3. -You are the most beautiful singularity
Creí que todo lo que estaba confesando era verdad, tiene derecho a pensar así, es el único en su especie, el último hijo de Kriptón, es normal sentirse solo pero ¿A quién engañaba? ¿Quién es el que en realidad se siente solo? No debe mostrar esa debilidad con sus enemigos ni con sus amigos…
_ ¿Amigos?...
El murciélago comienza a recordar como todos sus compañeros de la Liga de la Justicia reclamaban, exigían.
_ ¿Por qué demonios has venido?
_ Debes descansar…
_ Que horrible aspecto tienes Bat
Habla Barry al notar el disimulado andar de Batman, miraba que le costaba respirar por sus costillas lastimadas, la piel que estaba libre de la máscara negra exhibía las heridas recientes, todos estaban enterados del último encuentro con el Joker. La cara de la Mujer Maravilla mostraba preocupación, no era necesario tener una súper visión para saber en qué condiciones venía, Bruce es orgulloso a demostrado soportar todo así que guardo silencio por respeto, al contrario de Superman que escuchaba y veía con claridad como el cuerpo de su amigo gritaba por un largo descanso, con su tono de voz era obvio que no le permitiría arriesgarse de más.
_ ¡¡¡No vas a ir!!! Me quedare aquí para que no escapes…
Con ese tono mezclado con enojo, que es raro que utilice con sus compañeros, pero que intimidaría hasta el peor villano. Todos se sorprendieron en especial cuando Batman guardo silencio, el ambiente se torno tenso. Al recordarlo también viene esa confesión que lo dejo fuera de combate, toda habilidad que tiene para razonar de inmediato fue bloqueado por esas palabras que lo dejaron en shock.
_ Quiero hacerte el amor…
El teletransportador lo envió a la Batcueva, camina cansado postrándose en el asiento que esta frente a la gran computadora, no se había puesto la máscara la lleva en la mano, al sentarse lo nota lo alza para observar como todo aquello sucedió tan rápido, con pesadez se talla el puente de la nariz con los dedos para relajarse, cierra los ojos mientras lentamente la oscura máscara cae al suelo. Aún siente la sensación de los labios de su compañero, el cálido aliento.
_ ¿En qué momento Clark comenzó a verme así?
Un problema más en su lista, tendría que sacar ese anillo que tiempo atrás para sorpresa de él, Clark le obsequio, algo inusual, le mostro la confianza que le tiene y la responsabilidad si en dado caso Superman se inclinaba al mal.
_ Bonito obsequio de compromiso…
Sonríe con burla al comprender el significado del anillo, tiene el poder sobre el superhombre, tenía ganas de sobra para golpearlo, no solo le prohibió ir a la misión, se quedo a vigilarlo, se atreve a escupirle esas palabras y todavía lo besa.
_ ¿Hacerme el amor?
Inconscientemente se toca los labios, aquel beso no le dio asco, pero si lo asusto. Confirma que lo que desea Superman era cierto.
_ Bienvenido amo Bruce ¿Quién fue el valiente que le propuso eso? Sin antes recibir tremenda golpiza de su parte.
Alfred toma la mascará que está en el suelo mientras con su mano libre sostiene una bandeja de comida de carnes frías, verduras y un jugo.
_ No es nadie importante…
Gruñe el murciélago, se hunde mas en el asiento, suspirando cansado.
_ Ese nadie parece inquietarlo y distraerlo, sin mencionar que tengo rato que lo salude, el asunto sin importancia lo dejo con la guardia baja.
Bruce se torna meditabundo, se endereza para teclear en la computadora algo que quedo pendiente.
_ Alfred no es de buena educación escuchar a espaldas de uno…
El mayordomo dispone la bandeja con la comida en una mesa continua donde están varios instrumentos de defensa, en tono serio responde.
_ Que eso sirva de lección para estar alerta siempre señor… Ahora me veré en la penosa obligación de vigilarlo hasta que termine su cena, también debo recordarle que hay que cambiar las vendas, no son solo las costillas, tiene heridas abiertas que ya parece que quiere usted en su colección.
No voltea sigue con su trabajo investigando los últimos movimientos del Joker antes de caer en el vacío, no hay cuerpo, así que es una razón más para preocuparlo. Alfred lo mira con inquietud, el heredero de la familia Wayne ha ido mermando su vida en cada confrontación con ese payaso.
_ Amo Bruce sino cuida su alimentación su cuerpo colapsara, no ha dormido… y…
Su joven señor recuerda las palabras de Superman
_ Tienes preocupados a todos… a Alfred…
Extiende su brazo, abre la mano indicando que le dé el plato, el mayor se lo entrega, toma el tenedor devorando poco a poco la ensalada con trozos de carne y queso.
A él no podía preocuparlo, pasaron por muchas cosas toda su familia en la última pelea con el Joker, por confiarse, por esa arrogancia de creer que tiene el control de todo, cuando en realidad no estaba enterado de la Corte de los Búhos. La Gotham que conocía estaba mostrando sus entrañas, de las profundidades más lóbregas, cualquiera que visite su ciudad será engullido por esa oscuridad. Suspira mientras pasa un bocado a su boca y mastica, lentamente, Alfred lo nota, su señor está agotado, no lo dice, pero su cuerpo lo muestra, esos ojos que deberían de tener la juventud de un hombre de su edad, tienen ojeras y una mirada que ha visto de todo en su corta vida. En tono respetuoso, el mayordomo le habla.
_ Amo Bruce, le quedan pocas horas para dormir, así que le suplico que olvide todo lo que ha acontecido en su día y descanse, tiene una reunión en las empresas Wayne, el señor Fox solicito que no faltara.
Asiente con la cabeza, mientras lleva a su boca otro bocado mas, fija la mirada en la computadora buscando, algún indicio sospechoso de su enemigo de toda la vida.
_ Estoy bien Alfred, ve a descansar…
Su mayordomo en tono preocupado repite.
_ Pero señor sus vendas…
Bruce se pone de pie, mira al techo, en tono serio le habla para que se tranquilice.
_ No te preocupes, Superman se encargo de que no fuera a la misión que me correspondía…
Alfred toma la bandeja, sonríe.
_ Le preguntare al señor Kent que hizo para mantenerlo quieto…
Bruce alza la ceja mientras observa y escucha con atención, no creyó que lo seguiría hasta Gotham. Deja su cena a un lado para mirar la Batcueva, su mayordomo se retira con la esperanza de regresar para encontrar el plato y el vaso vacíos, algo que quizá no suceda por lo ocupado que siempre se encuentra su señor. Ya en la soledad donde el ruido de la computadora se escucha.
_Creí que era el único que se escondía entre las sombras…
Superman surge de entre la oscuridad de la cueva, de forma majestuosa desciende hacia su compañero iluminándolo con esos colores vivos que lleva su traje, sus hermosos ojos azul cielo lo miran con sumo interés.
_ Lo siento, no puedo estar tranquilo…
Bruce alza una ceja, responde:
_ Y ¿Cómo crees que estoy yo?
El murciélago hace lo mismo fija la mirada en su compañero, sus ojos azul oscuro son penetrantes, escrutadores, mantener la mirada en esa profundidad seria terminar abrumado. Siendo Bruce Wayne el príncipe de Gotham, un Play Boy entre las mujeres, pasa como carismático y seductor, un hombre elegante despreocupado de la vida, con una mirada tranquila, nada de lo que es, su verdadero ser es la mezcla entre Batman y el hijo de los Wayne. Ese que ahora se muestra ante Clark, que lo intimida, no puede mantener ojos fijos en su compañero, siempre gana, su alma es tan altiva e indomable que lo sacude mostrándose superior al hijo de Kriptón, el único humano que lo hace sentir pequeño e insignificante. Se detiene a un metro de él.
_ Si te refieres a la confesión que te hice…
Había desviado la mirada, Bruce se mantenía reacio en empequeñecerlo, pero esta vez vuelve a fijar su mirada celeste, demostraría que va en serio con lo que confesó.
_ No te mentí… no es broma…
El corazón del murciélago lo engaña aunque mantenga esa mirada fría su corazón comienza acelerarse, una leve sonrisa se dibuja en el reportero, agradece al cielo el tener un súper oído.
_ Clark, ¿Estás consciente de lo que dices? No te confundas…
Los dos se mantienen en el mismo lugar, Kent se molesta da un paso hacia él, con voz seria responde.
_ No estoy confundido… es algo que se ha dado con el tiempo…
Bruce se planta con un porte impenetrable, no retrocede, no se deja acobardar por ese tono de voz de Superman y aunque sabe que no tiene probabilidad de defenderse, confía en su amigo.
_ No eres alguien que se brinca todos los pasos… Has sido criado por los Kent, eres alguien tradicional… e incondicional…
Pero Clark no se detiene hasta estar frente a él, por dentro sonríe victorioso, Batman no lo aparenta, pero sus pulsaciones aumentaron al ver la determinación con la que avanzaba. Percibió el miedo, la incertidumbre.
_ Bruce…
Alza la mano hasta el rostro de su compañero, desliza con suavidad sus dedos en el rostro pálido del murciélago, lo acaricia como si fuera el cristal más frágil que haya visto, esa mirada oscura como las profundidades abismales del océano lo observan tratando de comprender que es lo que hizo para que Superman lo viera de esa forma.
_ Tienes razón… Soy alguien tradicional… pero tú haces que lo tradicional se vaya a la basura.
Habla con un tono de voz suave y sensual que provoca un escalofrío agradable en Wayne.
_ No hay que ser adivino, te estás preguntando ¿Qué es lo que has hecho para traer mi atención?
No le gusta que lo toquen, aunque aparente estar rodeado de modelos, de gente que solo busca su compañía, la realidad es que se aleja del contacto humano, de la calidez y el afecto, no es algo que rechace totalmente, pero para ser Batman tiene que ser frió, desinteresado en las relaciones, se prohíbe el mismo tener una debilidad como el afecto hacia alguien y aunque sus hijos adoptivos son todo lo contrario, se aleja de ese afecto que en realidad lo enlaza a su humanidad. Algo que sus propios Robíns reclaman en silencio, el afecto paternal. Pero el contacto de Superman le resulta algo agradable, la forma en que trata de llegar a él, la fuerza con la que se contiene, que en cualquier momento puede hacer uso de ella y someterlo si deseara. Sin apartar la mirada, con su tono de voz de Batman, sin temer pregunta.
_ ¿Qué fue lo que hice para atraer tu atención de esa forma?
El hombre de acero se contiene, el corazón de su compañero late aceleradamente, lo escucha con esa atención que escucharía la mejor música que puede encontrar, un sonido tan hermoso para sus oídos, una leve caricia con sus labios a la blanca mejilla, el contacto agradable, desliza los labios hasta el oído, susurra.
_ Eres único entre todos nosotros… el más noble… el más centrado… siempre un paso delante de todos…
Sonríe al sentir el calor de Batman aumentar, no pierde el porte, pero el cuerpo lo traiciona.
_ Quiero que seas solo mío… pero no solo quiero tu cuerpo, tu corazón… todo lo que eres…
Bruce contiene sus emociones, no se altera, suspira para mantener todo en orden.
_ Superman… No puedes perderte de esta forma…
Habla con determinación, de la misma forma que le hablo a Diana cuando ella se le insinúo, sutil.
_ Nuestro deber es con el mundo, con la gente indefensa, al relacionarnos perdemos nuestro camino…
Clark se muestra paciente, toma el rostro con ambas manos.
_ No Bruce, no perdemos nuestro camino…
Batman trata de quitarse las manos que lo sujetan, pero lo sostienen sin lastimarlo.
_ Kal-El…
Susurra, pero un demandante beso lo calla, los labios del hombre de acero se apoderaban de su boca invadiéndolo con la lengua, no podía hacer más, trata de detenerlo, pero es en vano, sus respiración se acelera, no hay tregua, la mano libre de Clark se desliza por la espalda, lo acaricia, lo atrae hasta su pecho, Bruce lo siente como chocar contra el acero, sin desearlo se queja y es cuando su compañero recuerda porque lo siguió hasta la Batcueva.
_ Lo… lo siento…
El murciélago trata de recuperar el aire, con sus mejillas rojas desvía la mirada mientras toca su costado, gruñe molesto por el dolor.
_ Si ya terminaste… márchate.
Pero su compañero nota la herida, una que estaba sangrando.
_ No vine aquí para hablar de mi confesión, en realidad estoy preocupado por tus heridas…
Wayne se molesta le da la espalda para dirigirse a la computadora, se apoya en ella.
_ Vaya preocupación tuya… pero no te molestes, es algo que pronto sanara…
El hombre de acero lo escanea con sus vista de rayos x.
_ No es algo que sane de un día para otro y para cuando recordemos ya estarás haciendo tu trabajo sin haberte recuperado del todo… en la Fortaleza de la Soledad tengo la tecnología para tus heridas y…
La propuesta era tentadora, en realidad deseaba estar bien físicamente, pero la idea de estar solo con ese hombre que le confesó semejante cosa. De solo pensarlo prefería mejor morir de dolor.
_ No… gracias por tu propuesta… pero no estamos en condiciones para estar solos…
Kal-El lo mira, en estos momentos lo que le interesa en realidad es la salud de Bruce.
_ ¿Confías en mí?
Bruce voltea y lo observa.
_ Más de lo que yo puedo imaginar…
Esas palabras surgieron sin avisar, algo que nunca comprenderá Batman, pero que eran ciertas, confía ciegamente en su amigo, lo admira secretamente, lo aprecia. Porque todo lo que hace Superman es sin un interés personal, no se cree un Dios, al contrario de todos, Kal-El es el más humano.
_ Entonces… acompáñame…
El murciélago lo mira, duda en aceptar, Clark extiende la mano invitándolo, sonríe como un niño que invita a otro a su casa del árbol.
_ Te doy mi palabra de no hacer nada… solo a lo que vamos.
Bruce dibuja una leve sonrisa en ese rostro, en realidad suena como todo un Boy Scout, nunca lo dirá pero esa es su debilidad, cuando Superman se comporta así. Termina aceptando la propuesta.