Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

T O G E T H E R [akakuro] por Kitori Keira

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

|ESTA EN WATTPAD, BAJO EL MISMO NOMBRE, DIFERENTES PERSONAJES|

AKAKURO

LEMON

DEMONIOS

 

Notas del capitulo:

Es un cap un poco raro, pero luego entenderan e.e

Akashi Shiori [madre de Akashi]

No encuentro por ningun lado el nombre de la madre de Kuroko xd Asi que le pondre uno cuando aparezca en la fic TuT

-Ya lo decidí, no puedes hacer nada...-dijo el pelirrojo frunciendo el ceño y apartando la mirada.

-¿Cómo puedes estar tan pacífico? Estas arriesgando tu vida...- Riko estaba a punto de llorar y notablemente molesta.

-¿Y crees qué no lo sé? vamos Riko-san, ya se nos acabaron las opciones, ambos sabemos que esta es la única salida, y tú mas que nadie sabes que haría lo que fuera por la vida de mi madre y si eso significa que tengo que hacer esto, lo haré sin pensarlo dos veces...además es temporal. -

-¿Temporal? Te marcarás toda la vida con esto. Y dime ¿qué hay de mí?, ¿qué pasará con tus hermanas pequeñas?...¿qué pasará con él?-

-El entenderá...debe entender. Es mi madre de la que estamos hablando Riko-san, lo amo pero no puedo hacer nada. No sabes lo mucho que lo extraño...sus hermosos ojos azules,
su cabello, su olor....-el pelirrojo solto un pequeño sollozo. La castaña corrió a abrazarlo.

-Sei-kun...debes hablar con él...no puedes ocultárcelo. El te ama y te ha perdonado muchas veces, pero no se si esta te la llegará a perdonar...es demasiado.-

-No puedo...no aún. Además, ¿qué mas dá? No me querrá de todas formas...es mi decisión no es la tuya, ni la de él. Riko-san,  solo por favor cuidalo...-

-Sabes que lo haré...pero también sabes lo que le pasará. Vendrán por él y ni siquiera sabrá por qué...-

-Por favor no me lo hagas mas difícil... volveré. Por mi madre, por mis hermanas, por tí y por él. Solo dile lo necesario...-

-Adiós Sei-kun...-

-Adiós Riko-san y cuídate...- dijo Akashi y desapareció en las sombras...

 

La guerra:

 

La brisa chocaba contra los rostros de los individuos allí presentes y sus cuerpos temblaron al ver a los dos jefes mas grandes que el mundo haya podido tener. Uno era el bien y el otro era el mal. Dos legiones que estaban a punto de entrar en una guerra que no acabaría bien. Una guerra que no tendría fin. Ellos se miraron entre si, comunicándose todo lo que pasaba por sus mentes, ahora corrompidas.

Miles de guardianes flotando en el paraíso, dispuestos a acabar con aquella maldad y miles de guerreros dispuestos a todo con tal de limpiar sus nombres. Pero mientras sus ejércitos esperaban cualquier señal para atacar, había una madre llorando desconsoladamente, junto a su esposo. Ella, pura, inocente, sin ningún tipo de malicia; y el, todo lo contrario. Ambos venían de un mundo diferente, un mundo totalmente opuesto en el cual, no podían estar juntos. Con la vista borrosa, observaron a la pequeña criatura que tenían en sus brazos. Ojos azules. El era la salvación a ese enfrentamiento, el iba a cambiar el mundo. Con solo un pensamiento, el tiempo se paró, dejando en movimiento a la pareja. Su madre lo tomó en brazos, escuchando los sollozos de su esposo.

-"Vamos, amor, entregame el Doran ..."- el hizo lo que ella dijo. Le entregó aquel objeto que los ayudaría a posponer un poco la inevitable estupidez que estaban a punto de cometer, hasta que su hijo estuviera listo. -"Ya esta listo, ahora, separadlos..."- sus ojos estaban profundamente conectados a los de su bebe, mientras un pedazo de su pequeña alma era extraído y encerrado en aquel medallón, dejando uno dentro de el. Las lagrimas comenzaron a salir de sus pupilas. Juntos dejaron un ultimo beso en el rostro de la híbrida criatura, dejándolo ir para siempre y justo cuando ella cerró los ojos...

La guerra se desató...

"Y después se levantará otra criatura inferior a ti; la cual dominará sobre toda la tierra." Daniel 2:39 [Mi versión]

 

[...]

 

Sabado, 17 de noviembre. [Tokio,Japon] Actualidad

-"¿Por qué me hizo esto? ¿por qué? ¿por qué Ogiwara?..."- los sollozos del chico peliceleste se escuchaban por toda la habitación y su amigo no sabia que mas hacer.

-"Tranquilo Tetsuya, no llores. Sabes que él no merece tus lágrimas"- le dijo el castaño. En el fondo se alegraba de que, el pelirrojo desapareciera, así tendría el camino libre con Kuroko. Pero el peliceleste no amaba a Ogiwara de esa forma.

-"O-Ogiwara ¿podrías dejarme solo un momento?..."- le suplicó. Necesitaba estar a solas, para poder desahogarse y quizás pensar.

-"¿Estás seguro?"

-"S-sí , solo necesito pensar..."-le dijo mirándolo a los ojos. El castaño amaba esos ojos. Azules como el cielo, en los que te podrías quedar viendo toda una vida sin aburrirte, pero su egoísmo, lo alejaba cada vez mas de Kuroko, sin que él mismo se diera cuenta. Ogiwara le dió una última mirada al chico y salió de la habitación.

En el momento en que el sonido de la puerta cerrándose, se escucho, el peliceleste exploto. Sollozo y lloró mas fuerte. Estaba destrozado, pero aun así, daría lo que fuera por el pelirrojo, aquel que le sacó miles de sonrisas. Soñaba con su regreso, esperaba que volviera, diciendo que todo era una broma y que serían felices para siempre...pero muy en el fondo, había una pequeña voz, que le gritaba que no iba a regresar. Kuroko no se imaginaba cuales eran las razones por las cual su ahora exnovio lo dejó. Momoi-san, una gran chica, alta, cabello y ojos rosa, la mejor amiga de su pelirrojo, ella quería explicarle todo, pero no la dejó, y así dio paso a un gran error. Temblando, se puso de pie y caminó hacia su pequeño escritorio en donde tenía un álbum de fotos. Todas de Seijuro y él. Se acostó boca abajo en su cama y lo abrió. Ríos de lágrimas caían por sus mejillas sin darse cuenta. Sus ojos pasaban por cada foto, recordando los hermosos momentos que pasó junto a él. Poco a poco, sus ojos se detuvieron en dos fotos en específico. Una fue la primera foto que se tiraron cuando se hicieron novios. Estaban con sus amigos, pero aún así era la mejor foto que tenía de él. La otra foto, los mostraba juntos en un lago. Kuroko besaba su mejilla y el pelirrojo sonreía a la cámara. Sus ojos lloraron mas, recordando el día en el que se encontró con esa mirada profunda y hermosa, esa sonrisa perfecta, esos labios... así recordó el mejor día de su vida. Cuando lo conoció...

 

[ F L A S H B A C K ]

 

Hoy era uno de esos días, en los que tirarías a tu madre por las escaleras solo por dormir cinco minutos mas. Pero sencillamente esta prohibido tocar a tus padres, porque son tus padres ¿no?. Bueno esto resultaba casi imposible para Kuroko...

 

[...]

 

-"¡Despierta! ¿Que esperas maldito marica?"- grito su madre, dando golpes en la puerta de su habitación. -" ¡Llegaras tarde al Instituto!"- añadió, alejándose del pasillo y bajando las escaleras.-

 

-"Menuda mierda..."- susurro adormilado. Con pereza y con ayuda de sus manos, levanto su cuerpo, sentándose en la cama. Alzo su vista hacia el techo, imaginando que Dios lo veía.-"Perdoname por ser como soy, perdoname por mis malditos gustos..."- con un suspiro, se las arreglo par caminar hacia el baño y ya ahí, cepillo sus dientes. Con cuidado, se va quitando prenda por prenda hasta quedar completamente desnudo. Cuando entro a la ducha, el agua caliente cayo por su cuerpo, mandándole escalofríos por la espalda. Al terminar, se envolvió una toalla a la cintura y se vió en el espejo. Aún le dolían los moretones que se gano dos días atrás, estaban de un color morado casi negro. Una lágrima se resbaló por una de sus mejillas. La limpió y se dirigió a buscar la ropa que se pondría hoy. Se puso unos jeans y un suéter que estaba a un lado de su closet y que le quedaban un poco apretados. En realidad no se podía quejar, tenia mucha ropa, ya que sus padres eran empresarios, estaban forrados de dinero. Tomó su preciado abrigo y salió. Hacia algo de calor, pero no se lo quitaba nunca. Tapaba su moretones y sus recientes cortes.

 

Sus "padres" prácticamente lo sacaron de la casa, porque tenían una "reunión importante" en su empresa, ni siquiera desayunó, en realidad nunca comía. Siguió caminando al instituto y cuando por fin llegó corrió rápidamente por los pasillos, tenia que contarle algo sumamente importante a su mejor amigo. Todo iba bien, se podría decir que hasta normal, hasta que choco con un cuerpo, haciendo que por poco cayera, ya que aquel chico, si era un chico, lo atrapo en sus brazos. Se quedaron viendo unos segundos, ambos perdiéndose en los ojos del otro. Un chico, o tal vez una chica, no lo sabían, entro corriendo por los pasillos, chocando con ellos dos, sobresaltándolos, haciendo que el pelirrojo perdiera el equilibrio y que Kuroko cayera encima de él. Sus rostros quedaron a milímetros de distancia, sus narices y labios se rozaban con el mínimo movimiento y sus respiraciones se mezclaron. Los dos estaban en completo silencio, admirándose. Kuroko volvió a la realidad y se separo del pelirrojo torpemente, pidiendo disculpas y perdiéndose en el laberinto de pasillos. Corrió como por 5 minutos mas y la campana sonó. Bufando entro a clases y para su mala suerte no tenia ninguna con Himuro.

[...]

Ya era hora del almuerzo y el peliceleste por fin divisó la cabellera azabache de su mejor amigo Himuro Tatsuya. Capitán del equipo de baloncesto, guapo, alto. Muchas chicas babean por él ,incluso chicos, pero él sólo tiene ojos para uno: Murasakibara Atushi. Sip, el mas "popular" del instituto, multimillonario y mas heterosexual que nadie, según él.

 

-"¡Hey Tatsu!"-le gritó el peliceleste a su amigo para llamar su atención. El chico se exalto un poco y miro a Kuroko sorprendido, ni siquiera se había dado cuenta de que estaba ahí.

 

-"Ah, hola duende..."- dijo Himuro con una media sonrisa. Kuroko noto cierta tristeza en sus ojos, dio una rápida mirada a donde estaba mirando su amigo antes y se encontró con una escena no muy agradable. Murasakibara se estaba besando con nada mas y nada menos que con Momoi, la chica que ha estado con medio equipo de fútbol, claro esta que con Himuro no ha estado y nunca va a poder. El peliceleste volvió a mirar a su amigo y este tenia sus ojos cristalizados, soltó un suspiro y lo abrazó...

 

-"Sh...tranquilo Tatsu, el no merece tus lágrimas.."- le decía, pasando su mano por la espalda del chico para tranquilizarlo...

 

-"G-Ggracias d-duende...y-yo"-trataba de decir entre sollozos.

 

-"No te preocupes, sabes que eres mi mejor amigo y que nunca te dejaré.... Te quiero mucho tonto"- declaro, sacando una sonrisa literalmente hacia la nada, ya que su amigo no podía verlo.

 

-"¿M-mas que a Ogiwara?..."- preguntó el azabache, haciendo un puchero.

 

-"Los quiero a los dos de la misma manera..."- Kuroko soltó una carcajada.

 

-"Vaya, vaya. ¿Que tenemos aquí? Los maricones al parecer están tristes....¿que les pasó? ¿se les acabo el lubricante?..."- varias carcajadas se escucharon, haciendo que Kuroko y Himuro se separaran.

 

Ninguno de ellos se esperaban ese comentario y mucho menos saber quien fue la persona que lo dijo. Mientras Himuro se quedaba en shock, el mundo del chico peliceleste se detuvo.

 

 

 

Era él...

Notas finales:

Aqui vamos de nuevo...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).