Era una noche mas en la que el delgado cuerpo de Do Kyungsoo temblaba por las noches intentando controlar su llanto, en su mente seguía preguntándose ¿Por qué? ¿Por qué tenía que parecerle apuesto otro hombre? ¿Por qué aunque quisiera su cuerpo solo reaccionaba con él? Tenia 11 años, pero incluso el sabía que eso estaba mal, miles de veces había escuchado en la iglesia, que las personas que gustaban de los de su mismo sexo estaban mal, eran anormales, y el no quería ser uno de esos, no quería lastimar a sus padres, ni a sus amigos, ¿Qué pensarían de él si supiesen como es? Negaba entre lagrimas, porque eso no podía ser, debía ser una confusión, una etapa, se repetía tratándose de calmar, pero incluso en ese estado el sabia que no era así, muy en el fondo lo sabia, pero seguía mintiéndose, pretendiendo ser fuerte, quebrandose cada día más.
Fue a los 12 años la primera vez que tuvo sexo con una chica, era una amiga de la infancia, ella había insistido en que el le gustaba desde hace mucho, pero el no sentía nada por ella, había fingido ser su amigo todo este tiempo, estaba aburrido, y ella se encontraba frente a el rogándole, insistiéndole, que haría cualquier cosa para demostrarle que lo que decía era cierto; que mas da, se dijo así mismo, si ella aceptaba, experimentaría algo nuevo, sino, simplemente lo dejaría, no es como si fuese importante para el de todos modos.
-Si tanto te gusto, ten sexo conmigo- el pelinegro pudo ver las mejillas de la chica pintarse en un tono cereza y su mandíbula caer, en una expresión de sorpresa- lo sabia solo juegas conmigo- con el rostro calmado se giro dando unos pasos, pero cuando estaba ya algo lejos de ella se detuvo.
-L-lo hare- dijo prácticamente en un grito, sacando una sonrisa socarrona en el de tez clara.
Y fue ahí...
en el deposito del gimnasio...
donde sucedió.
Pero nada, él simplemente no sentía nada, se maldecía una y otra vez, por mas que el lo deseaba, nada pasaba, aun así, después de esa primera vez, no quiso detenerse, cualquiera era un buen medio para distraerse, cada noche se insistía aquello, pero de todos modos, el vacío que sentía en su pecho no conseguía llenarse, pensó en de pronto tener una novia, pero después de unas semanas se había aburrido de hacerlo solo con ella, cada noche se volvía mas tortuosa que la anterior, y aunque quisiera evitarlo no podía, las lagrimas caían una y otra vez por sus mejillas, marcando un profundo surco en su piel nuevamente, cada día pensaba en la mierda que era y en como nunca creyó llegar a ser así, en ese tiempo su padre se fue de casa y nunca mas regreso, vio a su madre llorar y se culpo así mismo, sin poder derramar mas lagrimas por ese asunto, su padre se fue por su culpa eso lo sabia, seguro se había enterado de lo que el era.
Y fue ahí cuando lo conoció, vio unas fotos de unos chicos con sus brazos rasgados, por el paso de una cuchilla en ellos, le dio escalofríos, incluso podría decir que miedo, pero algo lo llamaba y después de haber leído algunos comentarios acerca de lo bien que se sentía, lo intento.
Fue un día después del colegio a sus 13 años, su mamá al igual que otros días no estaría en casa, y daba igual, aunque estuviera estaba tan ocupada llorando aun por su padre, que no le prestaría atención, se encerró en el baño, con todo lo que el creía suficiente, una cuchilla que minutos atrás había desatornillado de su sacapuntas, y unas toallitas en caso de que saliera mucha sangre, después de reunir mucho valor lo hizo, y joder que esos comentarios tenían razón, se sentía tan liberado, y tranquilo, como si el dolor se llevara todo su sufrimiento, al menos por esos minutos, que a partir de ahí, se harían una rutina, no podía pasar un día sin decirle hola a su nueva amiga, y a la corta, pero placentera tranquilidad que la acompañaba.
A los 14 años debieron cambiar de casa, porque con el trabajo que tenia su madre, no podían mantenerse mas en esta, diciendo adiós, a todas las cosas que sinceramente a él no le importaban, y dándole llegada a otras de las que posiblemente no se arrepentiría.
El día que llegaron conoció a un niño, que al parecer seria su vecino, le parecía molesto y demasiado sonriente para su gusto, quería golpearlo, ¿Qué razones tenia para estar tan feliz? Se repetía en su cabeza una y otra vez, quien diría que conforme pasara el tiempo esa alegría se iría pasando a el dulce Do Kyungsoo, que se había estado convirtiendo en una esfera de oscuridad, aquella rutinaria tortura diaria se había detenido, para que la necesitaba si había encontrado mejores formas de liberar su estrés, había encontrado a alguien que lo aceptaba como era, o bueno casi, nunca le diría eso, eso era su secreto, si se lo dijera, el pelinegro no soportaría ver alejarse a su pequeña esfera de alegría.
Fue a los 15 años, mientras se quedaba en casa de el menor que no lo soporto mas, y termino diciéndoselo, espero todo, excepto la dulce sonrisa de su amigo diciéndole que todo estaba bien.
-¿Es eso? ¿En serio? Creí que seria algo malo de verdad, Dios me habías asustado- una sonora risa por parte del castaño, logro que todo el nerviosismo de su cuerpo desapareciera.
-¿Acaso no crees que estoy enfermo?- el rostro del menor se enserio, mientras su mano derecha terminaba en el rostro del pelinegro.
-No vuelvas a decir eso, ¿Qué tiene de malo? Solo eres tu siendo tu mismo- después de eso, el de tez pálida no pudo retenerlo mas, y dejo caer lagrimas de sus ojos, el castaño menor intento acercarse a consolarlo, pero después de el regaño que recibió por siquiera intentarlo, supo que dejar a kyungsoo solo mientras se calmaba era lo mejor.
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El de labios acorazonados abrió lentamente sus ojos comenzando a fruncir su ceño ante aquella intromisión, él odiaba despertar tan temprano debido a el fastidioso y brillante sol, subió un poco la comisura de su labio al recordar a alguien, el causante principal de todo este problema, precisamente un dia antes tenia que haber quitado su estúpida cortina, la cual no dejaba pasar ni un rayo de sol, ya que el anterior mencionado había tropezado con el desorden que él mismo había hecho y regado un jugo en ella, esa era una de las razones por la que el de tez clara odiaba que cualquiera fuese a su piso, en especial Baekhyun, no negaba que lo quería, pero... soltó un gran suspiro, mientras vagos recuerdos llegaban a su mente, hace mucho no había tenido un sueño como el que acaba de tener, apenas recordaba su sueño, lo que mas lograba recordar era el día que le había confesado al castaño su problema, su condición; se sentó en la cama y froto con su mano cuidadosamente su ojo derecho y en ese momento, todo el sueño vino a él.
-Rayos, hace mucho no los había tenido – susurro para si, con los labios un tanto fruncidos, mientras se quitaba las sabanas que lo envolvían, salió de su cama debía ir a comer algo, tenia hambre, fue hasta su nevera y agarro un yogurt y empezó a tomarlo lentamente, mientras saboreaba la frutilla, empezó a ordenar en su mente el aburrido día que le esperaba hoy.
Había terminado de hacer todo y estaba satisfecho con lo que veía ya su cortina seca estaba en su lugar el odioso sol no lo despertaría mañana tan temprano, además podría aprovechar para dormir todo el día, ya que este era festivo, vio la hora en su reloj que estaba situado en la pared y eran las 7 el menor no tardaría en llega, aunque conociéndolo... bufo cerrando los ojos, de todos modos empezó a hacer algo de comer, seguro al fastidioso le gustaría, una media sonrisa apareció en el rostro del pelinegro, el puede llegar a ser muy fastidioso pero así le quería, luego de un tiempo había terminado, hizo unos sándwiches de pollo, a el realmente le encantaban, los dejo en un plato y luego se dirigió a su habitación a pensar que se pondría para la fiesta, se sentó en su cama y admiro su armario y empezó a imaginarse que ropa le vendría mejor para hoy.
Había pasado un poco mas de media hora cuando al fin decidió que se vería muy bien con sus pantalones negros rasgados los cuales le hacían ver bien su trasero, y una camisa la cual era negra también y manga larga permitiéndole ocultar sus horribles cicatrices, sacudió con brusquedad su cabeza, alejo esos pensamientos debía disfrutar hoy, hace mucho que no lo hacia, oculto esos sentimientos dándose a si mismo una mirada de determinación en el espejo por su decisión, dejando la ropa sobre la cama dirigiéndose a tomar un baño. relajándose un poco en la tina, y tratando de ser un poco mas positivo, salió de tomar su ducha agarrando una toalla la cual se puso en su cintura y se detuvo frente a su gran espejo, empezó a observarse frunciendo el seño y torciendo sus labios, el no era tan lindo de eso estaba seguro, el se veía como una persona común y corriente, aunque su amigo le dijera que era muy lindo, el no podría creerle.
Se quito la toalla y la lanzo al espejo cubriendo la mayor parte, camino hacia su cama tomando su ropa y poniéndosela de forma delicada, no quería que estuviese arrugada odiaba eso en serio, simplemente era algo básico de presentación física, bueno no todos eran tan pulcros y meticulosos como él pero... bueno daba igual, ya habiéndose arreglado camino hasta el espejo quitando la toalla para poderse ver a la perfección, se miro un tiempo, torciendo su boca, se veía un tanto simple, mejor se ponía un poco de maquillaje, pero después de pensarlo supo que lo mejor era esperar a su amigo, con sus habilidades actuales en maquillaje quedaría como un payaso, o quien sabe que clase de bestia, por lo que solo tomo su celular buscando algún video para ver y no aburrirse mientras el castaño llegaba, ya estaba algo retrasado, pero no creí que fuese a demorar mucho mas.
Pero si...
Se equivoco completamente, después de media hora el pelinegro ya estaba completamente cansado de esperar, si su amigo no llegaba en los próximos 5 minutos, no saldría a ninguna parte, ya daba por sentado el hecho de que seria una mala noche y mas si su animo ya se encontraba arruinado, antes de que su cuenta terminara escucho el timbre sonar, y fue a la puerta, sintiendo su ceño tan fruncido que de seguro el castaño lo miraría con una sonrisa tonta, tratando de calmarlo, luego el le diría alguna reprimenda y el contrario aceptaría su error prometiendo no volver a hacerlo, eso ya era algo entre ambos, casi una tradición, incluyendo el hecho que esa promesa no duraría mas de 1 semana en el mejor de los casos.
Tal cual pensó, sucedió, pero al menos su animo ya no estaba tan de la mierda, era algo de agradecer, pero no, no lo haría, aun así Baekhyun sabría, eso pensaba kyungsoo y no estaba tan equivocado; ambos estaban vestidos y maquillados de una manera algo llamativa, en especial cierto castaño que amaba ser el centro de atención, a su lado kyungsoo era... Kyungsoo.
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Algo que odiaba de las fiestas, era estar rodeado de perras en busca de sexo, malditas urgidas, que no notaban su maldita homosexualidad, tener que fingir estar encantado y agradecer que las chicas lo rodearan, era una mierda, y lo era mas estar acostumbrado a aquello, algunos chicos lo miraban a lo lejos con odio, otros con admiración, mientras el, ese chico, kris, nunca supo que clase de mirada le daba, pero era una que lo ponía nervioso, era el tipo de mirada que mas odiaba, una mirada silenciosa, cuando el contrario noto que el pelinegro se había percatado de el giro su rostro y camino fuera de el lugar, y kyungsoo quiso seguirlo, quiso preguntar que clase de mirada era esa, hablar, estar a solas y de pronto, podría agregarse a la lista de chicos con los que Do Kyungsoo a follado, uno mas uno menos ya no importaba, pero al final no lo hizo, solo se quedo entre todos los chillidos fastidiosas a su alrededor.
Logro escaparse milagrosamente de esas chicas, ninguna estaba lo suficiente buena para hacerlo olvidarse de su condición por una noche, maldición, odiaba ser de esa forma, juraba que si alguien mas se le acercaba el simplemente explotaría, tal vez solo debía buscar al castaño y largarse de ahí, si, era lo mejor, e iba a hacerlo, pero... maldición esa sonrisa lo distrajo, porque le sonreía a el de esa forma, acaso eso no era ilegal, no sabia lo que provocaba en el, bueno a la mierda todo, camino hacia el dejándose llevar un poco, tal vez no era del todo malo.
-Veo que no la estas pasando del todo bien- sonríe nuevamente el rubio elevando solo una de las comisuras, a lo que el de tez pálida asiente- ¿Puedo saber el porque?- pregunta sin dejar de sonreír, haciendo incomodar un poco al pelinegro, mientras él irónicamente sonríe "Bueno empezando por el hecho de que todas esas perras siguen persiguiéndome sin saber que mi pene, no las desea, mientras mi culo quiero que lo partan en dos, si puede ser eso, o tal vez el hecho de que no dejes de sonreírme sin saber lo enfermo que estoy, y lo mal que deseo que seas tu quien me someta esta noche" si lo pensó pero jamás lo diría seria un suicidio hacer eso, cuando regreso en si noto al alto esperando por una respuesta.
-Bueno tal vez solo soy demasiado aburrido- respondió quedito, mientras creyó escuchar un "a mi no me lo parece, de hecho todo lo contrario" pero seguro solo era su imaginacion, pero si el se hubiese tenido un poco más de confianza y no estuviese evitando la mirada de el mayor, sabría que esas palabras si habían sido pronunciadas y que la mirada que le habían dado era un claro ejemplo de eso.
-¿Podría acompañarte entonces?- y el pelinegro estaba apunto de asentir, pero no lo hizo, simplemente se despidió y se fue lo mas rápido que pudo, dejando al rubio con un "entiendo" en los labios que nunca llego a soltar, y joder no se iba porque no quisiera estar a su lado, claro que quería, pero al ver quien estaba entrando por esa puerta solo deseaba desaparecer, la "novia de uno de sus acostones, de hecho ella había sido un acostón también, pero al saber que su amado novio y ex acoston se habían acostado no la hizo muy feliz, y un escandalo era lo que menos quería, corrió por todo el sitio buscando a su amigo y el imbécil de seguro era bueno en desaparecer en situaciones como estas, en un principio fue desesperación, luego odio, finalmente preocupación, ¿donde estaba? ¿le había pasado algo malo? ¿Porqué no aparecía? ¿acaso quería matarlo si? y jodidamente si, porque siempre hacia lo que quería y el que terminaba preocupado era él.
trato de hablar con varios chicos que sabia conocían a su amigo, pero cada uno solo lograba preocuparlo más y ninguno aportaba nada, ¿porque tuvo que dejarlo solo? sabia que el menor era un poco idiota (tal vez mucho) y aun así siempre lo deja solo, en primer lugar fue su culpa, la próxima vez cuidaría mejor de él, o su corazón no lo soportaría, de eso estaba seguro.
-Joder, Baekhyun- se dijo a si mismo frunciendo el ceño por quien sabe que vez en ese dia.
Pero gracias a los cielos en ese momento logra verlo, o algo así, estaba en el hombro de un chico alto, y por lo que notaba estaba mas ebrio de lo que lo había dejado la ultima vez, pero desecho todos esos pensamientos, preocupándose por el poste con patas frente a el, y la razón de que lleve a su amigo así, ¿y si lo quiere secuestrar? Bueno eso es imposible pero aun así, podría ser cualquier cosa, y eso le hacia temer, se acerco y halo, un poco brusco la camisa de el mas alto.
-Hey! podrías bajar al idiota de ahí, es mi amigo- vio al contrario dudar un poco, lo hacia enojar solo debía bajarlo para que se pudiera ir, ¿que estaba mal con el?-
-¿Cuántos años tienes?- ¿esto era enserio? Su animo ya era una mierda y el quería joderlo aun mas-
-¿acaso importa? Bájalo ya, es tarde, el ya esta mal-y si no lo haces te pateare tan fuerte que olvidaras tu nombre, pensó mirándolo con odio infinito- debo irme, ya- enfatizo haciendo temer un poco al alto, y finalmente se digno a bajar al castaño, viendo como sus ojos se abrían lentamente y al notar su presencia abriéndolos de golpe, dejándolo mas despierto que mil tazas de café, kyungsso se giro caminando rápidamente a la salida, viendo a su amigo caminar como si llevase tacones , cosa que de solo imaginarlo le hizo reír internamente.
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Ya era mas de las 5 de la tarde y se encontraba solo sin la compañía de el menor, algo le incomodaba no sabía que era, pero le picaban las manos y por mas que se rascara no se detenía, entonces cuando tomo su celular, este empezó a sonar, haciéndolo soltar de la sorpresa, al levantarlo nuevamente, noto que era su mamá, contestó sin ganas, haciéndolo por obligacion.
-Bueno bueno- escucho al otro lado de la línea y se dejo caer en la cama- si contestaste di hola, no te cuesta nada, bueno no importa, ya te gire lo de el mes, tu padre dijo que el se encargara de tu escuela esta vez, era eso, esta bien, te quiero- el solo asintió esperando que colgara pero su madre era tonta, tal vez olvidadiza, no lo hizo- cada vez es mas raro, no me habla, maldición, que hice para tener que lidiar con eso- si "eso" el era eso, nada mas que eso- no se cuanto mas podre lidiar con él al menos ya no vivimos juntos, el estrés me mataría...- escucho la voz de un hombre al fondo y decidió colgar, para que hacerse mas daño.
Se acurruco en si mismo, para luego comenzar a envolverse en su sabana, recordándole la fiesta del día anterior, mas bien, recordando a alguien de la fiesta anterior, ¿Qué habría pasado si se hubiese quedado? le habría insinuado algo, o aquel chico lo habría iniciado, no sabia pero odiaba no haberlo averiguado por esa perra, de la cual ni siquiera recordaba su nombre, pero si lo mal que lo hacia, llegaba incluso a darle risa, bueno después de recordar algo tan desagradable decidió llamar a su novio, del cual si recordaba el nombre, Hongbin, lindo nombre, lindo pene, lindos movimientos.
Nuevamente tomo su celular y busco su nombre, no era mucho de repetir, pero no estaba de ánimos para buscar a alguien esa noche, y el moreno había sido una gran compañía, al llamarlo el contrario no demoro ni 5 segundos en contestar, tal vez algo había hecho bien.
-K-kyungsoo?- pregunto nervioso.
-Hongbin ven a mi apartamento- se limito a decir.
-C-claro, había estado esperand...- colgó, no le interesaba esa charla basura, solo iban a coger, ni siquiera eran amigos, si habían hablado 2 veces era demasiado, claro sin contar las charlas sin sentido que surgían en medio del sexo, si es que se podía considerar charla a eso.
No había pasado ni media hora cuando el timbre del mas bajo era atacado, al abrir ni siquiera le dio tiempo de responder cuando el de mayor altura ya estaba atacando sus labios, cosa que agradeció si no había charla era mejor, menos tiempo para arrepentirse, ya lo hecho, hecho estaba, el portazo que sonó no llego ni siquiera a separarlos, ellos estaban bastante ocupados, en una caminata torpe hasta la habitación de el de tez pálida, no tardaron en deshacerse de la ropa, iban al grano, rápido y sin rodeos, el moreno logro posicionar al pelinegro boca abajo dejando su trasero alto y respingado sin ningún problema, dejando sonar una fuerte nalgada.
-¿Por qué me colgaste kyungsoo?- pregunta en un tono inquisitivo- has sido un niño malo, y tendré que castigarte- susurro pegando sus labios al cuello de kyungsoo y joder, ese tono le encantaba, le volvía loco, y Hongbin lo sabia, tal vez por eso seguía repitiéndolo con él, pero se temía que hoy seria la ultima repetición, por lo que lo disfrutaría al máximo.
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había pasado un mes desde la fiesta, y kyungsoo se sentía como siempre, mientras el castaño cada día era mas feliz, y eso alegraba a kyungsoo, pero a la vez no podía evitar sentirse celoso y envidioso, celoso, por la atención robada de su amigo que ya no era para el, y envidioso, porque él también quería ser así de feliz, aunque lo dudaba, pero ese día tenia una razón para ser medianamente alegre, había fiesta en la casa de kris y aunque se lo negara así mismo ese rubio había, de alguna manera, captado su atención, y eso lo enojaba, pero le hacia sentir algo vivo, porque el creía no poder sentir nada mas allá del sexo, después de todo era lo único que conocía, estaba emocionado y quería que ya fuera de noche, las clases habían terminado y el, como hace mucho no hacía salió con una brillante sonrisa por la puerta principal de el colegio sin preocuparse por las miradas extrañadas de sus compañeros, pero si de la de cierto capitán de el equipo de basketball, que lo miraba con la misma sonrisa de aquella vez y la misma mirada que no conocía y se moría por hacerlo.
Parecía ser una noche tranquila, esta aliviado y se podía decir que un tanto feliz, pero Kyungsoo no es de los que demuestra felicidad con una agradable sonrisa en su rostro, sino que su ceño parecía fruncirse menos veces por segundo de lo que usualmente haría, se sentía bien, todo estaba bien pensó, y maldita sea se arrepintió en el instante al notar el estado en el que se encontraba su amigo, joder un Baekhyun borracho era un Baekhyun volátil, en el idioma de el de tez pálida solo podía significar una cosa "PROBLEMAS" y no, no simples problemas, en realidad PROBLEMAS con todas sus letras en mayúsculas, aunque nunca se imagino que esa noche terminaría de esa manera.
-En serio como me da asco la gente gay- y solo eso basto para que su pesadilla iniciara, su corazón comenzó a acelerarse, cerrando los ojos un poco, no dejaría que le afectara, después de todo no hablaba de el en concreto, pero sabia que eso si molestaría a alguien mas, cierto castaño, con un nivel etílico mas elevado del que debería tener tan temprano en esa noche.
-¿Que estas diciendo imbécil? atrévete a repetirlo- y maldición el pelinegro temió, temió de una forma que a cualquiera le rompería el corazón.
-Calmate baek, todo esta bien, ¿si?- y ya había aparecido su risa nerviosa esa que solo Baekhyun conocía, porque era al único que no temía mostrarse débil, aunque en este momento si, un poco si, demasiado si, mucho.
-¿Qué acaso no puedo ser sincero y decir lo que muchos de esta sala pensamos?... ¿o es que acaso eres uno de esos?- el de ojos grandes y levemente aguados, agacho la cabeza, como hace mucho no hacia, ocultando una sonrisa rota y una lagrima que no logro contener, limpiándola de forma rápida e imperceptible para todos, aunque no para el castaño, que miraba ahora con incluso mas odio que antes al desgraciado frente a el.
Una gota fría recorrió la frente del pelinegro, haciendo un surco por todo su rostro , hasta llegar a su barbilla y descender a su cuello, desapareciendo en su ropa, por que esto era malo, era un terreno peligroso e inestable, un terreno que no debería ser tocado, y aun así ya había sido profanado, lo que nunca quiso confesar, lo que nunca quiso escuchar... "Gay" el secreto que tanto temía siendo revelado por su persona favorita... todo esto en resumen era... sin dudarlo, solo una palabra que odiaba tener que volver a recordar... depresión.
Sin dudarlo ni un solo segundo empujo el cuerpo de su amigo, comenzando a soltar palabras de odio que estaba seguro ni siquiera pensaba, porque era su mejor amigo, un tanto fastidioso pero aun así único y especial para él, sabia que era un error, que el nunca quiso decirlo, pero aun así sus lagrimas ya están rebosando de sus ojos, mientras sus manos se forzaban a seguir intentado limpiar y ocultar lo que ya había sido revelado, las burlas no tardaron en llegar, y lo único que el atino a hacer fue correr, alejarse de todos allí, huir, huir de si mismo, y de los demás, de todo y a la vez de nada; encontró una habitación deshabitada y entro, cerrando la puerta y apoyándose en esta, dejándose caer al sentir que sus piernas no lo resistirían mas y comenzando a llorar con toda su fuerza al notar que estaba perdido, y … solo, se abrazo a sus propias piernas pensando una forma de poder salir de esto, pero no se le ocurría nada, y mientras deseaba encontrar la salida, su mente solo lograba hundirlo mas, no quería pensar mas por que pensar era solo recordar, y recordar era algo que no le gustaba; cada vez hundiéndose mas en sus pensamientos, y cada vez haciéndose mas daño, comenzó a sentirse adormecido, cuando se hubo acostumbrado al ardor de sus ojos.
-Kyungsoo, ¿Estas aquí?- ¿Baekhyun? Se pregunto inmediatamente, pero la respuesta era obvia, esa no era la voz de Baekhyun, era mucho mas gruesa y rasposa – Maldición, si estas aquí responde, estoy preocupado, llevo un rato buscándote por toda la casa, ya todos se fueron, se acabo la fiesta, así que, ábreme, si estas aquí, ábreme- y el simplemente no se pudo negar al escuchar ese tono tan suplicante, y menos al reconocer la persona de la cual provenía esa voz, por que tal vez, al menos por un instante, podría olvidar sus preocupaciones, olvidar todo lo que acababa de pasar hace un momento, dejarse llevar y ser la perra que siempre era.
-Lo siento- susurro mas para si mismo que para el contrario, secando en vano sus ojos nuevamente, a lo que el rubio solo logro hacer una pequeña mueca de tranquilidad, al menos estaba bien, o algo así.
-Me tenias preocupado- hablo en un tono un poco mas bajo que la anterior vez, entrando en la habitación y cerrando la puerta tras si- siento que eso haya pasado, ¿Estas bien?- pregunto dejando ver demasiado curiosidad entre sus palabras cosa que llamo la atención del pelinegro.
-¿Tu que crees kris?- pregunto con una sonrisa irónica en su rostro, tratando de restarle atención a sus preocupaciones respecto a él- ¿te parece que estoy bien? ¿Cómo luzco para ti? eh- volvió a preguntar bajando el rosto, tratando de ocultar su deplorable aspecto, pero que ante los ojos del mayor solo conseguía lucir adorable, y esa misma era su perdición, pero no se lo dirá, solo sonreiría y callaría, acercándose un paso a la vez, mientras sus ojos no perdían de vista su objetivo.
-Supongo que no, ¿cierto?- soltó un pequeña risita cansada, mientras tomaba con ambas manos el rostro del mas bajo, acunándolo entre ellas y limpiando las lagrimas que insistían en caer, levanto el rostro contrario mostrándole un pequeña sonrisa, y al recibir una sonrisa de vuelta que nunca espero, no pudo contenerlo y acerco sus labios a los impropios, uniéndolos suavemente, kyungsoo nunca espero eso, porque... ¿Por qué el líder de el equipo de basketball se fijaría en el? ¿Teniendo a tantas personas porque él? En primera ni siquiera pensaba que fuera gay, y aun así, aquí se encontraba, besándolo delicadamente, calmando lentamente su dolor, y el no se negaría, porque, ¿Quien era el para interrumpir a el mayor?
Una vez ambos se separaron, el rubio no se detuvo, continuo dando besos por todo el rostro del de tez pálida, limpiando el surco que anteriormente habían dejado las lagrimas, las mismas que después de eso dejaron de caer, haciéndole el trabajo mas sencillo al mayor, kyungsoo por su parte se sentía mas relajado, incluso deseaba sonreír en ese momento, pero no lo haría porque el no era de esos, y no quería ceder ante una felicidad momentánea.
Después de eso no necesitaron palabras, cada uno sabia que hacer, y como hacerlo, solo debían dejarse llevar, tocar lo que quisieran, probar lo que quisieran, deleitarse y satisfacerse hasta saciarse, y era lo que hacían, el mayor aferrándose de los muslos delgados contrarios, y el menor disfrutando cada toque proporcionado por el rubio, dejándose lo claro ante cada marca dejada en su espalda, no tenían ninguna razón para contenerse y por lo mismo no lo harían, cada vez más profundo, mas unidos, mas ellos, mezclándose fluidos unos con otros, respiraciones entrecortadas, palabras a medias, besos apasionados, entorpeciéndose a ratos, corazones acelerados, y deseos complacidos, esa noche habían sucedido tantas cosas, y tantos secretos que jamás saldrían de esas cuatro paredes, que morirían con esa cama y vivirían en sus conciencias, tantas cosas que se desearían olvidar, pero de las cuales se guardara el recuerdo para siempre...
Y esa noche nuevamente Kyungsoo lloro hasta quedarse dormido, esperando que la persona con la que había compartido cama esa noche no lo notara, porque le aterraba mostrar su debilidad nuevamente, hoy había quedado expuesto, tanto el como sus sentimientos y lo odiaba porque el no era débil, se había obligado a construir una coraza tan fuerte como el hierro, y tan difícil de penetrar como una fortaleza, pero la cual en su interior tenia a la persona mas dulce y frágil, con un corazón de papel, que tal vez si alguien se esforzara lo suficiente podría llegar a conocer.
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-Gracias por lo de anoche – hablo en un tono bajo, pero suficiente audible para el adormilado mayor- realmente necesitaba eso - pronuncio el de tez pálida, que hoy incluso parecía mas pálida que cualquier otro día, mas para si mismo que para el contrario - y no te preocupes no hay nada que explicar, se que fue algo de una noche y ya, todo esta claro para mi- ambos respiraron de forma pesada, uno al hablar y el otro al escuchar.
-Kyungsoo- llamo al contrario quedandose casi sin voz- no quiero que sea solo algo de una noche, en realidad - se levanto de la cama sin pudor, importandole muy poco si el menor le veia nuevamente desnudo- me gustas- y esas palabras bastaron para que las mejillas palidas tomaran un poco de color, girandose con rapidez kyungsoo evitando que kris lo notara.
-Yo... mmm- el mas bajo de ambos mordio su labio inferior un poco dudatibo- esta bien, supongo, no importa... creo que, no hay problema- susurro confundido, causandole ternura al rubio, mientras kyungsoo mentalmente se regañaba al no saber que contestar, no recordaba haber estado en una situacion asi, en la que le costara rechazar a alguien.
-Acaso...- una medio sonrisa aparecio en el rostro del mayor- ¿Acaso no entendiste a lo que me referia? quiero decir, no, no te preocupes- comenzo a temblar su voz sintiendose un poco nervioso- es mi culpa, debi ser mas claro, ¿Cierto?- entecerro sus ojos haciendo mas grande la sonrisa- ¿Quieres empezar una relacion conmigo?- pregunto sin vacilar, atacando a kyungsoo por sorpresa, abrio sus ojos tanto que sentia que en cualquier momento se saldrian.
-Creo que... lo pensare- "o algo asi" penso lo ultimo para si, sabiendo cual seria su respuesta al final, una facil y sencilla negativa, pero al menos debia parecer que lo pensaria, eso creyo, ser demasiado directo daña a la gente, cosa que antes no le había importado y que ahora de alguna manera parecia que si lo hacía, le resto importancia a aquello y recogio su ropa comenzando a vestirse.
-Eso me basta- susurro kris para si mismo- por cierto, ¿hice algo ayer que te hiciera sentir mal?
-No ¿Por qué lo preguntas?- kris nego, dejando con duda al pelinegro-
-Nada solo... olvidalo-
"Olvidalo"
"Ol-Vi-Da-Lo..."