Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Secretos en la Academia Hunter por Heartshaoi

[Reviews - 42]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

El KilluGon triunfará al final

 

Al escribir este capitulo escuchaba la canción Something About us de Daft Punk, no se si la han escuchado antes, pero yo siento que explica un poco más los sentimientos de Illumi y de alguna forma, lo identifica en este momento.

 

 

 

 

¡A leer!

Se sentía nervioso, pero aun así podía ajustar su mirada para ver en la oscuridad, creyó que encontraría a Killua despierto, pero estaba completamente dormido, la poca luz que ingresaba por la ventana le permitió ver esa piel pálida que tanto le gustaba, le parecía excitante el momento porque no había mejor escena que su niño semidesnudo durmiendo como un ángel. Illumi olvidó por un momento el motivo de su ida solo para contemplar de cerca esa esbelta figura.

Se dispuso a despertarlo llamándolo, pero una pequeña luz entre la oscuridad lo distrajo, en la cama estaba el celular de Killua, por la posición dedujo que estuvo usándolo hasta hace poco. Caminó lo más cerca que pudo sin hacer ruido y lo tomó. Sentía curiosidad por saber su actividad en las redes sociales que él no tenía, sabía que el albino se encargaba de ser un anónimo siempre.

“Buenas Noches Killua” tres palabras que no podía dejar de leer se impregnaban a su cabeza como un aviso a lo que vendría después. Illumi había encontrado la conversación que tenía con Gon, no lo dudó y comenzó a leer todo lo que ahí había. Frases como: Te quiero, necesito verte, me haces feliz; le causaron miles de preguntas que no podía procesar. La sensación de no haber estado preparado para eso le carcomió el estómago. Sintió nauseas porque su ritmo cardiaco aumentaba con cada minuto.

- ¿Qué mierda has estado haciendo Kil? – se suponía que él fue a la Academia para ocultarse, pero lo que encontró en ese momento lo dejó estupefacto. Un día anterior asimiló la idea de que pudiera tener un amigo porque sabría que algún día se separarían, pero ¿Qué clases de amigos se dicen esas cosas?

Entonces como echándole leña al fuego su mente recordó lo que le dijo Hisoka.

- Carne fresca… mi Killua no es carne fresca – pensó mientras se seguía torturando con las conversaciones pasadas hasta que llegó a la última que le hizo apretar el celular al punto de casi romperlo.

- No olvidaré este día Killua

- Realmente eras pesados, no podía sostenerte ¡Comes demasiado!

- ¡No te quejes! A mi aun me duelen los labios

- ¿Qué? ¿Cómo qué? Su respiración agitada parecía estar ahogándole, sin hacer ruido se sentó cerca de la puerta observándolo con tristeza - ¿Killua quiere a alguien más? – se preguntó tratando de ver lo lógico en sus reacciones, simplemente no podía calmarse ante esa información.

Celos, sí, celos, esa sensación de morir en vida lo hizo flaquear, quería al niño más que a nada en el mundo y sabía que no podía hacer nada para tenerlo, pero aun así intentaba estar solo para él y viceversa.

En ese momento se dio cuenta que necesitaba alejarlo del mundo, debía encargarse de entrenarlo y hacerlo olvidarlo todo lo que había vivido lejos de él, lo sabía, había tomado una decisión, un muro nuevo se formó en su ser, siempre había conseguido lo que quería y su hermanito no sería la excepción.

Terminando de leer sonrió como si hubiera conseguido motivos para su actuar, buscando entre sus contactos encontró la galería llena de fotos. Veía las incontables selfis que se tomaba, empezó a disfrutar ver las facetas ocultas que tenía, lo que más le gustó fue una done Killua estaba vestido como un mayordomo y aunque al lado de él había una niña no le importaba. Siguió pasando las fotos y esa niña seguía saliendo, empezó a molestarle su imagen y poco a poco se dio cuenta que Killua era un tipo de acosador porque tenía incontables fotos de la misma escena.

Un odio que había enterrador hace mucho tiempo volvió a surgir cuando en la carpeta “favoritos” encontró a la supuesta niña como un niño. Ese momento fue el instante donde los engranajes se juntaron. Sus teorías más locas se volvían realidad, esa niña era el mismo en la foto que le dio Hisoka. No tenía necesidad de preguntar nada, lo sabía, Killua tiene a alguien importante y no era él.

- Vaya – pronunció sin que le importe hace ruido, una lagrima se rodó por sus mejillas perdiéndose por el cuello, se sentía fatal. Se levantó y tirando el celular a la cama se sentó en la misma. Le sorprendió que Killua no se despertara a pesar del ruido que hizo y de la lluvia.

- Eres tan lindo – pensó antes de acercarse a su rostro y olerlo. Si algo podía hacer como familia era estar cerca físicamente, aunque hayan pasado años, él no había olvidado los abrazos que recibía, los besitos que le daba en la mejilla, las incontables veces que le rogó que no se fuera, recuerdos que atesoraba en el fondo de su corazón.

Tenerlo echado y sumiso le pareció tentador, le dio algo de miedo lo que haría, pero no se detuvo. Iba a despertarlo moviéndolo lentamente, sus manos temblaban por la idea de tocar la piel desnuda de su pecho, antes lo había hecho para bañarlo, pero en ese entonces el cuerpo de Killua no estaba tan formado como ahora, casi 14 años y los vestigios de la niñez estaban desapareciendo, dándole paso a la adolescencia.

- Killua despierta - Le dijo moviéndolo, pero no causó ninguna reacción. El albino emitía sonidos con su boca mientras volteaba su cuerpo, una reacción normal cuando buscaba dormir más.

- Serás muy tierno y todo, pero... -  dijo jalándolo con fuerza y obligándolo a despertar, lo sentó en el respaldar y no pudo evitar admirarse al sentir la suavidad de su piel.

- Aghr… ¿Qué sucede? – dijo Killua sobándose los ojos, apenas podía mantenerse en esa posición y mirando a la nada se empezó a sobar los ojos.

- Despierta Killua, acabo de llegar – Illumi comenzaría con su plan en ese momento, no iría al grano, buscaría la manera de confundirlo con sus propias palabras y respuestas, aunque se sentía dolido no lo demostraría “aun”

- ¿Aniki? ¿Aniki eres tú? Anik- ¿Qué? ¿Qué haces aquí? – fue a primera expresión del niño al ser despertado con brusquedad.

- Quise darte una sorpresa acaso ¿no me extrañársete?  - sentado en la cama se echó en la pared de la cabecera, si algo le parecía extraño a Kil eran sus inoportunos actos de estar cerca.

- ¿Una sorpresa? Claro que me sorprende, pensé que vendrías el fin de mes – dijo haciendo un puchero y cruzando los brazos, al parecer estaba de mal humor.

Silencio. Illumi no contestó, lo miró hasta hacerlo voltear su mirada, quería más, escuchar más, ¿Acaso no me extrañaste? Pensó.

- ¿Qué pasa aniki? – se preguntaba porque estaba así, si algo había aprendido en su corta edad, era que no debía dejar nada al azar, mucho menos algo con Illumi.

- pregunté si me extrañaste – sonrió con pesar ladeando su rostro y acomodando su cabello hacia atrás, quería escuchar su vocecita un poco más.

 - ¿Qué? ¿yo? Yo no… - sin terminar la oración se quedó observando los ojos negros de su hermano, las facciones del moreno lo hicieron dudar de su respuesta, supuso que no debía contestar esa pregunta, solo evadirla.

-¿Por qué estás aquí? Ya es tarde y necesito descansar – contestó tirándose a la cama y cubriéndose por completo, no podía decir algo vergonzoso, antes prefería alejarse como siempre.

- Cualquiera que te escucharía creería que me estás botando ¿Estás bien? Solo vine a verte porque quería saber cómo estabas – dijo parándose para rodear la cama y estar a su lado, Killua no contestó y debajo de la tela contestó.

- Estoy bien, ahora sí, puedes irte.

- ¡Suficiente Killua! Antes no querías que me fuera y ahora que vengo a verte ¿No quieres que lo haga? – con fuerza destapó al niño y tirando la manta al suelo lo encaró.

- ¡Antes! Tú mismo lo dices ¡ANTES!, ahora no, solo vete – trató de tomar la sabana, pero sintió escalofríos al moverse. Illumi lo miraba con aquella facción que alguna vez admiró y ahora no soportaba. En ese momento se arrepintió de su respuesta – mierda – pensó y apenas pudo tragar saliva antes de escuchar lo que tanto temía.

- Vaya – hizo una pausa y le sonrió incrédulamente, le dolía que lo rechazara de esa forma, pero ahora sabía el porqué. Killua pensó que el mayor reaccionaria agresivamente pero no fue así y eso lo perturbó.

- ¿Cómo te va en la Academia?

Un cambio drástico en el tema de conversación tomó desprevenido al niño que lo miraba muy tenso. - ¿A qué viene eso? - dijo arrugando la cara y mirándolo con enfado, ni siquiera él comprendía porque se sentía tan enojado y por supuesto, él no se conocía por completo, pero el motivo era obvio, no es que lo odiara, solo que él no quería a Illumi cerca porque sabía que descubriría su secreto con Gon e irremediablemente ya era muy tarde.

El pelinegro se paró y prendió la luz, mientras caminaba lo observaba desvistiéndolo con los ojos, pero algo que lo hizo enfurecer fue ver una marca en su abdomen, por la posición no veía muy bien y eso le hizo imaginar cualquier cosa.

- ¿No puedes contestar algo tan simple? Te lo pregunté porque desde que estás en ese lugar te has vuelto muy reacio conmigo ¿O ya lo olvidaste? Un día antes llorabas porque no querías ir y hasta me abrazaste y diste un beso, pero ahora ni siquiera quieres verme ¿Qué está sucediendo que no sepa? – su plan iba a la perfección, no le mentiría, solo le haría darse cuenta de sus actos para que caiga solo.   

- ¿Ehh? – ese fue el preciso momento cuando se dio cuenta de su penosa actitud, su hermano tenía razón, él era un malcriado – Yo… yo estoy muy bien – dijo agachando la mirada con vergüenza – Lo sien-

- ¿Y eso? ¿Qué te pasó? – preguntó interrumpiendo lo que diría el niño que no pudo evitar sentirse nervioso ante la pregunta. Illumi señalaba su abdomen, justo en la marca morada que le había dejado Gon.

Tocándose la zona dañada pesaba ¿Por qué tienes que preguntar de eso ahora? – me uní al club de judo, esto me lo hicieron en una práctica – mentir era lo suyo, pero no podía engañar a quien le enseño. El mayor sonrió como si estuviera esperando esa respuesta.

-¿Crees que me puedes engañar? – dijo acercándose y acariciando su rostro contrariado, por poco y lo aprieta hasta romper su mandíbula ¡Qué ganas tenia! Killua se ruborizó porque no se acostumbraba a aquello. Sentía que todo estaba planeado y que no podía huir de la situación, sentía miedo de que lo descubrieran y él no estaba preparado para eso.

- Es la verdad aniki, un compañero salvaje me mordió – dijo pensando que debía cortar rápido la conversación “No necesito más preguntas, si me sigue presionando terminaré diciéndolo todo”

- Creeré en ti – sabía que mentía, aún no perfeccionaba sus movimientos corporales, por ahora le seguiría el juego, quería ver hasta donde sería capaz de soportarle – Caerás muy pronto Kil – pensó riéndose por dentro tratando de contrarrestar la pena que sentía.

- Pero tú no eres débil ¿Quién pudo alcanzarte y hacerte esto? – esta vez acariciando su cabeza le hizo la pregunta. Lo miraba hasta restregarle sus ojos e los suyos, Killua no podía seguir hablando.

- Solo fue un compañero… - dejándose llevar por esas manos frías que alguna vez adoró empezó a sentir culpabilidad. Estaba mintiendo al único ser aparte de Gon que le brindaba amor, aunque habían cambiado, sus cuerpos necesitaban la cercanía pasada, esa cercanía que hubo antes de que el mayor se enamorara de él y se alejara…

- Tu celular.

- ¿Qué?

- Tu celular, ahora.

Como trueno entre la lluvia cayó su orden solo para volver más duro el ambiente.

KILLUA POV

Mierda, mierda, mierda, si ve mi celular estaré perdido, si no hago algo él…

- ¿Por qué quieres ver mi celular ahora? Aniki ¿Qué tramas? – lo sé algo esconde mi hermano y lo averiguaré, si voy a perder, entonces el perderá conmigo.

- No me obligues a tomarlo por la fuerza – tomé el aparato y me aferré con fuerza a el. Si Illumi lo llega a ver estaré en problemas, si mi padre llega a saber que lo desobedecí, no volveré nunca a verlo, Gon yo no quiero estar sin ti.

Solo sentí mi cuerpo moverse con brusquedad, cuando me di cuenta estaba boca abajo en la cama y las manos de Illumi apresaban las mías en la espalda. Sentía algo de dolor pero no se comparaba con los nervios que tenía al verme dado cuenta que ya no tenia el móvil. - ¡Suéltame! – grité, pero no me contestó ni se movió, no me admiré al tener su silencio, después de tanto tiempo fue él quien se alejó de mi ¿Ahora viene y me trata bien?

- Respóndeme con sinceridad Killua ¿Quién es Gon? - ¡por todos los santos que no creo! - ¡Suéltame primero! – dije pataleando hasta sentirme libre. Lo miré con enfado, odiaba que siga su maldita expresión igual ¿Qué no tiene sentimientos?

- No tienes por qué saberlo – contesté mirándolo fríamente, me rehúso a admitir quien es Gon para mí.

- Realmente no tienes por qué decirlo, si aquí dice que son amigos y unos muy cercanos al parecer.

- ¿Acaso estás leyendo mis conversaciones? ¿Por qué haces esto? – solo quiero saber por qué no puedo tener un amigo, solo uno… ¡demonios! Me muero de vergüenza, ahí hay cosas que nunca he dicho en voz alta y ahora él las estás leyendo.

- Ya lo sabes Kil ¿Acaso lo olvidaste? Tú eres un asesino y no necesitas amigos, al parecer tu estadía e ese lugar te ha hecho olvidar tu verdadero ser.

- ¡Eso no es cierto! ¡Gon es mi amigo y está bien, él me dijo que estaba bien! – defenderé su nombre a pesar de no saber qué hacer, lo he sabido de antemano; yo soy un asesino y el aceptó ser mi amigo a pesar de eso, entonces yo lo aceptaré también - ¡Sí! Lo acepto, él es mi amigo – terminé diciendo ¿Acaso se está riendo? ¡¿Illumi se está riendo de mí?!

- ¡Ay Kil! ¡Sabes que eso n puede ser posible! – deja de sonreír, hasta alguien como yo se daría cuenta que es falsa tu sonrisa porque tus ojos siguen muertos.

- ¿Quisieras saber que piensa padre de esto? – su voz me estaba torturado ¿Por qué? ¿Por qué ahora? Si ese hombre se llega a enterar lo más seguro es que no lo vuelva a ver.

- ¡No serias capaz! No pued-
- ¡¿Y tú qué?! ¿Tú si eres capaz de pasar por alto las ordenes? ¿Qué crees que pienso yo de ti? Te has querido pasar de listo tratando de engañarme Kil y no lo permitiré.

Tengo tanto miedo ¿Por qué o puedo reaccionar? Se está yendo a la puerta ¡Detente! ¡No te vayas! ¡No lo hagas por favor! ¡No le digas a padre…!

NORMAL POV

La lluvia parecía llegar al clímax, el frío entraba golpeando su piel hasta hacerlo tiritar. La puerta se había abierto dado paso a una ligera ventisca, el niño sentía escalofríos, su rostro en un  gesto de derrota se impregnaba en el tiempo, como un recuerdo que lo atormentaría siempre – No te vayas aniki… - un leve susurro se escapó de sus labios y solo vio el cabello de Illumi moverse en cámara lenta.

El sonido de la madera golpeandose entre el silencio lo dejó sin reacción - ¿Quién lo diría? – pensó el mayor observando al albino desde arriba que había impedido su camino colocándose en frente suyo y cerrado la puerta con toda su fuerza.

- Quédate… - Killua lo miraba a los ojos mientras se aferraba a la puerta, quería convencerlo de otra idea, sabía que si lo dejaba marcharse estaría en problemas ¡Hasta podrían usar un detector de mentiras en él! y todavía no estaba preparado para eso.

- ¿Por qué he de hacerlo? – contestó agachándose hasta su altura – Piensa muy bien lo que dirás – sus manos en los bolsillos se hacían puños, se sentía triste después de haber escuchado sus respuestas, quería irse después de haberlo comprobado ¡Y no solo eso! También encontró más de lo que debía, volviendo realidad uno de sus tantos temores: Killua quería más a alguien que a él. O al menos eso demostraban las conversaciones

- Dime por qué ¿Por qué no puede ser mi amigo? – una última vez él se negaba a aceptarlo, no lo soportaría si los alejan, Gon y él se quería, lo había comprendido hace poco, el ser un asesino no lo era todo, él prefería ser alguien normal que pueda seguir siendo feliz con su amistad, pero no podía huir de la realidad ni de su pasado, la burbuja de amor que había creado ese amor pronto se rompería.

- Ya te lo dije – hizo una pausa y suspirado se puso en cuclillas y tomando su rostro siguió – No puedes tener relaciones fuera del negocio familiar ¿Acaso no te has puesto a pesar en el peligro al que te expones? Nadie debe saber cuál es tu oficio porque pueden usarlo como motivo para atacarte, no solo te expones tú, también él corre riesgo por estar cerca de ti ¿Quisieras verlo en problemas por tu causa? A si le pagarás tu “amistad” – dijo dando énfasis en la última palabra.

Una verdad a medias, una mentira piadosa, no sabía cuál fue el motivo por el cual no lo pensó antes ¿Tan cegado estuvo por su sonrisa? Sí. Ese amor que le brindó lo hizo olvidar su dura vida como una falsa ilusión efímera. El niño no contestó nada, pero lo comprendió, supo su error y cuando creyó que la tormenta había parado Illumi continuaba con sus palabras.

- Y no solo eso… También me mentiste cuando te pregunté si todo estaba bien y me rechazaste. Aún recuerdo cuando me dijiste que era el mejor hermano del mundo, realmente te creí, pero solo me usaste ¿Verdad? Esperabas el momento exacto para remplazarme… - era cierto, aunque sus palabras tenían 2 significados eran ciertas. Killua solo lo tenía a él hasta que conoció a Gon y luego lo desechó. El niño lo miraba con decepción de sí mismo, no quería aceptar que Gon era el motivo de su separación, no lo haría jamás…

-¿Qué? ¿Cómo dices eso? Si fuiste tú quien se alejó de mi todo este tiempo ¡Si no me hubieses enviado a ese lugar esto jamás hubiera sucedido! ¡Es tú culpa Illumi! ¡Tú culpa! – sus ojos se abrieron hasta dolerle y se quedó sin aliento olvidando como se respiraba y su corazón se detuvo unos segundos hasta hacerle sentir muerto.

Illumi estaba llorando.

Realmente lo había olvidado, esa sensación de morir en vida otra vez lo hacía desfallecer. El mayor se sentó en el piso y sin ocultar su rostro lo miraba, cada gota que se escurría, era como una daga en su pecho, Killua no soportaba verlo en ese estado y como flash backs recordaba la escena del avión cuando vio por primera vez a su hermano llorando. Su cabeza le dolía sin embargo como un trauma su cuerpo reaccionó.

- No llores por favor Aniki – sus manos le temblaban, como un niño pequeño quiso abrazarlo, pero su hermano se lo impidió alejándolo, causándolo más dolor, odiaba verlo siempre tan inexpresivo, pero cuando lo vio así no pudo evitar fusionar su sufrimiento con él.

- Me llamaste Illumi, n- nunca lo habías hecho … - contestó ahogándose en su propio llanto silencioso, no se agitaba ni nada, era como una marioneta que se movía robóticamente esperando un poco del calor humano para poder vivir.

Killua se arrepintió de todo lo que había dicho, no lo soportaría más tiempo, necesitaba abrazarlo, necesitaba hacerlo y lo hizo. En contra de la voluntad ajena se subió a sus brazos y besando su rostro intentaba secarlo. Illumi solo pudo apretarlo y hundiéndose en su desnudo pecho comenzó a llorar abiertamente.

- Te amo Killua… - una confesión más que pasaría desapercibida porque el albino no lo comprendería, jamás sabría que esas lagrimas ocultaban más que una simple pelea, sino años de haber cargado con ese amor no correspondido…

El niño se ruborizó por esas palabras y comenzó a tocar esa melena negra que tanto le gustaba, si algo había logrado en ese momento era recordar esa hermosa etapa donde su hermano estaba solo para él, lo estuvo extrañando, pero cuando Gon llegó llenó ese vacío existencial que había dejado el mayor.

- Perdóname Aniki, no volverá a suceder, pero cálmate ¿Sí? Tus ojos, no quiero que tus ojos se estropeen por mi culpa… - su vocecita dulce estremeció su cuerpo y por reflejo lo abrazó hasta hacerle doler, pero el menor no se quejó, solo se dejó hacer, no le molestaba, más bien se sentía en deuda por haberlo rechazado anteriormente.

- E-Esta bien… - dijo el azabache haciendo una ligera pausa y apretó sus manos en la delicada cintura ajena - ¿Qué te parece si padre no se entera de eso? ¿Vale? – terminó diciendo mucho más calmado y miró a su niño mientras se le formaba una sonrisa en el rostro.

- ¿En serio? Quiero decir, sí, sí está bien, no se lo digas por favor… - sus ojitos brillosos parecían inundarse de emoción por esa propuesta y colgándose de su cuello le dijo muy cerca de su rostro - ¿Será como un secreto entre tú y yo?

- Como un secreto será…  pero – Illumi había dejado de llorar y ahora su corazón estaba agitado por tenerlo de esa forma que lo hacía emocionar, al respirar su aliento se quedó estático, hipnotizado por esas orbes azules, tan azules como el mar – Pero Killua necesitas salir de ese lugar, ¿lo entiendes?

Su aliento a menta lo dejó mareado, arrugó su cara por lo último que escuchó. Sabía que no podría huir de su destino, pero al menos su padre o lo sabía y eso lo calmaba, sabía que el jefe podría mandar a matar a Gon para que no haya nada relaciona con él.

- Lo entiendo aniki – dijo haciendo una pausa y pegando más su rostro al punto de chocar sus narices le dijo – pero ya te dije que me uní al club de Judo y la semana que viene es el campeonato, necesito quedarme hasta esa fecha – en su tono de voz le rogaba como un capricho que debía tener a toda costa.

- Hasta el viernes Kil, solo tienes hasta el vieres – sus manos le acariciaban el rostro con desesperación, aunque él niño no se daba cuenta podía sentir vergüenza al estar en esa posición. En cambio, Illumi se contenía de no robarle un beso, lo tenía tan cerca, solo para él que se le hizo casi imposible no tomarlo.

- Pero aniki… yo… - no podía decir nada más, los ojos negros del otro lo dejaron sin aire otra vez, eran como objetos fantásticos que lo paralizaban que contemplaba a pesar de lo vacío que se veía, sentía que solo cuando estaba su reflejo podía darles vida.

- Esta bien – dijo para levantarse decidido a buscar una manera de explicarle a Gon lo que sucedía, aunque lo más probable es que no pueda hacerlo para que no corra ningún peligro, él no quería que por su culpa le sucediera algo a su amigo.

Cuando se paró no pudo avanzar porque la gran mano de su hermano lo sostenía de la muñeca, reteniéndolo, tratando de ganar un poco más de tiempo con él.

- Espera Kil… una cosa más – sus ojos suplicaban escuchar esa vocecita por más tiempo y como ganándole al momento quiso un poco más de ese amor que le estaba brindando - ¿Te olvidas de algo no?

El albino lo miraba buscando en su mente lo que pasaba por alto. Sonriendo con alegría se soltó del agarré y entrelazando sus dedos con los del más grande lo abrazó de nuevo, pero esta vez recostado en el piso. Illumi tragó saliva ansiosa de escucharlo, sintiéndose complacido al ser correspondido de buena manera.  – Te quiero – esa hermosa frase era suficiente para calmar verdaderamente su estado de ánimo. Sin darle tiempo a respirar lo estrujó hasta hacerle quejar. Grabando en su corazón ese hermoso momento ¡Como lo amaba! Estaba perdiendo ante esa ternura, olvidando que hubo una discusión de por medio solo con esas mágicas palabras.

- Otra vez…

- ¿Qué?

- Otra vez dilo

¡Qué vergüenza tenia Killua! Pero lo haría sin dudarlo, aunque no sabía porque tanto drama por eso igual lo hizo, tomó con su mano libre las mejillas ardientes de Illumi y chocando sus frentes lo volvió a decir – Te quiero ¿Está bien?

Le parecía un sueño, por momentos agradecía a ese tal Gon porque gracias a él podía tener a su niño así, tan amoroso, solo de él…

Se mordió los labios tratando de contener las ganas de darle un beso, y, Killua al no moverse de esa posición ayudaba menos a calmarlo. En un intentó loco y si razón, pensó en hacerlo de verdad ¿Se lo pediría? Realmente Illumi estaba perdiendo la cordura.

- Hey, Kil…. Puedo dar – no pudo continuar por que su niño lo miraba como quien mira a una presa para cazarla, tan serio, tan maduro ¿Cuántos años ya han pasado? Su rostro más formado lo hizo ver más grande. – Solo quería decirte que ya no eres el mejor hermano del mundo… - dijo soltándose y levantándose con rapidez para buscar su ropa de dormir.

- ¿Qué hay con eso? – “Por qué un cambio tan repentino” no creía que fuese capaz de decir algo así en un momento tan feliz para él, empezó a sudar frío al no escuchar una respuesta inmediata, solo lo observaba abrigarse para volver a su cama.

- No me hagas decirlo aniki…

- Si ya no soy el mejor hermano ¿Qué soy para ti entonces?

El menor frunció el ceño y saltando a la cama decidió no decir nada, pero la intensidad con la que era observado le hizo imposible cerrar los ojos.

Era cierto, Illumi había dejado de ser un hermano para él, después e todo el tiempo en que se ausentó ya no le parecía un familiar, más bien ahora le parecía un ser misterioso que alguna vez estuvo de su vida y había extrañado desde sus ocho años, y ahora había vuelto a por él.

- Si fueses mi hermano le hubieses dicho a padre lo de Gon – se detuvo para sentarse y llamar con su mano al otro que no lograba deducir lo que quería decirle. Cuando lo volvió a tener de cerca prosiguió – Eres más como un amigo ¿Verdad? Un amigo con el que compartes un secreto – terminó diciendo con una sonrisa y un ligero rubor que lo hacía ver aún más niño.

Illumi abrió sus ojos al límite y su corazón se compuso al escuchar eso, necesitaba escuchar aquello, no le importaba Gon en el absoluto, si su niño le demostraba ese cariño podría sobrevivir más tiempo. Trataba de calmarse para no demostrarle su felicidad, si eso era cierto entonces, podría tener una oportunidad para más adelante, una oportunidad para acercarse más. ¿Quién sabe? Tal vez enamorarlo, aunque eso sería mucho.

- Eres muy mono…

Solo sintió una caricia en su cabeza y luego vio a su hermano irse por la puerta

- ¡No te confundas!  Aún no eres “el amigo” – gritó dando énfasis a la última parte antes de que la puerta se cerrara y lo dejaron solo otra vez.

“Buenas noches Killua, mi Killua…”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

"I need you more anything in my life"

 

 

-Heart


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).