Kai abrió la puerta de su apartamento cuando sus compañeros de banda llegaron, por fin llegaron, claro, como siempre media hora tarde, todos gritando entre ellos, pero llegaron. Se habían decidido juntar para poder relajarse, pues según Ruki todo últimamente había sido trabajo y problemas, trabajo y quejas y trabajo y mas trabajo, por lo cual Kai decidió hacer una pequeña comida para mimarlos y de paso beber algo. Además, quería ver a Aoi, casualmente esta semana cumplían dos años saliendo y el último tiempo con suerte se veían de manera más intima.
–¡Llegamos! –Gritó Ruki entrando a la casa como si fuera la propia, seguido por Reita el cual cargaba muchas bolsas, luego Uruha al lado de Aoi el cual parecía bastante malhumorado, mas dio un pequeño beso a la mejilla de Kai y este hizo lo mismo.
No es que no quisieran besarse o algo por el estilo si no que estaban acostumbrados a mantener esa relación frente a los demás para evitar quejas o mas bien, evitar bromas o los típicos quejidos de “Uyyyy” para ser molestados.
–Tarde, para variar. –Regañó el líder mientras cerraba la puerta, tomando asiento en su sala, en el único sofá individual que había.
–Reita quería comprar un poco de licor y Ruki se quedó parado viendo escaparates en una tienda de juguetes. –Acusó el primer guitarrista mientras se cruzaba de brazos sacando una de las botellas individuales de cerveza que estaban ya listas sobre la mesa.
–Es que vi algo que me gustó y realmente quería probar y como hay tormenta fuera, pensé que sería la ocasión perfecta. –Dijo animado mientras sacaba una caja de cartón con un juego de mesa aparentemente. –¡Es una hermosa Oujia! –Sonrió con total inocencia, casi todos fruncieron el ceño mirando al vocal mas nadie dijo algo por un largo rato.
–En mi casa no juegan a eso, eh. –Sentenció Kai mientras sacaba una de las botellas y daba un trago, no es como si fuera miedo, pero tenía un peculiar respeto por todo lo que consideraba “espiritual”.
–Apoyo a Kai, a mí no me van esas cosas. –Dijo Aoi con cierto recelo mirando al mas bajo, el cual estaba sentado a su lado.
–Oh, son unos cobardes. –Soltó el bajista con una pequeña sonrisa ladina. –¿Acaso creen que esas cosas son reales? Es un tonto juego. –Insistió un poco quitando el juego de las manos de Ruki, rasgando la caja y sacando el tablero junto al círculo de cristal, leyendo del título en el tablero.
–Yo no soy un cobarde. –Gruñó orgulloso Aoi mientras se cruzaba de brazos, apretando los labios en una delgada línea.
–Oh, vamos, somos tres contra uno que sería Kai, pues si no juega Aoi queda como cobarde ¿Qué tal? ¿Jugamos ya? –Pidió Uruha desocupando un poco la mesa de centro, mirando al batero con cierta inseguridad.
–Adelante... –Rodó los ojos el dueño de casa y miró de reojo a su pareja el cual aún parecía aséptico a jugar con los demás, todos pusieron el dedo en sobre el cristal mientras Ruki leí el folleto, se quedaron en silencio por un largo rato.
–Idiota, tienes que preguntar algo. –Le riñó Aoi a Ruki, el cual con la mano libre le mostró el dedo de en medio.
–¿Y qué mierda pregunto? –Dijo mirando a los demás.
–Lo típico que sale en las preguntas de terror ¿Hay alguien ahí? –Preguntó riendo un poco a lo que Kai sonrió para sus adentros, por lo menos podría divertirse a la cuesta de los demás y empujó un poco el cristal hasta la zona donde decía “Si”, escuchando un quejido de todos, si jugaban a algo que no le gustaba, él podía hacerlo entretenido un rato.
–¿Quién mierda lo ha movido? –Se quejó el Uruha con el ceño fruncido y un coro de voces respondió rápido “Yo no he sido”, apresuraron a decir, incluso Kai el cual intentaba no reír. –Hey, no es gracioso.
–Hay que seguir. –Dijo el rubio mientras pensaba un poco. –Me toca preguntar así que ¿Estarás toda la noche acá con nosotros? –Preguntó y Kai movió con cuidado otra vez el cristal, haciendo un circulo y volviendo a poner el objeto donde estaba.
–Ya, no es divertido. –Se quejó el vocal mirando a todos, haciendo un leve mohín en sus labios. –Si alguien lo esta haciendo que diga…
–¿No querías jugar, Ruki? Pues te aguantas, para que notes que no soy cobarde. –Alegó Aoi mirando desafiante al vocal.
–Ajá entonces ¿Aoi se abre de piernas para Kai? –Preguntó con cizaña, Kai se peleó entre mover o no, pero al mismo tiempo sabía que nadie admitiría que había movido la ficha, así que hizo el mismo movimiento, mordiendo su mejilla interna para no reír. –¡Ah, esta cosa no miente! –Rió Ruki mirando a Aoi el cual se quejó un poco y le hizo una mueca obscena.
–Lo que haga o no en mi cama con Kai es mierda mía. –Atacó de vuelta, sin admitir o desmentir lo que había dicho Ruki, mientras el resto reía un poco, justo al momento que se escuchó un trueno.
Todos se miraron entre sí y esta vez Reita codeó a Kai, para que preguntara algo, el batero suspiró pensando un poco.
–Todos han dicho preguntas de sí o no así que… ¿Quién es el mas pasivo de entre nosotros? –Preguntó, por lo menos se vengaría de Ruki, así que con cuidado empujó el cristal, deletreando claramente “Takanori”.
–¡Aoi lo a empujado! –Acusó el mas bajo mirando de mala manera al moreno el cual de inmediato lo negó.
–Claro que no además todos saben que eso es verdad. –Dijo con una sonrisa triunfante, ambos se miraron de mala gana y Ruki empujó con su hombro a su compañero, haciendo que ambos empezaran a empujarse.
–Que lindo, una pelea de kínder. –Dijo Reita mientras notaba que ambos se empujaban entre sí. –Bueno, me toca… ¿Quién morirá primero de todos nosotros? –Preguntó de golpe, todos le miraron con cierto temor, incluso Kai que no sabía qué hacer y estaba justo por mover el cristal hacía el “no” cuando la sala se iluminó gracias a la tormenta y todos se miraron ciertamente asustados, para a los siguientes segundos se apagó la luz.
–¡Vamos a morir! –Gritó agudo Ruki soltando rápido el tablero y saltó casi sobre los brazos de Aoi, abrazando a este, mientras Reita y Uruha casi saltaron abrazándose de manera mutua. –¡No veo nada! –El pelinegro intentó sacárselo de sobre su cuerpo justo cuando Kai activo la linterna del celular.
–Ya, manga de miedoso, solo se ha cortado la luz. –Se quejó mirando feo a Ruki el cual trago grueso soltando a Aoi, éste agradeció esa mirada en voz baja. Mientras Reita y Uruha se arreglaban en silencio como si nada hubiese pasado.
–¿Y qué haremos ahora? A mí me da cosa seguir jugando. –Admitió el primer guitarrista mientras se levantaba. –Además si no hay luz seguramente será mejor regresar a casa por seguridad. ¿Reita me pasas a tirar? –Preguntó mientras se levanta.
–Hey, yo no me quiero quedar solo, además Koron se asustará con el sonido fuerte –Dijo el vocal mientras se levantaba prendiendo su celular para ver un poco mas. –Me voy con Reita también.
–Yo no he dicho que me quiero ir. –Se quejó el bajista cruzando sus brazos y suspiró. –Pero Takashima tiene razón, ¿Aoi te llevo? –Preguntó de manera educada.
–Yo…–El moreno lo dudo pues Kai no le había invitado a quedarse, por otro lado no quería llegar a su departamento si luz estaba cortada y con el tamaño susto de antes. –Me quedaré.
–Bien, par de locos, andando antes de que el trafico se ponga peor. –Dijo el rubio, mientras miraba feo a sus acompañantes los cuales estaban casi por comenzar a molestar a la pareja cuando Akira comenzó a caminar para retirarse.
–Nos vemos. –Dijo Kai mientras el grupo se retiraba, en cuanto salieron rió leve y abrazó a su pareja por la espalda, besando su hombro. –Que bueno que te quedaras…–Dijo dando pequeños besos y apretando la cadera de Aoi contra si.
–Yuta…–Susurró girando en sus brazos y al fin dando un suave beso en los labios del menor, gustando esa sensación tan íntima, moviendo sus labios hasta que un trueno le hizo dar un pequeño brinco, alterando la paz del beso. –Mierda…–Kai por su lado río y le abrazo mas por la espalda baja.
–Iré a dejar las botellas a la cocina. –Besó los labios de su pareja justo cuando se encendieron las luces y Aoi asintió mientras se sentaba nuevamente el sofá, cogiendo su celular para mandar un mensaje a Reita y saber si habían llegado, miró la mesa donde estaba el tablero y apretó los labios alcanzando a tocar el cristal cuando la luz nuevamente se fue.
–¡Mierda! –Siseó y se levantó siendo jalado por una mano, chilló asustado intentando apartarse.
–¡Yuu! Soy yo, tranquilo. –Dijo el castaño suspirando pesado, sintiendo el corazón de su pareja acelerado, le abrazó un poco mas y besó su mejilla, sin duda la culpa comenzaba a hacerse presente. –Esta bien, esta bien ¿Vamos a la cama?
–Yutaka…No me gusta ese juego se cortó la luz y la mierda esa se movía sola…Tíralo o algo. –Pidió mientras era jalado de una mano entre la obscuridad del departamento, al llegar al cuarto el batero prendió un pequeño farol de adorno que ocupaba baterías dejando este en el mueble de noche.
–Vale, yo iré. –Dijo mas su mano no fue soltada, sabía que su pareja no admitiría que tenía miedo, tampoco se reiría de aquello pues la culpa no le dejaba. –Lo de la sala fue una coincidencia. –Le dijo mientras se sentaba en la cama y abrazaba al mayor, haciendo que se sentara sobre sus muslos, adoraba aquello aún cuando le había costado cinco meses que lograra ceder a eso.
–Claro y que se moviera siendo que todos se negaran, yo no creo en esas cosas peor no se debería jugar con eso.
–Anda, Yuu, son boberías…–Besó de manera lenta el cuello de su pareja, dando pequeños mismos a la leve cintura
–Bueno sobre eso…–Kai le miró con culpa y suspiró. –Yo era quién movía el dedo empujando a los demás. –El castaño cerró los ojos haciendo una leve mueca, esperando el golpe de su pareja, mas luego de unos segundos abrió los ojos notando a Yuu con el ceño fruncido, claramente molesto. –Era una broma, además esas cosas no son reales Yuu. –Dijo resignado.
–¿Y por eso tenías que ventilas nuestra vida privada? –Se quejó empujando el pecho del menor.
–También dije algo sobre Ruki, no te quejes. –Le besó con cuidado el cuello, mas Aoi apenas dijo algo, se mantenía quieto. –Yuu, sabes que no fue nada, perdón, debería haberte dicho a ti antes, pero se me ocurrió en el momento. –Besó los labios de su pareja los cuales le correspondieron esta vez de manera mas suave, lenta, mientras los brazos le rodeaban por los hombros.
Aoi fue recostando de a poco al batero sobre la cama, besando sus labios con ternura una y otra vez hasta que los besos se convirtieron de a poco en besos mucho mas fuertes, mordidas leves se hacían presente, había pasado largo tiempo desde que ambos habían compartido un tiempo juntos.
–Te adoro…–Susurró el menor metiendo sus manos bajo la camiseta ajena, pasando sus uñas por la leve cintura de su pareja, jalando el labio inferior con fuerza.
–Yo a ti…–El moreno de a poco movió su cadera contra la de Kai, sacando leves suspiros de su boca. –Yuta…–Susurró sobre su oído con cuidado y notando como el miembro de su pareja comenzaba a notarse entre sus piernas, jadeó cuando las fuertes manos del menor apretaron su trasero y se removió saliendo rápido de su regazo, quitando su ropa y fue al armario, tomando un pijama para vestirse.
–Hey ¿Qué haces? –Preguntó mientras se sentaba, alzando una ceja.
–¿Qué hago? Me preparo para dormir, no pienso hacerlo contigo mientras “fantasmas” rondan la casa. –Dijo simple mientras se cambiaba de ropa.
–¿Me estas castigando por no decirte? –Preguntó Kai sin creerlo.
–Ya sabes “se me ocurrió en el momento” –Le lanzó un pijama al castaño el cual resignado se cambió y se metió bajo las mantas, abrazando al guitarrista cuando entro a su lado, beso su mejilla con cuidado.
–Te amo, no tienes idea de cuanto te extrañe Yuu. –Le arropó en la fría cama cuando el celular del moreno comenzó a sonar mas ambos ignoraron de aquello, arrullándose un poco mas, no importa si realmente no jugaran esta noche, tenía a quien quería entre sus brazos y eso era todo lo que necesitaba por el momento.