Entonces el dolor se cristalizó,
se hizo carne de su carne
el corazón dejó de latir
el alma dejó de brillar...
Ariadna de Alejandría
Cuatro años antes...
SeHun manejaba el auto, de copiloto iba Wufei. Se los veía felices, escuchaban Tian mi mi cantado por Teresa Teng, a Wu le gustaba esa canción.
El castaño no llegó a frenar, se vio envuelto en segundos en un choque múltiple. Sehunie quedó inconsciente por unos minutos. Al despertar vio al hombre que amaba muy golpeado a su lado, sus bellas orbes cafés lo miraban con dolor, mucho dolor se veía en su mirada, apenas podía moverse.
Senshine, reaccionó, -Si puedo salir, te saco del auto.- Le dijo a Wu. Se desabrochó el cinturón, le temblaban las manos y vio que podía levantarse. Logró salir del auto, o lo que quedaba de él. A menos de un metro un auto se prendió fuego. Lo rodeó, acercándose a la puerta de su acompañante. Intentó abrirla y no pudo. Miró a su alrededor, era un caos de hierros retorcidos, gente llorando, suplicando. Vio un fierro y lo agarró. Forzó la puerta y está cedió cayendo con mucho ruido al asfalto.
Le quitó el cinturón a Wu. Lo levantó con mucho cuidado. Un hilo de sangre salía de su boca. Respiraba con dificultad. Lo llevó en brazos hasta unos metros alejado del accidente. Lo miraba y no le quitó los ojos de encima y el tampoco. Se sentó con él en brazos. Tomó de su bolsillo el celular, marcó emergencias.
Emergencias: ¡Buenas noches! Habla Micaela, ¿en qué lo puedo ayudar?
SeHun: Hubo un accidente. Mi pareja está muy lesionado. Respira con dificultad y no puede moverse. Logré sacarlo del auto. A un metro se prendió fuego uno de los accidentados. Estamos en la carretera 104.
Emergencias: Ya fueron policía, ambulancias y bomberos hacia donde están ustedes. No tardarán mucho en llegar.
Mientras SeHun hablaba con emergencias por celular. No le quitaba de encima los ojos a Wu. Este lo miraba y su mirada iba perdiendo brillo. Sehunnie al notarlo. Cortó la comunicación.
Siento una opresión profunda en el pecho. El hombre que amo se desvanece entre mis brazos y no puedo hacer nada más que abrazarlo. Veo su mirada que va perdiendo el brillo de la vida. La impotencia y la angustia van haciendo nido en mi corazón. -¡Te amo, Wu!- Apenas pudiendo articular palabra y ese nudo maldito que tengo en la garganta.
Lo miro a Sehunnie, siento un dolor indescriptible en todo el cuerpo, apenas puedo respirar, siento que me falta el aire... -¡Te amo, Senshine!- me siento muy cansado y con ganas de dormir. El dolor se va diluyendo, ya casi no siento nada. Lo miro por última vez a los ojos. Me pierdo en esas orbes cafés que me han quitado el sueño más de una vez, mientras nos amábamos en esas noches preciosas de luna llena... cuánto te amo... sonrío...
Wu me miró profundamente a mi interior como viendo mi alma... una sonrisa muy bella se dibujó en sus labios, esos que tanto amo, los cuales conozco de memoria... el brillo de su mirada desaparece y cierra sus ojos, al hacerlo ladea la cabeza que está apoyada en mi brazo y deja de respirar... en ese momento siento un dolor indescriptible en mi pecho... se me llenan los ojos de lágrimas... lo abrazo con cuidado... lo beso tiernamente... no me responde... ya no siento su corazón... en ese instante el mío dejó de latir... no puedo dejar de llorar... mi mundo ha dejado de tener sentido... no puedo entender, hacía media hora estábamos escuchando la canción que le gustaba y ahora ya no está...
SeHun no lo podía entender... sus ojos llenos de lágrimas y abrazando al hombre que amaba, que yacía muerto en sus brazos... dejó de sentir, de amar, se convirtió en un hombre sombrío y triste, sin esperanza a partir de que se cerraran para siempre los párpados de Wufei...
Continuará...