Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Last Dance por Witch Chameleon

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Pido perdón por atrasarme en la actualización, pero la semana que paso fue una semana demasiada atareada de trámites, viajes y trabajo (Lo último lo agradezco, porque me permite darme mis gustos) (?) Pero aún así no quería que pase mucho tiempo y al menos completar parte de las historias que me han pedido.

Muchas Gracias a Geno, Haru y LadySaga (= Por sus comentarios, porque son los que me han empujado para continuarla y a todos los que la leen ;)

 

¡Disfrútenlo!

 


 


Dos meses habían transcurrido desde aquel día en que Saga se había ido de la casa que compartían. Aquellos días, luego de los intentos fallidos del guitarrista por volver, Tora había elegido pasar el menor tiempo posible en aquel edificio, el mismo que había perdido vida ante la ausencia del bajista. Por lo que la mejor opción del pelinegro era deambular por todos los bares que conocía y terminar en la casa de Show, cada vez que el bar de turno lo echaba.


 


 


 


Mientras que Saga había conseguido un mono ambiente que quedaba cerca de la casa de Nao. No era muy grande pero era lo suficientemente espacioso para las diferentes cosas que tenía.  Su mente estaba dispersa y había dejado de componer, por lo que le pidió a Hiroto que le ayudara a terminarla algunas de las melodías. Había evitado a toda costa encontrarse con Tora, por lo que la canción que preparaban juntos había quedado por la mitad, pero sabía que el encuentro entre ellos era inminente. No sabía mucho de él,  porque incluso el resto de sus compañeros hablaban lo justo y necesario del alto guitarrista.


 


 


 


La próxima reunión con todos los integrantes era al cabo de unas horas y el bajista sentía un retorcijón que le recorría el vientre por completo. Tenía miedo, incertidumbre y debía admitir que su decisión cada vez le pesaba más,  hasta el punto que algunas puntadas iban derecho a su corazón.  Aunque había intentado de algún modo avanzar, vivir solo, salir solo… componer solo, todo parecía costarle el doble.


 


 


 


Antes de la hora acordada, Saga buscó el modo de llegar lo más rápido posible, la reunión era en la casa de Show, por lo que debía organizarse para llegar con tiempo.  No le gustaba tener que pagar la comida,  o las bebidas así que por ninguna razón se quedaba atrás.  Tan pronto tuvo todo organizado, tomó el tren indicado para llegar al lugar.


 


 


 


 


Al llegar al edificio del vocalista, tocó el timbre y pronto Show le abrió,  se saludaron como acostumbraban y pronto esbozo una ancha sonrisa  al comprobar que era el primero en llegar, se acomodó en uno de sus lugares favoritos dentro del apartamento, mientras  esperaba por el resto. El cantante le hablaba mientras terminaba de ordenar los almohadones del living, todo estaba fluyendo con comodidad, aún cuando el bajista estaba muy atento al timbre, más que nada porque no quería que Tora llegara primero y  quedarse solo con el guitarrista pelinegro,  prefería a cualquiera de sus otros compañeros, menos él.


 


 


 


De pronto un sonido llamo la atención del bajista, era como una especie de ronquido. Saga asombrado, se levantó de su asiento, para caminar hasta el dormitorio del vocal, encontrándose con algo que no había esperado. El bajista no mostró expresión alguna, aunque por dentro un fuego le hervía la sangre.  Allí sobre la cama, se encontraba Tora completamente dormido, su ronquido era pausado, pero dada su posición parecía escucharse mucho más fuerte. Saga no podía decir nada, sabía que no tenía derecho a mencionar nada, aunque se sentía traicionado, ¿Por qué?  Es que acaso ellos siempre habían salido… ¿Acaso Tora lo había engañado durante  seis años?  Lo que tanto temía se había hecho realidad-


 


 


Show buscó la mirada del bajista, pero este solo atinó a decir:


 


-       Y pensar que estaba contento por haber llegado primero. — Sus palabras pretendían ser bromistas, pero carecían de humor.


 


 


 


-       Saga-kun no simules…— Show estaba a punto de decirle algo que sin duda el bajista no quería oír. 


 


 


 


-       No tengo por qué decir algo. Digo, ya hace dos meses que no somos pareja. Ustedes…— El vocal no tolero aquella reacción de Saga de hacerse el sordo sólo por no querer aceptar que se había equivocado al separarse por lo que le pegó con el puño cerrado justo sobre el pómulo del más bajo, fue tan fuerte como aquel golpe que Saga cayó al piso.


 


 


 


-       ¿Qué mierda tienes en la cabeza? — Le reprocho el vocal, mientras lo miraba. — Él es mi amigo y tú no sabes todo lo que le has hecho sufrir. Entonces no pienses en cosas que no son. Tus inseguridades y tus idioteces llevaron a que se separarán, nada más.


 


 


 


-         Tú no tienes idea Show de todo lo que hemos pasado juntos y puede que sea el responsable de la ruptura, solo porque fui capaz de tomar la decisión.  También sufrí y sufro, pero trato de seguir, forzar…


 


 


 


-       ¿Realmente quieres que te siga pegando, pedazo de Idiota? Es que no lo ves, tú ni él van a forzar algo, porque no se fuerza nada cuando los sentimientos existen. 


 


 


 


 


-       ¿Qué ganas con que regresemos? — Preguntó Saga, mirando al vocal de forma desafiante.


 


 


-       No ver a mi mejor amigo, sufrir por un idiota que se hace el sordo, para no escuchar su corazón. — El cantante dijo aquello, tal cual como si estuviera escribiendo los lyrics de una nueva canción.  Tomó la mano  del bajista para poder levantarlo del suelo. — Vamos a ponerte hielo. — El cantante podía suspender la reunión pero sintió que ello sería peor, ahora solo restaba seguir como sea.


 


 


 


Saga ya no supo que responder, por lo que prefirió colocarse el hielo y quedarse callado. Al cabo de unos minutos, Nao y Hiroto llegaron, y Show no tardó en despertar al guitarrista pelinegro.  Estaba claro que el golpe no pasaba desapercibido para ninguno, pero la única respuesta que habían encontrado, era que Saga se había golpeado con un mueble en su nueva casa. Hiroto y Nao hicieron como si creían en la historia, aunque en realidad no lo hacían.  En cambio Tora ni se inmutó,  incluso ni le prestó atención al pómulo del castaño, su resaca era más fuerte e intensa que la mejilla morada de Saga.  


 


 


 


 


Para el bajista no paso desapercibido el hecho de que las ojeras de Tora llegaban al piso, y que sus ojos estaban hinchados y más chicos de los que los recordaba.  El dolor de cabeza, a Tora no le dejaba pensar por lo que en la reunión no había aportado idea alguna, y pronto regresó a dormir. Para Saga ello había sido otro gran golpe, el guitarrista no descuidaba su trabajo, pero en ese momento parecía estar en otro lado. El resto de la banda no se había atrevido a cuestionarle nada, mientras que el castaño sentía culpa, culpa por haberlo empujado hasta ello. Aunque también pensaba que el guitarrista no tenía porque llegar a ese extremo. Cada quién carga con el duelo, como mejor le sale. Recordó Takashi aquellas palabras, mientras sentía un repentino dolor en el pecho. Una angustia que le oprimía la razón y le quitaba el aire.


 


 


 


 


La reunión terminó temprano, recordando que los perdedores debían pagar la comida la próxima vez. El bajista optó por retirarse primero, cargando sus cosas de regreso en el tren; repasó todo lo ocurrido, pero sobre todo cada palabra del vocalista que parecían dardos que se incrustaban en su piel, sin llegar a penetrar sus músculos pero lastimando sus tejidos. Recordó las peleas, los gritos y enojos que con Tora había vivido en los últimos meses, se habían hecho daño,  habían perdido la confianza en el otro, incluso habían empezado a ocultarse cosas, ello no era sano. Su relación se había forjado desde el compañerismo,  la amistad, una confianza ciega, respeto, y amor. Pero de pronto el castillo se desmorono, cada ladrillo se fue desprendiendo, hasta sentir como todo se rompía. ¿Cómo podía doler tanto separarse de alguien con quién en los últimos meses todo se había perdido? ¿Por qué dolía?  ¿Es que acaso el amor aún estaba luchando por volver? Le molestaba ver a Tora de ese modo, le molestaba que no se cuidara, pero aun más le afligía haber quebrado la sonrisa de Shin en mil pedazos. Como la extrañaba...


 


 


 


Los siguientes días, Saga los dedico a ordenar su nuevo apartamento, mientras pensaba.  Lo hacía, porque componer no era una buena idea, no parecía salir nada de su cabeza, estaba nublado y no dejaba de pensar en Tora. Cada día que pasaba le hacía ver que estaba demasiado triste, que necesitaba al mayor y que fue un estúpido error el que había cometido. 


 


 


 


Se replanteo la separación, pensó que si el amor prevalecía en ambos, se podía salvar. Aunque sonara cursi, la solución no era difícil,  lo que sentía difícil era pedir perdón y pedirle a Shin volver. Porque luego de esos dos meses, donde el pelinegro había pasado la mitad buscando volver y él lo había rechazado y la otra mitad se la paso queriendo olvidar, tampoco era fácil borrar ese dolor que había provocado. El bajista sintió pesado los hombros,  por su ilusa decisión que solo había provocado más dolor. Tenías razón Shin… Nosotros no teníamos que separarnos.


 


 


 


 


Para Tora los días eran todos iguales, nada le llamaba demasiado la atención, podía pasarse horas acostado en el sofá con su botella de cerveza, vodka o Whisky, dependiendo el humor que tenía en ese momento, que en sí,  variaba mucho pero sólo se movía entre la nostalgia y la tristeza.  Rara vez lloraba, el resto del día podía componer pero nada de lo que creaba le gustaba, todo le parecía insulso, por lo que terminaba tirando la hoja o rompiéndola en su defecto. Y es que seguía extrañando a Saga y le lastimaba ver que el bajista podía seguir sin más.


 


 


 


 


La noche llegó pronto como cualquier momento del día, pero el guitarrista,  había estado bastante sobrio durante el día, dado que quería terminar con algunos de los trabajos pendientes. Había pasado mucho tiempo sin trabajar, necesitaba avanzar, por lo que incluso había estado al pendiente de todo los emails que había recibido. Uno le llamó la atención,  tenía una dirección que desconocía y su contenido era un simple link que lo re dirigía a una página web. Tora pensó que seguramente se trataba de alguna broma o quizás un virus, pero la curiosidad fue más fuerte, por lo que no pudo evitar darle doble clic al enlace y en cuanto la pantalla se puso negra, emitió un sonido molesto. Era un virus.


 


 


 


El guitarrista estuvo a punto de apagarla, cuando una voz, que reconoció con rapidez, hizo eco en la pantalla negra, pronto aquella voz tomo figura, era Takashi con una guitarra. Se trata de un video, por lo que el castaño había acomodado la cámara, antes de sentarse sobre un pequeño  sofá.  El bajista sonrió a la lente,  afinó la guitarra y comenzó a tocar una dulce melodía,  a la que  pronto acompaño con su letra, la canción era Subaru, la letra pertenecía a una de las canciones favoritas de los dos. Ambos habían compuesto la melodía, Tora no tardó en tararearla, sin dejar de mirar al menor, sintiendo un pequeño nudo en su garganta y como sus pulsaciones se aceleraban. Subaru llegó al final, cuando Saga dejo de tocar, para volver a mirar a la lente. Cuando lo hizo, se ánimo a hablar:


 


 


 


“Shin quizás esto no sea suficiente para pedirte perdón,  y para decirte lo mucho que te amo. Me equivoque, y seguramente te he hecho mucho daño pero te pido una oportunidad. Prometo hacerlo bien esta vez, el tiempo me ha demostrado que nosotros tenemos que estar juntos, lo sé tú me lo dijiste, soy un idiota. Pero sólo respóndeme si… aun quieres intentarlo conmigo.”


 


 


 


Tora había observado el ligero temblor de Takashi al decir aquello,  el detalle había sido cursi pero sabía que el castaño no acostumbraba a hacerlo por lo que era mucho más especial. El guitarrista dibujó una sonrisa,  porque sabía el enorme esfuerzo de Saga al hacerle ese video. Estaba tan fascinado con aquello que olvido lo que tenía que responder. Se quedó en silencio,  antes de volver a mirar la pantalla. Aun no reaccionaba. Pero el timbre lo sacó de su trance, de inmediato dio un salto para caminar hacia la puerta, no preguntó, simplemente abrió. 


 


 


 


Frente a la puerta estaba el bajista con una pequeña sonrisa dibujada en los labios, aunque el mismo dudaba de sí el mayor había abierto el email o no. Pero aun así se había atrevido a aparecer, Tora lo miro con una mezcla de asombro y confusión, puesto que el castaño estaba vestido igual que en el video.


 


 


 


-       Shin… ¿Puedo pasar? — Se atrevió a preguntar Saga,  e inmediatamente el pelinegro se corrió de la puerta sin poder emitir palabra alguna. — Espero no estar molestando. — Exclamó de repente, aunque el bajista no se animaba a preguntar algo mas y no se le ocurría que decir para excusarse de su presencia en aquel lugar.


 


 


 


-       Si quiero…— Tora reaccionó de repente, como si el lapsus que había vivido, de repente se hubiese esfumado y el guitarrista encontrará la verdadera respuesta. Ante esas palabras, Saga abrió sus labios y se detuvo a mirarlo fijamente.


 


 


 


-       ¿De verdad? ¿No estás enojado conmigo? — Aquella pregunta, estaba de más y eso lo sabia el pelinegro.


 


 


 


-       No puedo enojarme contigo…Ya que sé que eres un idiota. — Bromeó el más alto, antes de acercarse al bajista para abrazarlo y besarlo justo sobre la mejilla que aun tenía un leve morado. — ¿Qué fue realmente lo que paso?


 


 


 


-       ¿Te refieres al golpe? Fue Show… pensé que lo sabías. — El guitarrista asistió dándole a entender que sí lo sabía. — Ah… Preguntas por lo de separarnos. — El pelinegro sonrió de forma concordante. —  No lo sé… Sólo pensaba que nuestras peleas terminarían echando a perder la banda, quería proteger la relación y a A9.


 


 


 


-       Eso ha sido muy egoísta de tu parte… Porque ni siquiera pensaste en mi, ni siquiera me escuchaste. — Tora no tardó en reprocharle aquello, lo que provocó que el bajista bajara la vista, arrepentido por todo. — Mírame Takashi. — Demando el guitarrista,  en cuanto Saga alzó la vista, sus ojos se cruzaron por unos mínimos segundos, se reflejaron en la pupila del otro, sus miradas se iluminaron, con una luz que ambos habían perdido al estar separados. Tora acercó sus labios a los del castaño,  hasta rozarlos y fundirlos en un beso que parecía durar una eternidad. Saga alargó sus brazos a la espalda del pelinegro relajándose en el deseo de sentirlo, en el placer que había extrañado todos los días. Por un momento el mundo se había detenido para los dos.


 


 


 


-       Te amo mucho Shin…— El bajista pronunció en un suspiro apenas separándose de las comisuras contrarias, depositando un corto beso.


 


 


 


-       Te amo  Taka-chan… Sólo prométeme que no volverás a decidir esto tu solo…— El guitarrista exclamó aquello, antes de mostrarle su dedo meñique.


 


 


 


-       Te lo prometo…— Sello la promesa, uniendo sus meñiques. — Y aunque no lo creas, prometo no dejarte nunca más,  no pienso abandonarte más. —El más alto se sorprendió de esas palabras. — Lo sé,  es demasiado cursi, pero me he dado cuenta que nosotros tenemos que estar juntos.


 


 


 


 


 


-        Eres tan hermoso, Taka-chan. Siempre me sorprendes y me haces feliz. Gracias por cantar para mí. — Saga sonrió ancho al escucharlo, puesto que aunque había dicho algo demasiado empalagoso, el pelinegro no se rió de él, sino todo lo contrario.


 


 


 


-       ¿Puedo quedarme a dormir? — Preguntó de forma juguetona el bajista, e inmediatamente Tora rió.


 


 


 


-       ¿Eh? ¿Sólo a dormir? Sí no vuelves por completo, no te quedaras a dormir —Respondió de forma graciosa, antes de besarlo entre suaves risas.


 


 


 


-       Oh Vamos… Sólo por esta noche, mañana voy por mis cosas. — El bajista miró al pelinegro, con ojos picaros.


 


 


 


-       Tendrás que convencerme,  quizás puedas hacerlo... — Habló de forma desafiante, mientras el bajista le besaba en el cuello.


 


 


 


-       ¿Bailamos? Por el nuevo comienzo. —  Saga le tomó de la mano al pelinegro, buscando en su celular aquella canción que tanto le gustaba, para poder bailar juntos.


 


 


 


El guitarrista sonrió ante la forma en que el bajista lo “empujaba” y le devolvía aquella sonrisa que se pintaba en sus labios. Pronto sus cuerpos se amoldaron a un suave y delicado ritmo, con miradas cómplices,  con risas escurridizas que volaban  entre sus figuras, dejando atrás las peleas, y la estúpida separación, para demostrarse que ellos debían estar juntos, amándose.  Saga se sintió feliz de volver ver la sonrisa que tanto había añorado.


 


 


 


Las horas transcurrieron entre bromas y bailes, risas y comentarios,  reescribiendo sobre  los días que habían pasado en soledad.  El amanecer de un nuevo día,  los encontró a ambos durmiendo juntos en la habitación que Tora había mantenido intacta,  la habitación que volvió a ser de los dos.


 


Fin~


 


 

Notas finales:

 


 


¿Les ha gustado? Espero que sí, sepan que cualquier tipo comentario son bien recibidos, sean por donde sean que me “vean” andar. Admito que me costó mucho decidirme por el final, pero luego pensé que tampoco podía seguir alargando más, ya había sufrido demasiado y sólo pensaba que seguramente terminarían separados realmente. Muchas Gracias a todos los que leen y comentan. Y espero estar pronto aquí para dejar más fics, dependiendo del tiempo que tenga


 


¡Cuídense Mucho!


 


¡Besos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).