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Black Cat [XiuChen] por Shiza-chan

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Vale. Hasta ahí. Podía ser muy paciente y cuanta cosa quisieran, pero eso ya era el colmo.

— ¡Mira, JongDae! ¡Le queda perfecto! — Y ahí está MinSeok, admirando cómo el tonto gato negro en el marco de la ventana luce el collar morado que le había comprado esa tarde en una tienda de mascotas. ¡Ni siquiera es su mascota! (O al menos JongDae no lo considera así).

Rescatando toda la información: el felino ese había aparecido de la nada hacía ya dos meses y el mayor no podía quitarle los ojos de encima, como si el apestoso animalito fuera igual de maravilloso que un unicornio multicolor. Sorprendentemente, MinHo, el dueño del edificio departamental en el que viven, había accedido a que "adoptara" al gato, siempre y cuando no hiciera destrozos ni llegara a molestar a cualquier vecino. La cara de felicidad que puso MinSeok entonces fue como para la portada de una revista.

«Siempre quise tener un gato, pero mi madre nunca me lo permitió» Le había explicado tiempo atrás, mientras le rascaba detrás de las orejas al minino, quien sólo podía ronronear gustoso por las caricias y arquear la espalda en busca de más. «¿No es fantástico que MinHo accediera?» No, pero por supuesto que no lo era.

Tal vez al principio la idea le hubo parecido hasta buena, pero ahora entiende perfectamente a la señora Kim.

No es que JongDae tenga algo en contra de los gatos o cualquier otro animal en general, sino que ese en particular le está crispando los nervios. Desde su aparición, MinSeok le había dejado de poner la misma atención que antes y en días recientes hasta lo había ignorado para atender a "ChenChen". Sí. No conforme con ponerle nombre, le había puesto su nombre (bueno, apodo, ¡pero era lo mismo!). ¡Ugh! ¡Cómo lo odiaba!

La bola de pelos esa desaparecía el día entero y sólo volvía en la noche por comida y mimos de MinSeok. Mimos que le debería de dar a él y mimos que se habían vuelto prácticamente inexistentes. ¿Tan difícil era dejar al gato y prestarle atención a él?, ¿qué se suponía que hiciera para que su novio le prestara atención? Sonaba como adolescente de dorama, lo sabía y hasta cierto punto se sentía ridículo por ello, pero la cosa parecía empeorar con cada movimiento de orejas del animalito.

Si ChanYeol, Kai o simplemente cualquier otro de sus amigos lo viera, probablemente se atragantaría de la risa. Y era que... ¿Celoso de un gato? Se escucha desquiciadamente estúpido, pero el asunto no puede ser más literal que eso.

Vuelve a mirar cómo su novio juega con ChenChen, arrojándole un ratoncito de tela azul que el felino atrapa en vuelo y luego mordisquea con aire juguetón y, por un momento, desea que MinSeok arroje con más fuerza el juguete, al grado de éste salir por la ventana abierta frente suyo y que el gato sea lo suficiente estúpido como para ir tras él, aun estando en un quinto piso.

Es algo cruel, no piensa negarlo, pero es que nadie (NADIE) se puede comportar de manera condescendiente con alguien que intenta robarle la pareja.

— ¡JongDae, mira! ¡Le gusta! — Chilla encantado el mayor cuando ChenChen se acuesta sobre su lomo para que le siga rascando la barriga. Joder, le rascaba la barriga todos-los putos-días, en serio, ¿por qué mierdas se seguía emocionando?

El minino se deshace en ronroneos y sonidillos de gusto, encorvando la columna y maullando agudo para terminar retorciéndose complacido. Se para sobre sus cuatro patas, menea la cola y camina de manera grácil hasta situarse sobre las piernas de MinSeok, captando toda la atención de éste y por ende, dejando de lado al pelinegro una vez más. JongDae mira aquella escena desde su lugar en el piso de la sala con el ceño fruncido y las uñas raspando la alfombra del piso.

Se siente tan impotente al quedar como un simple espectador de aquella escena...

— Espero y te arañe el rostro. — Suelta con demasiado recelo, esperando que al menos con eso MinSeok voltee a verlo, pero nada. El rubio pasa por alto las palabras dichas por su pareja y sigue brindándole mimos al gato.

Hastiado hasta la médula, JongDae se pone de pie tan rápido como puede y se dirige con paso apresurado a la habitación que comparten. Toma el primer par de zapatos que encuentra, su cartera y su móvil. Sin decir nada más que un «Vuelvo al rato» sale del departamento azotando la puerta.

No sabe cómo, pero encontrará la manera de volver a tener la atención del rubio de nuevo. Para él y sólo para él.

X

— Déjame ver si entendí, ¿sigue ignorándote por ese gato?  Pregunta LuHan al tiempo apoya los codos sobre la barra de marfil de la cocina y recarga la barbilla sobre las palmas de ambas manos juntas.

JongDae había estado vagando por las calles de la ciudad en un vano intento de aclarar su mente y pensar en una forma de recuperar la atención de su MinSeok por muy "Misión imposible" que pareciera; pero al final había terminado sentado en los asientos traseros de un taxi en dirección a la casa del mejor amigo de su novio.

— ¡Sí, exactamente eso! No sé de dónde demonios salió esa bola de pelos pero la quiero fuera de mi casa y de mi vida, ¡demonios! Hyung, ¿qué tiene un tonto gato que no tenga yo? — Se lamenta, dejando caer su peso sobre el respaldo de la silla. LuHan bufa en respuesta y por pura costumbre, se alborota el pelo con una mano, como hace cada que intenta hallarle la solución a algo.

— Pues no se me ocurre nada más que las orejas y la cola, la sonrisa ya la comparten — dice arrugando la nariz. Chen le manda una mueca de disgusto. — Siendo sincero yo tampoco entiendo la fascinación de MinSeok por esa cosa. Vale, que no pudo tener ninguno cuando niño, pero no creo que sea para tanto, ¿o sí?

— Pues para como pintan las cosas, todo parece apuntar a que sí, sí es para tanto. — Alega encogiéndose en su lugar. De repente los ánimos se le han caído hasta el fondo, al grado de que lo único que quiere es tirarse cara al suelo en algún lugar y quedarse así hasta que llegue Navidad, (cosa para la cual faltaba un buen tiempo, teniendo en cuenta que se encontraban a mediados de junio), a ver si en una de esas el gato se pierde en la nieve y nunca vuelve.

LuHan niega de manera queda al ver al menor así. La situación solamente lo hace querer golpear a cierto bollo idiota y, de no ser porque tiene a un dinosaurio troll con indicios de depresión en su cocina al cual cuidar, lo habría hecho en ese instante.

Se revuelve el pelo de nueva cuenta, tomando una buena cantidad de cabellos entre sus dedos y fija la vista en un punto indefinido del marfil sobre el que se apoyaba. Tiene que pensar en algo para ayudar a ese par sí o sí, de preferencia de alguna forma conveniente para ambos. Es eso o tirar al gato al río Han dentro de una bolsa de manta sin que nadie se entere o mandarlo por paquetería al otro lado del distrito; pero a LuHan nunca le ha gustado la violencia (en ninguna de sus presentaciones) y mucho menos si ésta va dirigida a un animal, así que es más que obvio cuál opción debe de escoger.

Todo bien hasta ahí. Ahora, más específicamente, ¿qué debe hacer?

En lo que el mayor se rompe la cabeza a pedazos, apretándose ambas cienes con los dedos índice y medio de cada mano, frunciendo el ceño en una mueca que rondaba entre lo raro y lo divertido, la puerta principal de su hogar suena cuando es abierta y cerrada de nueva cuenta; a los pocos segundos de eso, YiXing aparece en la entrada de la cocina con su radiante sonrisa de dientes blancos al tiempo que se deshace del nudo de la corbata. Saluda a JongDae con una leve reverencia que el chico corresponde y enseguida llega al lado de su esposo para besarle los cabellos con ternura. Sólo entonces el mayor sale del trance en el que se ha metido y levanta el rostro justo a tiempo para besar los labios de Yi antes de que éste se aleje más.

— Bienvenido —. Le sonríe viéndolo tomar asiento a su izquierda. El recién llegado estira la mano para acariciarle la mejilla con cariño al castaño, quien se deja hacer totalmente gustoso.

JongDae los observa del lado contrario de la barra con las mejillas encendidas y la incomodidad picándole las costillas. Se siente fuera de lugar con la pequeña escena de amor que se desarrolla frente suyo y lo único que puede hacer es removerse sobre la silla y carraspear bajo para intentar llamar la atención de cualquiera de los dos. Carajo, ¿qué demonios le está pasando? En cualquier otro momento se habría burlado de ellos diciendo algo en plan "se van a caramelizar de tanta jodida azúcar que derraman" o quizás les habría tomado una foto y chantajeado con subirla a alguna página porno si no le compraban una cafetera nueva. Pero no, en lugar de burlas y chantajes, JongDae se está limitando a verlos raro, esperando que cualquiera repare en su presencia.

Por fin, YiXing voltea a ver apenado a JongDae justo cuando LuHan le pica juguetón la hendidura de la mejilla derecha.

— ¡Oh! Lo lamento, er... ¿cómo has estado, JongDae?, ¿por qué MinSeok Hyung no ha venido contigo? — Pregunta inocentemente. El pelinegro hace una mueca, encogiéndose de hombros sin saber qué responder y LuHan mira mal a su esposo antes de golpearle el brazo con el dorso de la mano.

— ¡YiXing!

— ¡Ay, no me pegues! ¿Acaso dije algo malo? Solamente pregunte por MinSe- ¡Ay, ya! — chilla luego de recibir el segundo golpe de LuHan. Se soba el lugar que ha sido maltratado y mira sin comprender el ceño fruncido del mayor. — ¿Y si me explicas en lugar de golpearme?

LuHan resopla por la nariz antes de girarse a ver a JongDae, como pidiendo permiso de hablar con la mirada y luego de recibir un leve asentimiento por parte del chico, regresa su vista al rubio.

— ¿Recuerdas al gato que MinSeok adoptó? — Lay asiente. — Pues resumiendo todo el drama que se ha venido montando desde entonces, lleva ignorando a Chen casi dos meses por atenderlo y digamos que se cansó de que un gato tomara su lugar. Eso por ponerlo de alguna manera.

— Ya... — asiente el chino. — ¿Y entonces por qué no tomas el lugar del gato? — Pregunta dirigiéndose al menor de todos. No saben con exactitud de quién fue el facepalm que más dolió: si el de LuHan, que mira a Lay como si fuera un mocoso al que le dio por meterse al lodo vistiendo con ropa blanca, o el de JongDae, quien sigue pensando que su Hyung tiene serios problemas.

— ¡Pero no me vean así, que hablo en serio! — refunfuña abultado los labios. — Si a MinSeok Hyung le gustan tanto los gatos como para ignorar a ChenChen, ¿por qué él no se viste como uno para llamar su atención? No es un silogismo difícil de entender..., ¿no?

— A ver, Amor —comienza LuHan —, suponiendo que sea así y estés en lo cierto, ¿cómo demonios Dae se va a vestir de gato?, ¿un disfraz de Gatúbela, quizás? — la imagen de él vestido en un traje de látex negro lo hace estremecer.

— No necesariamente.

— ¿Entonces? — Es JongDae el que pregunta esta vez.

YiXing no responde. En su lugar se limita a sonreír sin que se le lleguen a marcar los hoyuelos y se levanta de la silla. Tanto LuHan como JongDae se miran entre ellos desconcertados cuando lo ven desaparecer por el marco de otra puerta, a la habitación, y se quedan aún más extrañados cuando a los minutos regresa con una bolsa de tela rosa en las manos.

— ¿Qué es eso?

— Algo que tenía para Lulú, pero creo que tú lo necesitas más en este momento. Tómalo como un regalo para ti y Min-, para Hyung. — Rectifica a último momento, no queriendo recibir ningún otro golpe.

Ninguno de los dos chicos comprende a qué demonios se refiere el chino con eso, pero apenas la diadema con orejitas de gato falsas y una colita larga y afelpada se muestran, todo queda más o menos claro. Por supuesto, JongDae se ha puesto a boquear como pez fuera del agua y a LuHan se le han subido todos los colores al rostro. Y sin embargo, YiXing los mira expectante.

Por fin, luego de que el aturdimiento se esfume lo suficiente como para armar una oración coherente, Chen habla.

— ¿Qué diablos se supone que haga con eso?

YiXing, que está a punto de responder, se ve interrumpido por un LuHan completamente avergonzado y sonrojado hasta las orejas cuando le lanza una naranja del tazón de frutas sobre la barra.

— ¡Pervertido! ¿Cómo se te ocurre salir con eso? ¡Sal de aquí, ya!

— Pero...

— ¡Ahora, Zhang!

YiXing no puede siquiera replicar. En menos de lo que se imagina, LuHan ya lo ha empujado fuera de la cocina hasta llevarlo a su habitación y encerrarlo ahí.

— ¡Y no salgas!

LuHan puede escuchar claramente una risita divertida a la que le sigue un "Te amo, Hannie" al lado contrario de la puerta, pero no hace nada más que apretar los labios y tragarse las ganas de hacerlo dormir en la tina del baño. Y es que muy, muy en el fondo, la idea de las orejitas le ha llamado la atención. Pero bueno, no es algo que vaya a admitir de buenas a primeras.

Soltando el aire de manera brusca, se gira sobre sí mismo y regresa a la cocina con JongDae. El chico está donde mismo mientras examina con curiosidad los accesorios. Parece entretenido acariciando el material negro del que están hechas las dos cosas que YiXing ha traído y LuHan, aprovechando el hecho de que el menor todavía no lo ha visto regresar, se detiene a pensarlo por un momento.

Desde su lugar, el color de los aditamentos luce prácticamente idéntico al tono de cabello que JongDae tiene y el suave tintineo de la cadena que cuelga de su cuello lo hace ponerse imaginar qué tan bien le quedaría una gargantilla. También se le pasan por la mente todas aquellas veces que MinSeok ha comparado la sonrisa de su pareja con la del gato de Cheshire y cuando menos lo nota, se encuentra pensando que tal vez disfrazarse de gato sí es una buena idea.

JongDae levanta la vista justo en ese momento y al instante se arrepiente de haber ido a casa de LuHan en primer lugar. La sonrisa cómplice del chino lo hace temer anticipadamente y mierda, en cuanto suelta esas palabras siente que le acaban de dar un derechazo en el rostro.

— Dime, ChenChen, ¿crees que a Min le gusten los cascabeles?

Notas finales:

Soy malo y eso es bueno yo jamás seré bueno y eso no es malo(?)

Muajajaja >:D Les voy a cortar el rollo aquí. No es nada personal (?) pero esto se extendió bastante y desde mi perspectiva, se hace hasta tedioso leer cuando el capítulo es extremadamente largo, idk.

Honey, querida, luego de casi nueve meses de espera, aquí está :'D Perdón por la demora y x2 si es menos de lo que esperabas </3 

Whatever, el fic ya está terminado, sólo falta ver qué tal.

Besitos tronados, beibis ;*

 


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