Capítulo V: Locura
Poco a poco pierdo la cordura
sin ti no estoy a la altura
y tu ternura, seria la cura
pa’ la amargura que me lleva a la locura
Si volvieras a pensar lo que paso,
si le dieras otro chance a nuestro amor,
yo te daría ahora todo mi corazón.
Si yo no te vuelvo a ver
No se lo que voy a hacer
estar hundido en un mar de lagrimas
Si yo no te vuelvo a ver
yo me voy a enloquecer
es para mi la locura automática.
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El beso era dulce, era muy dulce, era de su agrado pero nítidamente sintió el cambio lento ya que el mismo Midorima cambiaba a un beso lleno de pasión, lleno de deseo.
Cerca de la barra estaba un Seijuro algo excitado mientras bailaba con su alto esposo que de vez en vez le besaba y le acariciaba la panza. El pelirrojo hizo que el otro quedara a su altura para decírselo, quería irse y por un muy buen motivo.
-Atsushi, hazme el amor- Susurro de manera lasciva ¡le estaba rogando! Atsushi solo abrió de par en par sus ojos. Lo tomo de la mano para llevárselo al auto e ir a casa con cuidado, claro está.
Estos salieron tomados de la mano buscando el auto.
Mientras Himuro corría por las calles un poco solitarias por la hora ¿Dónde estaría su Shun? Cuando se venció tiro la vista a la calle y allí estaba su pareja que se dirigía a un taxi. Rápidamente le llego por detrás para evitar que el otro subiera, Himuro le lanzo unos billetes al taxista y este se fue sin más.
-¿Qué haces?- Titubeo Shun mirando a Himuro que le alzaba su muñeca.
-No lo harás- Le dijo mirándolo serio.
-¡Ya no somos nada! Aléjate de mí- A lo último lo susurro dolorosamente.
-Solo fue un beso, ese chico no es nada para mí- Le dijo presionando más su muñeca, Izuki aguanto el dolor.
-¡No voy a hacer el papel de la novia celopata! ¡Terminamos!- Le grito furioso con lagrimas rodando entre tanto sentía el agarre más fuerte así que intento liberarse pero no pudo porque el otro le sacudió.
-¡No!-
-Ya, me duele- Shun comenzó a llorar.
-¡No! ¡Vamos a ser una familia!-
-Lo voy a abortar- Susurro y sintió como era arrojado a la acera.
Lloraba en aquel frio suelo, se sobaba su roja muñeca cuando sintió como era agarrado de nuevo y casi arrastrado al club. Caminaron hasta el auto de Himuro quien lo lanzo rústicamente al asiento del copiloto. Himuro se subió para colocarle el cinturón y luego colocárselo a sí mismo. El camino se hizo largo y ninguno de los dos hablo.
Llegaron al departamento donde vivían juntos. El silencio era algo tan ruidoso y desagradable irónicamente. Izuki se sentó en el sofá y envolvió sus rodillas con sus brazos para esconder su rostro rojo.
-Lo siento-
-Yo no te voy a celar sí terminamos así que eso es lo mejor, no seré una de tus chicas obsesionadas-
-Te amo, Shun. Sé mi Himuro Shun-
Izuki se le estrujo el corazón luego escucho algo extraño y subió su cabeza, miro un poco más y vio como Tatsuya estaba de rodillas.
-Lo siento- Volvió a decirle.
-No sabemos si de verdad estoy en cinta así que no te preocupes por eso- Decía entre lágrimas.
-No me dejes, por favor- su rostro estaba abajo.
-Yo te amo Himuro- Izuki lo levanto y sintió como era abrazado fuertemente.
-Tatsuya, me sentí raro cuando te vi con ese chico, sentí que me ahogaba del miedo y de los celos-
-Lo siento tanto-
Shun le beso los labios rápidamente le miro a los ojos.
-¿No abortaras al bebe?- Le dijo un Himuro sensible.
-No, lo dije para que te doliera, yo no haría tal cosa nunca- Dijo sollozando leve.
Ambos se tomaron de las manos fueron a la cama, a dormir abrazados. El pelinegro de lunar en su ojo abrazaba por detrás a su novio tocando su vientre plano y dándole unos besos de vez en vez en el cuello.
-Que pases buenas noches- Le murmuro Shun mientras apagaba la lámpara.
-Igualmente, honey-
En el club aun seguía la música, las bebidas, los pasabocas y un Kise despechado que se besaba con Nash como si nada le importara. La música era muy genial pero todo paso en cámara lenta de repente Nash con su muy sexy tatuaje a un costado de su cuello desapareció en sus narices cuando volteo vio a un Aomine furioso.
-¡Kise!-
-¡Aomineicchi malo! Nash ¿Estás bien?- El rubio ayudo a Nash que estaba golpeado agarrándose la nariz en el suelo.
-Eres un imbécil- Nash golpeo a Aomine en la cara y comenzaron una pelea sin embargo Kise como pudo le dijo a una mesera que llamara a seguridad quienes no tardaron ni dos minutos en ayudar a separarlos entre seis hombres.
-Sáquenlo de aquí- Kise dio la orden de sacar al moreno que le veía con una ira infinita.
-Jajaja claro, siempre lo supe ¡pero tenía que meterme con la puta del grupo!-
Aomine decía aquello con rabia refiriéndose un poco a la depresión que vivió el rubio a causa de que había mantenido relaciones sexuales casi obligadas una vez con un exclusivo productor en su infancia lo cual hizo un hoyo en su persona y termino con un cuadro serio depresivo, de hecho en ese cuadro estaba también el no poder aceptar que estaba enamorado de su compañero de clases y amigo, Aomine Daiki porque no era digno, según el rubio.
-¡Eres un…!- Le grito Kise temblando entretanto miraba como era sujetado su amor.
-¿Cómo pude siquiera pensar en tener algo serio contigo? ¡Eres de todos rubio!- Los de seguridad se lo llevaban y Kise temblaba.
Nash le ofreció su ayuda pero este le huyo asustado, tomo una botella de Vodka para empinarla y beber un sorbo, salió corriendo del pub con ella.
Aomine nunca le había amado, lo sabía, además que su persona no era lo suficiente, estaba sucio, su Aominecchi solo sentía asco por él. Saco sus llaves de sus bolsillos algo ceñidos y se monto en su auto dorado cuando sintió los golpes de un Aomine por la ventana pero él no quería que su amor le viera. El era sucio, muy sucio así que se asusto y toco el claxon una, dos, tres, cuatro, cinco veces. Encendió su auto dorado y acelero, vio un objetivo para apaciguar el dolor, el poster de la esquina. Termino chocando contra el poster a toda velocidad.
-¡Ryota!- Grito Aomine desesperado viendo humo y aun sintiendo el ruido del impacto.
El moreno de cabellos azules eléctrico corrió y corrió, allí estaba su rubio con la cabeza en el volante ensangrentado trato abrir la puerta pero estaba cerrada con seguro, su novio estaba allí y el no podía sacarlo. Llamo a emergencias.
-Sí, mi novio tuvo un accidente de auto, está en Daikanyamacho entre la carretera de Daikanyama, Shibuya ciento cincuenta, cero, cero, treinta y cuatro Prefectura de Tokio-
El moreno pudo acceder del otro lado del vehículo que por el impacto una puerta fue abierta bajo con sumo cuidado a su novio inconsciente, él sabía de primeros auxilios sin embargo no sabía qué hacer por los nervios. Se quito la chaqueta y la uso de almohada para su rubio.
-Aomineicchi- Apenas escucho un susurro.
-Tranquilo, mantente fuerte ya viene la ambulancia ¡No debiste conducir! Estabas muy ebrio- Le dijo Aomine desesperado.
Con el rostro ensangrentado Kise sonrió, era un sol para Aomine.
-No quiero seguir viviendo, estoy sucio je pero aun te amo Daikichhi por eso no te voy a molestar más- Susurraba con dificultad.
Las sirenas ya se escuchaban.
-¡Rubio idiota! ¡Yo te amo! Estaba tomando turnos de guardia de seguridad cuando terminaban mis turnos en la comisaria solo para comprarte el anillo que tengo en mi bolsillo-
Kise apenas sonreía para luego caer inconsciente ante aquel cielo oscuro y aquella piel también oscura que tanto amaba.
Ya era de día, los pájaros cantaban y el sol quería achicharrar a todos esos demonios que estuvieron trasnochados por licor. Midorima se movió y despertó al escuchar un ronquido, al tocar en lo que su mano se apoyaba abrió sus ojos, estaba tocando la nalga de un Takao profundamente dormido.
Sonrió, anoche no habían tenido sexo porque ambos cayeron rendidos de sueño.
-Shin shan, buenos días- Dijo somnoliento mientras se desperezaba.
-Buenos días, supongo- Destaco quitando su mano de aquel lugar para levantarse y colocarse sus lentes.
Ambos estaban en recepción mientras Shintaro cancelaba.
-Estamos listos- Dijo el médico acomodándose sus anteojos en el puente de su nariz.
-Je Gracias por pagar sí quieres pásame la cuenta para darte la mitad- La verdad estaba un poco apenado.
-Dame tu teléfono por favor-
-¿Eh?-
-Para intercambiar números- Mi Shin shan se expreso como lo más lógico del mundo.
Intercambiamos información y me llevo hasta al parecer era su auto mal estacionado con una multa de la cual me reí hasta los codos al ver su expresión. Me llevo a casa.
-Jeje Osha san tiene precisión con los signos ¿Por qué estas tan obsesionado?-
-No es obsesión es simple interacción a la suerte personal- Se acomodo los lentes molesto porque me encantaba hablar y si era con él me gustaba hablar el doble.
En eso llegamos a mi casa sin embargo el de cabello verde encendió su celular y comenzaron un montón de campanas y tintineos, Shintaro abrió sus ojos sorprendido ¿Quizás su novia estaba molesta? Así que fui a abrir la puerta sin embargo su voz me detuvo.
-Kise está en coma-
-No juegues con eso Shin shan- Sentí un escalofríos en mi columna porque de solo recordar la sonrisa de mi amigo esa noche y también cuando me dijo que estaba triste porque su novio no quería pasar tiempo con él.
-No seas irracional, no jugaría con eso… al parecer atentó contra su vida-
Shintaro arranco como si pudiera leerme, sabía que quería ir a ver a Kise.