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"Tres chicos tranquilos y buenos estudiantes aunque eso no significaba que no tuvieran vicios, les gustaba la parranda y soñar; soñar con que estarían nadando en dinero y así vivir como reyes, pero esto tendrá un costo, quizás no sea el peor costo, pero los desviará del objetivo principal".
Tres chicos en un callejón, pateaban piedras aburridos después de trabajar media jornada. Nuevamente soñaban con irse lejos, pero luego sus sueños caían a la realidad del pobre. "Estoy harto de buscar buena vida en este país de mierda" -comentó Baekhyun, un adorable pero realista chico de tan sólo 17 años.
" ¿Tienes una mejor idea que trabajar por las tardes después del intituto, bestia?" -Respondió un agridulce chico de la misma edad, este era moreno de rasgos más fuertes, pero indudablemente guapo, su nombre es Jongin.
"Mientras no caigamos en la prostitución estamos bien, quizá sólo deberíamos vender la virginidad de Baek." -Bromeó el menor de ellos, Sehun, quien tenía 16 pero era igual de sarcástico o en realidad, amargo que los demás.
Los chicos estaban vagando como siempre detrás de la tienda de la madre de Jongin. Lo que ganaban trabajando con ella no les alcanzaba para lo que necesitaban, ni para vicios, PARA NADA.
Recién habían pasado a el último grado de secundaria superior, y aunque estaban felices de que sería su último año en la esclavitud llamada escuela, aún quedaban años de estudios superiores y ellos sólo querían conocer y disfrutar. Ellos lo saben, son bastante menores para pensar como un adulto amargado, pero en su país está muy bien visto el viajar y adquirir experiencia en el extranjero.
"Se me ha ocurrido una cosita... pero no sé si funcione." Sehun y Jongin escucharon atentamente a su tierno amigo,
"Yo creo que si investigáramos un poco, podríamos ganar una beca e irnos a estudiar y trabajar a algún buen país de allá afuera" -Aclaró Baekhyun-
"No tenemos malas calificaciones... pero nos faltaría saber qué hace falta para postular..." -Jongin exclamó pateando una piedra-
"Bueno..." -Baekhyun interrumpió- "para eso sirve el internet..." -Sacó su móvil y comenzó a buscar. "Mira, en el ministerio del exterior pueden ayudarnos, ¿por qué no vamos a investigar?"
Eran sus vacaciones antes de empezar el curso, tenían todo el tiempo del mundo por lo que caminamos hacia el ministerio y consultaron por las becas juveniles.
Les informaron que el proceso de admisión se había cerrado ya casi hace un mes, por lo que ya no quedaban cupos para países como EEUU, España, Italia, Japón, Francia, etc.
Desilusionados, salieron del lugar y comenzaron su rumbo a su lugar favorito, la parte trasera del negocio de la madre de Jongin.
Como en una película, un hombre de extrañas ropas trata de captar la atención de la juventud.
"Chicos, escuché su problema y creo tener la solución" -Habló el extraño hombre-
"¿Y quién mierda es usted?, si quiere vendernos droga, muérase, ya tenemos nuestro vendedor." -Atacó Jongin-
El hombre estaba bien vestido, usaba un traje que a leguas se notaba caro, andaba con unos lentes oscuros que eran de marca y hasta con un Rolex. Sacó una tarjeta y se presentó.
"Oh, perdonen mi atrevimiento, mi nombre es Mike Lugger y soy representante de la empresa INTERWAY y ofrecemos a jóvenes de 15 o más años a trabajar y estudiar en el extranjero."
La desconfianza estaba presente, no sabían de dónde mierda había salido este individuo, se veía muy sospechoso.
"¿¡Enserio!?" -Gritó emocionado Baekhyun-" Ay, podría ayudarnos, haremos lo que sea para salir de este arrabal."
"¡¡¡Baekhyun!!!" -Gritaron al mismo tiempo Sehun con Jongin-
"Tranquilos chicos, podemos ir a la sucursal de aquí cerca a verificar si cumplen con los requisitos... No tengan miedo, no los voy a violar, asaltar ni estafar."
Ya que el menor del grupo partió sin consentimiento, los demás jóvenes tuvieron que ir con él para que nada le pasase, y una vez en la agencia que estaba a sólo tres cuadras de ahí, una señorita recepcionista los acogió y llevó a una sala en donde les ofrecieron un par de cafés y galletas.
"Baekhyun, no comas todo lo que tengas por delante" –Regañó Sehun-
"¡Sehun! Es todo gratis, no seas aguafiestas."
"Sehun tiene razón, todo se ve tan... caro, me da miedo que nos cobren hasta por las galletas, así que por favor no comas más Baek." -Comentó Jongin, mirando a todos lados preocupado de que pudiesen romper algo o incluso, ser confundidos con delincuentes y pasar un mal rato.
Casi no comenzó la discusión con Baekhyun cuando entró el mismo señor a con unos folletos, los cuales repartió antes de tomar asiento.
"Bueno chicos, primero que todo, bienvenidos a Interway, como ya saben, nuestra organización manda a jóvenes como ustedes a estudiar y trabajar en el extranjero. El motivo de mi insistencia es que, ya pagamos algunos convenios y aún no cerramos con el cupo inicial."
"¿Cuál es el truco?" - Ladra Jongin aventando los folletos sin siquiera leerlos.
"No hay ningún truco, se trata de llenar los cupos que pagamos como convenio ¿Me entienden?"
El hombre adinerado a pesar de estar diciendo la verdad se veía nervioso, actitud que parecía sospechosa para ellos.
"Y si su empresa es tan maravillosa ¿Por qué sobraron cupos?" –Añadió Sehun, mirando de forma desconfiada y dudosa.-
"Sí, sí eso mismo" -Repitió Baekhyun lleno de migajas en la comisura de sus rosados labios-
El hombre los miró fijamente, no sabían con qué cosa nos saldría. En medio del silencio, Jongin se paró y se dirigió hacia la puerta.
"Me voy de aquí, este tío cree que le compraremos todo la mierda que sale de su boca."
"¿No quieres salir de este país?" -Interrumpió el agente- "Aún no me dejas explicar el funcionamiento y ya estás dudando."
"Jonginnie, déjalo que hable "-Señaló el adorable Baek-
Jongin tomó asiento y apuró al agente a que explicara todo.
"Gracias por su atención. Esto es muy fácil de hacer, tenemos cupos para ir a trabajar y terminar sus estudios en uno de los mejores países del mundo, sólo nos deben depositar una cierta cantidad de dinero y todos sus gastos estarán pagados, y claro cumplir con el nivel de calificaciones correspondientes." El administrativo sudaba, si bien es cierto lujo irse con estas becas, él estaba desesperado por completar los cupos y la inversión hecha para ese país.
"¿Cuánto dinero estaríamos hablando?" –Preguntó Jongin sin tapujos-
"Bueno es sólo el pasaje, tenemos unos convenios interesantemente económicos..."
"¡Cifras, quiero cifras!" -Gritó Jongin-
"Mil dólares por persona..."
Sehun y su amigo Jongin se levantaron de sus asientos y caminaron hacia la salida. Baek tomó un par de galletas más para luego seguirnos. El señor Lugger no sabía como retener a los muchachos, hasta que dijo la palabra mágica.
"Puedo conseguirles una beca." -Gritó antes de perdernos de vista-
Los tres volteamos al mismo tiempo, Baek con la boca llena de galletas volvió a tomar asiento y Jongin se quedó apoyado en el marco de la puerta.
"Chicos, miren hablaré con sinceridad, les puedo dar una beca a los tres, pero aún así el costo sería de $500 dólares por persona, además deberán trabajar de tramoyistas para una productora, y por la escuela, no se preocupen, es una de las mejores del país."
Quinientos dólares por persona no era demasiado, de seguro sus padres les darían el dinero, sobre todo si es para ir a aprender y trabajar.
Les dio como plazo tres días para firmar el contrato y él ponerse en contacto con los convenios y becas, además de firmar el permiso para que dejaran el país y trabajar. La madre de Jongin le dio el dinero de inmediato a su hijo, todo sea para que no se convierta en un vándalo. La familia de Baek al comienzo no quería saber nada de esta estúpida idea, pero su abuela -quien adoraba a su nieto favorito- firmó el permiso y le dio el dinero suficiente para poder irse.
En cambio Sehun, tuvo que juntar sus ahorros, los de su hermana pequeña y rogarle a su padre para que le diera el resto -que no era una pequeña suma- tuvo que pedir un préstamo bancario para darle el dinero, pero con la condición de que se lo pagase en cuanto pudiese.
Cuando pasaron los tres días, los padres de los jóvenes –quieres estaban aún más desconfiados de la descabellada idea- y los pequeños se juntaron con el agente, quien explicó en más detalle el asunto.
Luego de horas de explicación, números de becas, institución, número de residencia y miles de preguntas paternas finalmente, firmaron todos los papeles y llenaron los formularios, después de una exhausta semana, por fin les dirían la fecha, hora y lugar.
"Ok, estamos listos para la salida, será la próxima semana alrededor de las 6 am, el día lunes. ¿Tienen alguna pregunta?" -Explicó el agente Lugger-
- "¡¡¡¡Yujuuuuuu!!!!" -Gritó Baekhyun- "Nos vamos, nos vamos de esta miseria, nos vamos de este arrabal, jujujuju"
Todos celebramos, cuando saltó la más estúpida pregunta que no habían hecho durante esta semana.
"Bueno, y ¿hacía donde vamos y en qué trabajaremos?" -Preguntó el desconfiado Jongin-
Los padres miraron atónitos ante la pregunta, y les regañaron al no saber a qué país irían.
"¿Italia?, ¿Francia?" -Gritó BaekHyun-
"¡No, no, no! ¡Inglaterra o EEUU! "– Exclamó emocionado Sehun-
"Vamos para viver em Brasil, Garotinhos" -cantó Jongin-
Todo era una absoluta fiesta, después de tanto soñar con esto, iríamos a volar por el mundo.
"Corea... Corea del sur."
Todos guardamos silencio.
"Perdón, pero ¿Dónde queda Corea Del Sur?" -Preguntó Baek-
"¿Coreano? ¿Aprenderemos coreano?, bueno algo es algo" -Despreció Jongin- "¿En qué trabajaremos?"
"Serán... tramoyistas para una importante productora coreana... Ayudarán a un grupo en específico a montar el escenario entre otras cosas."
"Miremos el lado positivo, conoceremos artistas coreanos, aunque no conozco ninguno" -Fanfarroneo Baek-
"¿Y qué banda coreana podríamos conocer? Es decir, ojalá no nos toque una banda muy subida en el ego." –Reconocio Sehun-
"La banda se llama, Deepthroat me." -comentó avergonzado- "Es una banda de música metal muy conocida en Asia, tiene cuatro integrantes, pueden revisarlo en internet."
Menos mal los padres de los menores no sabían inglés, y no se imaginaban lo que eso significaba. Los muchachos se marcharían de este agujero del mal, y aunque sea a ese país tan lejano, harán sus sueño realidad.
Todo avanzó lento, desde el viaje del aeropuerto hacia la residencia en Corea se hizo eterno, pero nuestros jóvenes viajeros llegaron sanos y salvos.
Ahora sólo les queda dar lo máximo.