Luego de la muerte de Papá, mi Madre no había vuelto a sonreír, comenzamos una nueva vida en un lugar lejano, al principio había sido difícil, pero poco a poco mamá logró salir adelante, hizo varias amigas, trabajaba mucho, así que yo hacía lo mejor para no darle problemas a pesar de que siempre había sido el foco de las burlas, en primaria no tenía amigos, todos los chicos solían burlarse por mi sobrepeso, se reían a mi espalda y lanzaban comida a mi pupitre, nunca tuve el valor para enfrentarlos así que me mantenía en silencio, limpiaba mis lágrimas y luego lavaba mi rostro, no quería preocupar a mamá, si ella era feliz yo también debía serlo, cuando mamá pasaba por mí a la escuela siempre me miraba con una gran sonrisa, la cual yo solía imitar, besaba mis mejillas, aquellas que tanto me avergonzaban y preguntaba ¨¿qué tal tú día?¨a lo cual siempre respondía con un ¨¡Genial! Hoy el profesor de matemáticas me felicitó, dijo que yo era el mejor de la clase¨ o cosas por el estilo. Mamá estaba orgullosa de mí, los profesores solían decir que yo era un excelente alumno.
Cuando cumplí 10 Mamá quiso hacerme una fiesta de cumpleaños, para esa fecha solíamos pasarla en casa de la abuela o íbamos a algún parque de diversiones, aquel día ella descubrió que no tenía ni un solo amigo, había invitado a cada chico de mi clase pero ninguno apareció, ahí pude ver la tristeza en su rostro mientras me abrazaba y decía ¨descuida, algún día tendrás un montón de amigos y serán mucho mejores que esos chicos de tu clase¨
Cuando entré a la secundaria ilusamente pensé que las cosas podrían cambiar, pero no fue así, por el contrario, cada día era peor al anterior, los chicos solían llamarme cerdito, me golpeaban en lugares donde las marcas no fueran visibles, me lanzaban bolas de papel ensalivadas durante las clases, incluso habían metido mi cabeza al inodoro diciendo que debía vomitar tanta comida que ingería.
En mi segundo año conocí a Luhan, un chico que venía desde China, a él no le importaban mis apodos ni lo que decían de mí, al poco tiempo nos hicimos amigos, me gustaba pasar tiempo con él, era la primera vez que tenía un amigo y me gustaba tener alguien con quien pasar el tiempo, incluso lo había llevado a casa, Mamá estaba realmente feliz, ella adoraba a Lu, solía decir que era un chico muy dulce, pero no todo fue color de rosa, los chicos que se burlaban de mi comenzaron a decir que Lu era mi novio, de ahí en adelante los golpes y maltratos se volvieron aun peor ¨miren ahí viene el cerdito con su novia¨ decían cuando nos veían pasar, yo pensé que a pesar de todo Lu seguiría siendo mi amigo, pero yo mismo fue quien se alejó de él, realmente me dolió dejarlo, pero era lo mejor para él, ya que en aquel entonces habían comenzado a golpearlo, rompían sus libros y lanzaban sus cosas por la ventana, el solía decir que no había problema, pero no era así y lo supe cuando lo encontré callando sus sollozos en el baño.
Para el tercer año todos comentaban lo asqueroso que yo era, Lu ya no estaba conmigo, estábamos en clases diferentes, él tenía nuevos amigos, parecían buenas personas, solía verlo reír con ellos durante los recesos, eso de alguna forma me hacía feliz, pero cada vez que nos encontrábamos solía dedicarme una triste sonrisa, mientras sus amigos me ignoraban para evitar problemas, el año pasó lento tanto que llegué a odiarlo, mi calificaciones eran las mejores por ello los abusivos ahora me obligaban a hacer sus trabajos y tareas, cada noche lloraba en silencio dentro de la oscuridad de mi cuarto, lloraba todas las lágrimas que durante el día contenía.
Durante el último año mamá falleció y todo perdió sentido para mí, ella era mi todo, mi apoyo incondicional, por quien me esforzaba para ser el mejor de la clase, por ella contenía mis lágrimas para verla feliz, desde ese entonces mi mundo entero se desmoronó, ya no me importaba nada, sin mamá solo era un estorbo para todos, mis compañeros solían recordármelo cada día, ¨¿por qué no te mueres igual que tu querida mamita?¨ ¨ve y cuélgate, así no tendremos que ver tú feo y gordo rostro nunca más¨ en aquel momento realmente pensé en hacerlo, ya estaba cansado de todo, sin mamá nada tenía sentido, sin ella no tenía más razones para sonreír cada mañana, pero era un cobarde que ni siquiera tenía el valor de terminar con su propia vida.
Uno de esos días iba camino al baño de la escuela, no noté que era seguido por mis compañeros, una vez dentro pude ver a dos chicos esperándome dentro mientras tres estaban tras de mí, ahí me golpearon hasta cansarse, lanzaron alimentos mal olientes sobre mi mientras se burlaban y pateaban mis costados, aquel día no les importó que los golpes fueran visibles, sabían que al llegar a casa nadie se preocuparía por mí, golpearon cada parte de mi cuerpo mientras yo lo único que podía hacer era aguantar las ganas de llorar mientras sus risas solo lograban que me sintiera más miserable, se detuvieron al ver que alguien entraba al baño mientras yo era un ovillo en el sucio suelo. ¨ve al otro baño, aquí estamos ocupados¨ comentó uno mientras el resto reía, ahí fue cuando el chico pareció notar mi presencia, se acercó a mí y preguntó ¨hey ¿estás bien?¨ no pude alzar mi rostro para verlo, todo mi cuerpo dolía horrores, pero nada era más fuerte que el dolor que sentía en mi pecho, imaginaba a mamá como mi ángel de la guarda ¨lo siento mamᨠdije casi en un susurro mientras las lágrimas bajaban por mis regordetas mejillas, no quería que ella me viera así, por el silencio del lugar los chicos lograron oírme y rieron con más fuerza ¨Lo siento mamá, no puedo dejar de atragantarme con comida¨ ¨De seguro tú mamá se enfermó de solo ver tu asqueroso cuerpo¨ los oí decir, pero un grito me asustó por completo ¨¡Basta!¨ dijo el chico que había entrado hace poco ¨Ustedes son los asquerosos, no entiendo cómo puede existir gente como ustedes¨comentó, yo solo podía oír sus palabras puesto que mi parpados pesaban demasiado ¨No te metas en lo que no te importa¨ ¨¿Acaso también quieres recibir una paliza?¨ preguntaron, desde ahí solo pude oír algunos quejidos y golpes, pensé que estaban golpeando al chico que había intentado ayudarme, eso me hizo sentir peor y recordé cuando encontré a Luhan conteniendo sus lágrimas en el baño, ¨no merezco la ayuda de nadie, solo sirvo para causar problemas¨ pensé mientras perdía la conciencia poco a poco.
Al despertar me encontraba en la enfermería, ahí la enfermera me entregó un bolsa con hielo y un par de analgésicos, noté que todas mis heridas habían sido curadas, le agradecí mientras tomaba las pastillas, ¨hay un chico que vino a verte, luego puedes volver a casa¨ al oírla me asusté y ella pareció notarlo, descuida, es quien te trajo¨pensé que si me había llevado hasta ahí al menos debía agradecerle, la enfermera lo hizo pasar mientras ella salía, se trataba de un chico un poco más alto que yo de cabello negro.
¨Hola, mi nombre es Jongdae, fui quien te encontró en el baño con esos matones¨ comentó mientras se acercaba a acariciar mi cabello, al verlo tan cerca me tensé y pareció notarlo ya que de inmediato se apartó
¨Gracias por traerme, lamento haber sido una molestia¨ dije sin mirarlo, aquel chico era bastante delgado, no podía imaginarlo cargándome hasta ahí
¨No digas eso, no eres una molestia¨ sus palabras me sonaban a mentira, pero no pensaba decir nada, era mejor así, después de todo me había ayudado ¨Mmm… disculpa, ¿Cuál es tu nombre?¨pregunto evidentemente incomodo, dudé un poco en responder
¨Kim Minseok¨ dije mientras trataba de entender a aquel chico ¨será mejor que te vayas, de seguro ya entraste a clases¨
¨Descuida, las clases ya terminaron¨ Miré la hora incrédulo, aquel chico tenía razón, ya era bastante tarde
¨Aun así, si te ven conmigo tendrás problemas¨
¨ ¿te refieres a los matones del baño? No hay problema, se cuidarme, además ya les di una paliza cuando te encontré¨ me sorprendí al oírlo, ya que yo esperaba ver un chico igual de apaleado que yo
¨Gracias por todo¨ Musité mientras me ponía de pie ¨debo irme¨
¨Espera, estas muy débil para caminar¨ mientras decía eso tomó mi brazo para posarlo en sus hombros, de inmediato me aparté ¨no te asustes, solo quiero ayudarte¨
¨deberías hacerle caso¨ comentó la enfermera mientras entraba ¨Jongdae es un buen chico, no va a lastimarte¨
¨No quiero molestar a nadie, puedo ir solo¨
¨No es un problema, además quieras o no terminaré por acompañarte¨ no quise decir nada, solo comencé a caminar luego de despedirme, aquel chico caminaba a mi lado mientras no paraba de hablar, yo realmente no estaba prestando atención a nada de lo que decía y pareció notarlo ¨Sabes, podrías ser más amable y al menos fingir que te interesa lo que digo¨ Dijo soltando un suspiro
¨Lo siento¨ no lo sentía, pero aun así lo dije, ¨Llegamos¨ comenté antes de despedirme con un gesto de mano
¨ ¿Enserio vives aquí?¨ Lo oí preguntar
¨Sí¨ respondí sin más
¨Genial, yo acabo de mudarme a un par de cuadras de aquí, podremos caminar juntos a clases¨ Comentó con entusiasmo
¨En verdad te agradezco lo que hiciste por mí, pero no por eso seremos amigos ni nada por el estilo, lo mejor es que no te acerques a mi¨ comenté antes de entrar a mi casa.
Desde ese día aquel chico esperaba fuera de mi casa para ir juntos, pero yo simplemente lo ignoraba, no importaba cuantas veces le dijera que se alejara, simplemente no lo hacía, durante el almuerzo yo solía comer en una de las mesas más apartadas de la cafetería, nadie más que él se sentaba junto a mí, trataba de hacer comentarios sobre las clases o contaba chistes horriblemente malos, sabía que yo no le prestaba atención, pero aun así seguía haciéndolo, ¨¿No tienes amigos en tu clase?¨pregunté un día, a lo que él respondió ¨Claro, los chicos son geniales, ¡incluso podría presentarlos!¨ Me sorprendí, en verdad pensaba que no tenía nadie más con quien estar y por ello pasaba tiempo conmigo ¨entonces deberías pasar el tiempo con tus amigos, y no aquí¨ por un momento pude notar que frunció el ceño antes de responder ¨Son geniales, divertidos, ellos si ponen atención cuando les hablo, incluso se ríen de mis chistes malos, pero aun así me gusta más pasar tiempo contigo¨ dijo con una gran sonrisa, como las que mamá me regalaba cada vez que llegaba a casa, limpie una lagrima traviesa que descendió por mi mejilla, me levanté y tiré el resto de mi almuerzo, ya no tenía hambre. ¨Si estás conmigo porque te doy lastima será mejor que te vayas, no necesito tu compañía ni la de nadie¨ dije sin mirarlo y salí rumbo al baño, una vez ahí me encerré en uno de los cubículos y lloré en silencio, realmente me comenzaba a agradar aquel chico, hace mucho no tenía con quien hablar. Los días siguientes no se acercaba a mí, ya no esperaba fuera de mi casa ni almorzaba conmigo ¨es lo mejor¨ pensé, los abusivos habían dejado de golpearme, pero aun así debía seguir aguantando sus burlas en silencio mientras realizaba sus deberes.
Me encontraba en la biblioteca cuando unos chicos entraron y lanzaron sus cuadernos sobre mis cosas ¨ termínalos para cuando acabe en receso¨dijeron y se sentaron a un par de mesas de distancia mientras leían manga, me dispuse a hacer lo que me habían dicho, prefería no tener problemas, pero alguien se paró frente a mí, alcé la vista y noté que se trataba de Jongdae quien tomó sus cuadernos, le pedí que me los entregara, pero pareció no escucharme, caminó hasta mis compañeros de clase y estrelló sus cuadernos en sus caras con una fuerza abrumadora, estaba completamente enfadado, se notaba claramente en su semblante ¿acaso no tienen cerebro? ¡Hagan ustedes sus malditos deberes!¨ gritó asustando a todo el mundo, tomó mi muñeca con fuerza, volvimos al lugar donde yo había estado antes, tomó mis cosas y me sacó de ahí, una vez en el pasillo empujó mi cuerpo contra la pared, pensé que me golpearía y lo único que pude hacer fue temblar frente a él, las palabras no lograban salir de mi boca, estaba tan asustado que mis piernas no soportaron mas mi peso y cedieron, una vez en el piso me aferré a mis rodillas tratando de calmarme ¨Min… no te asustes¨dijo calmando su furia ¨No quise heriste, lo siento, por favor no me temas¨ repetía mientras trataba de abrazarme, alcé mi vista y mis ojos se encontraron con los contrarios llenos de lágrimas, me separé de mis piernas y lo abracé, ninguno dijo nada, solo permanecimos abrazados mientras el lloraba, se veía tan frágil de aquella forma que me hacía abrazarlo con más fuerza mientras trataba de callar su llanto ¨Lo siento¨ susurró ¨No te disculpes¨ dije mientras lo observaba con una sonrisa la cual correspondió, desde ese día todo comenzó a cambiar en mi vida, para el fin de año ya nadie se burlaba de mí, tenía un montón de amigos maravillosos, Luhan había vuelto y yo era más feliz que nunca, Jongdae había jurado protegerme y no había ni un solo día en que fallara en su palabra.
¨Baozi, ven aquí¨ lo oí llamar desde nuestra habitación, caminé hasta él y pregunté qué sucedía ¨Quiero que tengamos un bebe¨ comentó
¨no digas eso, sabes que no podemos¨ dije besando su mejilla con dulzura
¨podemos intentarlo hasta que resulte¨ susurró en mi oído mientras abrazaba mi cintura, la cual con el tiempo se había vuelto más estrecha, Jongdae me amaba tal y como era, pero aun así mi inseguridad no me permitía estar con él, por ello decidí bajar de peso, necesitaba sentirme seguro de mí mismo.
¨¡Dae, eres un pervertido!¨ dije apartándome de él, pero fue más rápido y me jaló de vuelta a la cama
¨Me encanta cuando te sonrojas¨ besó mis labios con delicadeza y siguió hablando ¨Baek encontró un cachorro abandonado fuera de su trabajo, el departamento donde vive no permite tener mascotas y estaba pensando en que podríamos adoptarlo¨ Reí al notar que de eso hablaba al decir que quería un bebe ¨¿Qué opinas?¨ preguntó
¨Me parece perfecto¨ dije besándolo mientras sonreía entre aquel contacto.
Por la noche llegaron nuestros amigos con el pequeño cachorrito envuelto una manta, era la cosa más adorable que había visto en mi vida, lo cargué en mis brazos mientras Dae lo acariciaba, decidimos invitar a los chicos a ver una película, preparamos palomitas y demás, ninguno decidía que película ver así que decidimos jugar ¨piedra papel o tijeras¨ el ganador había sido Chanyeol así que eligió ver ¨The Avengers¨ luego de ver la película decidieron volver a casa, el cachorro ya se había dormido sobre el sofá así que decidimos dejarlo dormir ahí para no despertarlo, con Jongdae tomamos un baño y fuimos a la cama.
¨Pensé que Chanyeol pondría la película que Baek quería ver¨ Comentó
¨Estas loco, Baek quería ver Frozen, estoy seguro de que en su casa la ve todo el día¨ Dije mientras reía ¨Bueno, después de todo, no estuvo nada mal la película¨ comenté
¨pensé que no te gustaban las de súper héroes¨
¨Cambié de opinión, ahora si me gustan¨dije acomodándome en la cama
¨Bien ¿Y cuál es tu súper héroe favorito?¨
¨Tú¨ susurré sobre sus labios ¨Tú eres mi súper héroe favorito¨ Era cierto, él me había salvado, había jurado protegerme y darme su amor incondicional, había visto más allá del chico con sobrepeso y me había hecho la persona más feliz del mundo cuando pasaba por mi peor momento.
Él era mi único súper héroe favorito.
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