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Mi amado cerdito (Yuri on ice) por Crimson angel

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Notas del capitulo:

Holi minna!

Muchas gracias por comentar y bienvenidas a un nuevo capítulo de Mi amado cerdito. 

Después del drama que ocurrió ayer, por lo del asunto del hackeo de la página, estamos de vuelta. No hay que caer en pánico y debemos seguir las indicaciones que han posteado como en paginas como Es de Fanfics sino me equivoco. Esperemos que este asunto se mejore. En caso extremo, por cierto, el fic está tambien en Fanfiction por si gustan también verlo ahi. 

Por otro lado quiero agradecer a las bonitas personitas que me han regalado un review con sus comentarios sobre el fic. Me alegra saber de esta respuesta positiva. 

Muchas gracias a: Nekoboy mty, jade phantomhive, laraila, missaki09, LUMINIK, Señorita Ce, Anyabel (cuyo video es genial :) ), PandaZorro y Tati.

Estaré respondiendo a sus reviews en breve.

Este cap relata un recuerdo de Víctor de como fue que se enamoró de Yuri <3.

A leer y disfrutar.

 

Eran días comunes en aquel entonces. Días que le parecían monótonos y aburridos: salir de casa, tomar clases, patinar, escuchar los sermones de Yakov…francamente, Víctor estaba demasiado aburrido. Quería un cambio, quería un giro drástico a su vida. Pensó en salir con alguna de esas chicas que caían por él, o tal vez algún chico, pero sabía de sobra que no podría ser: esas personas no lo llenaban. No lo graban ser lo que él esperaba.

No iba a salir con alguien así por saciar su aburrimiento. No sería justo ni para el individuo en cuestión ni para él. Más para él. No quería engañarse a sí mismo con amar a alguien que no veía lo que tenía que ver. Que no viera a su verdadero yo. Rio con ironía: él, una persona con una gran belleza, era amado por todos…pero no podía amar.

Sacudió su cabeza y se encaminó hacia los pasillos de la escuela con un aire serio. Buscó con la mirada a sus dos amigos pero no los encontró. Debían estar en las canchas o tal vez en el comedor. Se dio la vuelta y caminó hacia un rumbo distinto. A lo lejos vio como un grupo de chicos mayores molestaban a alguien que estaba siendo acorralado por ellos. Molesto se encaminó a ellos para detenerlos: no le gustaba para nada ese tipo de situaciones.

Pero casi al llegar todos los que molestaban a esa persona en cuestión salieron despedidos hacia el suelo de manera violenta por una patada de un chico un poco más bajo que él. Lo reconoció: era Seung Gil Lee, iba en sus clases. Dirigió su vista hacia el chico que era molestado y lo vio correr a su lado de manera fugaz y al parecer iba llorando. No alcanzó a detenerlo.

—¡Yuri! ¡Espera!

El coreano salió corriendo detrás de él desapareciendo. Vio llegar a su primo Yuri y de la nada patear a los que estaban en el suelo hecho toda una fiera. Al notarlo le gritó que donde estaba Yuri y le señaló un tanto temeroso la dirección. Este se fue corriendo, no sin antes darles una última patada a los agresores.

Víctor supo de quien se trataba: era Yuri Katsuki, aquel chico gordito inteligente que estaba en su clase. Muy tímido por cierto y a quien le hacían burlas constantemente. Gruñó molesto y se retiró sin darles ayuda a los golpeados que lo llamaban a gritos. Odiaba cuando molestaban a alguien, y más a alguien quien no le hacía daño a ni una mosca. Fue hacia la oficina del consejo para redactar un reporte a los culpables y lo dejó en detenciones.

En el resto de las clases no vio a Yuri Katsuki, ni a su primo, ni al chico coreano. A los tres los excusó diciendo que Yuri Katsuki no se sentía bien y ambos le hacían compañía. Más tarde iría a ver en que quedó el asunto. Era su deber después de todo.

Por la tarde noche, iba a preguntarle a su primo sobre cómo estaba Yuri Katsuki pero no lo encontró. Le preguntó a Mila, una chica de su salón y compañera del club de patinaje, y le dijo que Yurio-como apodaba a su primo- y Seung Gil se habían ido por algunas cosas para el chico y que Yuri Katsuki se había quedado en la pista de hielo. Víctor emprendió marcha hacia allá.

Al llegar ahí vio a Yuri Katsuki en medio de la pista con un atuendo de patinaje y en posición de inicio. Se escondió tras unas gradas para observar y luego escuchó una tonada de violines muy sensual que reconoció enseguida: era Ai ni tsuite: Eros. La había compuesto él en sus clases de música. Pero quedó aún más maravillado al ver como Yuri la interpretaba. Sus giros eran preciosos y sus movimientos muy gráciles y sensuales. Era como un Yuri distinto. No fallaba en sus giros ni en su coordinación. Si fuese un juez le habría puesto una puntuación perfecta.

Al terminar la pieza Yuri descansó unos segundos y después se colocó en posición de inicio nuevamente. Víctor le miró sorprendido cuando escuchó una tonada aún más lenta pero hermosa que nuevamente reconoció: “For my lover”. Esa la compuso cuando estaba muy deseoso de conocer al amor y que estaba dedicada a esa persona en especial. Nuevamente Yuri hizo gala al interpretarla en el hielo sin fallas y con una secuencia de pasos y movimientos tan llenos de gracia que habían hipnotizado a Víctor. Sus giros eran  muy complejos y los clavó todos sin trastabillar. Bailaba en el hielo con una expresión tan serena y dulce que era imposible quitarle la mirada de encima. Víctor estaba a la nada de saltar al hielo para bailar con él.

Cuando la pieza finalizó Víctor cayó con la espada pegada a su escondite con un mar de emociones en él. No podía creerlo: era él. Era Yuri a quien estaba buscando. Por un rincón le vio ya yendo a un borde de la pista donde llegaban sus dos amigos. La sonrisa que emitió Yuri en esos momentos hizo que su corazón se volviera loco. En su mente recordaba las interpretaciones de Yuri una y otra vez sin parar. Especialmente “For my lover” a la que llamaría mejor “Yuri on ice”.

Días después no podía estar ni un segundo más sin mirar a Yuri Katsuki en su salón y a donde fuese. Lo cuidaba desde las sombras y le seguía en secreto a cualquier lugar que fuese. Andaba por las nubes con la imagen del chico en su mente. Incluso en los entrenamientos no le despegaba la mira de encima.

Un día no pudo estar haciendo su nueva rutina debido a que se la pasó todo el día haciendo las labores del consejo estudiantil: J.J. tuvo que retirarse temprano por unos asuntos con su padre y Chris estuvo ausente por un resfriado. Ya después él se tomaría el día para poder observar a su amor platónico.

Su jornada acabó y ni bien lo hizo, ya era tarde como las nueve y media de la noche pero avisó que llegaría tarde, salió a buscar a su amor sabiendo que estaría en la biblioteca. Esto porque ya lo había espiado antes y se sabía sus rutinas de lunes a viernes. Víctor vio que de entre esos cestos de basura, que ponían cuando la iban a tirar, la mochila de Yuri. Se aproximó a los cestos y comprobó lo que sospechaba. Frunció su ceño pensando que alguno de esos miserables le había hecho una broma a su prospecto de chico. Recordó que Yuri estaría en la biblioteca, cuando le espió en su conversación con su primo, y emprendió carrera a donde le encontraría.

Se extrañó al notar que las puertas estaban cerradas con seguro. No era posible, la bibliotecaria no cerraba sino hasta las diez en punto y apenas eran las nueve y media. Además, Yuri no se iría sin su mochila. Decidió asomarse por la ventana del lugar para ver si notaba algo o veía a la bibliotecaria por ahí, pero lo que vio le hizo entrar en pánico:

Yuri se encontraba en el suelo inconsciente y al parecer luchaba por respirar. Víctor corrió de nuevo hacia la puerta y a base de golpes trató de abrirla mientras el miedo inundaba su cuerpo.

—¡¡Yuri!! ¡¡Yuri!! ¡¡Voy a sacarte de ahí!! ¡¡Resiste!!

Comenzó a desesperarse al ver que la puerta no cedía pese a sus golpes. Se sintió frustrado e impotente, Yuri estaba muriéndose ahí encerrado y él sin poder hacer nada. Gritó desesperado y furioso al ver sus intentos en vano. Vio en una de las vitrinas una barra de hierro que pertenecía a las reliquias de la academia. Sin pensarlo dos veces, Víctor de una patada rompió el cristal y tomó uno de esas barras de hierro y golpeó la cerradura con ella. Afortunadamente el cerrojo cedió y de una patada más la tiró entrando como una tromba para ir al lado de Yuri y alzar medio cuerpo.

—Yuri, Yuri, despierta, por favor reacciona ¿Me escuchas? ¡¿Yuri?!-le sacudió en sus brazos notando que su cuerpo estaba muy suelto. Se alarmó al verlo tan pálido y sus labios y uñas tornarse oscuros mientras su respiración se hacía cada vez más difícil y débil.-Resiste por favor, aguanta.  

Iba a llamar a una ambulancia pero de la desesperación lo desechó y cogiendo a Yuri en brazos corrió hacia el estacionamiento de la academia donde le esperaba Levka, su chofer personal, quien previamente le envió un mensaje diciéndole que estaba abajo. Este leía un pequeño libro recargado en la puerta y al escuchar los gritos de su joven amo se alarmó.

—¿Joven Víctor?-vio como el plateado abría la puerta de los asientos traseros y dejaba al chico subiéndose con él-¿Qué pasa?

—¡Al hospital, Levka! ¡Rápido!

El chofer corrió al asiento de conductor y salió de manera veloz del estacionamiento de la escuela en dirección al hospital más cercano. Víctor iba muy nervioso sosteniendo a Yuri en sus brazos y sintiendo los daños que el miedo hacía en su cuerpo. Estaba francamente aterrado.

—Ya casi llegamos, Yuri, resiste un poco más.-notó que la cabeza de Yuri cayó hacia atrás totalmente inmóvil y se llenó de pánico al saber el motivo-¡Acelera, Levka! ¡No respira!

Víctor trató de calmarse en su abrumadora angustia para poder saber que hacer. Recordó aquellas clases de primeros auxilios que le habían dado en la academia hace un par de meses y las puso en práctica. Tomó el rostro de Yuri y unió su boca a la suya para darle aire. No iba a dejarlo morir, su Yuri no iba a morir.

Ni bien el auto se detuvo Víctor se bajó con Yuri en brazos y corrió empujando a unas cuantas personas que pasaban por ahí. Entró gritando de manera escandalosa hasta que un médico que conversaba con un enfermero se acercó a él pidiendo una camilla y preguntándole que le había pasado mientras tomaba los signos.

—¡No está respirando! ¡Ayúdelo!

Trajeron una camilla y dejó en ella al azabache donde el médico junto con el enfermero y otros dos más la tomaban y avanzaban en dirección a urgencias. Se quedó estático cuando escuchó decir al médico que Yuri no tenía pulso. Cayó de rodillas sintiendo como las lágrimas comenzaban a bajar por sus mejillas y la impotencia se hacía notar en su cuerpo. Si tan solo no se hubiera distraído, si tan solo hubiese ido a la biblioteca más temprano, si tan solo no lo hubiese dejado solo…

Se negó a irse cuando Levka le dijo que se fueran a la mansión, no quería irse de ahí cuando su posible amor estaba ahí en el hospital. Necio y todo, no se fue. Le dijo a Levka que se fuera y le dijera a su padre que no iria a casa esa noche. A regañadientes se fue. Momentos más tarde, Víctor le llamó a Yurio para avisarle de la noticia y este se alarmó demasiado. Cinco minutos después, escuchó un auto derrapar a las afueras del hospital y pronto entró el rubio como una tromba junto con el patinador coreano y otro chico muy parecido a este último. Mientras el más grande de los tres iba a urgencias los otros dos se quedaron en la sala de espera.  

Víctor detuvo a ambos chicos que casi le saltan a la yugular y les explicó que había ido a la biblioteca para buscar a Yuri, omitiéndoles el hecho que lo estaba casi acosando, y le encontró de esa manera. Yurio casi revienta de la rabia y juró vengarse junto con el chico coreano de quienes le hicieron a Yuri eso. Víctor se les unió en secreto: quienes fuesen los culpables, les haría pagar muy caro. Los tres se quedaron ahí en silencio, Yurio llorando molesto abrazándose del otro quien de igual manera lloraba con la rabia marcada en su rostro. Él estaba a la nada de llorar, pero no podía hacerlo ahí. Debía mantenerse fuerte.

No fue sino hasta casi cuatro horas después que salió el médico que había recibido a Yuri yendo hacia su dirección.
—¿Familiares de Yuri Katsuki?

—Yo respondo por él, su familia no está en el país.-se adelantó Yurio antes que Víctor-¿Cómo está él?

—Su estado es delicado: llegó sin signos vitales al hospital.-los otros tres se estremecieron-Afortunadamente pudimos estabilizarlo. Acaba de salir de cirugía, el Dr. Lee y yo le operamos.

—¿Cirugía? ¿Qué fue lo que le pasó exactamente?-preguntó Víctor llamando la atención de los dos más jóvenes-¿Por qué se puso así?

—Revisando su historial médico, el chico padece de asma crónico severa: si tiene una crisis y no tiene sus medicamentos de rescate al alcance ocurren casos como este, en los cuales se asfixian lentamente. El problema realmente fue que sufrió un neumotórax, que es acumulación de aire en el espacio pleural de los pulmones, el cual fue producto de una fractura de dos costillas: descubrimos un fuerte golpe que provocó eso. El aire hizo presión en los pulmones impidiéndole respirar y que el corazón pudiera latir.-les explicó el galeno con calma-Tuvimos que hacerle una pequeña cirugía para arreglar el neumotórax y demás estudios para verificar si hubo daños. Afortunadamente todo salió bien. No hay daño cerebral ni en sus otros órganos.

—¿Podremos verlo?-Seung Gil preguntó algo aliviado-Aunque sea unos momentos.

—Me temo que no, joven, su amigo está aún en cuidados intensivos. Si bien ya está fuera de peligro, aún se encuentra muy débil. Está conectado a un respirador artificial por el momento y se lo retiraremos cuando pueda respirar por sí solo. Una vez mejore, lo pasaremos a una habitación normal.-les sonrió a los tres por la preocupación que manifestaban-Vayan a sus casas a descansar.

—No me iré de aquí.

—Ni yo.

Exclamaron ambos primos sorprendiendo al coreano quien se retiró con el médico para preguntarle algunas cosas más, ya que el hermano mayor de Seung Gil era médico también y quien atendió a su amigo por su problema pulmonar antes y ahora. Yurio miró a Víctor con sospecha exigiéndole una explicación más allá.

—Escucha Víctor, no me interesa lo demás que pase. Pero si tu estás involucrado en esto…

—¿Cómo puedes pensar en eso?-siseó molesto-¿Por qué me tomaría la molestia entonces de traerlo aquí?

—No me puedo fiar de nadie. Pero te lo advierto: encontraré a quienes le hicieron esto a mi Katsudon y les haré pagar por mi propia mano lo que le hicieron. No descansaré hasta que los expulsen.-apretó los puños lleno de coraje-C-Casi se muere, no es justo que se metan con él.

—No dejaré esto impune. Eso te lo juro.

Víctor se marchó del hospital con una promesa de venganza y un plan en marcha. Dejó ahí a Yuri, sabiendo que estaría bien cuidado por los dos, y fue a mover sus fichas. Su padre le esperaba en la sala preocupado: como no hacerlo, si su único hijo no había llegado y ya eran más de las dos de la mañana. Le contó lo que había sucedido y toda la historia de su Yuri y lo que sentía por él-ya que no tuvo de otra, su padre era muy persuasivo-. Ambos peliplateados acordaron en mover sus fichas y hacer sus respectivas jugadas.

Días después se enteró de la mejoría de Yuri y pensó en irlo a visitar al hospital pero se abstuvo: recordaba ciertas cosas y no era el momento más idóneo. No debía actuar tan impulsivamente, como normalmente lo hacía, sino que debía ir despacio. Pero algo si podía hacer: fue a una tienda de regalos y le compró un peluche hipoleargénico en forma de lobito con un mensaje de “Recupérate pronto. Te quiero.” Bordado en la base de una patita y un ramo de bonitas rosas blancas. Llevó las cosas al hospital y le pidió a la enfermera encargada de Yuri que se las entregara sin decirle quien había sido, y ella le siguió el juego de admirador secreto. Aunque un día rompió su propio mandato y le visitó mientras dormía. Sonrió al verlo soñar tranquilamente abrazando al peluche que le había dado y las flores frescas en un florero. Sin hacer ruido, le levantó la mascarilla de plástico de su rostro y le robó un beso.

Pasaron dos semanas hasta que dieron de alta a su amor. Una vez que Yuri pudo regresar a la academia fue mandado llamar a la oficina del decano para que identificara a quienes le habían hecho eso. Yuri iba muy asustado, pero la presencia de sus dos amigos junto con los padres de ambos y el hermano mayor de Seung Gil lo calmaron. Se sorprendió y avergonzó de ver a Víctor Nikiforov ahí, su amor platónico. Atónito también observó cómo los dos chicos quienes le había hecho la broma y lo habían dejado encerrado estaban todos golpeados y uno con el brazo roto.

—Joven Yuri, sé que esto es difícil para usted pero es necesario. Queremos que nos diga que pasó ese día.

—Habla sin miedo, Yuri, ellos no van a hacerte daño.-Yurio le abrazó de medio lado y miró amenazantes a los dos que temblaron como gelatinas-Diles que pasó ese día.

Yuri les relató todo lo que había pasado exactamente y los identificó a los dos como quienes habían sido los culpables. El decano le dijo que podía irse, lo veía demasiado alterado como para presionarlo más. Yuri se fue en compañía de Mila, una amiga de Yurio y quien lo apreciaba mucho.

—Veo que esto es muy claro. Estos dos vándalos agredieron a Yuri Katsuki y merecen ser castigados.- habló Víctor tratando de controlarse para no dar un espectáculo ahí mismo y darles una paliza-No merecen estar en esta academia.

—¡No puedes hacer esto, Nikiforov! ¡¿Quién te crees?! ¡Solo fue una broma en contra de ese cerdo!

—¡No vuelvas a llamarlo así, imbécil!- finalmente perdió los estribos bramando furioso y exaltando a los presentes. Trató de serenarse para no perder más la compostura-Su estúpida broma casi le cuesta la vida. Lo dejaron encerrado en la biblioteca con la puerta trabada y sin sus medicinas de rescate, mismas que estaban en su mochila y que ustedes dejaron en la basura.-Víctor azotó las dos manos demasiado fúrico-Si yo no lo hubiese encontrado, él estaría muerto. Yo lo llevé al hospital y escuché todo del parte médico.-miró al decano-Quiero que se les dé una expulsión inmediata y por parte de mis abogados comenzaran un proceso legal por intento de homicidio.

—¡¿Qué?! ¡Decano, no puede hacer eso!

—Oh, por supuesto que sí.- por la puerta apareció el imponente Serguei Nikiforov, padre de Víctor y principal benefactor de la academia. Entró altivo y amenazante, como todo un poderoso rey, junto a un par de hombres de traje negro-Notifiqué a la familia de Yuri Katsuki y ellos exigen que se castigue por los daños hechos. En especial su abuelo, los quiere ver lejos de su nieto y pudriéndose en prisión a palabras suyas.- Víctor vio sorprendido al decano que se quedó blanco-Y en su misiva dice que quiere que paguen por el daño hecho iniciando un proceso legal contra los dos imputados. Su bromita no se quedará sin castigo.-vio que los padres querían protestar por lo que los acalló-Y les advierto, que si intentan algo contra el chico literalmente los destruiré. Y no solo yo, ¿Verdad?-los padres de Seung Gil, su hermano, y los padres de Yurio asintieron. ¡Víctor observó con miedo como el abuelo de Yurio se tronaba los dedos de manera sádica justo como su primo!-Eso les pasa por andar de chistositos. ¿Creyeron que metiéndose con mi pequeño Yuri sería divertido? ¿Creyeron que se saldrían con la suya? ¿Qué mi dulce pequeño Yuri estaba solo? Pues no. Yuri Katsuki no está solo. Me tiene a mí, y a todos nosotros, para defenderlo de alimañas como ustedes.

El asunto quedó en paz y después ya casi nadie molestaba a su Yuri. Aunque a Víctor le quedaban un par de interrogantes. ¿Cómo su Yuri era protegido de tres de las familias más poderosas de Detroit? Y la más importante…

¡¡¿Por qué carajos su padre llamaba con tanta maldita confianza a SU Yuri?!! ¡¡¿Qué jodidos era eso de “mi dulce pequeño”?!! ¡¡¡Yuri era suyo!!!

.

.

Sacudió su cabeza recordando que por más que interrogó a su padre no le sacó ni una sola palabra. Pero no se rendiría nunca. Y lo sabría algún día. Les contó a sus amigos lo que había pasado, claro con omisiones.

Días después, su amor por Yuri seguía creciendo más y más, dándose cuenta que Yuri le era tan indispensable como el aire. El azabache se había instalado a una parte de su corazón para quedarse ahí para siempre, y él no lo dejaría ir por nada del mundo. Deseaba amarlo, cuidarlo, protegerlo. Su pequeño y adorable cerdito. El protagonista de sus sueños, el dueño de su vida y corazón…y futuramente de sus quincenas.

¡Al diablo lo que pensaran los demás! ¡Que se fueran a la “!”#$ si no les parecía! ¡Yuri Katsuki iba a ser suyo! ¡Iba a conquistar a esa adorable y tierna bolita sonrosada llena de amor! ¡A ese dulce y tímido chico de ojitos pispiretos y mejillas achuchables!

En su casa, Víctor tomaba el té en compañía de su fiel perrito Macacchin. El caniche era muy juguetón y cuando comenzó le mostraba fotografías de Yuri ladraba gustoso. Sonrió orgulloso: su Yuri era querido por todos, por el abuelo cascarrabias de su primo Yurio hasta por su Macacchin, y por su padre que no soltaba prenda necio a decirle los motivos.

—Macacchin, quiero que lo veas bien. Él próximamente será mi novio y tu próximo dueño.-el can ladró alegre moviendo la colita mientras Víctor le mostraba una de las tantas fotografías que poseía de Yuri-Es un amor de persona, te amará a la primera.-Víctor se detuvo para fantasear de nuevo-Bien, ya está la parte de mi adorado Yuri, ya tengo la casa con jardín y ya tengo al perro. Solo faltan los hijos para que todo sea perfecto ♥u♥.

—Joven Víctor, disculpe que lo interrumpa.- el mayordomo se acercó tímidamente a su joven amo que parecía emitir felicidad y romance, nuevamente fantaseando con ese joven llamado Yuri-Tiene visita. Los jóvenes J.J. y Chris están aquí.

—Diles que pasen, Dimitri.

Pronto aparecieron ambos jóvenes con varias carpetas en sus manos y luciendo gestos exhaustos. El mayordomo les trajo una jarra llena de limonada fresca que se bebieron rápido y pidieron más. Nuevamente les trajeron otra jarra y el mayordomo se retiró para darles privacidad. Macacchin se acostó en el regazo de su amo acurrucándose para esperar noticias como él.

—¿Tienen lo que les pedí?

—Claro, Víctor, fue algo tedioso pero no imposible.-J.J. le extendió una carpeta que Víctor se apresuró en abrir y leer-Nos tardamos toda una noche y cumpliendo ciertos favores.

—Bien, bien, perfecto. Quiero que me relaten todo.

—Yo primero. Bien, comenzando con lo más relevante.-J.J. sacó otra carpeta y hasta se puso unos lentes-Su nombre es Yuri Katsuki. Nació el 29 de noviembre de 1996, en Hasetsu, Kyushu. Mide 1.59 de estatura. Vive en una pequeña casa a las afueras de Detroit, cerca del bosque, solo por cierto. Tiene una perrita caniche llamada Vicchan.- ante eso Macacchin paró oreja y se puso feliz-Trabaja en el restaurant Sweet simphony, encargándose de preparar la comida de la sección oriental en el servicio de 6 de la tarde a 11 de la noche, tiene un buen sazón y el 99.99% de los clientes del restaurante lo avalan; Sus pasatiempos son: patinar, obviamente, leer, pasear con su perrita, convivir y salir con el gatito arisco ruso y el Chuck Norris coreano, cocinar de todo; presenta problemas de visión, por eso usa lentes, y de asma. Tiene contacto frecuentemente con la familia Lee debido a que el hijo mayor, Taeyang Lee, es su médico. También con el abuelo del gatito. No pudimos averiguar mucho de su familia, eso es confidencial hasta para nosotros.  

—Yuri tiene una personalidad amable, es dulce, tierno, cariñoso, atento con sus amigos y muy leal. Le gusta ayudar a los demás y es común verle ayudar a los vecinos en labores como limpieza de sus jardines, tiene muy buena mano con las flores; cuida a los niños; les ayuda con sus tareas y les enseña cuanto puede. Pero es muy tímido con las personas desconocidas, le cuesta trabajo socializar con personas de su edad y se excluye de ellos sino se siente cómodo prefiriendo hablar con personas mayores o con sus personas de confianza.  

—Muy bien, todo esto servirá para dar comienzo a la primera fase del plan.

—¿Siguiente fase?

—Sí, la de declararle mi amor.- suspiró soñador-Yuri debe saber cuánto lo amo.

—Deberíamos planearlo bien, Víctor, para que salga perfecto.-J.J. se sintió un tanto abrumado por el aura enamorada de su amigo-Presiento que esta noche será muy larga.

—Y muy larga.

Murmuró Chris sabiendo que esa noche no dormirían por nada del mundo.

No durmieron sino hasta las tres de la mañana en lo que planearon todo bien y hasta ensayaron. Esa noche, Víctor durmió con una enorme sonrisa en el rostro, soñando una vida eterna de color rosa donde su adorable Yuri estaba en ella y un par de hermosos niños reían felices.

Macacchin, no era la excepción y tenía el mismo sueño que su dueño.

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Notas finales:

¿Qué les pareció? ¿Les gustó? Si fue así posteen un review con lo que les causó el cap y recomienden el fic porfii

Les dejo el título del cap nuevo que espero postear en estos días.

Prox cap: No quieras volar sin haber aprendido a caminar

"Las declaraciones de amor no son fáciles"

No se lo pierdan!!

 

 


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