Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Secretos en la Academia Hunter por Heartshaoi

[Reviews - 42]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Los shotas dominarán el mundo...

 

 

 

 

 

 

¡A leer!

Las practicas en el club eran extraordinarias, Hisoka de vez en cuando se presentaba en el lugar con la excusa de supervisar los avances, pero su única razón era ver a Gon y su progreso personal. Se dio cuenta que le hacia falta nuevos oponentes porque cuando terminaba las horas aun estaba lleno de energías. 


Este día en especial le pareció raro su comportamiento, lo notó más calmado y levemente desanimado, pero cuando Killua se le acercaba su actitud cambiaba totalmente.

-Oh…- una idea descabellada paso por su mente al verlos mucho más cercanos que antes. La suposiciones que había hecho antes no habían llegado a ser reales hasta ese momento, le pareció divertida la idea de ver a su niño con alguien más y que ese alguien sea el albino, él sabía muy bien que no duraría su relación más tiempo, lo había planeado, tan fría y calculadoramente había logrado convencer a Illumi de que “no esta bien” esa relación y estaba seguro que dentro de pocos días se separarían.
Todo por su plan…



Después del entrenamiento Hisoka se despidió de Gon y se fue sonriente. A Killua le daba mala espina esa actitud, su instinto le decía que algo tramaba el pelirrojo especialmente porque solo trataba de esa forma a su amigo.


-Hey Gon, no deberías estar cerca de él-  le dijo siguiendo su camino y jalándolo a su lado como si fuera de su pertenencia. El ojimiel solo lo pudo ver extrañado, por su cabeza jamás pensaría que hay algo de malo con Hisoka, y mucho menos que este tenga malas intenciones para con él. Así que tomando esa advertencia como un consejo siguió su camino a la estación.


- Hagamos una carrera hasta el paradero- dijo para  salir corriendo sin darle un comienzo justo a su partida. Killua no había olvidado que tenían una cita en la casa de Gon, que mas daba quien ganaba o perdía, solo querían jugar y hacerse bromas todo el tiempo. Qué sencilla era la vida cuando ellos dos estaban juntos, a veces podían olvidar al mundo solo para ser ellos dos, solo ellos dos…



Después de haber compartido un corto viaje hablando cosas triviales llegaron a casa. Fueron recibidos por la tia de Gon que los obligó a lavarse las manos antes de cenar. Ella había escuchado muchas cosas de Killua, habían sido largas noches cuando Gon se quedaba despierto con ella solo para narrarle su día a día en compañía del albino. Luego de analizar las cosas supo de qué forma especial se veían los dos al estar juntos. Podía notar su complicidad en el momento en que se juntaban o cuando sus manos se tocaban accidentalmente.


Le pareció tierno saber que habían formado un lazo muy fuerte donde no había temores y podían compartir sin vergüenza alguna sus manías que tenían a la hora de comer. Entre alguna que otra conversación nada importante, ella se dispuso a hablar de cuando Gon era un infante. ¡Ella podía ser tan cruel! Se sentía en ridículo cuando le contó acerca de su manía por comer papeles y otras cosas más. Killua lo comenzó a molestar a escondidas de la vista mayor diciéndole:


-¿Te hacías en los pantalones hasta los 6? Ya se porque usas shorts -Gon rogaba que su tía deje de hablar porque realmente lo estaba avergonzando.


Su mirada gatuna le hacia señas a la vez que asentía una de las peticiones de Mito. Podían comprenderse con una simple mirada, se sentían bien porque tenían un momento fraternal como si fuesen hermanos y aunque no lo eran a la vista de la mujer se comportaban como tal ¡Hasta Mito propuso adoptarlo! No podía hacerlo, pero lo hubiera hecho sin dudarlo ya que disfrutaba ver a Gon feliz y, si Killua era el motivo de su felicidad entonces apoyaba que sean cercanos.



Lo miraron extrañados, automáticamente le preguntaron si estaba bien y Gon golpeándolo para que reaccionara le dijo:
-Siento no haberlo dicho antes- se rio tratando de  calmar al albino, no, en realidad quería calmar esa mirada que no comprendía y veía por primera vez pero, ¿Por qué esa expresión tan exagerada?


-Hey Gon… -volteó su cabeza como un robot solo para darle a entender su enojo - ¡¿Acaso crees que puedo escoger tu regalo en tan pocos días?! ¡Si Mito- san no lo decía jamás hubiera sabido que tu cumpleaños es en la semana que viene!
-Lo siento…-movía sus manos en negación intentado calmar al gatito que se había vuelto una fiera.


-Gon, arreglen sus problemas en el cuarto y luego duerman, la mesa no es un lugar para sus gritos dijo para levantarse e irse igual que Killua.


En sí, su faceta no era de estar molesto por no haberlo sabido antes, si no, porque sabía que el día siguiente aquello se terminaría y se sentía mal por no pasar más tiempo a su lado.

Intentando calmarse se metió a la ducha del cuarto de Gon, con un poco de agua fría intentaba quitarse la pesadez del día. Había prometido cuidarlo y estaba apunto de abandonarlo, según su propio concepto de la amistad lo que le daba Gon era perfecto y más aún cuando jugaban de cierta manera. Sentía admiración por su compañero, quería ser como él, tener su libertad y no dejar que nadie interfiera en su vida, sin embargo desde que tiene memoria a tenido que llevar la carga de ser un asesino y de eso no podía librarse nunca.


El sonido del agua jugando en sus pies lo distrajo, con rapidez se pasaba el paño para quitar el sudor del trajín diario. Veía su cuerpo desnudo y con sus manos comenzó a marcar sus músculos recordando que hace poco no tenían esa forma, los vestigios de la niñez desaparecían con cada día, el también cumpliría catorce el mes que viene y no se lo había dicho a Gon. 


Lo quería ahí, cerca suyo, su imaginación lo tomó por sorpresa y sin forzarlo su mente le dio a su amigo desnudo también en ese pequeño espacio. Se ruborizó de tan solo pensar en esas cosas, no estaba en la mejor situación de todas y aquello era lo que más deseaba, sentirse un poco más de él. Como si fuese un acto de brujería su deseo fue cumplido, la puerta corrediza se abrió dando paso al niño en pijamas que llevaba los ojos cerrados para no ver más allá por si acaso el otro no quería. Gon si llevaba ropa, pero no le importó mojarse, después de haberlo dejado por un rato no soportó no tenerlo cerca, necesitaba estar en su presencia como si fuese una droga que necesitaba para vivir.

-¿Qué crees que haces? – le dijo cubriéndose la entrepierna, se sentía demasiado confundido como para tenerlo a esa distancia - ¡Ya ves! ¡Ya te mojaste!

-No importa -le contestó para cerrar la llave de la regadera. – Lo siento ¿Estás molesto conmigo verdad? 

- ¡No! Solo qué… - no podía articular palabra al ver como su ropa se apegaba a su cuerpo por el agua, la transparencia dejaba ver demás. Se mordió el labio para evitar decirle lo lindo que se veía y buscando concentrarse en la situación continuo – Todo esta bien ¿podemos conversar afuera no crees? 


Se quedó impresionado por la rapidez con la que fue acorralado, no reaccionó ante el reflejo de sus ojos. Gon lo había tomado de las muñecas y juntando sus rostros comenzó a llorar – Dime por qué ¿Por qué me siento así?

 

“¿Qué?”


Killua no entendía bien lo que le sucedía, pero tampoco podía moverse para abrazarlo, aquella acción había sido para evitar que lo tocará como si fuese él el motivo de su dolor. Lo tuvo lo suficientemente cerca como para besarlo pero no se atrevió. -¿Qué te pasa? – dijo juntando sus frentes.


-Tengo miedo Killua, nunca antes me he sentido así. Siento que te perderé uno de estos días, se que solo son cosas mías y aún así no puedo evitarlo. Lo siento ¿es una tontería verdad?
Su rostro se descompuso con esas palabras, se sintió tan miserable, tenía que contestar rápido para que no haya ninguna sospecha de lo que aquello había  causado en él – ¿Acaso eres tonto? ¿Somos amigos no? Nada me va a pasar – le dijo tragando saliva y sintió como fue soltado con suavidad para después  ser abrazado con ternura.


-Gracias….- le susurró al oído con sensualidad. Killua lo separó de su cuerpo con temor y timidez – No hagas eso, ya sabes como me pongo cuando estoy contigo – Gon le mordió la oreja sin hacerle caso – Detente… no me hagas decirlo por favor.


Lo dejó con una risa juguetona, Killua se puso como un tomate al darse cuenta que el otro observaba su sexo. - ¿Puedo besarte? Digo, ¿Somos amigos no? Estuvo bien lo que hicimos  ¿verdad? ¡No me mires así! - hizo una pausa ligera al ver el asombro ajeno - Ya sabes… el besarnos y tocarnos… aquello ¿No lo hacen las parejas?


-¿Ehhhhhh? Qué cosas dices ba-ka, estaba bien y punto – dijo tomando la toalla para salir del lugar.


- Entonces dime, dime ¿Por qué quiero besarte si no estamos jugando?  - lo detuvo antes de que escapara de él. Killua frunció el ceño y analizó cada palabra – ¿No estábamos jugando?

-¡Sí!  Lo sé, pero… - le había dolido escuchar eso, sin embargo ninguno sabía lo que ocurría realmente en sus corazones. Habían aceptado hacer cosas sin saber el motivo, solo se excusaban diciendo que eran amigos y que estaban jugando, que solo estaban jugando…

-Aun quiero besarte de la nada…


Killua era un poco lento para eso, sin embargo en ese momento se dio cuenta de lo que en verdad quería decir . Gon quería hacer cosas de adultos con él y no precisamente por jugar, si no, por mero placer. Se avergonzó aún más porque él también lo deseaba y no lo pudo haber dicho como Gon, bueno, Gon es un descarado.


-¿Me estás diciendo que quieres hacer  cosas de pareja? – le dijo saliendo del baño y comenzó a secarse el cabello con otra toalla, si no hacia otra cosa estaba seguro que perdería ante su imagen.


- No lo sé Killua, pero te quiero, yo en verdad… siento mucho toda esta escena – dijo saliendo del lugar también directo a la cama, quería escuchar otra cosa pero nada, no fue así. Lo quería, necesitaba decirselo y desahogarse para lograr quitar ese deseo en él.
El albino lo tomó de la muñeca con fuerza y lo aprisionó contra su cuerpo recargándose en él. No se detuvo y loo besó efusivamente, introduciendo su lengua en contra de la oposición, no se contuvo, no pensó en ganar nada, solo lo hizo para complacerse mutuamente y en ese momento no calculo los resultados de su acción.

-Yo también – le dijo llevándolo a la pared -yo también quiero besarte y no se por qué, pero no puedo contenerme cuando estoy contigo.

¿Eso fue una confesión? Así lo sintieron, no había motivo para que sigan creyendo que solo eran amigos , eran más que eso. Su unión había sobrepasado cualquier estándar y a juzgar por sus emociones, compartían algo mucho más grande, algo totalmente distinto y encantador.


Cuando lo soltó solo pudo ver su respiración agitada encima de su piel, con los ojos entre abiertos podía distinguir el lunar diminuto que tenía bajo el labio. Aquel ósculo fue suficiente para encender su cuerpo, necesitaban más, uno más largo y que demandara más caricias.

 Gon lo miró suplicante para volver a repetirlo, ya no podía actuar como antes, ahora rogaba con sus ojos que aquello fuese verdad, lo amaba demasiado y en ese momento pudo sentir la aceleración discontinua de Killua, se emocionó de pensar lo que causaba en él. El albino sabiendo eso lo tomó de las manos y lo besó otra vez, esta vez su lengua pedía permiso empujando sus labios, su sabor se combinaba con la saliva que se desbordaba de tanto movimiento, Gon apretaba los ojos al sentirse mordido por esos colmillos, pero aun así ese dolor lo dejó complacido. 

Habían querido tanto el contacto que sus cuerpos se movian solos, se besaban efusivamente intentando expresar lo que sentían. Se regalaban en cada segundo, con cada sentir, con cada movimiento. Gon abria los ojos de rato en rato solo para ver sus lindas orbes reflejadas en las suyas, se sentía tan lleno de amor, más, mucho más de  lo que pudo haber creido tener antes.


Se separaron para respirar, con descaró Killua se relamió los labios para demostrarle que estaba disfrutándolo, habían hecho demasiadas cosas juntos y no podían contener sus reacciones. Gon lo miraba alegre de saber que lo complacía.

– Más … por favor más - suspiró Gon en su piel.

Su voz lo torturaba, estaba siendo presa de sus encantos y de sus manipulaciones exitosas. Lo obedeció sentándose en la cama mientras el otro se ponía encima a empujones. Acarició su espalda intentado quitarle la prenda mojada y le temblaron las manos cuando Gon se comenzó a mover en una suplica de atención.

-Quieto-  le ordenó para despojarlo de sus pertenencias. Se detuvo a contemplar  otra vez su abdomen bien formado y pasando sus dedos con impresión le robo unos cuantos suspiros. El Zoldyck lo amaba perdidamente, si meses antes le hubieran dicho que estaria en esa situación, hubiera asesinado a esa persona por lo estupido que aquello hubiese sonado.


Dejó sus labios para comenzar una batalla en su pecho dejando leves marcas de amor en todo lo que su boquita abarcase. Se estaba excitando de la simple idea de tenerlo diciendo su nombre, había querido durante las noches hacer tantas obscenidades con su cuerpo, que no podía creer que tuviera la oportunidad de hacerlo en ese instante. De tan solo imaginar aquello su miembro se puso duro por la simple idea de venirse en él. 


-Aghh- un gemido ronco salió de los labios de Killua que estaban rojos por haber besado tanto, Gon no se dejaba de mover por cada vez que le mordían el cuello. Se desesperaba sediento de deseo carnal y no podía contenerse ante las caricias. Ya no le importaba mostrar sus intenciones, poco o nada había de orgullo en sus ideas, queria ser uno con él y lo haria -a su manera lo haría.


Killua lo miró con lujuria y le advirtió que se calmase porque si no, él se descontrolaría.

- Hazme lo que quieras – otra vez jugaba con su razón, si en sus cinco sentidos ya era presa fácil de sus ruegos en ese instante podía ser su esclavo si se lo pedía. Quiso calmarse ante esas palabras, pero sus movimientos mas que calmarlo lo estaban volviendo loco en cada invite.


Terminó de sacarle la ropa rasgándola con fuerza, ansioso de besar cada zona aun no marcada le quito la ropa interior para dejar su huella en todo su ser. Lo contemplaba en todo su esplendor, entendió porque Hisoka lo veía de esa forma, Gon era perfecto, su belleza, su pureza, todo de él le demandaba ser arrebatada. Cuando el trasero de Gon volvió a chocar con sus piernas no pudo evitar sentir el morbo crecer, peor aún cuando le susurraba en el oído que le hiciera suciedades poco faltaba para que se arrebatara y termine haciendole daño, hacía lo imposible para no rasguñarle la espalda, pero cuando Gon le quitó la toalla todo se descontroló.


El ojimiel lo miraba como una petición a lo que haría después, al estar los dos desnudos el moreno aprovecho para tirarlo encima de la cama y montarse en él. Killua no podía tener una mejor imagen, él podía observar como la erección de Gon se mojaba por la excitación, su propio miembro chocaba con su trasero y sentir el contacto suave de sus pieles lo hizo gemir.

Killua comenzó a besar su vientre recorriendo hasta sus caderas dejando una sutil marca de ardor, y Gon se quemaba por dentro ante esas atenciones, deliciosas atenciones...

-Tan mio...- escuchar sus halagos lo llenaron de felicidad al punto de querer llorar por esta. Se deshizo entre sus manos calidas y en un intento loco le propuso si lo podía ayudar con "eso" que estaba mirando con hambre. Killua no sabía hasta que punto debía llegar, sabía que estaba mal en cierta parte, pero no podía negárselo cuando era él quién deseaba “eso”.

Ya estaban en complicidad, así que con algo de temor asintió con la cabeza. 


Con cierta timidez Gon tomó con sus manos calientes el falo ajeno que estaba necesitado de atención y comenzó a masturbarlo, era la primera vez que tocaba el sexo de otra persona  y le pareció esplendido, estaba muriendo de ganas de chuparlo, pero no se atrevió, no hasta que el otro se lo pidiera.

- G-Gon...

 Su boca entreabierta, sus ojos lagrimeando, su corazón saliéndosele por la boca, sentía tantas cosas a la vez que a penas y podía pensar algo cuerdo, había mandado a la mierda la razón dándole paso a su instinto dejándose llevar por esa sonrisa que no sabia si era angelical o demoniaca. Si ya habían llegado a ese punto no veía razón para seguir oprimiéndose, aunque realmente no sabían nada del sexo, y mucho menos del sexo entre hombres.

Lo único que hacían era dejarse llevar por los estímulos, acariciando sus zonas más sensibles. Así era como lo sabían hacer, eran dos inexpertos dando rienda suelta a sus deseos.

-G-Gon… - tu boca… - ya no había pudor en sus palabras, le había pedido a su amigo que le diera sexo oral, ya no le importaba si manchaba su pureza con aquello, deseaba llenar esa cavidad con él y darle a tragar su semilla. La cara de Gon fue de puro gusto, se agachó pasándole los dedos húmedos por el vientre y comenzó a jugar con su propia erección. -¡Hazlo ya!
 
Sintió una oleada de placer cuando el niño lo devoró completamente, sabía que podía meterse cosas grandes a la boca y por eso supo que no se quejaría al sentir sus estocadas. Su lengua rasposa le hacia delirar cuando llegaba a su base, lo miraba mientras sus labios se contraían por el constante descenso. Killua se tapó la boca para no gemir fuertemente, pero le fue inevitable, cuando se dio cuenta su voz se perdía en un claro ir y venir de jadeos graves que solo hacian aumentar la fuerza que usaba  Gon en sus movimientos.

Su espalda se arqueaba con cada vez que lo veía, no pudo contenerse más, y momentos  después diría que estuvo mal pero no le importó. Sus manos apresaron la cabeza de Gon jalándole los cabellos con algo de fuerza para comenzar a crear su propio ritmo dándole estocadas rápidas y continuas. Sus piernas parecían fundirse con la cama, cada vez que se rosaban mandaban descargas eléctricas en todo su cuerpo, estaban encendidos al máximo y compartiendo el delirio se arañaban todo lo que podían tocar.


El moreno también necesitaba ser atendido, se masturbaba a sí mismo imitando a Killua en los gestos. -Eres un pervertido- le dijo el albino al darse cuenta que también hacia eso mientras su boca lo atendía. 


Momentos después se lamentó de haberlo dicho, Gon lo había soltado, dejándolo a medias con el trabajo sin terminar. Su miembro duro e hinchado de tanto haber sido tocado le dolía por no haber concluido con lo que necesitaba.

Pero sintió que pudo haberse venido con esa provocadora imagen: Gon masturbándose con una almohada en la boca.

-Mira como me tienes – dijo el moreno mientras se quitaba la almohada para verlo a la cara. Killua lo intentó besar pero no se dejó. - ¿Sabes que estuvo haciendo mi boca no? – le dijo para continuar con su tarea. 


-Cállate - Lo dejó en silenció mientras lo besaba, intentaba quitarle sus fluidos buscando entre su paladar algún rastro de su ser. Alzó sus piernas dejando su lindo trasero al aire justo en el borde de la cama. Juntó sus caderas con malicia para hacerle saber que también necesitaba de él -Mira como me tienes tú- le dijo moviéndose encima suyo hasta hacerle gemir. Gon no entendía como no pudieron haber hecho eso antes ¡Era demasiado bueno! Se sentía tan bien su cuerpo que se preguntó si de verdad estaba sucediendo.


-Ki-Killua… me…- articuló con dificultad, se sentía mareado y como si fuese una señal para el otro comenzó a temblar y a jadear duramente contra su mano libre. Killua le quitó la mano temblorosa de su miembro y comenzó a apretarlo poniendo algo de fuerza en sus dedo.

-Aun no, e-espérame – le dijo para continuar con aquello. Los dos se subieron a la cama y se masturbaron juntos ¡Verse a los ojos era imposible! Juntando sus piernas en una llave erótica dejaron que sus miembros comenzaran a chocar. Los dos terminaron con sus vientres manchados de la semilla ajena y dando sonidos entrecortados se tiraron a la cama. 

-Eso fue genial- dijo Killua intentando repararse de su agitación.  - ¿Gon? – el niño de piel dorada se había quedado dormido al instante ¿Qué hora era? Killua vio el reloj que marcaba mas de la media noche. No le sorprendió que después de eso Gon quedará sin fuerzas, solo pudo sonreír feliz de haberle entregado “aquello” muy importante para él. Lo tapó limpiando su pecho con un pañuelo y lo acomodó a un lado de la cama.

-Buenas noches Gon.

“Gracias”



Despertó cansado, sin abrir los ojos recordó lo que acababa de suceder en la noche, sonrió por dentro e intentando buscar a su compañero empezó a tocar el resto de la cama. Abrió los ojos con fuerza cuando no lo sintió a su lado. A pesar de la fuerte luz que ingresaba por la ventana y que molestaba sus ojos se dispuso a ir al baño creyendo que ahí lo encontraría, pero no fue así. Tardó en entenderlo, era temprano y Killua no estaba en la habitación, con cada paso comenzó a desesperarse” ¿Dónde estás? “ salió corriendo por las escaleras y buscó en cada habitación y no lo halló, su rostro se tornó sin vida al darse cuenta de que no estaba ahí para darle un buenos días.


Volvió a dar el mismo recorrido por toda la casa queriendo creer que tal vez se le haya pasado algo por alto. No fue así y se había dado cuenta muy tarde de su situación…

Killua ya no estaba ahí… 
 
 

Notas finales:

Se me hace más facil escribir lemon hardcore y zukulento, que escribir lime, no se porqué, pero bueno, espero que.les guste este intento de romanticismo y placer. Y SÍ... SIENTO DEJAR LA HISTORIA ASÍ. No me odien por favor  (I'm crying)

Gracias por darle tiempo a este fic.

 ¿Querian más verdad? *detras del computador no me pueden hacer nada* ;)

-Heart


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).