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Secretos en la Academia Hunter por Heartshaoi

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Notas del capitulo:

Aun es domingo así que está bien...

¡A leer! 

Otro lunes acababa de comenzar, como siempre el calor era asfixiante desde tempranas horas. A partir de esa semana la Academia Hunter se organizará para los eventos y festivales de verano, para esto era obligatorio que todos los alumnos se unieran a algún club. Killua llegó temprano como siempre a su centro de estudios, su actitud desafiante no pasaba desapercibida para nadie, tenía tanta popularidad que las personas se abrían paso por donde él caminaba. Después de haber pasado el fin de semana mirando su celular se dio cuenta de que su móvil no le servía para nada si es que Gon no lo llamaba, así que lo arrojó a la basura, para luego recogerlo y limpiarlo con arrepentimiento.

El Zoldyck se dirigió a su aula rápidamente, pero en esta ocasión su corazón latía rápido, sus manos temblaban, tenía miedo de encontrarse con Gon, no porque no quisiera verlo si no porque no quería aceptar ese deseo por saber de él; después de todo el albino solo era un niño confundido y lleno de emociones. Llegó a su clase de idiomas, cuando cruzó la puerta su rostro cambió, su imagen era diferente, imponía su presencia como nunca antes lo había hecho, por cada paso que daba era inevitable que no voltearan a verlo. Se sentó en el mismo lugar de siempre y comenzó a mirar por la ventana aquella misma escena del primer día de clases: alumnos llegando tarde. En su pecho el corazón subía y bajaba violentamente causándole dolor y presión alta, él siempre supo contener sus emociones y su estado físico, pero en ese momento no podía, no podía controlarse porque en ese momento tenía la esperanza de ver esos shorts verdes pasar corriendo como un fantasma otra vez, él realmente lo deseaba.

Y como si fuese por obra de los santos Gon apareció haciendo la misma hazaña de cruzar por las personas sin dejar rastro alguno. Killua no dejaba de verlo,su estómago le dio cosquillas y sus ojos se abrieron a mas no poder solo para no perder ningún detalle de su amigo.  La sonrisa de Gon era hermosa y brillante, pareciera que acaba de nacer… El albino seguía como espectador hasta que Gon se detuvo en seco y voltio a verlo en su dirección, al pobre Zoldyck casi le da un infarto por la impresión – Maldición, me descubrió mirándolo – pensó mientras se ruborizaba. Gon alzó las manos y en un ademán lo saludó, le sonreía tan alegremente que no pudo evitar sonreír también. 

- Creo que te daré una oportunidad para que me expliques que pasó Gon – pensaba el de ojos azules mientras se recostaba en su brazo viendo como la figura de su amigo se iba desvaneciendo hasta llegar al otro pabellón…

La hora del receso llegó más rápido de lo deseado para Killua, este se presentó en la cafetería y pidió dos té helados antes de que llegara Gon.

- Killua...! – gritó el niño de shorts verdes desde la entrada mientras se impulsaba para correr hacia el mencionado que se quedó en una sola pieza por tremendo acto de su amigo. 

- Gon…- fue lo único que pudo decir ya que el moreno lo había abrazado sin darle tiempo a responder. En esos momentos le molestaba que fuese tan anormal… tan ágil… Era la primera vez que tenían ese contacto y eso puso aún más nervioso al asesino, ahora solo parecía un animal indefenso ante la amabilidad de Gon.  Se separaron y no dijeron nada ya que todo el mundo los estaba mirando, tomaron las bebidas y salieron corriendo como alma que lleva el diablo, se detuvieron en el jardín de cerezos y se echaron como siempre cubriéndose del sol. 

-Te eché de menos Killua… - soltó como una bomba Gon mientras sonreirá inocentemente, como si fuese lo más normal del mundo estar diciendo esas cosas. El albino dio un pequeño brinco y lo miró con algo de vergüenza. 

- Ba-ka, no digas esas cosas en voz alta – gritó Killua, por más que quería preguntarle el motivo de su ausencia no podía, aunque el fin de semana se la pasó furioso por no recibir ningún mensaje ahora ya no lo estaba, esos shorts verdes eran como su cura, la amabilidad y sinceridad que desbordaba Gon era todo lo que el necesitaba para calmarse y mantenerse tranquilo. (siclaro :v )

Killua POV

- Lamento no haber venido el viernes – escuché que dijo Gon, no es como si tenga que disculparse pero realmente lo disfruto. <<”Disfruto escuchar su voz”>> Cuando quise responder él empezó a hablar. - No me di cuenta y comí hongos venenosos… - dijo mientras reía de forma extraña – Sin querer me intoxiqué y ni siquiera podía usar el celular… <<”Demonios Gon ¿Por qué eres así conmigo?”>>

- ¿Cómo pudiste comer hongos venenosos sin querer? – lo miré sin reproche quería que sepa que estaba disgustado por todo lo que decía. <<”Aunque solo me molestaba que fuese tan sincero”>>

- Lo confundí con los hongos que comía cuando vivía en Isla Ballena, pero ya me siento mejor, mi tía Mito- san a cuidado de mi… No entendía muy bien lo que decía ¿Isla Ballena? ¿Gon vivió allí? Él y yo nunca hablamos de nuestras vidas fuera de la academia. No sabía de donde venía y especialmente de donde provenía su extrema fuerza. La curiosidad por saber de él remplazó cualquier emoción negativa, prefería saber de él, quería preguntarle muchas cosas, conocerlo, aunque me hacía sentir raro todo lo que sentía no importaba, no importaba porque me debía una explicación.

- Ya veo… ¿Isla Ballena? ¿Dónde es eso? – pregunté directo, ya no me importaba mostrarle mi interés, era más que obvio el interés que tenía en todos los sentidos. Él no pudo contestar porque sonó la alarma que daba inicio al cambio de hora.

-¿Quieres salir después de clases? Quiero seguir conversando contigo Killua – me propuso la oferta más tentadora posible. No tenía ni idea de que podríamos salir, nunca se me cruzó por la mente la idea de compartir otro espacio que la academia. 

- Sí – maldición Gon después de esto no sé si pueda negarte algo. <<”Con la forma en que tus ojos me ruegan”>> - Te veo aquí a la salida – dijo esto mientras se iba corriendo otra vez, como siempre alejándose de mi… ”Tan imposible”

  GON POV

Cuando la hora del encuentro llegó me puse muy nervioso. Era la primera vez que salía con un amigo de esta forma tan privada, solo quería verlo y llenar el tiempo perdido del día viernes. Llegué a los arboles de cerezo y vi el hermoso cabello blanco de Killua, como siempre tenía una mirada perdida en la nada, a veces me pregunto en qué pensará…

Lo saludé con todos mis ánimos posibles, quería que mi amigo se sintiera bien en ese momento. Caminamos a la salida y le propuse ir a comer a mi lugar favorito, obviamente llevé una buena cantidad de dinero, aunque suene raro yo lo había planeado todo. Miraba como caminaba jugueteando con sus yoyos y empecé a contarle de mi vida en Isla Ballena, le dije que ahí aprendí a correr junto con los lobos y a familiarizarme con todos los animales. Mi vida siempre fue tranquila cuando estuve rodeado de animales en la naturaleza hasta que viajé a la ciudad para estudiar y buscar a mi padre.  Killua miraba mis labios cuando hablaba acaso… ¿tendré algo sucio? ¡Qué vergüenza!...

Cuando llegamos al restaurant pude ver el asombro de mi compañero. Yo estaba más feliz por traerlo a este lugar especial para mí. Pedí las mesas al aire libre, esas que nunca están siendo usadas por  el clima caluroso, pero había una que se refugiaba debajo de un árbol, perfecta para dos personas.  Killua le hizo una broma a un hombre empujando su silla lo suficientemente fuerte como para hacerlo caer. Nadie se dio cuenta de sus actos, solo yo, de alguna forma eso me hacía sentir especial.  Nos reímos un buen rato por la travesura y empezamos a jugar el típico juego de palabras, pasar el tiempo con él era divertido, era mejor que estar entrenando, nunca me cansaría de esto.

Cuando llego nuestro pedido nos pusimos a comer, mi corazón se sentía raro, era como si hubiera corrido durante horas pero no me sentía cansado. Esta sensación era nueva para mí, cada vez que miraba a Killua no podía dejar de deleitarme con el mar azul de sus ojos. 

- Killua eres muy lindo… - le dije sonriendo. Quería decirle lo que pensaba de él y lo que me hacía sentir aunque no sepa muy bien que es lo que sea. Me quedó mirando con una expresión de asombro ¿Se habrá molestado? Tenía sus mejillas rojas brillantes ¿Estará enfermo?

- No digas esas cosas ba-ka – me dijo mientras volvía a comer pero esta vez mucho más rápido. 

- ¿Por qué no Killua? Si para mi realmente lo eres… - le conteste con un poco de risa, me causaba gracia su actitud y no pude evitar reírme. 

- Solo cállate y come – obedecí lo que me ordenó… creo que siempre le haría caso a Killua…         

NORMAL POV

Los niños terminaron de comer y muy contentos se dirigieron a la salida, Killua renegó porque Gon había pagado todo y no le dio oportunidad de gastar dinero.  Caminaron conversando de cosas triviales hasta el paradero donde Gon tomaría el servicio público, para ese entonces el atardecer ya había llegado. En los niños se podía ver una clara emoción, el ambiente era perfecto, el sol ocultándose chocaba directamente en el rostro del niño moreno haciendo brillar sus ojos y tiñendo más su piel dorada.

- Hey Killua eres mi mejor amigo – confesó el azabache colocándose al frente y mirando a los ojos del mencionado. Por más que quisiera ocultar su impulso no podía, prefería decirle lo mucho que lo apreciaba aunque ese haya sido la primera vez que comparten un momento juntos fuera de la academia.

  -Tú también eres mi mejor amigo Gon – respondió el albino sonriendo como nunca antes pudiese haberlo hecho. Había admitido en su corazón que quería al niño de shorts verdes, era especial, lo sabía porque lo descubrió en su malestar del fin de semana. Los ojos miel de su amigo podían hacerlo sentir así. Solo Gon podía poner sus emociones de cabeza con el simple hecho de irse un día, por más que lo haya negado se había acostumbrado a tenerlo cerca. 

- Hagamos una promesa ¿sí? No nos separemos nunca – dijo alegremente Gon mientras saltaba en un pie ¿Acaso no podía ocultar su felicidad? No, definitivamente él no era así. 

- Prometido - dijo Killua liberándose de una carga emocional, tras esa respuesta dejó de tener miedo a ser rechazado o humillado, solo que…algo estaba pasando por alto… algo muy importante. Al escuchar la respuesta el niño azabache abrazó a Killua empujándolo levemente hacia atrás.

  - Gon… ¿Quisieras intercambiar mensajes conmigo en la noche? – contestó Killua mientras sostenía a su amigo en brazos,  comenzó a oler su cabello y aroma corporal, un escalofrío recorrió su espalda al percibir el calor que solo un abrazo te da, tan caliente…, tan cálido… Le recordó a su hermano pero era mucho más noble y sin intenciones, en ese gesto se podía sentir toda la pureza de Gon. 

- ¡Sí! Cuando llegue a casa te enviaré muchos mensajes – reía mientras se desenlazaba del cuello del albino.  - No es para tanto – rio de lado el ahora muy tierno niño peliblanco hasta que llegó la movilidad en donde se iría Gon.

- Quiero verte siempre así – dijo al despedirse con una sonrisa de oreja a oreja que fue igualmente correspondida por el Zoldyck. - Yo también lo espero… - susurró para el mismo viendo cómo se alejaba el microbús donde viajaban esos hermosos shorts verdes…  

Era muy oscura la noche, las cortinas estaban cerradas impidiendo que cualquier luz entre a la habitación. Solo se podía ver la luz artificial de un celular debajo de una sábana blanca. 

- Hey Killua ¿No deberíamos dormir ya?  

- Quiero conversar un momento más contigo Gon

- Esta bien, está bien… Hoy disfruté mucho nuestra salida. 

- yo también, hace tiempo que no molestaba a alguien como el gordo de la silla :3

- Que bueno que nadie te vio –snif- -snif- ¿Podremos salir otro día así?

- Si Gon, pero esta vez yo pagaré 

- Como tú digas, Killua realmente me haces feliz… 

- ¡Que cosas dices! Apuesto que no me lo dices de frente  >:3

- ¡Claro que si puedo! Espera a mañana y verás :) Por cierto… te veo directo en el jardín de cerezos.

  - Ummm… ¿Por qué?

- Llevaré merienda de casa, quiero compartirla contigo. 

- Estaré impaciente… Buenas noches Gon

- Buenas noches Killua, hasta mañana.

Al cortar la conversación el Zoldyck soltó el celular a su lado y estiró los brazos a sus anchas. Un sentimiento nada placentero recorrió su pecho haciéndole recordar que él era un asesino en comparación a Gon que era tan puro e inocente. Sus pensamientos e imaginación volaban, tenía que encontrar una oportunidad para hacerle su confesión lo más pronto posible.  

– Y si me dejará por ser un asesino… - susurró tan bajo que se volvió parte del sepulcral silencio.  – Creo que no importaría, después de todo no puedo pedir menos por mi oficio…

...

Las semanas siguieron pasando, ahora la relación de los niños no  era igual que antes, ahora su confianza había aumentado y sus temas de conversación eran más íntimos, más sinceros…

Gon empezó acostumbrar a llevar comida para compartir con Killua, además su entrenamiento era más agotador en esa etapa del año y debía alimentarse mejor.  En esta ocasión el Zoldyck llevaba un polo manga cero con cuello tortuga de color negro, un pantalón azul y zapatillas moradas, esto lo hacían ver con bastante personalidad. Ahora no solo pasaba tiempo en el jardín de cerezos, ahora esperaba a Gon en las bancas de espectadores durante todo el entrenamiento del moreno. 

- Killua te ves muy bien vestido así – reía el niño mientras llevaba un poco más de comida a su boca. 

- Soy hermoso, lo sé – puso una mirada gatuna y le robó un trozo de carne a su amigo. Su confianza era notable.

  - Eres muy egocéntrico – decía el azabache mientras intentaba quitarle el trozo de carne que le robó de los palitos de Killua.

  - Solo contigo Gon… - pronunció llevándose el bocado a la boca y sonriendo malévolamente. Gon hizo un puchero y llevó el dedo índice a la frente de Killua poniendo presión en el toque. 

- La próxima te arrepentirás si intentas quitarme la carne otra vez – frunció el ceño en señal de falso enojo  para fastidiar a su amigo.

- ¡Uy no! Me estás asustando Gon – rodó los ojos en otra dirección fingiendo también su emoción de “chico en problemas” Se quedaron unos segundos mirándose sin decir nada para luego echarse a reír haciendo caras tontas.

El albino sintió otra vez el malestar en su pecho, había pasado dos semanas desde que tenía ese sentimiento que no lo dejaba en paz. Sabia que debía decirle a Gon la verdad, que él era un asesino antes de que fuese imposible. Algunas  noches esa carga no lo dejaba dormir, le parecia inapropiado arruinar el momento, pero no tenía opción, si no lo hacía en ese momento ¿Cuándo seria? El ambiente quedó en silencio cuando abruptamente el albino llamó al azabache por su nombre. Gon lo miró detenidamente, podía sentir que la actitud de su amigo cambió en ese momento, así que  solo se limitó a esperarlo hablar. 

- Gon yo… Yo tengo algo que decirte… - el corazón del moreno se aceleró y sabía perfectamente porque, su amigo estaba demostrando debilidad por la forma en que se expresaba, el más que nadie debía estar atento a cada palabra.

  - Yo…Yo… te oculté algo muy importante Gon… ¡Gon yo lo siento mucho! – su voz se entrecortó y las lagrimas empezaron a salir. Killua  solo agachó la cabeza, se sentía triste por haberle ocultado a su amigo lo que era. El moreno lo miró con angustia y algo de desesperación, quería abrazarlo y besar cada uno de sus lágrimas, pero no podía hacerlo, aún no…

- Yo soy un asesino y no debí aceptar nunca ser tu amigo –la voz del albino era más quebrada ahora dijo esto mirando a los ojos de Gon sin ocultar sus lágrimas, de todas formas ya no podía sentir más vergüenza.  El moreno no lo soportó más, dirigió sus manos a las mejillas de su amigo y acercándose poco a poco depositó un casto beso en los labios del albino, al igual que hacia su tía Mito- san en cada herida que tenía cuando era más pequeño. Fue un simple roce suficiente para que Killua se detuviera, de todas las reacciones que pudo imaginar el Zoldyck nunca creyó que eso fuera posible. 

-No entiendo muy bien lo que dices Killua, pero… pero a mí no me importa lo que seas o hayas sido antes. Eres mi mejor amigo y nunca te dejaré ¿Lo recuerdas? Hicimos una promesa, así que deja de llorar o sentiré mi corazón partirse por tu culpa – dijo esto con tanto amor que Killua sintió lleno su pecho, había comenzado a llorar de nuevo pero ahora se sentía feliz, esas simples palabras lo hicieron reaccionar, Gon le mostró en ese momento que el mundo no era tan malo y juzgador después de todo…

-Heeeey ya no llores por favor –Dijo Gon mientras abrazaba a su mejor amigo, era lo único que se le ocurrió hacer, casi fue un impulso inevitable. 

- Cállate cabeza de piña, ya se me pasará… -rio el Zoldyck correspondiendo el abrazo de su amigo.

-¿ Ehhhhhh? ¿Cómo que cabeza de piña? – Gon hizo un lindo puchero ya más calmado por la situación. Los niños se separaron y no se percataron de la posición en que estaban… tan cerca…después de compartir un beso… 

La realidad volvió bruscamente y los dos se separaron como si estuvieran tocando algo sucio. Sus mentes procesaban lo que sucedió: un beso. Sí un beso pequeño, casi insignificante habían tenido pero ninguno quería hablar de eso. Killua sintió un peso salir de él, ahora sentía que había nacido solo para conocerlo, solo para vivir esos momentos con Gon… 

- Tú me has contado todo de ti… ahora yo quiero hablar de mi – dijo el peliblanco parándose del césped, su corazón daba saltos por todo su pecho tratando de escapar por su boca. 

- ¿Querrías venir a mi casa y pasar la noche conmigo? – pidió Gon muy sonriente anhelando que le dé un sí. – Ahí podemos conversar y comer chocolates…

- ¡Sí! ¡Si quiero ir contigo Gon! Haré una llamada a casa y te veré a la salida… ummm… ¿Cuánto chocolate habrá? – su mirada gatuna no se hizo esperar, el moreno sabía perfectamente cómo controlar a su amigo. 

- Todo el que tú quieras Killua… - sonrió ampliamente, ese niño de verdad quería hacer feliz a su amigo <<”estaría dispuesto a hacer cualquier cosa”>> Killua se fue a su aula y Gon al club, el albino solo podía pensar que era el niño con más dicha por tener a un amigo como Gon, tan sincero y libre… nada podría romper su amistad

“Solo ellos mismos“

El albino pasó las últimas horas de clases de maravilla, su sonrisa iluminaba el aula perturbando a los ingenuos observadores. El tiempo había pasado tan rápido que no se había dado cuenta del cariño que tenía hacia Gon, su corazón estaba tranquilo, ya nada podría causarle malestar, esos shorts verdes le habían dado la cura a sus problemas. Con él no sentía que hubiese sido un asesino, sino una persona completamente diferente con el único propósito de ser feliz.  Su hermano se encontraba de viaje, uno mucho más largo que los anteriores, era feliz porque no debía dar explicaciones de nada a nadie, tampoco debía matar ni nada parecido como rastrear a una persona. Ir a la academia Hunter fue lo mejor que le pasó, él se encargaría de proteger a Gon contra quien sea, aun si fuese de su propia familia… Estaba decidido el Zoldyck pelearía por su amistad con Gon, aunque eso lo lleve a la perdición.

”No, él ya estaba perdido”

Llegó la hora de salida y la ansiedad se apoderó los niños, era la primera vez que Gon llevaría un amigo a su casa y era la primera vez de Killua también iría a la casa de alguien.  Se juntaron en la entrada principal al mismo tiempo en que todos salían. Eran las 4 de la tarde pero al calor parecía no importarle. Empezaron a conversar de Killua y su vida, de las veces que fue castigado por romper las computadoras de su hermano o por robar chocolates del almacén. Por momentos Gon se ponía serio y por otros ratos reía. Pero cuando empezó a contar sobre su primer asesinato Gon no tuvo ninguna de esas reacciones, se veía en su rostro como imaginaba cada escena que le narraba. Eso incomodó un poco al albino pero no se detuvo hasta que…

-Killua eres increíble – dijo él de shorts verdes mientras sonreía tan natural… tan verdadero. Eso molestó al aludido que no pudo evitar contestar con arrogancia.

-Podria matarte por decir eso – sus ojos eran oscuros y nublados, pero su amigo nisiquiera se inmutó.

-¡Oh Kamisama líbrame del mal! – juntó sus manos y cerró los ojos como si estuviese rezando a los dioses rogando por su vida. Killua empezó a reir por lo gracioso que era Gon ¿Se puede pedir más? Cuando por fin llegaron a casa de Gon después de hacer bromas a los pasajeros del transporte publico, se detuvieron en la puerta y se miraron antes de entrar…

-Bienvenido a casa Killua...  

 

Notas finales:

¿Qué pasará en la casa de Gon -chan? (°w°)

Hasta el proximo domingo...

-Heart


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