— ¡Papá! ¿¡Por qué no!?
— Porque no quiero
— Estás siendo irrazonable... ¡Eso no es una respuesta!
— ¡Claro qué la es! Fin de la discusión.
Posó la mano en la manija de la puerta, sólo para ser detenido por el mismo.
— Por favor...
— ¡Ya te dije que no saldrás con Wade! — gritó Tony —. ¡Y punto!
Peter azotó la puerta, no tendría caso pelear con su padre, no saldría con su consentimiento. Pero ahora, ya no lo quiere, pensaba salir de todos modos.
— ¡Steve! ¡Mira a tu hijo! — quejó el castaño cuando escuchó el seguro de la alcoba de su también hijo puesta —.
Al rubio no le interesaba mucho participar en esa pelea, bueno, de hecho si, pero prefería evitar pelear con Tony, pues él cuando se arraigaba a una idea no la soltaría hasta que el capitán lo aceptara.
— Lo estoy... — se limitó a decir.
— ¿No vas a decir nada al respecto?
Tony se cruzó de brazos, a Steve no le gustaba ver a su castaño enojado.
— Yo creo que...
— Crees que...
— Que...
— ¿Qué?
— Deberíamos dejar que Peter salga con Wade.
Tony abrió los ojos de mal manera y Steve hacía su mayor esfuerzo por poner una expresión que lo convenciera.
— ¡¿Qué?! ¿¡Estás consciente de lo que estas diciendo!?
— Si lo...
Interrumpió
— ¡No permitiré de ninguna manera que un hombre como él salga con nuestro hijo!
Peter escuchaba todos los gritos de su padre, les restó importancia y quejándose mentalmente tomó su teléfono.
Peter: Mi Wade, no podré ir...
Texteó y en segundos obtuvo una respuesta.
Wade: ¡¿Por qué?! ¿Qué pasó? D:
Peter: Mi padre no me deja salir...
Wade: Si quieres entro a tu casa para hacerlo "razonar"
Peter: ¡No! D:
Wade: Está bien...
Peter: Yo de verdad quería ir Wade :(
Wade: Ya te dije que puedo ir a tu casa.
Peter: No, Wade, no quiero que le hagas nada a mi padre.
Wade: Está bien :(
Peter: Ni siquiera puedo escapar, estoy en el sexto piso, haré mucho ruido :'(
Wade: Oh Peter, puedo ir y gritar "¡Rapunzel, arroja tu cabello!"
Peter: No.
Wade: Bueno :(
Wade: Pero... puedo esquivar a Jarvis y ponerme tan cerca como para que bajes Peter ;)
Peter: No lo creo... escapar de Jarvis no es tan sencillo.
Wade: Te prometo que no dejaré que nos descubra...
Lo pensó un momento.
Peter: Está bien... Ahora salgo.
Botó el celular en la almohada, alistó algunas cosas en una mochila, por si acaso.
Se asomó por la modesta ventana y encontró lo esperado.
Un galante Wade extendiendo sus manos en espera de un chico, de Peter.
Hizo una seña y tiró su mochila, luego, se sentó sobre el filo de la ventana.
Suspiró con temor, no debía hacer ruido, sería descubierto pronto y no podría escapar.
Wade aún lo miraba listo para acogerlo en sus brazos.
Uno, dos y tres... Al fin saltó.
~
— ¿Y qué quieres que haga al respecto? — intuyó Steve.
— Pues que vayas, hables con él para que entre en razón, no quiero castigarlo. Tendría que...
Tony paró en seco... ¡¿Su teléfono?! ¡Seguro habló con Wade!
Corrió hasta su cuarto con la llave maestra y...
Su teléfono estaba en su cama, pero él no...
Se asomó instintivamente por la ventana, ahí estaba, en brazos de ese hombre al cual no quería ni nombrar corriendo fuera.
Se mordió el labio. Tenía que alcanzarlo, iría por su traje.
Steve trató de detenerlo, debía pensar en algo que lo pararía.
— Tony, déjalo...
— ¡De ninguna manera! Ese tal Wade me va a cono...
Fue detenido por un beso de Steve, siendo callado a por su voluntad.
Steve era alguien tímido en esas cosas, jamás le había robado un beso de esa magnitud, todo el enojo que había en su cabeza desapareció con un toque de labios.
El primero en detenerse fue Steve.
— Tony, no te enojes... ya volverá, disfrutemos la casa sola...
El castaño asintió a su esposo, quien tomándolo en brazos lo llevaba a su alcoba victorioso.
Capitán siempre gana.
~
— Te adoro Wade — exclamó Peter en los brazos de aquel hombre.
Wilson sólo lo bajo y le dio un corto pero pasional beso.
— Gracias por venir...
Peter asintió avergonzado caminando junto al su lado.
Conoció a Wade en un trabajo particular de su lapso de estudio para ir a la Universidad, aún le faltaban unos cuantos meses para cumplir 18, mientras que Wilson ya era mayor de edad hace tiempo.
Wade empezó a frecuentar en casa del pequeño superhéroe siendo así descubierto por su padre, Tony, quién ya lo conocía aunque no se llevara tan bien, además de que ese mismo día se ganó el rechazo del mismo.
— ¿A dónde iremos? — sonrió Peter envolviendo sus brazos en el cuello de Wade.
— Hoy tengo preparado un evento muy especial, ya lo verás... — río acercandose más a él.
Otro corto beso para seguir.
Tomaron camino al ¿parque de diversiones?
Si, así era. A Peter le brillaron los ojos, adoraba esos lugares y hoy sería la primera vez que iría con Wade.
Pagaron y como un niño salió corriendo en busca de alguna atracción que le caería bien.
Antes de que Wilson parpadeara, ya estaban en la fila para la montaña rusa.
— ¿Estás seguro de esto... Peter? — balbuceó Wade al ver la rapidez del juego.
— Muy seguro... — respondió.
Sonaron las campanas dando a indicar que se acomodaran en su sitio.
Cada asiento de aquel juego contaba de 3 lugares, Peter y Wade subieron a la primera fila, aunque Wade no estaba seguro del todo.
Sonrió a Peter quien alegré yacía esperando, está era otra forma de decir te amo, moriría por él en una montaña rusa.
El miedo invadía y Peter lo notó.
— Si quieres bajamos... — murmuró dulce Peter enrollando su mano con la de su acompañante.
— Si tu quieres lo haré...
Peter sonrió, sabía que a su novio no le gustaría subirse a esto, y admira todo lo que siente al hacerlo sólo por el.
Wilson comenzó a acercarse, y Peter cerraba los ojos, sabía que venía pero...
— ¿Peter? ¿Peter Parker? — interrumpió una voz algo conocida a su lado.
Girando con brusquedad se encontró con un chico sentado a su otro lado, ya con el cinturón puesto yo con una larga sonrisa.
Matt Murdock*, su ex-compañero de instituto y un amor que creía olvidado.
—¿Matt? — balbuceó —. ¿Qué...haces aquí?
El castaño sonrió.
— Quería tomarme un rato libre, de hecho, Tony me había llamado hace unos días y me pidió si podía ir a verte para pasar el momento, te he extrañado mucho Pett.
«Sólo yo le digo así» pensó eufórico Wade.
Con todo eso que había hasta incluso se le había olvidado ese temor de subirse allí... ¿Quién era él? ¿Y por qué lo trataba así?
— ¿Quién es, Pett? — dijo Matt cuando percibió a su lado a otra persona.
Wade no dijo nada, sólo miró a Peter en espera de que el dijera algo.
— El es mi...
— ¡Ya se! — interrumpió aquel molesto chico —. Tony te ha contratado un niñero... ¡No te preocupes Pett! No tienes por qué avergonzarte
Peter iba a detener esa suposición pero el pequeño carrito para el juego empezó a moverse.
Daba inicio al recorrido, a Wade le regresó el miedo, a Peter la incertidumbre y a Matt... Bueno, Matt seguía igual.
Empezó a seguir lento, para arriba mostrando a todos allí la bajada que les esperaba.
Wilson tomó la mano de Peter dándose cuenta de qué... Matt había tomado la otra.
— ¡Oye! — gritó Wade desde casi la cima —. ¡Quita tus manos de Peter!
— ¡Y si no quiero! — gritó también.
— Chicos, chicos...
Llamó la atención y ambos sintieron lo que venía a su al frente.
Gritaron por la bajada enorme en la que habían caído y ni siquiera se habían preparado.
Allí venía la vuelta entera y ambos estaban abrazados al mismo chico.
Así mismo llegaron, Peter no disfrutó como pensó el juego por ambos hombres que no lo dejaban de apretarlo a cada segundo.
Apenas se detuvo el juego, Matt bajó ofreciendo su mano a Peter, que sin darse cuenta tenía también a Wade del otro lado en la misma posición.
Por instinto él puso a Wade en prioridad, apretando su mano recibiendo de respuesta un beso inesperado.
No quería pensar en la reacción de su inesperado acompañante, se dejó envolver en sus brazos, para finalizar con una mirada llena de nervios.
Antes de que Matt dijera algo... fue interrumpido.
El juego había empezado a moverse.
Wade río victorioso, tomó de nuevo a Peter, sin prestar mínima atención a nada, llevándolo lejos antes de que aquel volviese a aparecer.
Lo llevó de la mano hacía el puesto de dulcería, llegando con la respiración agitada.
— No pensé que los ciegos veían tan bien... Y que fueran tan molestos — comentó divertido Wade.
— No debíamos de dejarlo sólo, Wade, quizá...
— ¡Quizá nada! — exclamó sin cambiar de semblante —. Hoy es tu día, nuestro día... Por favor.
Junto con un puchero, Wilson logró convencer a Peter de seguir su camino.
Porque a pesar de todos aquellos momentos merecedores de algún golpe en el rostro, Peter siempre terminaba en merced del mismo, era una red de la que no podía escapar, pues el fue quien la tejió.
~
— ¿Y bien? ¿Estás seguro de esto? — preguntó después de un largo silencio Peter.
— Jamás lo he estado más que ahora... — río Wade.
Ambos yacían frente a la casa de Peter, o mejor dicho, en espera de los padres del mismo.
Tocaron una vez el timbre, junto con unos pasos apresurados pronto a la puerta.
Dejó ver a un desarreglado y agitado Tony, quien ahora lucía molesto.
— ¡Peter! ¡Arriba en este instante! — gritó demandante.
Enseguida se mostró a un Steve en las mismas condiciones que su pareja, sólo que este trataba de calmarlo.
— Buenas Noches, Señores Stark y Rogers — hizo una reverencia Wilson con el semblante más fresco que una lechuga.
— ¡Tú! ¿Qué haces aquí? ¡Fuera! — exasperó el castaño.
— ¡Tony! — exclamó Steve.
— ¡Papá! — igual Peter.
— ¡Suegro! — gritó Wade.
El castaño dedicó una mirada de odio pura el hombre frente a él.
Peter río tímidamente tratando de suavizar el momento.
— Vamos Papá, vayamos dentro, tomemos un té y vamos a calmarnos... Así todos felices ¿no es así?
~
Cuatro hombres, cuatro asientos, dos miradas fijas y un destino.
— ¿Y qué quiere este imbe...?
— ¡Papá! — regañó Peter a su padre.
— Este hombre... — aclaró su garganta.
— Vengo a visitar a mis suegros ¿acaso no puedo?
— No somos tus suegros — susurró entre dientes Tony bebiendo un sorbo de su té antes de llamar a su armadura de una vez por todas.
— ¿En verdad? — dijo Wade —. Ayer en la noche, junto a su hijo, no demostramos lo mismo...
Tony quizo levantarse y acabar aquella molesta conversación pero Steve lo detuvo.
— ¿A qué viniste? — habló ahora el Steve.
— Hace un tiempo que planeaba venir con ustedes para hacer esto, y después de haberlo conversado con Peter, heme aquí — sonrió —. Quiero la mano de su hijo...
Otro silencio sepulcral se creó tras esas palabras.
— ¿Su... Su mano? — tartamudeó Tony.
Wade seguía con la misma expresión de felicidad, y Peter permanecía con la mirada al suelo.
— Si, quería hacerlo formalmente con ustedes.
Se podía notar claramente como a Tony entrecerraba unos de sus ojos mientras Steve trataba de tranquilizarlo.
— Dame una razón para convencerme en darte a mi hijo... — habló jalando su taza de té de nueva cuenta.
— Ya sabe, yo amo más que a nadie a su hijo, además, yo sólo tengo ojos para él ¿entiende? Ojos... Aquel chico que había elegido para Peter no tenía ojos para nadie...
Brindó una risa, pero Tony seguía con su semblante serio.
— ¿Y usted señor Rogers? ¿Qué opina? — intuyó Wilson.
— ¿Yo? — dijo nervioso al notar todas sus miradas en él, especialmente la de su esposo —. Yo... Bueno... diría que tienen mi aprobación...
— Cállate Steve... — exclamó Tony.
— Bueno mi amor...
Peter se levantó de su asiento, con los ojos algo llorosos, y corrió a su habitación, Wade trató de seguirlo al igual que Tony.
— ¡Aléjate! — gritó Tony —. ¡Es mi hijo!
— ¡El es mi futuro esposo!
— No te creas mucho... — dijo entre dientes.
Ambos entraron a la alcoba de Peter, quien escondía su cara en una almohada y Tony y Wade peleaban por quién hablaba primero.
— No tienen que hacer esto... — balbuceó Peter a su padre en especial —. Yo... Yo sólo quería tu aprobación...
A Tony se le partió el corazón ver la imagen de su hijo así, sintiéndose terrible.
— Pete... Yo, sólo quiero lo mejor para ti — dijo Tony —. Y... Tal vez pueda darles una oportunidad...
— ¿En... Verdad? — habló Peter alzando su mirada.
— No me hagas arrepentirme de lo que te dije — río el castaño.
— Gracias papá...
Se dieron un abrazo, con Wade ahí presente, podía notar el cambio de expresión en la cara de Tony, cuando miraba a Peter, y cuando lo miraba a él.
Podía comparar ángeles y demonios en esa mirada.
— ¡Tú! — gritó Tony señalando a Wade apenas terminó su abrazo fraternal.
Acercándose a paso lento, acudió al llamado de aquel.
No se esperó que Tony lo tomará en un abrazo, el cual correspondió alegre. Bueno, no antes de escuchar en un susurro que seguramente sólo lo escuchó él... «Te atreves a hacerle algo a Peter y estarás en el nuevo menú del chifa de Loki»
Separaron el abrazo como si nada pasará y Peter soltó una pequeña risa de alegría.
— Bien... — comentó Tony dirigiéndose a la salida del cuarto —. Será mejor que planees bien esa boda, mucho cuidado...
— No se preocupe señor Stark...
Sonrió y salió de la habitación, Wade también lo hizo y despidió a Peter antes de salir tras Tony.
— ¡Señor Stark! — gritó, recibiendo la atención del castaño —. Gracias... por...
— No me lo agradezcas, lo hago por Peter.
Wade río, conduciéndose a la puerta.
— No se preocupe, llegó virgen al matrimonio...