salgas que tu…
Su compañero sonríe, pero su mirada también es decidida.
_ Bruce… No iba permitir que murieras de hipotermia…
El murciélago por poco deja caer la cobija al percatarse que superman está como lo trajeron al mundo, desnudo, desvía la mirada molesto al darse cuenta que fijo sus ojos por más de unos segundos en ese cuerpo escultural, no mienten cuando dicen que es perfecto y aunque Clark se muestre humilde, todo él es de grandes proporciones. Sujeta la cobija para que no resbale de sus manos, intenta no intimidarse ante ese Dios que lo mira con deseo desde quien sabe cuándo.
_ Tú… No me dirás que…
Clark estaba soportando de sobre manera contenerse, sostenía la almohada pero no se estaba cubriendo, la parte baja de su cuerpo había despertado, alzándose ante un Bruce Wayne que se comportaba pudoroso algo imposible de ver para muchos, el príncipe Play Boy de Gotham estaba nervioso, desorientado por todo lo que ha sucedido, por primera vez Batman se sentía intimidado ante él.
_ No… no hice nada… pero creo que me atreveré…
Bruce siente como es tirado a la cama despojado de lo único que lo cubre, el cambio de ropa cae a un lado de ella, todo el material del que está hecho aquel mueble es hundido ante el peso de Clark, con una exquisita suavidad la piel de ambos friccionan.
_ Es… Espera… estas confundi…
Sus labios son poseídos por los demandantes besos de su compañero, intenta evitarlo, pero uno de sus pezones es pellizcado con suavidad provocando que abra la boca, aquella lengua lo invade, pelea ante ella, sus manos se sujetan en los amplios hombros empujándolo inútilmente. El hombre de acero se ciega ante el deseo de poseerlo, se acomoda en medio de las piernas, Bruce en un intento de moverse pero sin desearlo roza la pelvis con la de superman, ambos jadean al sentir el contacto de sus miembros frotarse, no puede respirar, los labios de Clark le exigen más, lo liberan para recorrer con la lengua la mejilla blanca hasta el cuello. Con la respiración entre cortada y sus manos estirando el cabello negro del reportero tratando de quitárselo de encima, le habla.
_ Al… Alto…
Su voz suena baja, excitado, con temor por caer en la misma confusión de su compañero, intenta contenerse al deseo, con una de sus piernas trata de empujarlo, solo logra que su compañero lo sujete para acariciarlo, el contacto de esa piel tan caliente lo lleva a pensar que será quemado en ese placer en el cual Clark a caído. Lo que lo perturba es que todo eso que le hace no le causa ningún desagrado, quiere dejarse llevar, pero es algo que no puede permitirse.
_ Clark… Clark…
Lo llama, siente el duro miembro moverse sobre su pelvis, teme que aquello tan grande lo lastime ante el ciego deseo de poseerlo, no puede creer hasta donde ha llegado todo eso.
_ No…
Jadea en un placer que no creyó sentir por otro hombre, superman lo escucha y se pierde en el cuerpo de Bruce, marcando cada rincón, sujetando con fuerza los glúteos, marcándolos con sus dedos, todo eso lo desea, que grite su nombre en cada vaivén, que en cada arremetida se retuerza en sus brazos quiere que sea suyo por completo, quiere estar dentro de él, enloquecer dentro de Batman que siempre lleva su cuerpo al extremo del dolor.
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