era un día soleado, un hermoso brillo cubría mi corazón roto y otro lo llenaba de odio, mi mente solo pensaba como fue que ocurrió todo, lleve mis manos a al rostro para quita cualquier rastro de lagrima en intento de escapar.
todo parecía bastante normal ayer, un complejo bastante abrigador, despertaba como todos las mañana, el terrible sonido del reloj que siempre interrumpía mi sueño, tome mi cabello para detectar de inmediato que estaba alborotado por los constantes movimientos al dormir.
camine al baño de mi habitación dispuesto a tomar una ducha y por fin calmar esos inquietantes cabellos que arruinaban mi apariencia, tome el shampoo de mama, siempre se me dificultaba comprar uno especialmente para mi.
empezaba el primer día, el día que seria amante de Mairon, jamás pense o no al menos hasta hoy que tendría una relación con el, sujete la toalla que colgaba de una pared de la habitación mientras que de mi cuerpo escurrían gotas de agua que trate de secar lo mas rápido posible.
ese día pensé que la apariencia era importante, quiero tratar de sorprenderlo y que piensé que me importa nuestra relación o solo quería despertar una lujuria en el.
tome mi portafolio que se ubicaba lado de la puerta de la habitación y baje para ver como mama me deseaba suerte todos los días, -hola, buenos días- la tome del hombro y le di un beso en su frente con intención de alagarla - buenos días yuu- al parecer le sorprendió lo de ase un momento, lo demostraba con unas mejillas coloradas- bueno me iré ahora- -hoo.. esta bien-. era descotes de mi parte irme cuando en la mesa había un suculento desayuno preparado con demasiado esfuerzo, pero la verdad es que estoy tan ansioso de ver a Mairon que de solo pensarlo mis mejillas se coloraban.
sin darme cuenta estaba en la puerta, la abrí tan rápido que no escuche ese molesto rechinido que siempre me causaba dolor de cabeza. mi casa se ubicaba a dos cuadras de la estación de bus, pero este día era diferente, pues delante de mi un chico que vestía el mismo uniforme salía de la casa de enfrente y al llegar a la parada se poso delante de mi.
observé sus rasgos , era demasiado alto y de un excelente físico, no me sorprendía ya que sus expresiones eran demasiado escasas aun que gozaba de una belleza plena y de una aura demasiado pesada yo diría que daba miedo.
escuche como el bus se acercaba, pero no podía apartar la vista de el, subí al autobús y busque un lugar en donde poder sentarme y saque de mi portafolio un libro, para tratar de obligar a mi vista centrarse en la lectura y no en el chico, pasaron 40 minutos cuando una voz grave hablo.
-pasajeros ahora surgió un problema con el bus, por lo cual no podremos segur les pido mis mayores disculpas-
-maldición, falta mucho para llegar- decía con una expresión molesta el chico de antes
pensé que se metería en problemas con tan solo sus palabras así que trate de calmarlo, este era la escena perfecta para hablar con el.
- espera, si corremos podríamos llegar - dije con una voz temblorosa pero en tono fuerte para que me escuchara, - hmm.. esta bien, después de todo no puedo llegar tarde- me miro de una forma penetrante y se dirigió a la puerta de en bus, el chofer que no dejaba de disculparse, no paso mucho cuando este paso junto al chofer, pero el solo lo ignoro.
estiraba su cuerpo para calentar un poco yo solo lo seguí en lo que hacia y después de cinco minutos se puso de cuclillas, a lo cual yo también pero antes de eso tenia una pregunta
-oye antes que empecemos con esto, ¿Cuáles tu nombre?- me miro con una expresión curiosa por lo anterior -yosuke- -bien empecemos; uno, dos, tres-