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Ladrón de Corazones por Ellie Blanch

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Notas del capitulo:

Bueno aqui esta lo prometido, tenia pensado subirlo mañana pero por cosas del destino me vi obligada a hacerlo ahorita.

Tambien quiero agradecer a todas las personitas que lo leyeron y dieron su tiempo para dejar un lindo comentario, prometo contestarlos todos ahora :)

Sin mas los dejo con el final de esta historia, espero les guste.

Tres días pasaron y los cuatro chicos hicieron una gran amistad, sobre todo Takao y Kuroko, el pelinegro no se despegaba de su lado casi nunca, al final el capitán le dio un pequeño lugar en su habitación para mantenerlo controlado, lo cual a ninguno le molestaba, pero de alguna forma ambos intentaban no estar solos por mucho tiempo, bueno más Takao que el pelirrojo, ya que el segundo quería conocer algunas cosas que el otro al parecer no estaba dispuesto a decir, porque siempre terminaba cambiando el tema.

 

 

— ¡Tierra a la vista! — Grito Izuki desde la torre de vigilancia.

 

 

Todos comenzaron a gritar emocionados ya eran varios días que habían ingresado al mar, por lo cual se encontraban agotados de ver sólo agua alrededor.

 

 

— ¿Quieres bajar con nosotros? — Pregunto Kagami al pelinegro quien se encontraba comiendo una manzana sentado en una silla de la recamara.

 

— ¿Puedo? — Preguntó emocionado hace mucho no veía el exterior, bueno la vez que arranco pero eso no contaba porque al final no pudo siquiera mirar los alrededores.

 

—Claro, que yo sepa no eres prisionero — Explico atando su espada a la cintura, para luego revisar si su arma se encontraba cargada.

 

—Es cierto, gracias — Y hay estaba esa enorme sonrisa que hacía que su corazón se apretara.

 

—Iremos con Ahomine y Kuroko — Comentó sabiendo la relación que habían creado.

 

—Perfecto tendré que cuidar que Tet-chan no se pierda... Es enserio eso de que es un fantasma — Término de comer la fruta.

 

—Es un buen espía, el idiota de Aomine hizo bien en recogerlo — Buscaba su sombrero.

 

—Si me contó la historia, ustedes son extraños — Dijo recordando, pero me gusta.

 

— ¿Y qué has pensado con respecto a...

 

—Estamos listos para salir — Informó Aomine ingresando a la habitación.

 

—No te han enseñado a tocar antes de entrar — Hablo molesto por ser interrumpido.

 

—Como si alguna vez lo hubiese hecho — La verdad es que le importaba en lo más mínimo las quejas de su capitán.

 

 

 

~*~

 

 

Varios minutos más tarde los cuatro se encontraban caminando por la isla en busca de provisiones y otras cosas. Takao iba emocionando hablando con Kuroko, le decía que hace mucho que no salía a caminar tranquilamente por algún lugar, aún no se atrevía a contarles por las atrocidades que había pasado.

 

Llegaron a una armería y los dos mayores ingresaron para abastecerse, en cambio los otros dos jóvenes se quedaron esperando afuera a ninguno le llamaba la atención ingresar.

Estaban de los más entretenidos conversando... bueno más el pelinegro que el otro joven cuando un grupo de cinco sujetos se acercaron a ellos acorralándolos.

 

 

—Vaya vaya ¿Qué hacen estos chicos en una tienda como esta? — Preguntó uno de ellos llevando una mano al rostro del pelinegro a lo cual este tembló… conocía esa mirada.

 

—Son bastante lindos podríamos llevarlos al barco y que nos sirvan como...  — Las palabras fueron interrumpidas cuando sintió que un cuchillo se posaba en su garganta.

 

—Intenta poner una de tus manos en ellos y estás muerto — La voz del pelirrojo ya no era la amable de siempre, es más sus ojos reflejaban un brillo que fácilmente se interpretaba con sed de sangre.

 

—Si alejan en estos segundos sus mugrosos cuerpos, quizás seamos condescendientes y les perdonamos la vida — Aomine tenía a otro amenazado con la pistola en apuntando directo al corazón.

 

— ¿Que pueden hacer sólo dos personas contra nosotros? — Uno de los que estaban libres iba a hacer un movimiento pero en solo cosa de segundos Kagami empujó al sujeto que tenía aprisionado sobre el que iba a atacar dejando a los dos en el piso.

 

—Takao, Kuroko aléjense de aquí — Ordenó el pelirrojo.

 

—Yo también puedo...

 

—He dicho que se alejen no me hagan repetirlo — Kagami interrumpió a Takao con un tono severo.

 

 

Aomine y Kuroko quienes conocían a su capitán se dieron cuenta que el enojo era mil veces peor que otras ocasiones y ambos estaban seguros porque era. El peliceleste tomó de la mano a Takao para que pudiesen salir pero fue imposible otro cinco sujetos hacían su aparición.

 

 

—Pero con quien nos hemos encontrado aquí… ¿Será tal vez el tigre del mar?  — Preguntó uno de los sujetos recién llegados,  los cuatro chicos lo miraron definitivamente él tenía algo que era distinto a los demás y las ropas específicamente el sombrero y la chaqueta.

 

— ¡Capitán! — Exclamaron los dos que se encontraban en el piso confirmaron las sospechas de Kagami.

 

—No puedo creer que hayan sido reducidos por estos debiluchos — Comentó sacando una de sus armas para apuntar hacia donde estaban Takao y Kuroko — Les perdonaremos la vida a cambio de estos dos chicos, servirán para saciar nuestros instintos.

 

 

Tras escuchar aquellas palabras Takao se puso pálido ¿Cómo había llegado nuevamente a esa situación? La impotencia le comía las entrañas, tener que volver a ser un esclavo a manos de un pirata era imposible...no lo quería. Su cuerpo comenzó a temblar inconscientemente mientras recordaba algunas cosas por las cuales paso. Pero sin esperarlo una mano se posó en su hombro haciéndolo volver a la realidad.

 

 

—Ya había dicho que nos dieras una oportunidad — Hablo Kuroko con un rostro bastante amable — Ellos no permitirán que nada nos suceda.

 

—Excelentes palabras Tetsu — Felicito el moreno poniéndose en guardia.

 

— ¿Creen que con solo palabras bonitas podrán hacer algo? — Hablo con burla uno de los piratas.

 

—No son solo palabras bonitas, es un hecho que solo dos personas de nuestra tripulación son suficientes para acabar con ustedes — Una sonrisa apareció en el rostro de Kagami.

 

 

Y tras ello en un movimiento que nadie alcanzó a ver tenía derrotado a los tres sujetos restantes que estaban junto a ellos, Takao vio con asombro cómo fue que en cosa de segundos, Kagami y Aomine tenían derrotados a esos piratas. Una mano se posó en esos mechones azabaches revolviendo los cabellos con cariño.

 

 

—Sigamos caminando — Ordenó el pelirrojo a sus camaradas.

 

 

 

~*~

 

 

La noche estaba hermosa no había ninguna nube en el firmamento que interfiriera la vista de aquellas joyas blancas que brillaban en el cielo. Takao observaba apoyado en barandal la luna llena que se mostraba en lo alto del cielo.

 

 

— ¿En qué piensas? — Pregunto Kagami tras él.

 

—Capitán… — Susurró el joven asombrado, estaba tan concentrado en sus pensamientos que esta vez no escucho los pasos del pelirrojo.

 

— ¿Qué sucede? — Esta vez se acercó al barandal para quedar junto al joven.

 

—No es nada, sólo observaba lo linda que está la noche además de que no podía dormir — Observaba el cielo una vez más.

 

—Ya veo — Comento el pelirrojo mirando al moreno, notando por primera vez lo hermoso que se veía bajo la luz de la luna, ese chico tenía algo que lo cautivaba por completo y ahora se daba cuenta que necesitaba tenerlo a su  lado para siempre — ¿Te quedarás con nosotros?

 

— ¿Que? — Observó al capitán asombrado.

 

—Creo que ya te lo había dicho, eres bienvenido en este barco — Acercó una mano hasta los negros cabellos para luego bajar hasta su mejilla acariciándola con ternura, una sensación de calidez invadió al menor.

 

— ¿Por qué quieres que me quede? — Se atrevió a preguntar con un nudo en la garganta.

 

—… Que buena pregunta — Miro hacia un costado como pensando cuales serían las palabras que podría ocupar — Sabes creo que si te fueras los muchachos te extrañarían, ya eres como el hermano de Kuroko y…

 

— ¿Solo es eso? — Takao bajo el rostro con desilusión, desde que conoció a ese pelirrojo pudo darse cuenta que aquellos sentimientos no eran normales y a medida que fue acercándose pudo notar que se estaba enamorando de la gentileza de su corazón.

 

—También creo que la habitación se haría más grande y por sobre todo mi corazón se rompería si lo haces — Tras decir aquello Takao levantó la vista asombrado, sus ojos se encontraron.

 

— ¿Q-Qué  sig-nifica eso? — Tartamudeo.

 

—Los chicos me han dado un buen sermón y creo que tras todo eso he podido darme cuenta de algo… No quiero que estés lejos de mí — Su mirada seria confirmó las palabras — Hoy cuando han tratado de llevarte no pude evitar pensar en que sería de mi sin tu sonrisa y… — Las palabras fueron interrumpidas debido a que el moreno saltó a los brazos del pelirrojo sin siquiera darle tiempo a expresarse.

 

— ¡Yo también quiero estar aquí! — Exclamó hundiendo su rostro en el pecho de su capitán.

 

—Pues eso me parece perfecto — Tomo el mentón del muchacho para volver a ver su rostro, cuando vio que unas lágrimas en los ojos del chico sin medir las consecuencias se acercó a ellas y las lamió — Saladas.

 


Cuando vio el rostro del chico una vez más se dio cuenta que este tenía los ojos realmente abiertos de la sorpresa. Estaba dispuesto a disculparse cuando sus labios fueron sellados por un beso que era realmente demandante, no se dejaría ganar por lo cual una mano la llevo hasta la cintura del azabache y la otra hasta su nuca para afianzar el beso, aquella acción provoco que Takao gimiera por lo cual aprovechó la situación para colar su lengua en su cavidad bucal, comenzaron una lucha por el control el cual gano Kagami.

 

 

—Creo que es mejor ir a nuestra habitación — Menciono una vez se separaron mientras el pelinegro intentaba recuperar el aliento y sin esperar respuesta lo tomo en brazos para llevarlo al lugar.

 

 

Una vez adentro dejo suavemente al muchacho sobre la cama y él fue a cerrar la puerta para que no existieran interrupciones, era casi imposible ya que lo más seguro es que todos estuviesen entretenidos en lo suyo, pero era mil veces mejor prevenir, mientras se acercaba a la cama comenzaba a despojarse de la parte de arriba de sus ropas, ya que sabía que estas estorbarían. Su pecho quedo al descubierto mostrando un tatuaje que tenía en el brazo el cual era un tigre.

 

 

— ¿Es por ello que te llaman el tigre del mar? — Pregunto Takao mirando embelesado el trabajado cuerpo frente a él.

 

—La verdad es que esto lo hice después de ese apodo — Explico mientras se acomodaba entre las piernas del menor.

 

—No entiendo — Takao llevo su mano hacia el tatuaje acariciándolo, la verdad es que era bastante bonito.

 

—Yo hare que entiendas entonces — Su mirada salvaje hizo que el chico bajo su cuerpo se estremeciera, ahora se daba cuenta el porqué de aquel nombre, era casi la misma mirada que tuvo durante la tarde con aquellos sujetos que derroto, la diferencia es que ahora no era precisamente por la sed de sangre.

 

—Ca-Capitán… — Su cuerpo tembló cuando una mano intento sacarle parte de su ropa — Espera… yo…

 

 

Unas escenas no muy alegres aparecieron en su mente sin querer ¿Por qué ahora? — Pensó Takao, obviamente la persona con la que estaba ahora no era aquel sujeto, pero porque ahora esos recuerdos llegaban a su mente de una forma para nada grata, lagrimas amargas comenzaron a salir de sus ojos y unos pequeños espasmos comenzaron a apoderarse de su cuerpo.

 

 

—Por favor no… — Comenzó a gimotear a lo cual el pelirrojo preocupado se detuvo de forma instantánea.

 

— ¿Qué sucede? — Pregunto acariciando su rostro.

 

—Por favor no… no quiero… — Lloraba el muchacho, el mayor lo abrazo pero se dio cuenta de que estaba temblando — ¿Qué demonios sucedió?

 

 

 

~*~

 

Dos de las tres personas que se encontraban en aquella habitación se miraban en silencio, Kagami siempre había visto a Takao con aquellas ropas que le quedaban algo grandes para ser de él, además de que le tapaban gran parte de piel.

 

Mientras que el doctor de la embarcación lo revisaba, descubrió con horror el hecho de que tenía marcas en sus muñecas cuando el peliverde levanto las mangas de su camisa para administrarle el calmante, al percatarse de esto apretó sus puños con fuerza.

Sabía que tras esa sonrisa había algo oculto pero jamás pensó que podía ser semejante cosa, Midorima le dio las instrucciones necesarias de cuidado indicándole que el chico había tenido un shock nervioso.

Sin más que hacer el peliverde volvió a su recamara y el pelirrojo se encargó de velar por los sueños de quien ahora era su chico, tomo su mano fuertemente, como si con ese hecho pudiese transmitirle algo de su fuerza y apoyo.

 

Los rayos del sol comenzaban a colarse por la ventana haciendo que Takao abriera sus ojos con pereza, se le hacía difícil recordar lo que sucedió la noche anterior. Intento incorporarse pero un dolor de cabeza horrible lo hizo detenerse, intento llevar su mano hasta el lugar pero algo de lo impidió miro hacia el lugar y se encontró con el pelirrojo apoyado en la orilla de la cama durmiendo con la mano del azabache firmemente agarrada.

 

 

—Eres el pirata más extraño que he conocido — Acarició la mejilla del mayor y volvió acostarse.

 

 

Mientras admiraba el rostro durmiente de Kagami volvió a caer dormido, además de que el dolor de cabeza se estaba haciendo insoportable. Cuando volvió a abrir los ojos de encontraba solo en la habitación, lo bueno es que ahora no tenía el dolor por lo cual se levantó por la posición del sol que se veía a través de la ventana debía ser pasado el mediodía.

 

 

— ¡Hoy es nuestro último día en tierra a sí que los que quieren estirar los pies es hora de que lo hagan en este momento! — Vio como el capitán daba instrucciones a su gente. Las cuales todos acataron de forma inmediata.

 

 

En ese momento se acercaron Aomine y Kuroko quizás para informarle que saldrían un momento, la verdad es que no escucho bien estaba observando a los tres chicos cuando la mirada de Kuroko y la de él se encontraron, bastaron unas palabras del menor para que Kagami volteara y mirara con sorpresa a Takao, después de darles unas instrucciones a los dos chicos corrió al lado del azabache.

 

 

— ¿Cómo te sientes? — Pregunto el tigre acariciando la mejilla del chico.

 

—Mejor, lamento lo sucedido anoche — Bajo la vista apenado por lo ocurrido.

 

—No tienes que disculparte, por cierto ¿Qué te parece si bajamos un momento y también salimos a estirar los pies?

 

 

 

~*~

 

 

Algunos día pasaron y la relación entre ambos no cambiaba mucho, Kagami a pesar de que quería saber muchas cosas no se atrevía a preguntar, más que nada quería que el propio Takao le contara, pero este guardaba silencio y a pesar de que en ocasiones se besaban y se acariciaban al momento de pasar a grados mayores el chico temblaba, por lo cual debía detenerse para no causar más daño a su moreno.

 

 

 

~*~

 

 

— ¿Aomine-kun crees que nuestro capitán y Takao se encuentren bien? — Pregunto el peliceleste mientras caminaban por las calles de una ciudad tras haber desembarcado en una isla.

 

— ¿Por qué lo preguntas?

 

—No lo sé, siento que a pesar de que están juntos algo pasa entre ellos — Explico caminando tras su Teniente — En ocasiones siento que Takao-kun esconde muchas cosas.

 

—No te preocupes Tetsu ellos estarán bien, por cierto... ¿Qué te parece si compramos en aquella taberna algo de vino?

 

 

Ingresaron al lugar e inmediatamente el moreno fue hacia la barra a pedir los licores, mientras tanto Kuroko miraba en las paredes los cuadros expuestos, pero una pared en especial llamo su atención. La observó con cuidado en ella habían varios carteles de recompensa por algunas cabezas entre todos los que había pudo distinguir a su Capitán, el Teniente y unos cuantos piratas y ladrones que había conocido en el transcurso de su vida de pirata.

Hasta que uno en particular llamo su atención, era Takao abrió sus ojos asombrado, quizás alguna vez vio ese cartel en algún lugar pero no lo tomo en cuenta, además estaba el hecho de que en aquella foto el azabache tenía el pelo más largo.

 

 

—Si eres un caza recompensas pierdes el tiempo con ese ladrón se ha perdido su rastro desde hace dos años — Hablo un hombre a su lado quien al igual que el miraba los carteles, tras observar durante un momento saco uno de la pared y miro al joven peliceleste — Creo que apostaré por este, por cierto chico si estás recién comenzando ten cuidado yo que tu no buscaría a ese ladrón los rumores dicen que fue atrapado por un pirata y lo utiliza para satisfacción propia... por cierto este es ese pirata.

 

 

Apunto uno de los carteles en el cual se leía "Imayoshi Shouichi"  Lo que llamo la atención fue el valor de recompensa que tenía era uno de los más alto que se mostraba en la pared. Tras decir aquello el hombre se marchó.

 

 

— ¡Tetsu! — Exclamó el moreno al ver que el pequeño se encontraba sumido en sus pensamientos.

 

—Aomine-kun... Takao-kun... el... — No pudo aguantar las lágrimas entendiendo la situación por la cual el chico pasó, probablemente eso era lo que sentía en su pecho cuando en ocasiones había visto a su capitán siendo cariñoso con su pareja y este por alguna razón lo esquivaba, no era que quisiera verlos es sólo que en ocasiones no notaban su presencia, se debatía entre contar lo que había descubierto u ocultarlo, quizás su capitán ya lo sabía ¿Y si no era el caso? Mil cosas venían a la cabeza del muchacho.

 

 

 

~*~

 

 

Una vez más se encontraban en el mar, persiguiendo sus sueños de conquistar los siete mares, el tiempo era perfecto para un relajo por lo cual todos se divertían alegremente.

 

 

— ¡Nave enemiga a la vista! — Grito Izuki desde su punto de vigilancia a lo cual las risas cesaron y todos comenzaron a alistarse para el combate.

 

 

Las peleas entre piratas por el dominio de los mares era cosa de cada día, pero para Takao esa era la primera vez que vivía esta situación en aquel barco.

 

 

— ¡Preparen los cañones! — Grito Kagami sacando sus armas.

 

 

A pesar de todos los intentos para hacer que el barco enemigo no se acercara, estos fueron en vano tres individuos ingresaron al barco del pelirrojo.

 

 

—Es un gusto haber sido invitado al barco del famoso Capitán Kagami — Hablo un sujeto guardando su arma cuando hizo el ingreso, el hombre tenía una mirada zorruna, sus ojos casi cerrados, llevaba lentes y además una sonrisa maligna adornaban su rostro, su cabello era negro y sus ropajes eran mucho más finos que el de los otros dos dando a entender que era el Capitán, en todo caso no era que en la tripulación de Kagami no lo supieran.

 

—Nadie te ha invitado — Enojado Kagami apunto su arma hacia el mayor.

 

 

Kuroko al ver el rostro del sujeto se tensó, no se había atrevido a contar nada de lo que descubrió, comenzó a buscar por todos lados a Takao pero no podía dar con él.

 

 

— ¿Que sucede Tetsu? — Pregunto Aomine llegando a su lado en caso de que tuviese que defenderlo.

 

— ¿Donde esta Takao? — Fue la pregunta que salió de sus labios, hasta que lo encontró en un rincón al lado de una cajas temblando corrió a ayudarlo.

 

—Sabes hoy no he venido a pelear sólo quiero que me devuelvas algo que me pertenece — Explico de manera tranquila — Si me lo devuelves te aseguro que nada malo le pasara a tus hombres.

 

—No sé de qué diablos me hablas — El pelirrojo observó desafiante al recién llegado.

 

—Sabes los rumores vuelan rápido y me he enterado de que has adoptado un pequeño gatito con malos hábitos — La sonrisa del sujeto ocultaba cosas que a Kagami no le gustaban.

 

—No tengo idea de que es lo que hablas pero si quieres seguir viviendo será mejor que te bajes de mi barco — El tigre sabía a qué se refería pero eso estaba fuera de discusión jamás dejaría que su chico se fuese de su lado.

 

— ¡Takao Kazunari tienes un minuto para salir de tu escondite su no quieres que alguien muera! — Grito fuerte para que se pudiese oír en todos los rincones, Takao tembló entre los brazos del peliceleste.

 

—Fuertes palabras, pero eso no pasará jamás — Sin más palabras que decir salto hacia adelante para comenzar una lucha con el pelinegro.

 

 

Los dos que se encontraban a su lado hicieron su movimiento apartando al pelirrojo, Aomine corrió en ayuda de su Capitán mientras que unos cuantos piratas que se encontraban en el barco enemigo saltaron al interior para comenzar la batalla de espadas. La pelea era colosal, Kuroko miraba la situación con impotencia, quería ayudar pero sabía que Takao era quien más lo necesitaba en estos momentos.

 

Ninguno de los dos bandos daba su brazo a torcer hasta que un grito se escuchó en el aire, todos lo reconocieron era el Capitán Kagami, lo vieron en el suelo con una espada atravesando su costado.

Takao no podía creer lo que estaba viendo, Imayoshi levantó el espada dispuesto a matar a Kagami.

 

 

— ¡DETENTE! — Grito el pelinegro saliendo de su estado mientras apartaba a Kuroko y corría hasta donde los dos capitanes se debatían a duelo.

 

—Veo que has decidido aparecer pequeño ladrón — Imayoshi sonrío victorioso al fin tendría su premio de vuelta, guardo la espada y dejo a Kagami desangrándose se acercó al menor tomando su cintura para acercarlo a él — Te extrañe bastante, desde hoy no te permitiré salir de la habitación ¿Has visto lo que has causado ellos pudieron haber vivido unos cuantos años más felices?

 

—Me iré contigo pero por favor no les hagas nada — Rogó Takao mientras lloraba amargamente veía como aún la lucha entre algunos seguía.

 

—Lo siento eso no se puede, deben saber qué es lo que sucede cuando se meten con nosotros — Se sacó la chaqueta y la puso sobre los hombros de Takao para comenzar a guiarlo de vuelta a su barco, las lágrimas no cesaban, pasó por el lado del cuerpo de Kagami — Que nadie quede vivo.

 

—Por favor no lo hagas — El pelinegro tomo de la manga a Imayoshi — Haré lo que quieras pero no lo hagas.

 

— ¡No nos creas tan débiles! — Exclamó Aomine molesto, tenía unos pequeños rasguños pero nada grave.

 

—Si te llevan Kagachin se pondrá triste — Murasakibara también mostró su molestia.

 

—Espero que no me den mucho trabajo, si lo hacen comenzaré a cobrar — Nunca pensó que Midorima aparte de ser el doctor pudiese luchar, pero también estaba ahí con una espada en sus manos.

 

 

Vio a su alrededor notando como todos aquellos con los cuales pasó momentos bastante gratos luchaban por él.

 

 

—Nunca le des la espalda a Kagami Taiga.

 

 

Takao giro notando como su amado se había levantado para continuar la lucha, llevo las manos a sus labios para ocultar un lamento al ver al pelirrojo con el costado bañado en sangre.

 

 

—Has cavado tu propia tumba — Imayoshi tiro al chico aún lado desenvainando una vez más la espada.

 

 

Los movimientos de Kagami fueron ejecutados de una forma felina, ahora podía entender aquel apodo que le habían dado, en un elegante movimiento alzó la espada hiriendo el ojo derecho de su agresor, sus lentes volaron cayendo al lado de Takao.

 

 

— ¡Capitán! — Gritaron algunos de los hombres tras ver como el pelinegro tenía un cuchillo en el cuello.

 

—Acaba de una vez con esto — Hablo Imayoshi mientras la sangre corría por su rostro.

 

—Ganas no me faltan, pero creo que él no quiere cargar con la muerte de una persona, aléjate de una vez de nosotros... Creo que la peor deshonra para ti será haber perdido tu importante tesoro — Kagami alejó el cuchillo y comenzó a acercarse a paso lento a Takao.

 

— ¿Estás seguro de darle la espalda a tu enemigo? — Fue la pregunta del pelinegro enojado por ser ignorado.

 

—Claro, si no te has dado cuenta tu batalla esta pérdida — Sentenció quitando la chaqueta que llevaba Takao — Creo que esto te pertenece.

 

 

Arrojó la prenda a los pies del capitán Imayoshi, este observó a su alrededor notando por primera vez que la mayoría de sus camaradas habían sido vencidos. No tuvo más remedio que hacer lo que le decían seguir peleando sería perder a gran parte de sus tripulantes.

 

 

—Esto no se quedara así — Informó desde su barco — ¡Pónganse en marcha!

 

 

Todos vieron en silencio como la nave enemiga de marchaba, Takao no podía creer todo lo que estaba pasando, al fin se había librado de su tormento y Kagami lo salvo, debía agradecerlo. Cuando volteo para hablarle sintió todo su peso sobre su persona.

 

 

— ¡Kagami! — Fue lo último que escucho antes de caer inconsciente en los brazos del menor.

 

 

 

~*~

 

 

Sentía un dolor insoportable en el costado eso era lo que provocó que despertara de su dulce sueño, pero al ver lo que se encontraba a su lado el dolor desapareció, el muchacho se encontraba en el suelo con la cabeza apoyada en la cama, ver el rostro dormido de su chico fue lo mejor de todo. A penas acarició sus cabellos Takao abrió los ojos de golpe y observó con sorpresa a quien le dio la caricia.

 

 

— ¡Al fin! — Exclamó tirándose sobre el pecho del mayor.

 

— ¡Auch!

 

—Me has tenido preocupado estos tres días maldito pirata — Lloraba sin parar en el pecho del pelirrojo.

 

—Lo lamento, no quise preocuparte — Comenzó a limpiar las lágrimas del muchacho.

 

—Eres un idiota pero eres el mejor — Beso los labios de su Capitán con amor, había extrañado esas muestras de cariño.

 

—Enserio eres el mejor de los ladrones y tendrás que hacerte responsable de eso ¿Crees que te dejaría escapar después de haber robado algo tan importante?— Hablo Kagami acariciando la mejilla del azabache cuando se separaron.

 

— ¿Porque? Yo no he robado nada — Se extrañó.

 

—Claro que lo has hecho, ¿No te parece suficiente robar algo que jamás podré recuperar? — Aprovechando que las manos del joven se encontraban apoyadas en la cama tomo una de ellas entrelazando sus dedos — Mi corazón ya no me pertenece ahora es tuyo ¿Que harás al respecto?

 

—No tengo mucho que ofrecer, en cambio tú me has dado todo — Bajo su vista apenado, a lo cual Kagami con su mano libre hizo que lo observará a los ojos.

 

—Tienes mucho más de lo que piensas para ofrecerme.

 

—Ni siquiera soy capaz de estar junto a ti sin ponerme a temblar — Sus ojos una vez más se llenaron de lágrimas.

 

—En ese caso déjame ayudarte a borrar esos recuerdos y hagamos unos nuevos — Llevo la mano al mentón del muchacho y atrajo su rostro una vez más cerca suyo para besar aquellos labios.

 

 

El beso era suave sin el propósito de ser pasional, a través de ese beso quería demostrar cuanto era el cariño que le tenía sin llegar a ser sólo algo sexual y lo consiguió, poco a poco el pelinegro fue aceptando la cercanía y las caricias cuando una mano traviesa se coló entre sus ropas tocando su estómago sin temblar, pero lamentablemente algo lo hizo volver a la realidad y eso fue un quejido por parte de Kagami, recordó que se encontraba herido y lo apartó.

 

 

—Estoy dispuesto a todo lo que digas pero primero tendrás que recuperarte no quiero dañar a un convaleciente — Beso la mejilla del pelirrojo — Además de que el tigre tiene que alimentarse, te estaba sonando la tripa hace poco.

 

—Eres bastante cruel — Se cruzó de brazos y miro hacia el lugar por donde salía su chico.

 

 

Aquel día la fiesta no se hizo esperar para celebrar que su Capitán había despertado, todos estaban felices, pero no por ello Himuro y Aomine no lo molestarían por haber sido herido, le decían que era débil y que tenía que ponerse en forma, Midorima le decía a Takao todo lo importante que debía hacer como por ejemplo la prohibición de licor por unos días, Murasakibara hizo el banquete más grande de todos, Kuroko e Izuki celebraban al igual que el resto el hecho de que Takao permaneciera a su lado.

 

 

 

~*~

 

 

Los días pasaban en completa tranquilidad para toda la tripulación, aquella noche de luna llena estaba realmente hermosa, Takao se encontraba mirando las estrellas como le encantaba hacerlo mientras se encontraba apoyado en el barandal.

 

— ¿En qué piensas? — Aquella voz sacándolo de sus pensamientos era como un deja vu.

 

—Solo admiraba la luna — Informó mientras el pelirrojo se acercaba a él, pero esta vez abrazándolo por la espalda rodeando su cintura entre sus firmes brazos.

 

—Ya veo, esta situación me parece conocida — Apoyo su barbilla sobre la cabeza de Takao debido a las diferencias de tamaño.

 

—Bueno han cambiado un poco las cosas pero creo que comparto el sentimiento... Sabes creo que estoy listo ¿Tu qué opinas gran capitán Kagami? — Volteo para mirar al mencionado.

 

—Lo he estado hace mucho pero alguien no ha estado de acuerdo — Frunció el ceño molesto recordando cómo fue que en algunas ocasiones el pelinegro lo detuvo antes de llegar más lejos, solo le había permitido las caricias mutuas pero eso más que aliviarlo era un tormento.

 

 —Bueno hoy lo disfrutaremos tigre — Llevo las manos al cuello del mayor haciendo que sus cuerpos se acercaran mucho más.

 

 

Entre tropiezos y risas llegaron a la habitación de ambos, estuvieron tentados a hacerlo ahí mismo pero no era lo más romántico de recordar para ser su primera vez.

Takao quedó recostado en la cama con un tigre hambriento sobre él, quien besaba su cuello con lujuria, el pelinegro ya no sentía esas ganas de salir corriendo, las sesiones de caricias habían hecho lo suyo además de que sabía cuánto ese chico lo amaba.

La camisa de ambos se perdió en un lugar de la habitación, al igual que todo lo demás, ambos se quedaron mirando durante unos segundos Takao observaba aun con remordimiento la marca que se encontraba en el costado de Kagami en cambio este se deleitaba con el tatuaje que tenía Takao en el mismo lugar que él tenía su herida.

 

 

—Sabes me gusta bastante este — Hablo tocando el lugar donde se encontraba un tigre al igual que el suyo.

 

—Eso es porque el otro era horroroso.

 

 

Cuando Takao bajo la vista se golpeó mentalmente por hacerlo recordar parte del pasado que lo único que ansiaba era olvidar, al principio cuando comenzaron con "El tratamiento" para el azabache descubrió que además de haberlo tenido esposado el idiota de Imayoshi le hizo un tatuaje con su símbolo pirata en el costado para así marcarlo como suyo y por ironía de la vida justo en lugar donde el mismo Capitán lo daño. Fue así como le ofreció a Takao hacer algo por ello, conocía un buen tatuador que podría hacer algunos cambios, dejo al pelinegro elegir llevándose la sorpresa de su vida cuando esté le mostró el  mismo tatuaje suyo... Además de sus vidas tenían otra cosa más que compartirían.

 

 

—Lo lamento no quise...

 

—No hay problema solo  permíteme olvidar — Levantó la vista una vez más no podía dejarse vencer por aquel pasado.

 

 

El pelirrojo se dirigió una vez más a esos deliciosos labios rosados, aprovechando de llevar una mano a la entrepierna del azabache quien al menor contacto gimió, sentía como la punta de su miembro era tocada por aquellas manos que ya lo habían hecho llegar al cielo en algunas ocasiones.

Pero la gran sorpresa se la llevó cuando en un rápido movimiento fue Takao quien quedó arriba.

 

 

— ¿Qué haces? — Pregunto sorprendido mientras veía a su Capitán apoyado en el respaldo.

 

—Quiero que tú seas quien guíe — Hablo tomando de la nuca al chico haciendo que se acercara para besar su frente — Lo harás bien.

 

 

Definitivamente este pirata hacia todo a su manera y eso le gustaba mucho, sonrió feliz amaba a su tigre. Comenzó besando esos pectorales que lo volvían loco cada vez que lo había visto entrenar, sobretodo porque sabía que se desabrochaba la camisa para que él lo admirara.

 

 

— ¡Ngh! — Gimió Takao cuando una mano se posó sobre su trasero acariciándolo.

 

—No te desconcentres pequeño.

 

 

Bajo la vista hasta el miembro ya despierto de su amante, el cual era enorme, lo había visto y tocado en ocasiones, pero no podía evitar pensar como era que ese grueso trozo de carne pudiese caer en su interior.

Trago duro cuando decidió probar suerte con su boca, eso sería algo nuevo bajo lentamente hasta ese lugar, llevando una de sus manos hacia los testículos del mayor acariciándolos suavemente, una corriente recorrió todo su cuerpo cuando una lengua traviesa comenzó a lamer de forma lenta la punta de su pene, se estaba sintiendo en el cielo y eso sólo era el comienzo.

 

Después de haber jugado un buen rato con la punta, fue hora de avanzar bajando un poco más para  succionar los testículos del mayor mientras que ahora eran sus manos las que jugaban con el miembro de este en un movimiento ascendente y descendente. El pelirrojo sentía que terminaría en cualquier momento por ello separó al joven de su labor y llevo sus dedos hacia la boca de este dándole a entender que los lamiera, cosa que comenzó a hacer de una forma bastante erótica.

Una vez estuvieron listos los llevo hasta la entrada de Takao introduciéndolos de forma lenta para que pudiese acostumbrarse. Aprovechando que este se encontraba a horcajadas sobre su Capitán la postura era perfecta para prepararlo y aprovechar de debatirse en una batalla de besos pegajosos.

 

 

—Creo... que no pué... do más — Informo el pelinegro con la vista nublada por la pasión cuando se separaron después de unos minutos.

 

—Yo tampoco — Mordió su cuello dejando una marca mientras sacaba los dedos del interior del chico.

 

— ¡Ah! No...

 

—Vamos te dije que tú guiarías gatito — Le recordó para que esté hiciera el movimiento que los llevaría a la gloria.

 

 

No le quedó más remedio que acceder a la orden ya que él también lo ansiaba, tomo el grueso miembro entre una de sus manos mientras se posesionaba sobre el mismo para auto penetrarse, cuando sintió la punta en su entrada tembló, no era lo mismo sabía que todo estaba bien por lo cual continuo su cometido, una mano de Kagami se situó en su muslo dándole apoyo. Sonrió enternecido ¿Porque no se conocieron antes?

 

 

— ¿Duele mucho? — Pregunto el pelirrojo sacándolo de sus pensamientos mientras acariciaba su mejilla.

 

—Un poco... pero no te preocupes... — Ya estaba la mitad en su interior, soltó el miembro para abrazar el cuello del mayor y meter lo que quedaba de una sola vez, un grito ahogado escapó de sus labios.

 

— ¿Porque lo has hecho? — Tomo la cintura de su amante.

 

 

Este no contestó nada, lo único que hizo fue morder el cuello del capitán mientras comenzaba a moverse lentamente, acostumbrándose a la intromisión, las paredes internas de Takao le dieron la bienvenida de una forma gloriosa y placentera, Taiga además masturbaba al chico para hacerlo sentir mucho mejor. Nunca se había sentido tan bien estar con alguien, el vaivén cada vez fue más rápido. Ambos sentían que pronto sería tiempo de terminar.

 

 

—Gracias Capitán Taiga~ — Susurro en su oído.

 

 

Esta muestra fue suficiente para que la corriente eléctrica del placer envolviera su cuerpo provocando que llegará al final dentro de su chico, quien al sentir aquella esencia llenar sus entrañas también hiciera lo mismo entre sus estómagos.

Las respiraciones agitadas se escuchaban en la habitación, Kagami acariciaba la espalda de Takao quien al terminar cayó sobre el exhausto.

 

 

— ¿Te sientes bien? — Beso su oreja provocando que este diera un brinco.

 

—Mejor que nunca — Levantó la vista mostrando una enorme sonrisa — Te amo Capitán.

 

—Y yo a ti gato ladrón... Tienes prohibido irte de mi lado — Ordenó frunciendo su ceño mientras miraba sus ojos plateados.

 

—Lo que ordene mi Capitán — Sonrió divertido mientras llevaba un dedo al ceño fruncido del mayor — Me gusta más cuando sonríes.

 

 

Se acercó una vez más al rostro del pelirrojo sellando una promesa de amor a través de un pequeño beso, quizás el destino fue lo suficientemente cruel hace un tiempo atrás, pero ahora podía ver aquel hermoso paisaje después de tanta oscuridad, por azares de la vida se juntaron y tenían pensado quedarse así por el resto de la eternidad.

Se miraron una vez más y se dispusieron a arroparse juntos para mimarse antes de que el sol saliera y sus compañeros y amigos comenzarán a hacer desorden en aquel barco que les había traído la felicidad.

 

 

~Fin~

Notas finales:

Espero que les haya gustado el fic, solo quiero dar las gracias a todas las personitas que se dieron el tiempo de leer y bueno son libres de dejar sus comentarios si lo desean.

 

Un gran saludo y espero que nos leamos en otra oportunidad!!


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