Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Problema De Las Estrellas por Himura Law

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes son propios de su respectivo autor, toda similitud con la vida real es pura y mera coincidencia.

Notas del capitulo:

Por fin me digno a subir un fic a la página que anda en producción en mis manos, solo dire dos cosas que amo escribir, coshitas cursis de las otp's que AMO y escribir cosas rikolinas 1313 x'D 

¿¿¿No estan siguiendo el Manga??? Pues deberían uwú. (?)

 

Pues nada mas que decir~ To Read..~ 

 

-Espera un momento, aún no abras los ojos Tadashi.
 
No sabía que estaba pasando, ni porque su pareja lo había arrastrado hasta su departamento en la noche con cierta urgencia, mientras estaban tomando unos licuados normalmente en el restaurante familiar de siempre, ¿acaso era su propio cumpleaños y lo había olvidado por completo?, o ¿era otra vez que quería sorprenderlo con la nueva remodelación del departamento, para que pronto se mudara junto a él?.
A pesar que Yamaguchi tenía los ojos cerrados como prometió, podía escuchar a lo lejos algunos objetos y como caminaba apresurado por la sala.
 
-...me siento inquieto.-murmuró para si mismo cierto pecoso al estar esperando unos cuantos minutos.
 
A pesar que conocía a Hayashi Kou desde ya casi tres años, aún le era imposible confiar plenamente en él, claro que nunca fue así desde pequeño...pero sí tenia sus motivos.
 
Cuando por fin pudo pisar la Universidad después de haber fallado en la primera prueba de ingreso Kou fue su primer amigo y compañero, siempre estudiaban juntos si se presentaba algún parcial, o trabajo en equipo ya que aún Yamaguchi no era muy bueno dando presentaciones en el auditorio de la Universidad; había escogido estudiar la rama de la medicina, tenía muy en claro que no seria nada fácil al principio, más aún si tenia que aprobar la materia de farmacéutica con una nota privilegiada. Pero a pesar de todo lo que la Universidad le daba, también tenia sus propias precauciones y deberes como enfermero de medio tiempo en la Guardia de un hospital y los fines de semana que tenía tiempo, iba a jugar voley en el club de su barrio con algunos conocidos suyos de la escuela media. Aún le costaba separarse del deporte que tanta felicidad le había proporcionado, también mantenía contacto con sus sempais y algunos compañeros de Karasuno.
 
Se mantenía firme por sus propias metas que había fijado, deseaba mantener su mente y cuerpo activo en todo momento, aunque cuando escuchaba el nombre de Tsukishima Kei, este comenzaba a flaquear y perderse en ese mundo que creó; su sarcástico y desinteresado amigo de la infancia, su compañero de equipo, su confidente, la persona que más quería y amaba desde que conoció mejor esa personalidad que tenia su rubio amigo. A pesar que las personas a su alrededor no entendían porque le era tan fiel a una persona sumamente fría, él siempre lo tomaba de buena manera, y sonreía respondiendo "Tsukki es genial, y es una gran persona."
 
Jamás olvidaría la última vez que se vieron de frente, aunque preferiría dejarlo pisado en el pasado, ya que de tan solo recordarlo le traía un fuerte dolor en el pecho de este, nunca supo contarle a alguien lo que había ocurrido ese día, ni a Hinata que le ofreció su hombro para desfogarse de tanta frustración y llanto.
 
Si alguien le preguntara en este momento de su vida a Tadashi Yamaguchi que significaba el nombre "Tsukishima Kei", sabía a la perfección que "Fue alguien especial en mi vida.", estaba lejos de salir de su boca.
 
-Listo!, puedes abrir los ojos ...-sonreía ansioso por la reacción de su pareja que estaba parado cerca a él.-tuve cierta ayuda en el decorado, pero... Felíz Aniversario Tadashi.
 
Estaba totalmente inmóvil, había olvidado por completo que ese día se cumplía un año de noviazgo, se sentía horrible por dentro.
 
-L-Lo siento mucho!!!y-yo...
 
Hayashi-san negó con la cabeza mirándolo con cierta comprensión.
 
-Yo más que nadie entiendo que lo hallas olvidado, la Universidad, tu trabajo en la guardia del hospital, no tienes q sentirte mal -estiró sus brazos mostrando el hermoso decorado de la sala. Tenía varios globos decorando la sala y otros pegados en el techo con listones, se podía ver en la pared algunas fotos de ellos dos juntos en algunas de sus primeras citas, en el juego de sofás se observaba todo tipo de flores, y pétalos, la mesa también estaba decorada con flores, lo único diferente era el agradable pastel de fresas en ella.-...y?...que te parece?.
 
Parece que el haberle comentado después de tantos meses de pareja que nunca había salido en tono amoroso con nadie, lo entusiasmó demasiado a Kou. Esa era la única razón lógica que le encontraba el de pequitas para lo que podía observar.
 
-Es lindo todo, aunque...esto es mas para una chica...no crees?-mencionó algo incómodo frotándose el brazo.
 
-Pensé que tendría que esmerarme más, ya que soy tu primera pareja- mencionó bajando los brazos y mirándolo fijo.-realmente esperaba otra reacción tuya Tadashi...
 
-N-No es que no me guste-se acercó al más alto y lo miró tratando de sacar su mejor sonrisa sincera-realmente todo esto es maravilloso, me gusta muchísimo...-le besó levemente la mejilla-...muchas gracias, aunque no tendrías que haberte molestado tanto Hayashi-san...
 
El más alto le miró un tanto molesto-Un año de novios, ¿y aún no puedes llamarme solo Kou?-Era cierto que al pasar los años Yamaguchi había cambiando un tanto su personalidad, pero aún no podía confiar en alguien plenamente, y llamarlo por su nombre de pila seria algo injusto a su parecer. 
 
Kou observó como Tadashi bajaba la mirada, tampoco pretendía exigirle así que se limitó a suspirar y rodear la delgada cintura de su pareja con sus brazos atrayéndolo hacia su propio cuerpo.
 
-...hoy...lo podremos hacer Tadashi?-susurró con delicadeza cerca del oído contrario, estremeciéndolo en el acto.
 
-...yo…
 
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
 
-¡¡¡¿Y luego que pasó??!!!-gritaba al borde de un ataque cardíaco cierto peli naranja que escuchaba atento a lo que decía su amigo de pecas. Estaban en un CoffeBar cerca de la Universidad, y ciertamente con el grito llamó la atención de varios clientes del lugar, hasta de las meseras que llevaban sus pedidos correspondientes.
 
-Hinata no grites.-susurraba Tadashi actuando lo mas sereno posible, entendía que hablar sobre ese tema alteraría a su amigo, pero deseaba saber si este fue él responsable de haberle metido la loca idea de decorar toda sala del departamento con flores y demás.-...ya te dije que todo fue de mi agrado, nose que esperas que te cuente...-mencionó tomando su jugo de naranjas.
 
-Pues lo más OBVIO,...oí Yamaguchi, le regalaste tu virginidad al final?-preguntó Hinata un tanto curioso.
 
-...!!!
 
-...
 
Y ahí se encontraban ambos amigos sentados en una mesa cerca de la amplia ventana del CoffeBar, uno tratando de disculparse, y otro esperando que nadie allá visto cuando fue escupido en la cara con jugó de naranja.
 
-Lo siento mucho Hinata, pero tu tienes la culpa por preguntarme semejante barbaridad, seguro es tu cuñado él que te anda pegando lo de "vecina metiche".-dijo después de salir del CoffeBar.
 
-Mo~ pero no tenias que haberme escupido en público, me sentí muy avergonzado cuando la mesera vino a ofrecerme un trapo limpio-respondía con un puchero en sus labios.-pero sacando ese tema del cual pretendo vengarme por supuesto, respóndeme honestamente, ¿dieron el siguiente paso con Hayashi-san...?
 
La seriedad y el toque de preocupación que le transmitía Shouyou a cierto pecoso, le incomodaba, no quería contar su vida "intima" a nadie, pero algunas veces meditaba que tampoco seria bueno para él mismo guardar tantas cosas dentro suyo. Además el peli anaranjado estaba más bien informado que otra persona que conocía. 
 
¿Seria bueno para si mismo, confiar en alguien por segunda vez?.
 
-Kageyama te debe estar esperando.-respondió-se enojara si lo haces esperar demasiado como la otra vez.
 
-No me cambies el tema Yamaguchi.-añadió rápidamente parándose frente suyo, deteniendo los pasos de su amigo.-Mira, piensa un poco en lo que estas haciendo con Hayashi-san, lo conozco y no es un mal tipo, es más, ni se me pasaría por la mente que fuera el tipo de persona que te dejaría tirado por otro u otra, o que te fuera infiel en algún momento de su relación, desde que se te confeso hace un año locamente pensé que estaba gastando su saliva, porque presentía que aún no habías olvidado al idiota de Tsukishima. ¡Pero lo aceptaste!, aceptaste sus sentimientos.-Lo miró ciertamente abrumado-Espero realmente que no allá sido el típico "Un clavo saca a otro clavo", porque déjame decirte que para poder sacar el otro clavo, primero tendrías que olvidar al primer clavo y poder ser feliz con el clavo actual, por lo tanto el clavo que pretendes clavar no podrá ser feliz, Kageyama me dijo una vez que siendo un clavo chueco nunca seria fuerte para agarrar la madera y cuando clavé la sillita de Natsu se rompió y yo...-el silencio se hizo presente al darse cuenta que se había ido por las ramas.- ARGH!! Tu me entiendes.
 
-Entonces...tengo que comprarme una caja de clavos?-decía Yamaguchi burlándose de Hinata al haberse enredado.
 
-No!, y no te burles!...pero...-suspiró frotándose la nuca- solo quiero que seas muy feliz Yamaguchi, y si sabes que Hayashi-san no puede lograrlo, no lo arrastres con tu "dolor".
 
-Hinata...
 
-Pero si sientes que de apoco esta entrando en tu corazón, dale más esperanzas, no te digo que des el siguiente paso en contra de tu voluntad,...pero ser más afectivo no te matará.
 
-¡¡Hinata Boge!!-ambos chicos se dieron la vuelta velozmente para verificar de donde venia  semejante grito, y no era especialmente de un Kageyama Tobio contento y feliz de la vida. Al parecer el azabache estaba esperando más de dos horas cerca de la entrada de la universidad, y ya arto de aguardar prefirió ir a buscar a Shouyou por los alrededores o por donde su cabeza hueca estaría matando su tiempo mientras a él le crecía raíces en los pies.
 
-¡¡Ah!!, ¡¡soy una inocente palomita!!-levantaba ambos brazos “en son de paz”, estaba consiente que entrar en una pelea con un Kageyama Tobio enojado no seria una buena elección en esos momentos, incluyendo que no deseaba contarle las intimidades de su amigo y como andaba la relación entre ellos.
 
-¡Te mataré la próxima vez que me dejes esperando como un idiota!-gritaba jalándole del cuello de su camisa.
 
-Por que será que esto me recuerda cuando te lo había advertido antes.-acotaba Tadashi.
 
-No eches mas leña a la hoguera Yamaguchi-respondió un Hinata temiendo por su vida.
 
-Supongo que ya terminaron de conversar sus temas pendientes, así que me lo llevaré si no hay inconveniente.-él de pecas comprendía que este no sería un hermoso día para su amigo. Se limitó a asentir con la cabeza mientras observaba como se lo llevaba arrastrando por la calle, sin pudor alguno que las personas cercanas los vieran entre confundidos, sorprendidos y divertidos.
 
-Ellos nunca cambiarán, que envidia…-susurraba con melancolía.
 
Desde que había conocido a ese par, pensó que jamás se podría relacionar con ellos mas allá de unos compañeros de equipo, pero con el paso de los tiempos se dio cuenta que estaba completamente equivocado, sus vidas fueron tomando casi el mismo rumbo, ya que Hinata a pesar de desear con toda su alma ser uno de los integrantes del equipo que representaba a Japón, también quería ser oftalmólogo, no era algo que le apasionaba con furor como el voley, pero seria una profesión donde pudiera ser su propio jefe, o eso era lo que pensaba en el momento de entrar a la Universidad de Medicina; agregando a la vez que hace poco por fin tuvo el milagro de declararse a Kageyama, su armador en Karasuno, a pesar de tener ese carácter poco social y que algunas personas lo siguieran llamando “Rey”, no podía simplemente olvidarlo y distanciarse, aunque eso no significaba que no lo había efectuado antes. Por esa razón mantuvo mas contacto con Shouyou estos años, y como ahora estaba de pareja, también veía a Kageyama con mas frecuencia que antes.
 
Verlos a ambos discutiendo por cualquier cosa sin sentido, enojándose por algún despiste del otro, o seguir tan competitivos como en la escuela media era divertido de ver; con esos dos cerca Yamaguchi podía experimentar que los años que habían transitado solo eran eso, años, ellos seguían jóvenes, vivos por dentro y fuera, tratándose como siempre o mucho mejor que antes. Ya que una vez cuando se encaminaba al supermercado de conveniencia, se topo sin pensarlo con Kageyama y un Hinata que llevaba un ramo de rosas en su brazo y en su mano un perrito de peluche, estaba pasmado al ver semejante escena romántica que inconscientemente se escondió atrás de un auto mirándolos sin pestañear, jamás se le había cruzado por la mente ver al antiguo rey siendo tan cortes y cariñoso, dándole a Shouyou tantas atenciones como lo haría con una chica, además iban tan bien vestidos que las miradas penetrantes de varias chicas los hacían lucir como personas famosas, solo faltaba la muchedumbre de locas pidiendo fotos y autógrafos.
 
Con esos pensamientos se le venía a la mente su niñez, esa donde él se sentía tan inútil y poco importante para las demás personas, no tenía ni amigos o alguna mascota que le hiciera compañía en su casa, siendo hijo único sus padres le daban casi toda la libertad de hacer lo que quisiera, no era un chico revoltoso o del que se metía en problemas constantemente en la escuela, pero sí era el blanco perfecto para abusivos que pretendían ser superiores a los demás.
 
“-Tadashi, tiene la cara llena de pecas.”
 
“-¿Porqué eres tan enclenque?.”
 
“-Para volverte mas fuerte cargarás nuestras mochilas.”
 
“-Llora por cualquier cosa.”
 
“-Que llorón.”
 
Cuando empezaba a asimilar que su rumbo seguiría de la misma manera, que tendría que acostumbrarse a esa vida que le tocó, justó ahí lo conoció.
 
“-¿Qué estas mirando?.”
 
“-¿No es de sexto año?.”
 
“-No, es de la clase tres.”
 
“-…Qué patético.”
 
Tsukishima Kei.
 
En ese pequeño instante, no se hubiera sorprendido que ese “insulto” halla sido hacia su persona, sin embargo pudo experimentar la envidia, por lucir tan genial y hablar sin escrúpulos con los que lo molestaban. Tsukishima dio página nueva a su vida, donde sus pecas eran sólo un adicional extra que lo hacia ver único, su estatura era lo mas común siendo hijo de padres japoneses de tamaño mediano; todo lo que Yamaguchi creía que estaba mal en él, Tsukishima le respondía despreocupadamente y sin miedo. Por eso y más, idolatraba al de lentes cada día desde que se toparon por segunda vez cuando se adentraba al gimnasio de su colegio.
 
Cuando los años pasaron su amistad se fortaleció, creando una especie de pared tan impenetrable que solo ellos podían acceder, amaba y protegía esa amistad con todas sus fuerzas, hasta que un día cuando abrió los ojos, esa amistad se transformó en algo totalmente opuesto.
 
Amor en su pequeño corazón inexperto. 
 
Estar cerca de Tsukishima era sentir su propio corazón retumbando con fuerza en su pecho, las manos temblorosas y sudosas, el tartamudeo mas constante, esa sensación de querer vomitar mariposas hasta por las orejas por estar durmiendo en la misma cama o habitación, todo, hasta lo más pequeño se volvía inmensamente gigante al estar cerca de Kei.
 
Y entonces, si hubieran cambiado el final de su historia ese día, ahora ¿podían estar así?, ¿igual que Kageyama y Hinata, con rosas y peluches, salidas a todos lados donde ambos estuvieran cómodos, y portando su mejor ropa en sus citas?.
 
Yamaguchi negó con la cabeza por seguir taladrándose con recuerdos que no le provocaban ninguna felicidad, el pasado no lo podía cambiar aunque quisiera,  además Tsukishima ya ni se encontraba en el mismo país que él y no sabía si retornaría a Japón o no, ya no quedaba nada por hacer, tampoco tenía el ánimo de salir en busca de información de su paradero, solo quería continuar con la vida que escogió y seguir adelante para cumplir esas metas que se propuso junto a su pareja.
 
 Hayashi-san estaba ofreciéndole una felicidad verdadera y pura, era un chico bastante apuesto con ese cabello castaño tirando a rubio, media 186.5 cm, sus padres eran comerciantes de la aduana, y a pesar que su hijo se digno a independizarse a temprana edad, ellos lo seguían apoyando a pesar de todo, incluso sabiendo que Tadashi era la persona con la cual salía.
 
Kou era su presente y futuro, y nada cambiaría eso.
 
-¿Tada-chan?.
 
Direccionó su vista a esa persona que lo llamaba de manera poco usual.
 
-¿Aki-nii?…-respondió automáticamente. No podía creer que Tsukishima Akiteru estaría parado a unos centímetros de él, a pesar que no se vieron desde que el mayor se fue a un intercambio en el exterior, extrañaba sentir ese cariño de hermano mayor que solo pudo sentirlo al conocerlo.
 
-¡¡¡TADA-CHAN!!!-Akiteru corrió a abrazarlo con entusiasmo y felicidad que le generaba verlo otra vez.-Estas…Estas más alto, y mira tú pelo!!! Jajaja.-mencionó alejándose apenas unos centímetros.
 
-ah…si, me lo deje crecer, aunque aún no me acostumbro a tenerlo largo, por eso me hago una colita atrás-dijo tocando un mechón de pelo que se le podía apreciar a simple vista.
 
-Wow…¿no me digas que también te tatuaste y te hiciste alguna perforación en tu cuerpo mientras no estaba?.
 
-Pues…aun le tengo cierta fobia a las agujas, pero…cuando llegaste?, la última vez que nos vimos fue hace casi cuatro años atrás, pensé que ya no regresarías Aki-nii, te eche mucho de menos.
 
Enterarse de un día a otro que la persona que querías como un hermano mayor viajara por varios meses a una escuela en otro país, no era especialmente para ponerse feliz, aunque sonara muy egoísta él sabia muy bien la razón del porque lo seleccionaron para ese intercambio sorpresivo. Por otro lado tenía la posibilidad de pulir y aprender más del deporte que antes lo hallaba perdido por su poca habilidad, Akiteru a pesar de todo amaba él voley, y nunca se rindió ante los grandes obstáculos que se le atravesaban en su camino invariablemente, tenía su propia meta a alcanzar, no obstante, era consiente que no seria nada fácil aun principio estar en algún equipo como titular o representar a su país con orgullo.
 
-Es verdad, desde pequeño nunca te gusto eso de las agujas, por eso siempre te ibas a vacunar junto con Kei jajaja me daba cierta pena por mi hermano, porque a él no le gustaba ir al hospital.-Respondió entre carcajadas, aunque para Tadashi no le provocaba gracia alguna, no era culpa del hermano de Kei lo que pasó en la graduación, pero tampoco le salía sonreír fingidamente como antes.-…y bueno, recién acabo de llegar a Japón, deje mis cosas en casa y decidí salir a estirar las piernas, ya sabes, estar sentado varias horas en un asiento no es muy cómodo que digamos para el cuerpo.
 
-Tienes razón.-se limitó a responder.
 
El cambio de ambiente después de nombrar a Kei no paso desapercibido para el mayor, lo veía en los ojos de Yamaguchi, en las expresiones que gesticulaba, aún no era muy experto en ocultar sus emociones después de varios años. Observándolo por fuera pareciera que todo andaba normal en su vida, pero Akiteru lo conocía, y mas tratándose de que el problema fundamental del de pecas era su hermano menor. Bien, el rubio estaba al tanto informado sobre la historia de ambos chicos, no era porque justamente su pequeño hermanito le contase con puntos y señales, sino porque Tadashi no sabia como declararse a esa persona que uno se sentía atraído sentimentalmente, y ahí comenzó todo, porque nunca veía al de pelo negro saliendo o tratando de acercarse a alguna jovencita o compañera de su escuela, no comprendía del porque consultar una pregunta así, sino tenía a esa persona especial aún en su vida. No tenia sentido, o eso pensó antes de relacionar la amistad de ambos chicos como algo más, y se llevo una grata sorpresa, todo conjeturaba perfectamente entre Kei y Tadashi.
 
-Ya se que no tendría que meterme en los asuntos de mi hermano, pero…¿su amistad termino completamente Tada-chan?-preguntó con inquietud.
 
Fue algo fugaz, pero Yamaguchi miró esos ojos color miel con dolor y sorpresa para luego desviarlos a otro lado, sintiéndose acorralado en ese mundo que creo para no pensar más en Tsukishima Kei. Otra vez estaba flaqueando.
 
-Yo…-mordió su labio inferior, pensando en las miles de respuestas que podría darle, pero ninguna abastecía la verdad.
 
Akiteru suspiró al cabo de algunos minutos acariciando el cabello de Yamaguchi con cierta comprensión.
 
-Tomaré tu silencio como algo positivo.-mencionó después de acariciarlo con una mueca en sus labios.-continuaré caminando, no cambié mi número así que cualquier cosa que necesites contáctame sin vergüenza, ¿vale?.
 
Levantó la vista, asintiendo por la pregunta.
 
-Tadashi…-lo llamó antes de irse del lugar, susurrando algunas palabras, y luego se fue caminando con ambas manos en sus bolsillos, dejándolo más pensativo que antes, por suerte fue el sonido de su celular que lo saco de ese transe.
 
-“¿H-Hola?-preguntó al no ver el número del remitente.”
 
“-¿Tadashi, dónde estás?-era la voz de Kou.”
 
“-Estoy en la cuadra del CoffeBar que esta cerca de la universidad, ya estaba por irme al trabajo.”
 
“-¿No querés que te lleve mi paragua a tu trabajo?.”
 
“-¿Paragua?.-preguntó dudoso.”
 
“-…acaso no estas viendo el cielo todo gris?-alzó la vista y justo una pequeña gota de agua chocó en una de sus mejillas, seguida de otras gotas más.”
 
“-…creo que tendría que apurarme.-respondió encaminándose hacia su trabajo, no quería llegar todo empapado como usualmente llegaba cuando se pronosticaba esos climas de lluvia con viento fuerte.”
 
“-En media hora estaré allá, le dejaré mi paragua al chico de guardia de la planta baja, ¿ésta bien?.”
 
“-No te preocupes, estaré bien Hayashi-san, estoy a solo unas cuadras del hospital.-comentó tratando de convencer a su pareja.-…estaré bien…-repitió para darle mas confianza.”
 
“Okey, pero si el clima empeora iré por ti en taxi.-cortó la llamada después de aceptar su propuesta y agradecerle por la molestia a su novio”.
 
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
 
En otro lado se encontraban dos personas gritando y corriendo lo más rápido bajo la lluvia, que caía cada vez con más intensidad.
 
-¡¡¡Waaaaahhh!!! ¡¡Ya siento mi bóxer mojado!!-gimoteaba cierto peli anaranjado corriendo sin parar por las calles.
 
-¡Ah! Maldición- corría al lado de Shouyou a pesar que todavía mantenía el seño fruncido por hacerlo esperar tanto anteriormente.
 
-Deja de estar frunciendo ese seño, te volverás viejo-dijo al ver que aún estaba molesto con él.
 
-¡Deja de molestarme! Además esto no hubiera pasado sino estuvieras holgazaneando como siempre, ¡idiota!.-alegó con enojo, mientras seguía cubriéndose con su chaqueta de cuero.-¡¿Y porqué carajos esta tu campera deportiva amarrado en tu cintura?!.
 
-¿¡Es todo mi culpa ahora!?, ¡¡tonto, Bakeyama!!-se quejó entre gritos, corriendo más rápido hasta llegar a la estación de trenes y resguardarse de la lluvia.
 
-Al menos cúbrete con tu campera, no seas mas tonto-mencionó Kageyama al estar resguardado también con el techo de la estación de trenes.-o ¿tienes miedo que se moje mas de lo que debe estar?.
 
-No me molestes-un puchero se formó sus labios, captando su ironía.
 
-¿Mmh…qué te pasa Hinata?.-lo miró fijamente esperando una respuesta, y solo pudo oír un leve susurro inaudibles para sus oídos.-¿Qué?, habla más alto no te escucho, y más con el ruido de la lluvia.
 
-¡Que se me rompió mi pantalón!-gritó todo avergonzado esperando que su novio se mofara de él, por ser tan descuidado.-…no sabia que hacer en ese momento cuando pasó, hasta que me encontré con Yamaguchi y me prestó su campera para que lo tapará hasta que llegue a mi casa, pero como teníamos que encontrarnos…no me sentía cómodo, además en el CoffeBar ¡¡Yamaguchi me escupió con jugo de naranjas!!, ya no quería que nos veamos, ¡estoy todo horrible!.
 
Ahora ya podía descartar todas las conjeturas e hipótesis que sacó Kageyama a ese olor inusual de naranjas en su novio, y bueno, no le obligaría que se sacara la campera si era para cubrir ese pequeño accidente. Lo observó unos segundos y lo tapo con la chaqueta de cuero que sujetaba en su mano derecha.
 
-Te prestaré mi chaqueta hasta que lleguemos a mi departamento, ahí te podrás bañar y cocer tu pantalón.
 
Shouyou lo miró sorprendido, cada día que pasaba al lado de Tobio experimentaba un pequeño cambio de él, lo bueno es que toda esa variación de actitud lo hacia mas feliz, y lo enamoraba más de lo que ya estaba del ex armador de Karasuno. Acomodó mejor la chaqueta en su espalda y se limitó a regular ese latido intenso que le produjo Kageyama.
 
-…tonto…-susurró por lo bajo, con un leve sonrojo en sus mejillas.- y no esperes que allá “acción” en la noche por una simple chaqueta. 
 
Tobio sonrió de lado ante tal declaración de su novio, jamás sacó a flote verbalmente el tener sexo con él, pero ya que lo decía, no vendría mal una noche un tanto movida en su departamento.
 
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
 
-¡Ya llegué a casa!.-avisó después de cerrar la puerta.
 
-¡Hijo!, cámbiate de ropa ahora mismo, no quiero que te llegues a enfermar-dijo la Señora Tsukishima preocupada al ver a Akiteru levemente empapado por la lluvia.- si sabía que llovería, no te hubiera dejado salir.
 
-Jeje no te preocupes mamá, me daré una ducha y me cambiaré.-respondió al sacarse los zapatos y dejarlos en la entrada.-A todo esto, ¿Kei esta en su habitación?.
 
-Sí, esta acomodando todo lo de sus maletas.-respondió regresando hacia la cocina.-Cuando este la cena los llamaré, ambos deben estar hambrientos después del largo viaje.
 
-Sí, gracias má.-subió las escaleras, y sacó una toalla del baño dirigiéndose luego a la habitación de su hermano menor, entrando sin tocar como de costumbre.-Que lluvia, casi me mojo todo.
 
-¿Hasta cuándo seguirás entrando sin mi permiso?.
 
-Hasta que cierres la puerta con llave, supongo.-comentó burlón sentándose en la cama, viéndolo acomodando su ropa en el ropero.-¿No vas a preguntarme cómo me fue?.
 
-Tú decidiste correr a buscarlo.-respondió Kei con cierta tranquilidad en su voz.
 
-Pero apuesto a que tu querías que lo hiciera de todas formas-se recostó en la amplia cama de su hermano, mirando el techo del cuarto.-él se dejo pelo y sinceramente, no le queda nada mal…-acotó ignorando el ambiente silencioso.-y creció algunos centímetros más, pero no te preocupes sigue siendo mas bajo que tú. Se veía bien con el cabello recogido ya que sus pecas se notaban más. Y…-lo miró de reojo-…tienes la posibilidad de cambiar ese final Kei, no te rindas justo ahora…no lo hagas.
 
En ese dormitorio a pesar de escuchar el viento azotando las ventanas, también se apreciaba el silencio, y un chico con lentes recargando su frente en una de las paredes de la habitación donde dormía antiguamente, se sentía afligido.
 
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
 
La respiración agitada y sentir medio cuerpo mojado no era nada que le importase en ese instante, Yamaguchi se sentía ido de ese mundo que creó y hallo perfecto en su vida.
 
-No lo sé…no lo sé-susurraba con dificultad mientras seguía corriendo, con la lluvia chocando su rostro.
 
“-Tadashi…¿Aun amas a Kei?.”
 
-Aki-nii…yo no lo sé-respondió a la par cuando posaba una mano en su pecho.
 
 
Notas finales:

Yo sé que querian lemon lemon y lemon (?) x'D pero eso va para el proximo capítulo *risa malvada*, porque en sí queria centrar la historia en el problema que hay, y hacer visible las primeras parejitas que habrá.

Gracias por leer~, y nos vemosh en el próximo cap que ya ando terminando B'D .

See you~ 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).