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Vecino por Daymin VIP

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Notas del capitulo:

Bueno, ustedes me pidieron una segunda parte argumentando que Seung casi se nos muere...Y creo que tienen razón, nuestro bebé se merece algo más

¡Así que aquí tienen! 1313 xD

Nota: Tuve un problema con los guiones largos T T y tuve que sustituirlos por los cortos >< La página no me lee los largos, aparece r13; Así que si ven uno por ahí disculpen xD Pero lo tuve que editar uno por uno e__é

 Vecino II

Los dedos de Seung Hyun ardían con insistencia bajo la presión de las bolsas plásticas que cargaba, repletas de comida y cosas para el hogar. En momentos como esos se maldecía por ir sólo una vez al mes al supermercado, y tener que comprarlo todo –toda su mierda que sólo le gustaba a él-, y desde luego por tener que subir todos aquellos escalones cargándolo todo.

Al pisar el escalón final el oxígeno que contuvo en sus pulmones durante el último piso fue liberado a manera de suspiro. Cuando logró llegar hasta su apartamento miró el pomo de la puerta con molestia, tenía las manos ocupadas y las llaves en el bolcillo. Bufó y comenzó a forcejear con la apretada tela de sus pantalones, uno de sus dedos apenas y lograban acariciar el colorido llavero de Bob esponja.

-Mierda. -Masculló cuando las llaves se resbalaron por sus dedos y terminaron en el suelo, pero justo antes de que soltara las bolsas, Ji Yong apareció sonriendo.

-Aquí tienes. -Le tendió las llaves, sonriendo con más fuerza al ver la problemática situación. -Yo abro. -Introdujo la llave correspondiente y después del click la puerta se abrió.

-Gracias. -Intentó no sonar patético, pero no lo logró. Se sentía más aliviado de lo que debía.

-No es nada, salí del apartamento y te vi. -Poco después mordió su labio inferior sin saber que más agregar. -Bueno…voy tarde a mi clase así que…

-¿Vendrás esta noche? -Dijo con brusquedad, con el miedo latente de que Ji Yong se marchara.

Y cómo si aquellas palabras fueran un imán, Ji Yong regresó algunos pasos manteniendo el contacto visual en todo momento.

-Cómo cada viernes, hyung. -Seung tuvo que tragar con fuerza y plantar bien sus pies pues sus piernas temblaban. Kwon en algunas ocasiones parecía un ser irreal, tan magnifico e impactante.

Finalmente el rubio agitó su mano a manera de despedida y se marchó, cortando el lazo de sus miradas. Seung Hyun ignoró el dolor de sus manos sólo para mirar a Ji Yong desaparecer en el elevador, aun manteniendo una sonrisa.

Desde el incidente del asesor ellos habían comenzado una amistad que llevaba seis meses. Se saludaban cuando se encontraban, aún si era fuera del edificio, habían salido un par de veces a comer con sus amigos, que comenzaban a ser parte del mismo círculo social, y cada viernes se aseguraba de tener una botella de vino lista por la noche, pues sabía que Ji Yong aparecería en su departamento , cansado y con un montón de cosas que decir, beberían juntos mientras charlan y entonces el menor lograría alegrase de nuevo, se acercarían tanto que sus respiraciones se mezclarían, compartirían el calor del otro volviéndose más ebrios de lo que realmente estaban y justo antes de unir sus labios Ji Yong se marcharía, usando el pretexto de lo tarde que era, prometiendo volver el siguiente viernes.

Se sorprendió a si mismo mordiendo su labio inferior mientras entraba a su departamento y soltaba las bolsas sobre el comedor, conservando en su mente los esponjosos labios de Kwon.

Y es que esos labios de azúcar parecían gritarle que los tomara cada vez que entraban en su campo de visión.

Sentía volverse loco cada vez que Ji parecía querer besarle. Cada noche del viernes bebían varias copas tan sólo para terminar sin palabras, compartiendo en su lugar un lenguaje corporal, que iba desde miradas traviesas y profundas hasta pequeños roces accidentales en los lugares menos indicados para mantener la cordura.

Ji Yong parecía ponerse demasiado tímido cuando estaban a punto de besarse, comenzaba con una risita nerviosa para después abanicarse con su propia mano y mirar casualmente lo tarde que era en su reloj de mano.

Era cierto que Seung Hyun estaba esperando que el rubio tomara la iniciativa, quizá ese fue su error. Dejarse llevar por la imagen tan vigorizante que despedía Ji Yong.

Y es que el rubio parecía siempre una fiera, lista para arrojarse sobre su presa. Pero no con él.

«Nunca conmigo»

-¿Debería acercarme yo? -El simple pensamiento hizo que sus manos temblaran, tambaleando la botella de vino que pretendía comenzar a enfriar.

La imagen de sí mismo sobre el pequeño cuerpo de Ji Yong le provocaba una ola de calor por todo su cuerpo concentrándose en su vientre. Imaginar el sabor de los labios de Kwon estaba comenzando a ser uno de sus pasatiempos favoritos.

Constantemente se preguntaba si debía dar aquel paso que Kwon parecía negarse a avanzar, cerrar esa desesperante distancia entre sus cuerpos, que estaba seguro el rubio también se moría por desaparecer, todo de él se lo afirmaba, su mirada, su respiración entrecortada y las vibraciones que parecían venir de su cuerpo.

-Voy a hacerlo. -Aseguró, con toda la confianza que le daban aquellos recuerdos.

Iba a dar el siguiente paso hacía su hermoso vecino.

Eran cerca de las ocho de la noche cuando Seung Hyun terminó de arreglar su cabello, asegurándose de que ninguna hebra negra quedara fuera haciéndose un perfecto peinado. Ladeó su rostro en distintas direcciones frente al espejo, comprobando que lucía bien, y por último arregló el cuello de su camisa, asegurándose de que los triángulos quedaran debajo de su suéter por completo en un intento de verse más casual.

Fue hasta el comedor a verificar que las largas velas cilíndricas no quemaran nada de su obra de arte. Todo seguía en perfecto estado, los cubiertos perfectamente bien alineados, la vajilla reluciente y las copas tan cristalinas cómo debían. El vino estaba frío y él estaba listo para atacar.

Tuvo que esperar sólo un par de minutos más para que Ji Yong llamara a la puerta, con sus dos golpecitos sutiles característicos, después de aquello simplemente entró sin esperar a que el dueño del apartamento respondiera.

Seung Hyun escuchó los pasos titubeantes de Ji Yong alrededor de la sala.

-En el comedor. -Le llamó.

Los pasos se hicieron más pesados y rápidos, acercándose.

Los ojos de Ji Yong se abrieron maravillados cuando miró la sorpresa que preparó Seung para él. Era extraño no encontrarlo sobre el sofá con la botella de vino abierta y vistiendo su pijama a cuadros.

-Seung…-Avanzó varios pasos hasta llegar a éste. -¿Qué es todo esto? -Finalmente apareció una sonrisa en sus labios.

-Una sorpresa. -La sonrisa de Ji sólo creció más. -Siempre pareces llegar cansado de tu empleo, seguramente ni siquiera cenas, es por eso que estás tan escuálido. -El menor soltó un puñetazo juguetón sobre el hombro del otro.

-Me has sorprendido en verdad. -Secundó la señal que le hizo Seung indicándole que se sentara.

-Iré por la comida.

Kwon sólo asintió, observando con atención cada detalle de la mesa. Todo parecía tener un perfecto orden, podía ver todo perfectamente alineado, manteniendo un círculo perfecto en medio, seguramente para el platillo principal.

Su nariz dio pequeños brincos cuando detectó el olor a vainilla que desprecian las velas, y sólo pudo sonreír más.

« ¿Qué era toda esa mierda? »

Cuando Seung Hyun apareció nuevamente, cargando en sus manos una brillante charola plateada, cayó en la idea de lo mal que iba él con todo aquello. Seung Hyun vestía perfectamente, sus zapatos brillaban y su peinado parecía irreal.

Bajó la mirada cuando Seung le sonrió, clavando sus ojos en la holgada sudadera gris que vestía. Había tenido un día muy largo, al llegar a su departamento sólo se bañó y se puso ropa cómoda, no esperaba sentirse cómo en un restaurante costoso.

«Cómo en uno francés»

-Debiste avisarme sobre esto, parezco un vago. -Seung sólo rio con más fuerza, tomando asiento frente a él en el pequeño comedor, en el que sólo cabían cuatro personas.

Le miró atentamente mientras se dedicaba a retirar el corcho de la botella de vino, Ji Yong vestía unos simples jeans, con zapatillas mal colocadas dejando  la vista sus talones y una holgada sudadera una o dos tallas más grandes, de su rubio cabello alborotado aún caían pequeñas gotas de agua por el reciente baño que seguramente tomó.

-Luces perfecto.

-Mentiroso. -Levantó la vista aun sintiéndose apenado, mientras jugaba con las mangas que le cubrían los dedos.

-Lo digo en serio, esto no es nada. -Ji rodó los ojos ante la modestia arrogante del otro, sin dejar de sonreír. -Lo digo en verdad, intenté cocinar algo genial, pero se quemó. -Miró con atención la mano de Seung que se posó sobre la tapa que cubría la bandeja. -Así que ordené pizza.

La lujosa escena perdió sentido cuando el círculo grasoso entró en el campo de visión de Ji Yong.

«Un restaurante italiano entonces»

-Me gusta la pizza.

-Más te vale, pasé horas en la cocina arruinándolo todo, Daesung se estuvo burlando de mí y sé que aún tiene material al respecto. -Ji recibió la copa con vino sintiéndose desorientado.

-¿Daesung? -La sonrisa de Seung se agrandó, provocando un hueco en el estómago de Ji Yong.

-Sí, él es mi mejor amigo ¿No lo había mencionado? -El otro sólo negó, sintiendo el vino más amargo de lo normal. -Es un buen tipo, bueno, más que simplemente bueno, él es el mejor. Te lo presentaré algún día.

-¿Él estuvo aquí? -Ante el tono ácido que salió de la dulce boca del menor, Seung se dio cuenta de que algo no iba bien.

-¿Mmh? No, por video llamada, él vive en Japón actualmente.

-Oh. -A pesar de ser un simple monosílabo demostró la tranquilidad que trajo consigo.

-Tranquilo, Ji, estoy reservándome para ti. -Atacó, comenzando su jugada.

Ji Yong bajó la mirada nuevamente, tragándose su sonrisa de satisfacción.

-Vamos a comer.

Seung Hyun dejó el asunto a un lado el resto de la cena, tampoco pretendía incomodar al menor con sus comentarios tan directos. Si algo había aprendido en esos largos seis meses, era que a Kwon le gustaban los juegos, jugar a lo secreto,  manteniendo sus señas apenas perceptibles, enloqueciéndole.

«Cómo un secreto a voces»

Comieron tranquilamente, haciendo bromas tontas y platicando sobre cualquier cosa, cómo buenos amigos. Poco a poco la tensión abandonó el cuerpo de Ji Yong, consiguiendo la paz que siempre buscaba con su vecino.

Desde aquella vez en el ascensor Seung se había vuelto parte de su vida, alguien a quien ver todos los días, un “buenos días” diario, alguien que le escuchaba y se dejaba arrastrar a dónde él deseara.

«Seung Hyun sin duda sería un novio perfecto»

Aquel simple pensamiento provocó que sus oídos dejaran de captar el resto de la historia sobre arte, centrándose en el eco de sus pensamientos. Ante sus ojos los labios de Seung se alentaron, al igual que el resto de sus movimientos, haciéndole lucir más apuesto.

Era evidente que su vecino le gustaba, eso había quedado claro desde su encuentro en el ascensor, cosa que no era para nada extraña, Choi era terriblemente apuesto, dejaba su presencia por donde pasara. Y eso sólo le ponía más ansioso.

Siempre había sido terco, precavido con su corazón, no estaba seguro de dar un paso más hacía Seung Hyun, sin embargo tampoco estaba dispuesto a ver que el otro se alejara en busca de alguien más.

Era complicado.

-Luces cansado, deberías ir a dormir. -Las palabras de Seung Hyun nuevamente llegaron a él, cuando éste se puso a su lado, extendiéndole una mano que sujetó.

Demoró un poco más en comprender las palabras.

-Aún no quiero ir a casa. -Su labio inferior se extendió a propósito.

-Sacaré una botellas más.

Ji Yong no esperó más, simplemente asintió, tomó su copa vacía y se fue directo al sofá más grande, dónde solía beber con Seung Hyun.

-Esta te va a gustar, compré tres de estas. -Ladeó la gran botella ya abierta en el aire, tomando asiento a un costado del rubio.

Llenó ambas copas con maestría.

-¿Acaso intentas embriagarme? -Seung Hyun sólo comenzó a reír, no podía negarlo. -¿Por qué siempre eres tan travieso? -La verdad era que Ji Yong estaba a nada de estar realmente ebrio.

Se giró recargando su espalda sobre el posa-brazos del sillón, subiendo sus pies descalzos sobre las piernas de otro. Seung tragó nervioso, ejerciendo más fuerza en su agarre a la copa para esconder el temblor que recorría todo su cuerpo.

Ji Yong dejó su copa medio llena sobre la mesilla del centro a su izquierda, junto a la de Seung, y estiró sus brazos de manera despreocupada.

-Ni se te ocurra dormirte ahora que he abierto ese costoso vino. -Ji Yong comenzó a reír, hundiéndose más en el sillón, doblando sus piernas.

Su mente se sentía nublada, el calor de su cuerpo debido al alcohol estaba mareándole, pero aún sabía lo que hacía. Arrastrar a Seung Hyun hacía él.

-Hyung…-La planta de su pie derecho se levantó un poco, recargándose sólo con sus dedos sobre la suave tela de los pantalones del otro. - ¿Te gustan los tatuajes? -Seung resopló con fuerza cuando Ji acarició su muslo suavemente con su pie, marcando un círculo imaginario.

Carraspeó, intentando aclarar su voz e ideas.

-Me parecen…interesantes. No puedo imaginar uno en mi cuerpo.

-Mmmmh…-Su pie se extendió más pasando sobre la entrepierna ajena de manera casi indetectable. -Yo tengo muchos ¿Sabías? -Volvió a presionar aquella zona tan sensible, dejando su pie en el mismo lugar. -¿Quieres ver?

Seung Hyun se preguntó que estaba ocurriendo, Ji solía ser descarado y juguetear con él tanto cómo quería, pero marcaba límites, límites que estaba sobrepasando esta vez.

« ¿No sería él el de la iniciativa esta vez? »

Escuchó el sonido que provocó el cierre de Ji Yong al abrirse, dejando a la vista su pecho desnudo. Su mandíbula se tensó al ver que Kwon no se había molestado en ponerse alguna otra prenda.

Ji Yong se retiró la sudadera por completo, arrojándola lejos, extendió sus brazos revelando cada garabato tatuado, modelándolos con elegancia y frotando con más insistencia a Seung Hyun.

-Ji Yong. -Gruñó con fuerza, tomando el pie de Kwon entre sus manos, apartándolo bruscamente de la zona.

Ji titubeó un poco en que hacer, dudando en si realmente le gustaba al otro o no.

-Yo…-Sus brazos se cruzaron sobre su pecho, en un intento por cubrirse, volviendo a sentirse sobrio.

Había sobrepasado la línea.

Seung Hyun vio esa misma mirada de duda en los ojos marrones del menor, estaba dispuesto a irse una vez más, y no podía permitirlo de nuevo, no cuando habían llegado tan lejos. Subió un poco más el pie de Ji hasta la altura de su rostro, sin perder de vista la ansiosa mirada del rubio.

Remojó sus labios justo antes de depositar un pequeño beso sobre la curva del pie de Ji Yong, esperando alguna clase de reacción, pero nada ocurrió, Ji Yong se mantuvo estático, tan sólo siendo consciente de sus latidos desenfrenados.

Seung sonrió, provocando un débil rose entre sus labios y de blanca piel del otro, comenzando un camino de besos desde sus dedos hasta toparse con el inició de los jeans. En ese momento sus miradas se volvieron a conectar, y en menos de un latido Seung Hyun se colocó sobre Ji Yong, chocando sus frentes.

La ansiedad de sus miradas era evidente, podía ser leída por el otro, provocando que se quedaran quietos, jadeando sobre la boca del otro.

Aquella barrera entre ellos estaba justo ahí, siendo empujada por ambos lados. Pero fue la cadera de Seung que se movió apenas unos centímetros que quebró toda duda. Sus labios se unieron al fin, tragando el fuerte jadeo de ambos, cerrando y abriendo con insistencia.

Las manos de Seung Hyun dieron un largo recorrido desde los muslos de Ji Yong hasta sus hombros, clavándolos con fuerza en dónde podía deseando sentirlo más. Sus respiraciones eran pesadas, absorbiendo aire entre cada beso y exhalando por la nariz pesadamente.

Ji Yong abrió la boca aún más, enredando sus brazos desnudos en torno al fuerte cuello de Choi, levantando su pelvis con insistencia, deseando más contacto. Seung Hyun hundió su lengua en la boca ajena, frotándola sobre la de Ji Yong, mientras deslizaba sus manos hasta el botón de los pantalones azules del rubio.

-Yo…lo hago. -Jadeó Ji Yong al sentir la tela atorarse en su trasero y reusándose a salir.

Seung Hyun retiró sus manos y se puso de pie, dio una fugaz mirada al deshecho Kwon, y corrió al cuarto de baño. Sus manos temblaban en ansiedad cuando buscó la pequeña caja en el estante, estuvo a punto de dejarla caer cuando la tuvo, sin embargo sus dedos se aferraron a ella. Sacó un par de condones y un sobre de lubricante y los metió en el bolsillo de su pantalón.

El regreso a la sala fue más incómodo de lo que pensó. El rubio esperaba sentado donde mismo, abrazando sus delgadas piernas. Seung Hyun tragó con fuerza al ver que Ji se había desnudado por completo.

«Ya no hay vuelta atrás»

Se quedó quieto, parado justo frente al menor, respiró hondo y bajo su atenta mirada comenzó a desnudarse. Primero se retiró el suéter e ignorando su impulso de orden lo arrojó en algún lugar.

Tragó grueso cuando sus dedos tocaron el primer botón de su perfecta camisa y lo abrió. Esa siempre era la parte más difícil para él.

Ji Yong se estaba divirtiendo, había escuchado del propio Seung que no le gustaba mostrarse desnudo bajo ninguna circunstancia, había hecho bromas sobre follar con la luz apagada y bajo las sabanas, pero ahora, con la idea de verle desnudo tan palpable, no iba  a permitir que se arrepintiera.

-Déjame ayudarte, hyung. -Seung sintió que las piernas le flaquearon cuando miró al rubio en su completa desnudes acercarse hacía él.

No pudo hacer nada cuando Ji Yong aferró sus dedos sobre los demás botones. Abrió uno por uno, en sofocante lentitud, asegurándose de acariciar suavemente la piel expuesta, provocando un leve temblor en el mayor. Bajó sus manos hasta el borde de la camisa y la jaló para dejar el resto de los botones a su disposición.

Cuando logró ver el inicio del fuerte abdomen de Seung Hyun se detuvo, sin saber exactamente porque, estaba tan nervioso como el mayor a ese punto, pero no iba a dar marcha atrás. Sus manos se deslizaron sobre el borde de la camisa ya abierta y acunó los fuertes pectorales del otro.

A Seung Hyun le temblaron las piernas, las caricias de Ji Yong iban mucho más allá de lo que había imaginado. Sus manos era demasiado suaves y cálidas, sabiendo exactamente donde tocar para darle la seguridad de continuar. El rubio se inclinó un poco más cerca de su pecho y le miró.

-¿Puedo? -Los labios de Seung Hyun temblaron cuando aceptó.

-Mmmmh…-Mordió sus propios labios cuando sintió los cálidos algodoncillos rojos de Ji cerrarse sobre uno de sus pezones.

El simple sonido de placer fue el incentivo de Ji a seguir, abriendo sus labios para dar paso a su lengua, y trazar pequeños círculos con ella. Los dedos de Seung se enredaron en su cabello y presionaron con fuerza cuando succionó repentinamente.

Siguió atendiendo los duros botones de Seung Hyun, mientras sus manos se deshacían con más velocidad de los botones de su camisa. Y cuando su mano tocó con el borde del pantalón, no se detuvo en deshacerse también de él. La holgada y elegante prenda oscura se deslizó por las piernas de Seung Hyun.

-Es-pera un poco…-Tuvo que pedir el mayor, Ji Yong volvió a tomar asiento, esta vez manteniendo su cuerpo expuesto, ya estaba demasiado caliente.

Seung se retiró los zapatos y calcetines, y aprovechó aquello para sacar el preservativo de manera discreta de su bolcillo y dejarlo sobre la mesilla. Volvió a ponerse de pie extendiendo sus brazos hacia atrás para que la camisa se deslizara por sí sola, queriendo darle la mejor vista a Kwon.

Ji Yong sonrió cuando vio lo rojiza que estaba la piel de Seung en la zona de su pecho, probablemente le arderían después.

-Ven aquí. -Murmuró, usando el tono grave de su voz que provenía del fondo de su garganta cuando estaba excitado.

Seung obedeció sin objetar nada, acercándose al rubio. Ji Yong le sujetó de la cadera, metiendo dos de sus dedos en la orilla de la ropa interior del otro, sonrió al sentir de nuevo el temblor del cuerpo ajeno y bajó la prenda hasta abajo.

Sin recato alguno centró su vista en aquella zona del cuerpo de Seung Hyun. Era magistral para él, con el tamaño perfecto que le haría gritar para todo el edificio. Lamió sus labios ansiosos. Palmeó el lugar a su lado y Seung Hyun se sentó.

A esas alturas dudaban en si estaban haciendo aquello por el alcohol en su cuerpo o por la calentura que no les dejaba pensar.

Ji Yong posó una mano sobre el pecho de Seung Hyun, empujándole suavemente a acostarse en el sillón cómo estaba él minutos antes.

-Me gusta estar arriba. -Admitió travieso, deslizando su cuerpo a la par con Seung Hyun.

Ésta vez fue él el que juntó sus frentes, afirmando bien sus manos en el posamanos que servía como respaldo para Seung, se inclinó un poco más para comenzar una ronda de besos más.

Seung Hyun estaba comenzando a sentirse perdido, usualmente era él el que tenía toda aquella clase de atenciones con su pareja por ser el dominante. Algo se quebró en su cabeza y su miembro dio una fuerte sacudida de sólo pensarlo.

No estaba listo para ser el pasivo en ese momento, lo había hecho un par de veces antes, pero no le había gustado en lo absoluto. Su cuerpo se puso tenso de sólo pensarlo.

Ji Yong detuvo el beso al percatarse de que Seung se había quedado completamente quieto.

-Seung… ¿Ocurre algo? -Quiso saber, aunque ya era tarde para arrepentiste.

Seung Hyun miró su reflejo en aquel tono marrón de Ji Yong, miró el desastre que era y cómo permanecía debajo de Ji Yong sin problema alguno, bajó la mirada tan sólo para ver el pecho de Ji subir y bajar  y su hombría goteante con excitación. Sonrió.

-Nada. -Afirmó, circulando la delgada cintura de Kwon con sus brazos, obligando sus cuerpos a tocarse finalmente.

Ji Yong jadeó con más fuerza que él cuando sus glandes se rozaron, soltando el fuerte jadeo sobre los labios entreabiertos del mayor. Se volvieron a fundir en un largo beso húmedo, mientras sus caderas se balancean de arriba abajo en ritmos contrarios para poder frotarse lo más que pudieran.

Seung subió una mano hasta la nuca del menor, ejerciendo un poco más de fuerza, empujando su lengua al igual que su pelvis. Un hilo de saliva comenzó a deslizarse por la comisura de sus labios volviendo todo más candente, acompañado de suaves ronroneos de la garganta de Ji Yong.

La otra mano libre de Seung bajó un poco más de la cintura, al inicio de los glúteos del otro, sin saber si podía continuar o no, pero cuando Ji frotó un poco estos contra su mano supo que estaría bien. Deslizó su mano hasta abajo, guiando el dedo medio por el canal que separaba sus glúteos, y cuando llegó al final, cerró sus dedos con fuerza sobre uno de ellos.

El alarido de Ji Yong rompió el húmedo beso, frotándose con más fuerza, sin conseguir lo que realmente quería.

-Ven. -Jadeó, sentándose una vez más, frente al otro, Seung obedeció, cruzando sus piernas debajo de las de Ji, y así poder aún rozar sus cuerpos. Ji Yong deslizó su cuerpo aún más cerca, posando sus brazos sobre los hombros de Seung Hyun, jadeando sobre su cuello. Mordió su labio inferior y tomó el pene de Seung entre su mano derecha, comenzando a acariciarlo. -Tócame también. -Murmuró, levantando su pelvis un poco.

La espalda de Seung Hyun se curvó cuando sintió la mano de Ji sobre él, intentó aclarar su mente y hacer lo que el menor le pedía. Ambos subían y bajan sus manos al mismo ritmo, lento y tortuoso, masturbando al otro con el mismo deseo que sentían.

Era fácil para ambos darse placer, su condición de hombres les decía claramente donde tocar y dónde con más fuerza, cuando detenerse y por donde comenzar. Ji Yong giraba su muñeca cada vez que llegaba a la cabeza del glande, y Seung Hyun hacía cada vez más estrecho el círculo de su mano.

-No sabes cuánto…cuánto esperé por esto. -Jadeó Ji Yong sobre su hombro, cerrando sus labios sobre la piel de Seung Hyun.

-Lo sé…-Respondió, bañándose de aquel cálido momento tanto cómo pudo.

Seung Hyun sabía de la espera, pues él también había esperado pacientemente poder acercarse a Ji Yong, durante largos tres años y medio. Nadie podía quitarle ese crédito.

-Ah… ¿S-si? -El movimiento de su pelvis se incrementó. -Dime…que piensas cuando…me ves.

A Seung Hyun le costó mucho comprender las palabras de Kwon, el calor en su cabeza no lo dejaba pensar claramente.

-En lo…sexy que eres, en tus bonitas piernas y…agh…-Ji Yong ejerció más presión sobre su pene. -En tus deliciosos labios. -Sus miradas se conectaron. -En lo suaves que son y en lo dulce que saben…en lo…mucho que quiero besarlos. -Ji relamió sus labios, arrojándose sobre Seung Hyun y soltando el agarré sobre su hombría.

Seung estaba nuevamente recostado con un caliente Ji Yong encima, que hundía su lengua lo más que podía.

-Oh Seung. -Posó sus manos sobre el pecho del mayor y echó sus cabeza hacía atrás, mientras sentía la mano de Seung Hyun sujetar ambos miembros y masturbarlos a la par.

Seung Hyun pensó en lo mucho que le gustaba la voz de Ji llena de distintos matices, yendo desde grave hasta apenas ser un susurro, sin embargo el escucharle gemir era su tono favorito ahora.

Ji Yong sentía su vientre arder por el calor que emergía de esa zona, no podía dejar de balancearse con insistencia deseando sentir a Seung Hyun empujarle por detrás, pensó en la fuerza que Seung Hyun tendría que aplicar sobre sus caderas para entrar y cómo rebotaría él mismo sobre la cadera del otro. Los dedos de sus pies se estiraron en un furioso temblor y cuando pudo encogerlos se corrió sobre el vientre del otro, gimiendo tan fuerte cómo su garganta le permitió.

Seung sintió su vientre ser humedecido por la semilla de Ji Yong y un furioso cosquilleo se apoderó de él. Ya era tiempo. Dejó aún lado su tarea y se inclinó un poco sobre la mesilla a tomar el condón, no se detuvo a perder tiempo, simplemente lo abrió y lo deslizó por su falo, asegurándose de ponerlo correctamente.

Ji Yong sonrió y tomó el sobre de lubricante, presionándolo suavemente entre sus dedos, su vista aún era nublada por su reciente orgasmo y no tenía mucha fuerza para hacer alguna otra cosa.

- ¿Siempre estás tan preparado?

-Debo ser un hombre responsable. -Extendió su mano para recibir el lubricante, pero a cambio Ji Yong vertió el frío y viscoso líquido sobre la misma mano.

-Recuerda que me gusta estar arriba. -Tras esas palabras se aseguró de quedar un poco más cerca de Seung y levantar su trasero.

Choi no pudo ahogar una sonrisa divertida al comprobar el grado de descaro del otro, mientras llenaba sus manos con el líquido. Buscó a tientas los dulces labios de Ji Yong, que le recibió gustoso, comenzando un nuevo vaivén de caricias.

El mayor deslizó una mano hasta el final de los glúteos de Ji, buscando la entrada y supo que la encontró cuando el menor abrió aún más las piernas y rompió el beso.

Ji Yong jadeó débilmente, sintiendo el dedo de Seung Hyun abrirse paso suavemente, explorando su interior con paciencia. Cuando introdujo el segundo se aseguró de estirar la entrada lo más que pudo, sin querer hacerle daño en ningún momento y cuando metió el tercero Ji Yong gimoteó contra él, moviendo sus caderas con desesperación. Había encontrado el pequeño tesoro.

-Voy a…-Ji Yong lo calló con un fuerte asentimiento, obligándole a continuar.

Sujetó con ambas manos las caderas ajenas, posicionándose adecuadamente en el centro de sus glúteos y comenzó a enterrarse lentamente, sin perder detalle de la expresión de Kwon.

El rubio cerró los ojos fuertemente, abriendo la boca en un gemido sordo, para después quedar sentado sobre el falo del mayor.

Se quedaron inmóviles unos instantes, acostumbrándose a la nueva posición. Seung Hyun sentía quemarse ahora que estaba dentro del menor, su cadera clamaba que se moviera con desenfreno pero su cabeza le decía que se controlara, debido a eso sus dedos se cerraron con fuerza sobre las caderas de Ji, dejando marcas que seguramente durarían un par de días.

Fue Ji Yong quien comenzó a moverse suavemente, de adelante hacía atrás, buscando el lugar ideal. Repentinamente su espina dorsal le mandó una corriente eléctrica y se tambaleó un poco, esa fue la señal para Seung Hyun, quien arremetió con fuerza.

Ji Yong se había asegurado que el mayor pudiera dar directo a su próstata, sacándole fuertes gritos de placer con cada estocada, cada uno menos entendible y más escandaloso, mientras rebotaba una y otra vez de arriba a abajo.

Sentía sus paredes abriste cada vez que el mayor entraba y su garganta llenarse de algo, para después soltar otro fuerte alarido. En ese momento ninguno sabía algo más que no fueran las sensaciones que le provocaba el cuerpo ajeno.

El calor, los sonidos, el olor y el deseo que envolvía sus cuerpos. El cosquilleo interminable en el vientre de Seung Hyun, sus cabezas llenarse de sangre y cuando llegó el final, la electrificante sensación de abandono que se apoderó de sus cuerpos.

Cuando Seung Hyun salió del otro y retiró el preservativo lejos, su miembro aún vibraba y se sentía caliente, mientras Ji Yong soltaba su jadeante respiración sobre su pecho desnudo.

-Fue…fantástico…-Jadeó Ji Yong, intentando controlar sus irregulares suspiros.

El pecho de Seung Hyun se llenó de orgullo y circuló el delgado cuerpo de Ji Yong entre sus brazos, aún sin poder pronunciar palabra alguna. Kwon parecía haber hablado suficiente por los dos.

Permanecieron desnudos e inertes sobre el sofá durante un rato más, mientras el sudor de sus cuerpos se secaba y poco a poco sus pulmones regularizaban sus respiraciones, disfrutando el momento íntimo y cálido con el otro.

Aquella era de las mejores partes del sexo para ambos.

-Seung…-Habló Ji Yong, tan ronco y con la garganta seca, casi alcanzando el tono de voz del otro.

- ¿Mmh? -Seung Hyun realmente no quería romper el momento con palabras, sólo quería seguir acariciando la espalda ajena lo más que pudiera.

-Sabes…-Comenzó, cruzando sus brazos sobre el duro pecho de Seung Hyun. -No quiero que pienses que soy un fácil o algo así. -Su mirada rebotó en distintas direcciones con el temor de quedarse sobre los profundos ojos del otro.

Seung Hyun no supo exactamente cómo reaccionar. Ji Yong lucía nervioso ahora, atrapando su labio inferior entre sus dientes en espera de una respuesta. Seung finalmente atinó a acariciar los humedecidos mechones rubios y sonrió cuando éste le miró.

-Yo pienso mucho en ti, Ji Yong, pero jamás he pensado que seas un fácil. -Ji Yong sonrió también, sacando toda la tensión que se acumuló en su cuerpo.

-Si yo hiciera una cena romántica para alguien, y esa persona termina desnudo sobre mí en mi sofá…bueno, yo diría con seguridad que es un fácil.

La risa de Seung Hyun terminó por relajar el ambiente.

-Así que… ¿La cena con pizza fue romántica? -Sus dedos nuevamente trazaron figuras imaginarias en la espalda del menor.

-Por supuesto, era una clara señal de que me querías llevar a la cama…o sillón.

Seung arrugó el entrecejo ante aquellas palabras, sin poder seguir la sonrisa del otro.

-No era así. -Ji Yong le miró atento. -Por favor no pienses eso de mi…no hago cenas para acostarme con las personas…es ruin.

-¿Entonces qué querías? -Intentó no alarmarse.

Seung Hyun sintió el calor concentrarse en sus mejillas. Nuevamente se sentía cómo un adolescente.

-Un beso. -Ji Yong elevó una ceja, sin comprender muy bien. r13;Estuvimos tantas veces a punto de besarnos que…me estaba volviendo loco, yo sólo quería besarte.

Kwon abrió la boca con sorpresa.

-No puede ser, ¡Soy un fácil! -Chilló, haciendo ademán de ponerse de pie.

Seung Hyun le sujetó de la cintura con más fuerza, evitando que se alejara.

-Deja de decir eso, sólo pasó, la cena debió ser demasiado buena. -Ji Yong dejó de forcejear y hundió su rostro en el pecho de Seung.

-La pizza sabía bien. -Murmuró. -Creo que debería irme, no quiero ver la cara de los vecinos cuando me vean salir de tu apartamento por la mañana. -Seung Hyun rio con más fuerza.

-Ji Yong, ellos ya saben que estás aquí, gritaste para todo el edificio.

-Joder…-Chilló, mientras sus mejillas se enrojecían. -Nunca puedo quedarme callado, soy demasiado ruidoso cuando el sexo es bueno.

Seung Hyun sonrió socarronamente, acurrucándose aún más con Ji Yong en sus brazos. El pensar que podía escuchar todos aquellos sonidos una vez más le hacía sentir bien.

-Quédate a dormir, cómo recompensa por haberte llevado al sofá. -Ji Yong sonrió mordiendo aún su labio inferior.

Se inclinó un poco más, hasta juntar sus labios con los de Seung, en un dulce y casto beso.

-Mi recompensa para ti. -Dijo después.

Sonrientes y mucho más tranquilos se pusieron de pie y fueron directo a la habitación de Seung Hyun.

-Quizá deberíamos tomar un baño. -Sí, Seung era bastante persistente.

Seung Hyun supo que ya era tarde por los rayos de sol que se lograban filtrar por la ventana. Había despertado demasiado temprano y había ido al supermercado por comida decente, comida que Ji Yong se mereciera, después había vuelto a la cama dispuesto a despertarlo para que desayunaran, sin embargo el verle tan tranquilo durmiendo le hizo observarle durante el tiempo suficiente para que el sol saliera.

Ji Yong lucía precioso en todo momento, incluso cuando dormía. Hacía ligeros gestos de vez en cuando o se movía entre las sabanas buscando una mejor posición. Podría observarle durante horas, días…o por siempre.

Ese simple pensamiento volvió su corazón cálido y le hizo sentirse extraño, mientras jugaba con el caramelo que tenía en sus manos.

-Ji Yong. -Susurró, el entrecejo del rubio se arrugó ligeramente, en ese mismo lugar Seung colocó su dedo índice. -Si haces eso te verás viejo muy pronto. -Rio.

-Seung…-Suspiró, estirando su cuerpo, hasta sentarse aun sintiéndose desorientado.

Seung Hyun sintió volverse loco al ver a Ji Yong vestir tan sólo la camisa a cuadros de su pijama, misma de la cual el vestía el pantalón. Cómo ropa de pareja.

-Ya es tarde, he ido a comprar algo decente para comer. -El menor sonrió, restregando su adormilado rostro. -Oh y algo más. -Seung agitó el caramelo entre sus dedos. -Pensé mucho en lo preocupado que te veías ayer con todo el asunto de ser un fácil…así que…-Extendió su mano, mostrando el caramelo en forma de anillo.

Los ojos de Ji Yong se abrieron a la par, ignorando el sueño y cansancio que sentía.

«Seung Hyun…»

-¿Esto es…?

-Bueno, sólo soy un asalariado promedio, así que no gano mucho, compré este anillo de caramelo de manera provisional, para pedirte provisionalmente que seas mi novio…-Habló tan rápido que Ji Yong tuvo que esforzarse más en comprender. -Claro…si es que quieres ser mi novio, porque si no entonces…

-Sí. -Le calló. -Sí quiero ser tu novio, provisionalmente. -Seung Hyun comenzó a reír, mientras deslizaba el caramelo en el dedo de Ji Yong.

Ji Yong miró el gran dulce brillar entre su mano y la elevó para observarlo mejor. Sin duda quedar encerrado en un elevador con su vecino había sido la mejor cosa que le había ocurrido en la vida.

Fin

Notas finales:

Ah...vaya, quedó más largo de lo que esperaba, por alguna razón mis dedos no se detenían xD

Gracias por esperar esto y por darme su amor ♥


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