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Secretos en la Academia Hunter por Heartshaoi

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Notas del capitulo:

¿Alguién sigue leyendo esta historia?

Espero que sí...

...

 

Por ahora nuestros niños no están juntos pero es necesario... ojalá no se aburran...

 

¡Espero les guste!

A leer!

 

 

Estuvo en su cuarto el día entero esperando a que algo le distrajera y ayudara a cambiar de pensamientos.  Sabía que ese día Gon participaría en el campeonato y se moría de ganas de ir para verlo, y no podía, tampoco pudo responderle los cientos de mensajes que le dejó, y para evitar más conflicto cerró sus redes sociales intentando desaparecer y olvidarlo para seguir con su vida.
 
Como lo que realmente es…
 
Pero era tanta su ingenuidad que creía que podría dormir las noches sin recordarlo y que podría vivir sin extrañarlo, sin necesitarlo, metiéndose en la cabeza la idea de que así lo protegería  de su forma de vida y ¡Qué mejor acción que mantenerlo alejado! Killua quería que Gon viviera como hasta ahora, como un niño feliz sin la carga de haberse relacionado con él que ha matado a incontables personas. Sí, ya no importaba si por un tiempo sienta necesidad de saber de él, si tenía a Illumi a su lado podría sentirse tranquilo y seguro…
 
Además Killua lo quería y para mantenerlo a salvo debía quitárselo de encima, huyendo, sin querer pelear por mantenerse a su lado. No era un cobarde pero conocía ese mundo del cual nadie puede salir y que, si no fuera inhumano no le molestaría verlo ahí, sin embargo, Gon era todo lo contrario a él y eso le había atraído – o al menos eso creía – se tomaba a si mismo como ejemplo, él no era el mejor como el moreno  y quería mantener su santa imagen como estaba aun si eso significaba tener que dejarlo . 
Él no lo quería exponer, lo quería lo suficiente como para  aguantar ese dolor temporal. 
 
¡Pero los dos estaban sufriendo!
 
...
 
 Había regresado para mantenerse otra vez al margen de la situación familiar y no hacía nada más que esperar a escuchar ordenes que no llegaban.  Silva estaba de viaje con Kikyo, Milluki no tenía ni tiempo para saludarlo y hasta creyó que había muerto porque su cuarto apestaba como si tuviera un cadáver de alrededor de un mes. 
 
Los menores estaban internados en una escuela militar que solo les daba tiempo suficiente para hacer sus deberes. Killua estaba solo queriendo entrar al cuarto de Illumi, no podía ir, era una orden de su mayor y no podía desobedecer, empero se moría de ganas de ir tras él para verlo descansar.
 
¿Por qué?
 
No podía quitarse la horrible imagen de su cabeza cuando lo vio llegar aquel día manchado de sangre y casi desfalleciente. Había sufrido con él cuando no pudo ayudarlo y solo observó como otro hacía lo que él deseaba.
 
Deseaba ayudarlo… ¿cómo a un hermano?
 
Flash back
 
-¡A un lado! – gritó Gotoh que estaba a punto de golpear a los otros sirvientes que lo miraban cual si fuese un extraño. Lo que pasaba es que estaban sorprendidos de ver a su amo Illumi herido, y no supieron como reaccionar ante ver tanta sangre en su ropa.
 
-La herida ya coaguló, no sangrará más, cálmate Gotoh – dijo como una orden mientras caminaba con un poco de ayuda, se sentía mareado por la sangre que había perdido, aunque en realidad no era demasiado grave.
 
-Pero amo… - musitó el hombre que intentaba abrir el laboratorio para atenderlo. Cuando entraron lo recostó en la camilla y lo ayudó a desvestirse y justó cuando desinfectaba la herida para poder coserla un gritó desde la entrada lo dejó sin acción.
 
-¡Aniki! -Killua entró corriendo con todo lo que sus piernas pudieran darle, y lo vio… 
 
A penas Canary le había informado de lo sucedido había dejado todo lo que hacía para cerciorar su salud e irreversiblemente había encontrado una escena que lo dejaba mal parado.
 
La sangre y la piel pálida de su hermano no combinaban. No si salía de él…
 
-¿Qué pasó? – dijo acercándose  con un claro nerviosismo incontrolable.  Observaba la herida abierta y como aquella sangre seca entre su abdomen creaba imágenes que a su imaginación le jugaba una mala pasada.
 
- Killua, estoy bien – dijo sonriéndole al ver sus ojitos perder el brillo que tanto le caracterizaba. 
 
- Gotoh, te voy a ayudar   - dijo tomando las vendas desenvolviéndolas y separándolas por tamaños, el niño no podía quedarse quieto  al verlo en ese estado y con mucho afán hizo planchitas de algodón.
 
Cuando Gotoh terminó de coser la profunda herida felicitó al albino por su trabajo. Illumi lo miraba sin perder de vista sus movimientos, aguantando el dolor intentando ni siquiera parpadear para recorrerle de pies a cabeza, fingiendo una que otra reacción de dolor podía captar  su preocupación y disfrutaba verlo así, teniendo toda su atención…
Por un momento creyó que se dejaría herir siempre si es que su hermanito lo cuidaba así.
 
-En una semana debe estar como nuevo – Gotoh dijo esto y saliéndose de entre sus amos esperó detrás de ellos.
 
-Solo necesito 3 días -dijo sentándose al lado del niño cual lo miraba  como si fuese un muerto – Ya quita es cara, estoy bien – le dijo poniéndose una camisa limpia.
-Gotoh.. – sus ojos azules estaban más brillantes de lo normal – déjanos solos.
 
 …
 
Si no fuera por la delicadeza con la que lo tomó no hubiera sentido las cosquillas que sus manos le produjeron. Sentir su rostro sobre su abdomen era todo menos algo que lo pudiera mantener tranquilo. Se había acercado a él por una petición  y a penas estuvo a su alcance fue abrazado con mucha ternura. Seguía de pie cuando eso sucedió y podía ver desde arriba su cabello esponjoso. 
 
El corazón de Illumi  se volvió una bomba que parecía estallar en cualquier momento haciendo una cuenta regresiva por cada segundo que lo tenía – Killu...- pronunció su nombre con algo de nerviosismo, esos arranques de cariño que le daba lo dejaba siempre con malos desenlaces que luego tenía que arreglar.
 
-¿Cómo te sucedió esto? – dijo el albino separándose del contacto para ver sus ojos mientras los suyos no aguantaban las ganas de llorar, se contenía en cada momento intentado no ser frágil ante la idea de perderlo. Ya no tenía a Gon y sin querer desarrollaba una necesidad de mantenerse cerca de Illumi  buscando sentirse especial. La idea de verlo muerto le había asustado tanto que había olvidado la conversación pendiente en la madrugada solo para consolarse en su pesar.
 
-No querrás saberlo.
 
- ¿Es mi culpa verdad? -le dijo aun sentado observando su pecho – No dijiste a donde ibas en la mañana y estaba preocupado – sus deditos pasaron por la tela que cubría los músculos ajenos y suspirando contra su abdomen  depositó un casto beso en la zona dañada. 
 
- ¿Qué haces? -   le dijo separándolo con fuerza, una acción que lamentaría después.
-No quería que te pase nada aniki, ¿no puedo actuar como antes? Solo quería que estés bien…
 
“Las palabras no dichas nunca le dañaron tanto como ahora”
 
-No es tu culpa… es la de Gon ¿entiendes? – su voz se tornó sería y en un acto de nerviosismo lo  agarró de la cabeza - No necesitas saberlo todo – le dolía sentirse en cada momento débil ante sus actos y no quería que supiera la verdad tras su capricho, que, estúpidamente había ido a matar a alguien por celos. No se lo diría ni loco, no era la culpa de Gon pero necesitaba decírselo, intentado meterle la idea de que haberlo conocido no fue lo correcto.
 
- ¿Acaso él te lo hizo? – dijo Killua casi riéndose, era imposible que Gon pudiera contra su hermano y tan solo de pensarlo le pareció una locura.
 
Illumi se agachó hasta su altura y juntando sus rostros le sonrió hasta que el albino se quedó en completo silencio – Claro que no, solo no pude matarlo esta vez por un problema mayor – dijo apreciando la cara de disgusto del otro que asimilaba la idea – además, no necesita seguir vivo ¿verdad? 
 
Killua lo empujo para enfrentar sus palabras gritándole que no podía hacerlo, que jamás podría matarlo.
 
O si no lo odiaría.
 
Pero no importó que cosas dijera nada quitaba la sonrisa de Illumi que no hacía más que ponerlo más furioso.
 
- A veces creo que estás celoso… tú, estás celoso de un niño – Killua ya no sabía que pensar, para él eso era lo único que podía tener como lógico y razonable.
Illumi no quería hablar de Gon pero aquello ultimo lo había dejado con un mal sentir, no podía ni si quiera aceptarlo y tampoco se lo afirmaría. -No -le dijo  yéndose a la puerta.
 
-¿A dónde vas? 
 
-No necesito estar más aquí, tu vida gira en torno a ese niño y no veo porque tenga que  desperdiciar mi tiempo en algo que jamás comprenderás. -dijo con un tono rasposo delatando su enojo. – además… no puedes entrar a mi habitación, yo me cambiaré las vendas “solo” – dijo poniendo énfasis en la ultima palabra.
 
Killua lo vio irse y lo supo más claro que nunca.
 
-De verdad estás celoso aniki…
 
“Y solo somos hermanos”
 
 
FIN FLASH BACK
 
Dio un grito contra la puerta indicando que estaba  buscándolo – ¡Aniki! ¡¿No piensas abrirme?!
 
Illumi estaba cansado ya de mantenerse  furioso y no podía negarse ante su voz, ante su ruego. Si no podía ni siquiera negarle sus caprichos menos le negaría su compañía, simplemente no podía.
 
Todo bien hasta que escuchó esa ultima frase – Claro que pienso abrirte – le dijo, pero él fue el único que pensó dos cosas…
 
Killua lo miró con un gesto nada tranquilizador – Acaso crees que puedes dejarme hablando solo – no tenía una excusa para buscarlo, solo quería verlo y saber que estaba bien ¿De donde salió esa necesidad de protegerlo? No tenía ni idea de por qué se sentía así y ya no importaba del todo que le dijera el moreno, se quedaría a su lado aunque lo botara ¡Por las onigiris! ¡Illumi necesita ser vigilado!  Por él, solo por él…
 
Se sentó arrimando los papeles que Illumi leía.
 
- No los arrugues…
 
Lo remedó por dentro al ver su rostro indiferente - ¿Qué le pasa?- pensó el albino al verlo hacer cualquier cosa sin prestarle atención.
 
- Estaba preocupado por ti… - sabía que para llamar su atención debía jugar con sus intereses, por lo que sabía él era parte de su constante pensamiento, era normal, toda su vida  fue así, solo ellos dos, y ahora habían vuelto a juntarse como si el destino lo propusiera.
Illumi lo ignoró arqueando una ceja y acomodó sus cabellos sin verlo aún. Se encontraba sentado en el piso extendiendo mapas del país, por lo que entendía el albino su hermano tenía trabajo.
- ¿Acaso no me dirás nada? 
 
A penas pudo retroceder un paso cuando su hermano se acercó y lo sostuvo de la mandíbula hasta apretarle los cachetes como un par de tortillas. Ya no aguantaba sentirse así, primero había ido a matar a un niño que, para su mala suerte había salido vivo, todo por culpa de esos celos infernales. ¡Pero como no quería que lo estuviera! Lo había visto llegar oliendo diferente y reconoció su cuerpo caliente cuando lo cargó a su cama  y lo peor es que había visto sus marcas en el cuerpo, y por su fuera poco tenía descaro de no decir nada al respecto. Illumi estaba molesto, aún así quería evitarlo, no quería tocar el tema pero Killua insistía en presentársele con su inmensa ingenuidad. 
 
-¿Qué te pasa? – pudo decir con dificultad, e intentando zafarse se removió los brazos y piernas sin éxito.
 
-Te gusta jugar con mi paciencia, ¿no crees que es suficiente?—había captado su atención, había logrado mover sus sentimientos hasta hacerlo cometer locuras, lo amaba ciegamente y cada segundo a su lado le ardía por no poder decírselo. ¿Acaso no sufría suficiente con eso?  Era su luz, su bienestar y vida , su única razón de existir. ¿Cómo quería que se quedara tranquilo después de verlo con marcas de sexo? No quería ni imaginárselo, era su niño y le dolía verlo encaprichado con alguien que de seguro lo olvidará.
Killua veía sus ojos, definitivamente ese no era su hermano, no lo podía ver como tal, era demasiado extraño y no podía comprenderlo.
 
-Mírate – le dijo apresándolo de la cintura, había olvidado su molestia al tenerlo ahí, como nunca antes. El albino se sorprendió de sentir su respiración encima de él, no podía hablar, la presión en su boca no se lo permitía.
 
- ¿Cómo puedes ir por la casa así? – lo veía desde su altura obligándolo a alzar la mirada que se reflejaba por la luz del atardecer que entraba por la ventana. – Una, dos, tres, marcas te han dejado en el cuello y no te das la molestia de tapártelos.
 
- A-Ani..- no podía hablar, realmente sentía dolor en sus mejillas , pero no se quejó, se sentía avergonzado al escuchar aquello, realmente no entendía por que tanto alboroto por eso, así que no le había dado importancia a simples marcas, había tenido peores y parecían – a su vista – golpes, no chupetones.
 
Lo soltó para que pudiera hablar, pero lo apretó más de la cintura para que no escapara. No supo si el rubor que tenía era por la vergüenza o por la fricción, pero no podía negar que le encantaba su piel en tono carmín. – No hice nada malo – dijo mirando a otro lado, no le iba a negar “ese abrazo”, no lo iba a rechazar, no quería hacerlo… y verlo triste por eso.
 
Illumi le pasó una mano por el cuello conteniendo esa hambruna que durante mucho tiempo lo ha carcomido – me dices que no es nada malo – su voz era pausada, casi coqueta, rosaba la  línea de la intimidación y del amor – Si no es malo ¿harías conmigo lo que hiciste con él? – sus manos como si tuvieran vida comenzaron a apretarlo y no lo supo hasta que Killua se estremeció.
 
- ¿A qué te refieres?
 
- No te hagas el desentendido… 
 
Con delicadeza  subió su barbilla dejando a la vista su piel rosada y besándolo entre el borde de su cuello y mentón le dijo que no debía hacer cosas que no había hecho con él primero.
 
“Maldita manipulación”
 
Entre esos movimientos ligeros y sutiles lo estuvo mareando, Killua sentía demasiado nervioso ante aquel gesto y le fue casi imposible decirle que no. -Te quiero Killua y solo quiero protegerte. 
 
Illumi lo hubiera sostenido por más tiempo si  pudiese contener la taquicardia que sentía en su pecho. Killua se recompuso de eso ultimo y tomando aire siguió hablando.
 
-No.
 
“Tú no eres Gon”
 
Odiaba a ese niño de piel dorada que le había arrebatado a su "amor", pero después de meditarlo toda la noche solo necesitaba matarlo y listo ¡Problema resuelto!

 
- Lo se, tampoco lo permitiría… yo no te haría daño, no me iría de tu lado y no jugaría contigo.
 Pudo ver  su intensa suplica en su mirada, lo había tomado desprevenido cuando le dijo esa ultima línea, para él Gon no había jugado y creía que era al revés ¿Por qué ha de pensar lo contrario? 
 
- Yo también se eso… eres también alguien que quiero y aunque como hoy no quieras mantenerme a tu lado igual insistiré en quedarme junto a ti. 
 
“Deja de jugar conmigo”
 
Illumi lo miró con los ojos dilatados y olvidó de lo que hablaban segundos antes, estaba apunto de jugarse la vida en ese momento cuando en su mente una idea descabellada lo distrajo, no podía recibir tanto en tan poco tiempo, se sentía pleno cuando Killua le decía que lo quería y cargándolo contra sus quejidos lo llevó a la cama.
 
“Ya no se cuanto resistiré”
 
El sonido de la puerta impidió que se recostaran. Killua salió de sus brazos para atender el llamado casi cayéndose por la rapidez e intentando calmarse atendió al intruso.
 
-¿Qué mierda estás intentando aniki? 
Gotoh  había ido a llevarles la comida, eran las 6 y a penas se veía un rayo de luz en el pasillo.  
 
-Gracias Gotoh – Killua dijo antes de ser jalado con fuerza desde adentro. La puerta se cerró y el seguro se activó solo.
 
...
 
Illumi lo había apresado y abrazado desde atrás, recargándose en él lo envolvió con sus manos alrededor de la cintura – Déjame curar tus heridas también – le dijo cerca de su oído con su aliento caliente y pesado.
 
- Suéltame, primero… me estás avergonzando…
 
Lo soltó pidiendo disculpas - ¡Solo es un niño! ¡Maldita sea! ¡No lo olvides! – se  regañó en sus adentros observándolo desvestirse – No  puedo…
 
“Solo esta vez”
 
Curaba su piel rasguñada en la espalda, ¿gravedad? Nula, los dos lo sabían, solo querían hacerlo para compartir un momento juntos y como si fuese lo más normal del mundo Illumi empezó a ponerlo al día de lo que estuvo intentando con sus hermanos menores.
Realmente parecían felices...
 
Cuando terminó Killua le dijo que lo vería en la biblioteca y se sentía contento de haber dejado bien el tema de Gon, ya no quería volver a hablar de aquello, se había propuesto olvidarlo y lo haría, por su bien lo haría…
 

 
Antes de ir a dormir conversó con Gotoh, con Kalluto y Alluka, les dijo que volvería y participaría en el nuevo trabajo que habían dejado a cargo de ellos. Los menores asintieron y desprendiendo emoción corrieron a hacer sus deberes.
Recordaba antes de irse a dormir las palabras de su hermano “Te quiero”  8 letras que lo dejaban en la nada hacían que hiciera todo.
 
Una ultima vez tomó su celular observando su fondo de pantalla con el niño de shorts verdes…
 
Buenas noches Gon,
A ti también te quiero…
 

 
A penas cruzó la puerta vio a tres mujeres de servidumbre paradas en la entrada principal cubiertas con mascaras de gatos. Gon observó mágicamente como aquel lugar había cambiado y ahora tenía vida pero con aire de secretismo. Habían personas caminando enmascaradas y solo Hisoka y él estaban desencajando con la escena. Se preguntó el porqué del cambio tan radical a la primera vez que fue. Era como si hubieran salido de la nada para recibirlos con mucho esmero.
 
El niño lo observó como sonreía y daba algunas ordenes a los demás que se fueron sin hacer ruido, parecían fantasmas mas que personas... A penas y estuvieron solos se sentaron en el comedor y Gon no pudiendo aguantar su curiosidad comenzó a hablar casi hasta quedarse sin aire.
 
-¿Quiénes son ellos? ¿Por qué usan mascaras? ¿Por qué no estaban aquí la primera vez que vine? ¿Por qué me mira así? – enarcó una ceja intentando adivinar su sonrisa - ¿Hisoka -san?
 
El pelirrojo dio una risa ligera y tapándose la cara le dijo que se calmara, luego de un rato vino una sirvienta con una bandeja de postres y café – come lo que quieras – le propuso con confianza a lo que el niño no se negó, últimamente su apetito estaba demasiado exagerado y necesitaba comer en demasía para saciarse.
 
Mientras el moreno se llevaba una tarta de fresa a la boca para comérsela de un solo bocado, el otro lo distrajo.
 
-Gon…- alzó sumirada calculando la abertura de su boca para meter aquel postre sin problemas.
 
-Mierda - ¿Cómo Hisoka podía hablar si a cada rato tenía que soportar esos gestos? Observó como mientras lo miraba a los ojos introducía sin cuidado todo lo que tenía en la mano. 
 
- ¿Alguna vez has matado a alguien? 
Aquella pregunta le hizo tragar la masa en su boca casi atorándose por la impresión.
 
-No – sus ojos serios tenían un aire de firmeza y realidad. Hisoka lo sabía, sabía que el niño no había cometido esas atrocidades, aún así intentaba prepararlo para lo que le diría después.
 
- y ¿lo harías?
 
-¡No! Y no ande con rodeos otra vez Hisoka -san…
 
...
 
La luz era tenue, había una ventisca ligera que entraba por sus piernas hasta hacerle sentir escalofríos, hasta que un golpe en la mesa  sonó y descompuso su química - ¿Qué le pasa? Ya le dije que haría cualquier cosa por ver a Killua, no importa qué ¿entiende?
 
Hisoka afiló la mirada, no iba a permitir que le alcé la voz con malcriadez – Si no te calmas ahora, tendré que retirar lo dicho y saldrás por esa puerta – dijo señalando a su espalda y por lo que entendió Gon no era la misma por donde entraron.
Se sentó echando chispas cansado de  repetirle que sí, que sí podría matar a alguien – solo por proteger – se lo había dicho pero Hisoka no le creía y no lo haría hasta que lo demostrara.
 
- Escucha – Gon puso atención y no despegó su vista de los ojos ajenos – En poco menos de tres meses haremos un trabajo con la familia de Killua y podrás verlo ahí, solo tienes que prepararte ¿vale? ¿entiendes? Es fácil…
 
Gon asintió con la cabeza -menos de tres meses…-  realmente no faltaba nada y seguía sin entender que debía hacer. 
 
- Solo necesito que te integres con los demás que vendrán con nosotros ¡ah! Y tendré que enseñarte etiqueta, no puedes comer así delante de los demás… 
 
- ¡¿Qué?!
 
- Tranquilo… a mi no me molesta…
 
Vaya que estaba impresionado ¡Seria tan sencillo! Pensó que seria diferente y poco a poco se acostumbraba a la idea de entrar a ese mundo, estaba tan lleno de curiosidad que se limitó a juzgar a su acompañante, y aquella característica era la que más le gustaba a Hisoka, sabía que no lo miraba con señalamiento, le gustaba ver su claro deseo de ir más allá y que estaba dispuesto a lanzarse a algo desconocido.
 
Todo por Killua,
 
Para poder verlo...
 
...
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 

Notas finales:

Todos los personajes quieren un pedacito de cielo...

Yo se los daré - risa ahogada - 

...

Gracias por leer ¡No olviden las advertencias del resumen!

 

-Heart


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