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Mi salvador / wigetta por greendoll

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Notas del capitulo:

Espero les agrade :)!

Lunes, el primer día de la semana y la peor condena para los que disfrutaban del buen descanso y la comodidad de sus camas. Los pasillos se llenaban de personas deambulantes entre cada tiempo, cada una buscando su respectiva clase o abriendo apresuradamente los casilleros. Todo parecía en el correcto orden, a excepción de un chico, que a diferencia de todos, nunca encajaba en ningún lugar, su nombre era Guillermo, un callado y amable joven amante de los videojuegos, su nobleza y generosidad  eran una de sus mejores cualidades, por desgracia hablar con los demás uno de sus mayores enemigos y es que toda la vida había sido alguien de pocas palabras, siempre tratando de pasar desapercibido o evitando a cada costa soltar una carcajada y es que, de verdad detestaba su risa, lo cual ni su hermana ni sus padres comprendían, era muy contagiosa pero para Guillermo era un defecto más a agregar.

Mientras las personas pasaban apresuradamente por los pasillos él se encontraba sentado contra la pared, como siempre con la consola entre las manos y la cabeza agachada hacia esta, Guillermo tomaba cualquier oportunidad presente para lograr ocultar su rostro, no solo por vergüenza si no por el temor a ser descubierto por sus agresores; por desgracia los amantes a los videojuegos nunca han sido tomados en serio, un chico de complexión delgada y pálida piel tampoco lo sería, su aspecto era tímido, predominando debilidad por lo que las personas no dudaría dos veces en agredirle. Guille jugaba entretenidamente en la consola, su rostro se iluminaba por la luz de la misma mientras que sus dedos se movían ágilmente, de verdad que los videojuegos eran una de sus mayores pasiones, era algo decepcionante que pocos lo entendieran.

.- Miren que tenemos aquí- dijo en tono ronco un chico posado frente a él junto con sus colegas, Guille levantó lentamente la vista hacia ellos, al ver que se trataban de los molestones de siempre, devolvió la vista a la consola, tenía la esperanza de que se cansaran de ser ignorados y se marcharan, por supuesto, no fue así.

.- ¿Por qué nos ignoras friki?-preguntó el colega tomando repentinamente la consola y cerrándola en una sola palmada.

.- Te está retando- insinuó el compañero en carcajadas, Guille se sentía arrinconado por los agresores, tampoco es que pudiera hacer mucho, no tenía la suficiente fuerza para pelear contra ellos y a decir verdad, tampoco la valentía. Se levantó lentamente  tratando de pasar de ellos, pero el intento fue en vano, siendo empujado contra la pared.

.- ¿A dónde vas? Creí que te gustaban los juegos- río el que parecía ser el líder de la pandilla, dándole repentinamente un golpe contra su estómago, haciendo que el pobre Guille soltara todo el aire dentro, el pobrecillo sabía que ese era solo el comienzo.

.- ¡Que imbécil!-burlo uno de los chicos soltando carcajadas.

.- No eres nada friki- dijo soltándole a secas un segundo golpe contra el rostro, apenas y Guille logró esquivarlo haciendo enfurecer aún más a la pandilla.

.- ¿Te crees inteligente no?-le preguntó explotando en furia tomándolo de la camisa y dirigiendo el puño hacia el rostro, Guille deseaba que eso terminara pronto, cerrando los ojos y esperando la condena, pero algo sucedió por alguna razón no sentía el golpe, abrió lentamente sus ojos arriesgándose a lo que sea sucediera en el momento, un chico de cabello castaño sostenía agresivamente el brazo del agresor dejándoselo detrás de la nuca.

.- No te atrevas a tocarlo, o la próxima vez, lo romperé- decía amenazante aun sosteniéndole el brazo, Guille lo observaba de arriba abajo  pasmado por su salvador,  era ligeramente más alto que él, bien formado y con un deslumbrante rostro, a decir verdad era bastante atractivo, tenía la perfecta apariencia de un chico con el que jamás te atreverías a pelear, el estereotipo perfecto, y a pesar de ni siquiera conocerlo, lo había defendido sin preguntas de por medio.

.- ¡Ya déjame!-se quejaba el chico mientras los colegas observaban sorprendidos, pronto todos se empezaron a alejar de la situación, el director paseaba por los pasillos, por lo que el castaño lo soltó.

.- Tienes suerte- le dijo con una sonrisa, el chico le lanzó una última mirada asesina y partió.

.- ¿Estas bien?-preguntó el castaño dirigiendo la mirada hacia él, a pesar de lucir como alguien tan imponente y rudo, era muy amable y noble- ¿Hola?-preguntó el chico viéndolo confundido al no ver ninguna respuesta, por supuesto Guillermo se sentía más nervioso que nunca ¡Ni siquiera un gracias podía soltar!

.- S…si-tartamudeó con el sonrojo en las mejillas mirando atentamente y con la admiración que toda su mirada pudiere expresar a su salvador-Muchas gracias-susurró Guille con la poca valentía que logro tomar

.- No te preocupes, chiqui-  le respondió el chico con un coqueto guiño y una amable sonrisa, acomodando la mochila en su hombro y continuando con su caminata, Guille lo siguió con la mirada, aún sorprendido ante tan imponente chico, podía sentir como su rostro ardía por la última palabra mencionada “chiqui” nadie le había dicho de esta manera, tampoco con un tono tan tierno, a decir verdad, ese chico era el único que había mostrado interés por él desde que había ingresado al colegio, y eso le alegraba demasiado, por primera vez sintió que le importara a alguien.

La campana sonó recordándole aún las clases pendientes, tomando apresuradamente sus cosas y recogiendo la consola del piso, le entristecía un poco verla maltratada de ese modo, pero después de todo nada había salido mal.

Guillermo recargo la cabeza en el brazo y asomó la mirada por la ventana del salón mientras la explicación del maestro se encontraba de fondo, Guille no podía dejar de pensar en el chico castaño que, sin ningún compromiso, lo defendió como nunca, sonrió ligeramente al recordarle y sus mejillas sonrojaron, sentía una gran curiosidad por él, ¿Cómo se llamara? ¿De dónde vendrá? ¿Por qué lo defendió?, aún tenía muchas preguntas en su mente que, para su mala suerte no se responderían por si solas, tenía que tomar la suficiente valentía y acercarse a él, lo cual es algo que jamás ha intentado con alguien.

.- Señor Guillermo, por tercera vez ¿Cuál es la respuesta?-preguntó el maestro fuertemente llamando la atención de Guille, digirió la mirada hacia él, al parecer ya había pasado un rato en el que el maestro había tratado de llamarle la atención, todos lo observaban algunos al borde de la risa, haciendo sonrojar a Guille de la vergüenza.

.- N-no lo sé… lo lamento- susurró Guille muerto de ese tan mal rato.

.- Por supuesto no la sabes, le pido preste la mayor atención posible- ordenó devolviendo la mirada al pizarrón y continuando con la explicación de al parecer, Literatura, era la primera vez que la atención de Guillermo no se fijaba en la clase y es que siempre ha sido alguien responsable, claro, algo distraído, pero responsable.

Las clases pasaron rápidamente con Guille preocupado por la atención a la clase pero que distraía rápidamente al simple recuerdo del chico que lo había defendido, esto le era un poco preocupante pero le daba la suficiente valentía para atreverse a hablarle. La campana sonó, los alumnos se levantaron rápidamente de sus asientos saliendo por la puerta sin si quiera dirigir la mirada hacia atrás, dejando solo a Guille ahí, se levantó lentamente y tomó sus cosas, preparado para salir a uno de sus mayores temores, los pasillos.

.- Señor Guillermo, debe estar más atento en clases- comentó el profesor mientras que guardaba las cosas, Guille asintió con la cabeza y partió por la puerta, era hora del almuerzo,  por lo que podría aprovechar el tiempo para jugar y tal vez para encontrar al chico.

Caminó hacia la cafetería, las puertas se abrieron frente a él por la salida de unos chicos, se trataban de los mismos de la mañana, al verlos Guille no lo dudo dos veces en correr apresuradamente hasta perderlos, después de todo ahora nadie podría defenderlo.

.- ¡Atrápenlo!- gritó el líder comenzando la persecución junto con sus amigos, Guille soltaba toda las fuerzas corriendo por los pasillos, esquivando a los alumnos y maestros, tratando de pasar desapercibido, llegando hasta la puerta de los jardines principales, el lugar donde todos  disfrutaban del almuerzo junto con una buena platica.

.- ¡Ahí esta!-gritó uno de los compañeros persiguiéndolo, Guille podía comenzar a sentir como el cansancio se apoderaba de él, las gotas de sudor caían por su frente desesperándolo por simplemente no lograr desaparecer, comenzó a simplemente dejar de ver a donde se dirigía con tal de perder a los agresores, un cuerpo lo detuvo de los hombros, Guille se movió desesperado tratando de liberarse, esta vez no pasaría por los golpes y es que ahora era diferente, estaban más furiosos que de costumbre.

.- Oye tranquilo- le susurró una voz tan familiar, que le hizo abrir los parpados, se trataba del mismo chico que el de la mañana, lo rodeó con el brazo y dirigió la mirada hacia sus persecutores- No se meterán contigo si te ven conmigo, no te preocupes- le susurró sin apartar el brazo de él, los chicos se detuvieron molestos al ver al presente héroe, el castaño les lanzo una mirada asesina- ¿Buscan algo?-preguntó a manera de amenaza, arqueando la ceja,  los molestones se arrepintieron ante su presencia y furiosos decidieron dejarlo en paz- Ya está, ¿Ves? No se meterán contigo- dijo peinándolo un poco, Guille tenía el rostro completamente enrojecido y es que nuevamente, le habían salvado la vida.

.- Gracias- susurró Guille muerto de los nervios.

.- ¿Quieres almorzar conmigo?- dijo estirando los brazos y señalando una de las mesas libres.

Guillermo no pretendía ser una molestia  ni mucho menos, y es que ya había hecho demasiado por él, pero moría por conocer un poco más de su héroe ¡Y esta era la perfecta oportunidad!

.- Es-está bien-tartamudeó el nervioso chico.

.- Genial- respondió el castaño caminando hacía una de las mesas libres- Mi nombre es Samuel, ¿Cuál es el tuyo?-preguntó mirándole curioso.

.- Guillermo- respondió con una ligera sonrisa.

.- Guillermo… buen nombre, es serio y amable, tú puedes decirme Samuel si quieres ¿Cómo quieres que te diga? ¿Guille?-preguntó Samuel con su tan conquistadora sonrisa.

.- De cualquier manera está bien-respondió Guille muerto de la vergüenza, era la primera vez que hablaba tantísimo con alguien que no fuera su familia, era realmente sorprendente que se tratara con alguien como Samuel.

.- Te llamare Guille entonces- respondió Samuel tomando asiento en la mesa- ¿Por qué te molestan tanto?-preguntó Samuel tomando un recipiente con un deslumbrante almuerzo, toda clase de comida lo conformaba, saludable por supuesto, Samuel siempre se preocupaba por hábitos saludables, aunque por supuesto desvelarse hasta altas horas de la noche no lo fuera.

Guille miró atentamente a Samuel mientras comía y bajo la mirada, sentía un poco de vergüenza admitirle que se trataba de su gusto por los videojuegos, tampoco planeaba quedar como  un parguela frente a él.

.- Es por…- susurró Guille nervioso, y se detuvo, arrepintiéndose de la verdad.

.- ¿Por qué?-preguntó Samuel  nuevamente, después de todo al menos merecía saber la razón.

.- Me gustan los videojuegos…-contestó Guille avergonzado, haciendo que Samuel dejara de comer, ya conocía esta perfecta reacción, ahora es cuando se alejaría de él su único nuevo amigo. 

.- ¿Qué juegos te gustan?-preguntó Samuel sorprendido.

.- Tengo de todo… tengo una gran afición a los shooters, pero últimamente juego un poco de Smite…- explicó Guille rogando porque esto no lo asustara.

.- ¡Yo también juego Smite! Me parece mucho mejor que Wow o Lol ¿Te gusta Minecraft?- preguntó Samuel con una gran sonrisa, dejando completamente sorprendido a Guille- Sé que es un juego muy criticado… y que muy pocas personas admiten que no lo juegan, incluyéndome- explicó avergonzado.

.- Si, Si me gusta- respondió con una sonrisa de oreja a oreja, finalmente había encontrado alguien que lo entendiera- A decir verdad, me gustan mucho las partidas de hunger games y eso-explicaba Guille entusiasmado.

.- ¿De verdad?-preguntó Samuel sorprendido- No creí que un chico tan lindo jugara videojuegos- le dijo con una sonrisa haciendo que el rostro de Guille se enrojeciera por completo, ¿Lindo?- ¿Te gustaría jugar un poco después de clases?-preguntó con una sonrisa.

.- C-claro- contestó Guille aun nervioso hasta los pelos.

La campana sonó, indicando el final de la hora libre.

.- Te veo luego entonces, chiqui- dijo levantándose del lugar y tomando sus cosas, se acercó a él y besando su mejilla se despidió, Guille llevó la mano a su mejilla sorprendido de tan tierna acción y admirando con la mirada a Samuel, pudo sentir como su corazón aceleraba golpeando contra su pecho muriendo.

Notas finales:

Esta idea la tenía en emnte hace un tiempo, espero les haya gustado!


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