POV Itachi Uchiha
—De todos los días del año porque justamente hoy debe ser el peor?
Hola, de seguro te preguntarás el porqué de mi queja?. Para explicártelo mejor debo retroceder unas cuantas horas. Algo me decía que ese día que no iba hacer uno de los que acostumbro tener.
Esa mañana mi despertador no sonó, ¿motivo? Las baterías del aparato estaban agotadas y la noche anterior se me olvido por completo cambiarlas. Esa mañana tenía un trabajo muy importante y por la hora que se hacía de seguro iba a llegar tarde. ¿Cuál trabajo te preguntas? Soy modelo y ese día tenía una sección de fotos para una línea de ropa para donceles.
Levantándome velozmente de mi cama, no vi el juguete que de seguro mi pequeño hermano Sasuke dejo en el suelo de mi habitación, siempre le he dicho que no entrara a jugar aquí y la consecuencias de eso fue que se me clavará en el pie un soldado de juguete, esos que tienen una base puntiaguda, el mendigo juguete se clavó en la planta de mi pie provocando que soltara un grito de molestia. Grito que fue escuchado por mi madre que pasaba por el pasillo, lo siguiente que vi fue el abrir de mi puerta y el rostro inicialmente preocupado de mi madre pero después dio paso a una risa suave al ver el motivo.
—Mamá porque Sasuke nunca me hace caso? —Me queje sentándome en mi cama para quitarme el mendigo juguete de mi pie, no logró herirme pero si me dejo adolorido.
—Lo siento hijo pero sabes como es Sasuke, luego hablo con él lo prometo —Le escuche decir antes de ver cómo me daba una sonrisa tranquilizadora— Por cierto no tenías una sección temprano? —Me pregunto curiosa.
—Sí, si la tengo y por culpa del despertador que no hizo su trabajo llegaré tarde —Digo incorporándome rápidamente para ir a encerrarme en el cuarto del baño sin esperar respuesta de parte de mi madre.
Sin demorarme más tiempo me desvisto entrando rápidamente a la ducha, en vez de sentir el agua caliente en mi cuerpo lo que sentí fue como el agua fría me mojaba, acción que no evito que soltará un segundo grito en lo que resta de la mañana.
—Oh Itachi se me olvido decirte que el calentador se estropeo y no hay agua caliente —Escuche decir a mi madre detrás de la puerta, aunque por el grito que pegue de seguro comprendió que era ya muy tarde para decirlo.
No tuve de otra alternativa que ducharme rápidamente con esa agua helada, rogando al cielo que no me enfermara, no por nada estábamos en invierno, me aseguraría de abrigarme bien.
Los minutos pasaron y yo me encontraba ya listo para irme. Salí de mi habitación y pase de largo, no me iba a dar tiempo para desayunar si quería llegar justo a la hora acordada. Gritándole a mi madre que ya me iba salí de inmediato de la mansión. Una vez montándome en mi auto recibí un mensaje a mi teléfono, la melodía que especialmente le coloque me indico de inmediato de quien se trataba.
“Buenos días Itachi, mucha suerte con tu trabajo. Nos vemos en la noche. Te amo pequeño”
Minato N.
Si, era un mensaje de mi pareja, un varón rubio y de hermosos ojos azules mayor que yo, la distancia de edad nuestra era de 8 años. Él actualmente tenía 30 años y yo apenas tenía 22 años. Una distancia considerable, pero a mí no me importaba y sé que a Minato tampoco.
Minato era presidente de Rasengan Corp. una compañía de maquillaje y ropa, nos conocimos cuando en una ocasión me contrataron para ser el modelo de la nueva línea de maquillaje para donceles. Cuando fui ese día a la sección de fotos nunca me espere que el mismo presidente estuviera de espectador. Se podría decir que fue como amor a primera vista. Los ojos alegres y hermosos del contrario me hipnotizaron y no pude, ni quise negarme a la invitación a cenar que el rubio me ofreció. Desde ese día nos enamoramos y unos meses después de ese acontecimiento nos volvimos pareja.
Nuestra relación es fuerte y muy estable, hay ocasiones en las que me quedo en su casa, mi familia sabía que estaba en una relación con alguien pero aún no se los presentaba.
El mensaje me dejo un poco embobado, en mi cara se podía notar lo mucho que amaba a ese varón. Una vez que le respondí me puse en marcha al estudio de fotografía, sin duda recibiría un regaño de mi representante. Al llegar me dirigí al que sería mi camerino, pero no contaba que me encontraría al ser no muy grato para mí. Kushina Uzumaki la ex novia de Minato.
La pelirroja era una modelo muy famosa, como profesional tengo que admitir que ella hace un magnífico trabajo, es entregada al modelaje. Pero como persona era un ser ruin, de una personalidad no agradable, muy odiosa y prepotente. No trataba bien a su equipo y ese fue el motivo de mi primer encuentro con ella. La cosa se volvió peor cuando se enteró que era la pareja de Minato y según ella soy el culpable que Minato la dejara, pero en realidad él habría cortado con ella estando o no estando yo en su vida. Y le creía, claro que sí, esa mujer nunca iba a lograr una estabilidad amorosa si no dejaba de ser como es.
Para evitar una escena y un enfrentamiento preferí darle la vuelta al pasillo para no pasar al lado de ella. De por si ya mi día no había empezado como quería, pero lo peor vino después.
Y por qué digo peor? Bueno digamos que por error de mío arruine las cosas, me tropecé torpemente con mis pies y para tratar de no caer jale la cortina que formaba parte de la decoración, acción que hizo que todo lo ya preparado empezara a caer. Arruinando por completo el escenario, yo no tenía lugar en donde meterme así que tome la cortina y me tape con ella, quería que en ese momento la tierra me tragará.
¿Qué paso luego? La sección fue cancelada y yo despedido de ese proyecto. Como les dije mi día no fue el mejor, pero la cosa se volvió peor. ¿Aún peor? Seguro se preguntan, pero si, fue peor después de eso.
Mi auto no quiso encender y luego de estar intentando a que prendiera por más de media hora no logre nada. Así que dejándolo en el estacionamiento de esa compañía salí de ese lugar, mañana contrataría a alguien para que lo recogiera. Saque mi celular para poder llamar a un taxi pero este se había descargado, bien otra cosa más para este día. Pero digamos que faltaba la guinda del pastel y eso fue cuando de camino a tomar un taxi en la avenida una lluvia desprovista callo mojándome por completo.
—De todos los días del año porque justamente hoy debe ser el peor? — Y aquí llegamos al principio de esta historia. —Que hice para merecer esto? —Me queje mirando al cielo nublado mientras la lluvia seguía cayendo—
Sin recibir una respuesta tome rumbo sin tener un lugar en específico, durante mi caminar pude ver a las personas que se refugiaban en la entrada de cualquier restaurante o cafetería cerca o las que fueron preventivas y caminaban a mi lado con un paraguas.
Mientras caminaba solo pedía que este día se acabará rápido y empezar el mañana con un mejor pie. Sin saber por dónde caminaba levante la mirada y me fije en la dirección, me resultaba conocida y como en un segundo reconocí el lugar, estaba cerca de la casa, para no decir mansión, de Minato.
Sin apresurarme mucho, no iba a poder mojarme más de lo que ya estaba, me encamine a la residencia Namikaze, al llegar y dar mis datos en la entrada me dejaron entrar, caminando a paso tranquilo pude notar el auto de Minato, eso significaba que el mayor estaba en casa.
—Itachi! —Y sí que estaba. —Pero dios porque estas todo empapado? —Le escuche pedirle al mayordomo unas toallas para poder secarme mientras me quitaba el sobre todo que tenía.
—No fue un buen día para mí —Suspire y Minato sin importarle que estaba hecho prácticamente sopa me rodeo con sus brazos en un cálido abrazo.
—Eso me temía, hoy de casualidad leí el horóscopo y decía que los del signo Géminis iban a tener un pésimo día. Yo no creo mucho en eso pero por como te veo y lo que me cuentas si se cumplió —Lo vi sonreír levemente sin dejar de abrazarme. Así que todo lo que paso en este día fue una premonición dicha por mi signo zodiacal? Ahora en adelante me aseguraré de leer el horóscopo, no desearía repetir un día como este.
—También dijeron que para evitar el caos que pase este día, el amuleto de la suerte de los géminis sería estar cerca de una persona rubia con ojos azules —Dice Minato con una sonrisa—
—Eso lo acabas de inventar verdad?
—Bueno si, pero la intención es lo que cuenta no?
—Tienes razón —Sonrío acercándome al rostro del mayor y poder probar esos suaves labios que me encantan, sintiendo de inmediato como Minato me correspondía.
Sin duda alguna este día no fue el menor pero sabía que al estar al lado de Minato ya no me pasaría cosas locas. Creo que debería tomar a mi novio como mi amuleto de la suerte.
Fin