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Un ángel de paso por 1827kratSN

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Notas del capitulo:

Holi~

Bueno, bueno, todos... es decir, todas me reclamaron por una continuacón, así que... aquí estoy, a riesgo de hecharlo a perder *traga duro*

Debo decirles algo... solo una persona adivinó qué hice en este fic. Si señores, Fan Tsuna-chanxD lo supo. Este pequeño short (que ahora se hará long fic) fue basado en un doujinshi que leí, un au omegaverse, donde la hija de Viktor (lo escribo con K por darle un toque exclusivo y ¿ruso? XD) y Yuri se llamaba Ana. Solo que yo le daré el drama y la historia que mi mente maniaca y... no se asusten, no seré mala (no mucho) como decía. Que mi mente maquinó XD

Si me dan ideas, las incluiré de alguna forma XD

Disfruten~

 

Yuri sonreía cuando preparaba todo para la ansiada fiesta. Su pequeñita cumplía sus tres años y el festejo sería sencillo, solo los amigos más cercanos. Ely se hallaba con Yuko paseando por la ciudad en estos momentos, pues  los demás estaban preparando la comida y arreglos. Minako era la más entusiasmada pues adoraba a la pequeñita de cabello platinado como a una hija, todos en el lugar lo hacían, pues creció bajo tutela de cada uno. El negocio seguía siendo próspero, además que Yuri tenía un empleo extra en ciertos eventos ajenos al patinaje o a las termas 

Los cambios se habían dado en ese tiempo, fue muy difícil para el azabache volverse fuerte, cada día la pena lo embargaba pues su lazo eterno con su alfa estaba allí, recordándoselo constantemente. Yuri tocaba su cuello, en la parte posterior para ser exactos. Aun recordaba cuando Viktor lo mordió, el dolor que dio origen a la marca, la evidencia de su… de su enlace. Por eso dejó su cabello crecer, para ocultar aquella seña en su piel. Una que no se veía de lejos, pero cuando se acercaban podían apreciarlo y era lo que menos quería. Su hermana y madre… incluso su padre se entristecían cuando la veían. Eran una familia, si uno sufría los demás caían también. Yuri lo entendió después de pasar una depresión más, cuando aquella llamada lo destrozó, aunque a nadie más que a Yuko le dijo lo que de verdad pasó. Los que le rodeaban solo sabían que… el Yuri Katsuki temeroso y de baja autoestima murió. Ya no dudaba en hacer las cosas, ya no dudaba cuando decía algo o cuando hablaba con alguien. Se guardaba los miedos para sí mismo y a los demás les mostraba su nueva faceta… la segura de sí mismo. Aunque era humano y muchas veces se equivocaba, no decaía, aprendía y volvía a la lucha por su sueño. Ely era su sueño

 

 

-yo atiendo, oka-san – avisó antes de salir a recibir al nuevo cliente de la estación turística. Yuri mostraba una ligera sonrisa, hermosa en todo sentido pues ese día era especial. Ató su cabello que ahora le llegaba a un poco más debajo de los hombros mientras salía

-aún siguen en este negocio – aquella voz hizo que Yuri sufriera de un leve dolor en el pecho

-bienvenida – pero su educación por sobre todas las cosas, así que la reverenció levemente – ¿en qué puedo ayudarla, Nikiforov-san?

-Nunca me acostumbraré a su formalidad – hablaba aquella mujer de porte duro, de cabello rubio claro, de ojos azules. Alta y de presencia arrolladora – pero me gusta que me trates con respeto, Yuri

-… - el azabache sintió gran enfado, pero no lo demostró. Ante él tenía a la mujer que ocasionó todo, al menos eso pensaba. La madre de Viktor, la misma que lo veía con desprecio mal disimulado – ¿a qué ha venido? Si le soy sincero no me gusta su presencia

-antes parecías adorarme Yuri – sonreía con malicia observando de arriba abajo al omega destinado para su hijo. Era el mismo, desde ese cabello negro, esos lentes enormes y esa mirada marrón… aunque cosas pequeñas  si notó. Como que el cabello estaba más largo, la mirada más dura, había engordado un poco también – me recibías con una amplia sonrisa y me contabas todo lo que pasaba por tu mente

-ese fue mi error, ¿no es verdad? – apretó sus labios con frustración – usó en mi contra cada duda que yo tenía acerca de perder a Viktor

-así que te diste cuenta – habló con seriedad, sin quitarle la mirada de encima. Se sorprendió cuando aquel muchacho le mantuvo la mirada de forma constante, sin intimidarse, había cambiado un poco – mi hijo no merece a alguien que lo detenga. Dudas hasta de que te pondrás para atender este negocio… ¿cómo podría delegarte la tarea de cuidar de Viktor?

-Nikiforov-san, si va a seguir con todas esas cosas, le pido que se retire

-no he venido a eso – dijo cruzándose los brazos – quiero saber si sigues llamando a mi hijo. Odio que lo distraigas

-no – Yuri se tensó. Después de aquella llamada y rechazo total, volvió a intentar contactar con Viktor un par de veces más. No iba a negar que su necesidad de escucharlo era poderosa, pero no lo hizo más – no lo hago… y no tiene de que preocuparse. No lo haré más si eso pensaba

-aléjate de Viktor – fue la clara advertencia – o te haré pedazos

-usted ya lo ha alejado de mi – respiró profundo, era la primera vez que recibía una amenaza, así que se estaba incomodando

-solo le dije que comprobara tu fuerza. Te derrumbaste solo con tenerlo lejos unos meses, eres como un polluelo que necesita ser cuidado. Mi hijo no puede gastar tiempo en ti, inseguro muchacho… no vales nada en comparación a Viktor

-el que no vale nada, es él – Yuri habló con seguridad e ira contenida

-¿cómo te atreves? – hablaba indignada

-su hijo me mintió ofreciéndome amor incondicional y luego me abandonó. Le di todo de mi… y a cambio solo me dejó decepción, agonía… dolor en todo sentido. Supongo que eso lo sacó de usted, señora

-te has vuelto atrevido muchacho

-mi nombre es Yuri… y le pido que se retire de aquí – en su mente tenía en cuenta que esa mujer lo odiaba, lo despreciaba. La quería lejos de él y de su hija. Rogaba porque Yuko no llegara con Ely, pues esa mujer nunca vería a su nieta… no correría el riesgo de ver a su bebita siendo despreciada

-nunca vuelvas a acercarte a Viktor – advirtió una vez más, con esa mirada que no auguraba nada bueno

-si lo hago es mi problema, Nikiforov-san – el azabache frunció su ceño al ver el asco en la mirada de esa mujer – pero no se preocupe, ya entendí que Viktor no me corresponde, que prefiere viajar con una puta antes que con su pareja destinada

-que boca más sucia para un omega – soltó con desprecio e indignación

-y que tamaño ego para una beta – le respondió enseguida, sufría de momentánea valentía. Algo le decía que esa mujer era un problema – supongo que por eso me odia, porque yo poseía algo que usted no… un lazo eterno, ¿me envidiaba por eso? – sonrió con burla – pues debería entender que ese lazo no sirve de nada ahora

-yo acabé con tu felicidad… y puedo hacer cosas peores si te atreves a acercarte y seducir a mi hijo nuevamente – esa mujer sonreía satisfecha al ver el dolor en la mirada de Yuri

-¿acaso un alfa la despreció por ser beta? – el azabache soltaba palabras al azar pero parece que dio en el clavo – ¿por eso me odia? ¿Porque un omega siempre tendrá a alguien destinado? ¿Por qué un omega nunca podría ser rechazado por su alfa?... así que por eso le llenó la cabeza de cosas erradas a Viktor y lo separó de mí

-es muy tarde para darte cuenta – Yuri comprobó sus teorías, esa mujer alejó a Viktor de él, ¿cómo lo hizo? Solo Dios lo sabe – un omega débil no es digno de un alfa como mi hijo… Yuri Katsuki, tu infelicidad es mi felicidad – sonrió y se dio vuelta para salir – si te veo cerca de mi hijo… te haré la vida un mar de amargura

-¿más de lo que ya fue? – respondió y esa mujer solo le sonrió antes de desaparecer por la puerta

- Yuri, ¿atendiste al cliente? – Mari llegaba a preguntar y al ver que su hermano no respondió se acercó – Yuri… – vio a su hermano soltar lágrimas en silencio y lo abrazó enseguida, consolándolo a pesar de no saber lo que pasó en ese corto periodo de tiempo en que o perdió de vista

 

 

Yuri no dijo nada, le bastaba con saber la verdad. Esa mujer le arruinó su vida. Quién sabe que cosas le dijo a Viktor. Tenía una vaga idea de eso, pues cuando habló con ella años atrás, le contó sus dudas. “Tengo miedo de que Viktor no pueda manejar mi personalidad. ¿Y si se cansa de mí? Sé que puedo ser muy pesado a veces, que se cansan de ver cómo me derrumbo. Si Viktor saliera con alguien más y me comparara con alguien... seguro lo perdería. ¿Podría ser cambiado por alguien más bello o seguro de sí mismo? Yo no duraría mucho si se aleja de mí,  necesito a Viktor tanto como necesito respirar”. Yuri sabía lo débil que era en esa época, pero estaba confiado en que Viktor lo amaría como era. Que idiota fue en ese entonces. En estos años, en los noticieros apreció a Viktor con su nueva pareja, la misma que cambió dos veces en estos años. Desde un omega joven y de cuerpo delicado, hasta una mujer voluptuosa… ¿quién hubiese pensado que Viktor le hiciera eso? Yuri se sentía dolido cada vez que escuchaba las noticias sobre su alfa

Tardó un rato en reponerse, pero se lavó la cara para desprenderse de todo dolor y volver a sonreír. No podía deprimirse en ese día, donde su pequeña Ely cumpliría un año más de vida. Loop fue quien al llegar se acercó de inmediato a Yuri, podría ser una niña aun pero entendía muy bien las cosas, quería saber si esa mujer le hizo algo al pelinegro y Yuri enternecido por la acción de la pequeña negó y le cedió una sonrisa. Esa mujer no le iba a arruinar el día.

Todos veían a la cumpleañera, quien emocionada se lanzaba a los brazos de Yuri besándolo con cariño propio de la peliplata. Pastel, globos, regalos, adivinar las cosas que Ely decía en su lenguaje infantil, cantarle el feliz cumpleaños, ver a la pequeña fascinada por los colores en la decoración y en los globos. Cuidar que en sus carreras presurosas no cayera o chocara contra algo. En verdad era una hermosa familia… unida y cariñosa

 

 

-Loop me lo dijo – Yuko se le acercó a Yuri cuando ya todo estaba calmado y Ely jugaba con Axel y Mai – ¿estás bien?

-sí, no te preocupes – sonrió mientras terminaba de probar su tercer pedazo de pastel

-pues por la forma en que comes, no lo creo – rio divertida al ver que Yuri detenía la cuchara que iba a meterse a la boca

-me conoces bien – suspiró mientras dejaba el postre de lado. No podía evitarlo, cuando estaba ansioso le daba hambre – esa mujer confesó que hizo todo por separarme de Viktor

-es un demonio. Seguro fue ella quien le presentó ese omega escuálido a… – refunfuñaba Yuko pero se detuvo al ver que la tristeza, en la mirada marrón de Yuri, se mostraba – lo siento, no quise traerte malos recuerdos

-está bien. Yuko… gracias por demorarte más – sonrió el azabache – no quiero que esa mujer vea a Ely

-¿y Viktor?

-es su padre, algún día cuando… cuando Viktor me busque o cuando Ely me lo exija conocerlo, tendré que presentarlos, pero hasta ese momento… no quiero que se conozcan

-aun tienes fe en que Viktor volverá… ¿verdad? – su mirada era tierna, entendía a Yuri de cierta forma

-es estúpido, ¿no?

-un poco – rieron para matar la melancolía – pero es normal… estás enamorado de tu destinado, Yuri

-papi… vestido, mira – decía la recién cambiada Ely que se jalaba los vuelos de su vestido nuevo. Uno color de rosa, abombado, de detalles en dorados

-eres una princesita – sonreía Yuri cargándola en brazos y besándole las mejillas – mi pequeña princesa

-papi… pastel – Ely decía aquello observando el pedazo en la mesita y Yuri junto con Yuko reían. La pequeña tal vez tendría la genética de los Katsuki

 

 

Yuri veía crecer a su pequeña hija cada día, era hermosa, de mirada brillante y de cabellera distintiva. Nadie dudaría quien era su padre, nadie negaría el parecido, eso era indiscutible. La vio ganar altura, esas mejillas rosadas, la vio evolucionar con tal rapidez que se asustaba pensando en que algún día, sin darse cuenta, fuera una señorita, se casara y lo dejara. Estaba exagerando, pues su pequeño tesoro aun no llegaba a la edad. Con cinco años, Ely era la alegría del hogar y Yuri era el mayor aportante de la familia, pues aunque pareciera raro, no era el patinaje su único talento y lo descubrió por casualidad.

Hace tiempo cuando estaba buscando algo en qué entretenerse, lo halló en medio de un parque. Un día cuando veía la televisión y la hermosa coreografía de Viktor en una competencia, de las últimas en las que participaría para después retirarse y volver a ser entrenador, según los rumores. El hecho es que su corazón latía emocionado y se recriminaba por aquello, así que salió por allí a pasear junto con Ely. Y sin saber cómo, conoció a un artista callejero de nombre Tadashi. Uno que hacia eso solo por diversión, pues en realidad era un músico con una tienda propia con esa temática. Fue muy raro pero terminó bien, pues su hija descubrió que le gustaba el sonido de la flauta traversa y Yuri descubrió que le gustaba ese instrumento también

Yuri se emocionó al intentar tocar un instrumento bajo tutela de Tadashi. El primero fue la flauta traversa, la misma que a Ely le gustaba mucho escuchar y allí su pequeña encontró su afición. Pues con enorme ánimo, Elizabeth daba vueltitas a ritmo, bailaba con torpeza pero Tadashi la seguía en aquellos momentos de diversión, era un buen muchacho con tres años menos que Yuri. Tadashi, el castaño de mirada grisácea y como defecto tenía ser demasiado gentil. El siguiente instrumento fue el arpa,  Yuri no le costó mucho, se desenvolvía bastante bien y a Ely le gustaba sentarse con él a seguirle el ritmo y tocar las cuerdas. Tadashi les ofreció sus instrumentos para practicar, se ofreció como maestro, al final Yuri y Ely se la pasaban en esa tienda de música casi todos los días. Pero lo que a Yuri le fascinó enseguida era el Shamisen, como una guitarra de mango alargado y con solo tres cuerdas. La uñeta en sus manos solo provocaban melodías de ángeles, según Tadashi y Yuri solía reírse mucho al escucharlo decir aquello, mucho más si Ely lo repetía como periquito

 

 

-en verdad eres muy bueno – sonreía Tadashi, quien ya fue presentado en casa de los Katsuki y ahora iba allá solo para escuchar practicar a Yuri con el Shamisen

-pues eres buen maestro – sonreía mientras acomodaba su instrumento preciado en su estuche al terminar, dejando la uñeta encima con sumo cuidado

-papi, ¿Ely también puede aprender algo? – sonreía la pequeña de seis años y Yuri sonreía en respuesta

-claro mi pequeña, puedes aprender lo que desees

-bailar… ¡Ely quiere aprender a bailar! – decía emocionada levantando sus manitas – Ely quiere bailar con abanicos y kimono – sonreía, esa idea le venía después del festival de Sakuras

-parece que Ely-chan encontró su vocación – reía Tadashi acariciando la cabecita de la pequeña – serás una hermosa bailarina tradicional… aunque creo que con tu belleza una bailarina de ballet sería mejor… o una de ¡tango! – decía el castaño levantándose con la pequeña en brazos y dándose vueltitas imitando a las bailarinas que vieron en la televisión

-si Ely-chan se vuelve bailarina tradicional con los abanicos, Yuri la acompañará con su flauta traversa – sonreía Minako que llegaba recién de visita y daba esa idea mientras observaba a la pequeña – Ely, ¡abraza a tu tía! – y los cariños empezaban

-y si quiere ballet, Minako le enseñará – sonreía Yuri levantándose para traer algunos bocadillos para los presentes

-¿a dónde vas Yuri? – el castaño percibió como aquel azabache se iba y se puso alerta

-¿tienes hambre, Tadashi?... iré por algo de comer

-entonces te ayudo

- parece que tu papi y Tadashi se llevan bien – sonreía Minako con malicia

 

 

 

Y esa interacción no era lo único que notó. Minako no era la única en darse cuenta de aquello, pues la sonrisa boba de Tadashi al ver a Yuri era evidente para cualquiera… menos para el propio Yuri, quien solo lo veía como un amigo preciado

 

 

¿Continuará?

 

 

Notas finales:

¿review?

Bien, como advertí soy nueva en este ¿fandom? así que si cometo algún error en descripciones, en personalidades o demás me lo hagan saber.

También quiero decirles que la historia será cortita... aunque si me dan ideas será larga y llena de capítulos emotivos o al menos un intento de eso jejeje

Además quiero avisar que puede ser que demore pues tengo bloqueos y trámites en la universidad, así que si están dispuest@s a esperar, bienvenidos sean a este fic XD

Mucchas gracias por todos sus reviews hermosos, que contestaré mañana jejeje. Ya que acabé esto a las 2 de la mañana y toy murida XD

Muchos besos~

Bye-bye 


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