Oikawa Tooru, lo era todo para los ojos de la mayoría pero la verdad es que él no lo era, bueno el no creía eso aunque en el exterior no hacía nada más que hablar sobre lo perfecto que es pero su interior sólo reflejaba inseguridad, y fue aún más intensa esa sensación cuando no fue lo suficientemente fuerte para afrontar el que su equipo haya perdido. Devastado, frustrado, triste, enojado, era una mezcla de sensaciones tan mágicas pero a la vez tan dolorosa era así como se sentía el capitán del equipo pero no sólo el sino todos los demás jugadores, Oikawa aún no sabe cómo fue que pudo decirles directamente en la cara a todos sus compañeros que fue un buen partido y que todos hicieron un excelente trabajo sin llorar, sin gritar de tanta frustración, Tooru se sentía de lo peor, sentía que todo fue su culpa y que si tan sólo hubiera sido más rápido hubieran ganado, pero su querido amigo Iwaizumi lo notaba más que nadie, él sabía que detrás de esa gran y sexy sonrisa se escondía la persona más miedosa e insegura del mundo; siempre lo supo desde que eran pequeños, sabía que era lo que a Tooru le hacía mal, enojar, reír, llorar aunque Iwa-chan no se diera cuenta de que poco a poco esa simple amistad que sentía por Tooru dejo de ser sólo amistad y se convirtió en un fuerte sentimiento llamado amor sin embargo Iwa-chan se golpeaba mentalmente la cabeza y simplemente decía JA! Hajime por favor esto no es amor, lo que sucede es que lo aprecias mucho y sólo somos amigos, esa pequeña frase rebotaba en su cabeza diciendo una y otra vez sólo somos amigos, amigos, sólo y nada más que... amigos. Por lo que fue a los vestidores para ver qué tal estaba Oikawa ya que supuso que tenía algo. Tal y como pensaba, él si tenía algo estaba sentado dentro de un vestidor en una posición que hacía que Iwa-chan se preocupe, tocó la puerta.
-¿Oikawa... te sientes bien?-en esos momentos él tenía que dejar su actitud de todos los días por una más comprensiva y amable aunque a Iwa-chan no le gustara mostrarse así.-
-¿Eh?, ahh haha -sniff sniff- si, si estoy bien Iwa-chan~ tranquilo- en ningún momento abrió la puerta, siguió en esa tierna posición pero a la vez le dolía ver a su amigo así, le dolía demasiado, se notaba que estaba llorando y que lo que había dicho era mentira, bueno eso lo supo Iwa-chan al instante.-
-No, no lo estas, ¿me puedes abrir la puerta?- el moreno esperó unos minutos hasta que el castaño al fin abrió la puerta.
Y se pudo ver a un Oikawa con un par de lágrimas sentado en el piso mirando fijamente a su amigo, el otro no hizo nada más que sentarse también y abrazar al castaño, este se acomodó en el hombro del pelinegro respirando esa fragancia que tanto adoraba, pero ahora no era el momento de pensar en eso. Lo que acababa de pasar hace unas horas cambiaría el destino de todos, por lo que abrazo al pelinegro con más fuerza escondiendo su rostro en el hombro del contrario.
-Iwa-chaaaan~ , ¿por qué? ¡¿Por qué?! Yo quería ganaaar Iwaa-chaaan -lo dijo con una voz tan tierna que los latidos del corazón de Iwaizumi estaban muy acelerados.-
-¡Todos queríamos ganar Kusokawa!-dijo un poco nervioso por la cercanía de sus cuerpos, esto le estaba gustando pero al mismo tiempo estaba muy adolorido por lo que estaba escuchando y viendo en estos instantes.-
-Siiii, pero tú no lo entiendes -sniff- yo quería ganar y así poder estar más tiempo junto a ti Iwa-chaaan, me encantaría ir contigo -comenzó a verlo directamente a los ojos- a todas partes pero no se puede y ahora peor porque este era nuestro último año y ahora nos vamos a separar, después de la graduación ya no sé cuándo será la próxima vez que te vea, yo quiero estar siempre contigo, nadie me va a imped-
Hajime no se aguantó más y beso al castaño, un beso dulce, suave y lento sus bocas encajaban perfectamente como si fueran hechas la una para la otra, aunque Iwa-chan no sabía porque lo hacía si según él, no era amor, pero no se pudo resistir a un Oikawa con lágrimas y sonrojado diciendo que ya tenía un futuro con él y que nadie le iba a impedir que este junto a él, mientras tanto Tooru, no sabía que estaba pasando. Él... él... ¡¡ÉL ESTABA BESÁNDOSE CON SU MEJOR AMIGO!! Y lo más extraño es que le gustaba, él castaño nunca pensó en ver a Iwa-chan como algo más; como s-su ¿¡no-no-novio!? Bueno, él no sabía si este beso llegaría a tanto, pero ahora estaba más confuso, no sabía que hacer pero una cosa si sabía y es que quería más y él sabe cómo es la actitud de Iwa-chan, Oikawa prefería tener más, ya que él piensa que Iwa-chan dirá que fue un accidente y cosas así, por lo que Tooru dio paso a la lengua de Iwa-chan y puso su mano en el cuello del pelinegro para intensificar el beso. Hajime no se lo podía creer Oikawa se estaba dejando besar y hasta puso su mano en su cuello y poco a poco se fue volviendo más apasionado el beso, sus lenguas bailaban sincronizada mente y cada una recorría cada parte de la boca del contrario, en el fondo Iwa-chan estaba saltando de la alegría, ya que seguía con la clásica frase de esto no es amor, sabía que esa felicidad duraría poco ya que seguían en los vestidores y en cualquier momento alguien podría entrar, sin embargo se sorprendió al darse cuenta de que nadie los había descubierto, así que poco a poco Iwa-chan estaba bajando la intensidad del apasionado beso hasta dejarlo en uno tierno y lento como al principio, se separaron por la falta de aire.
-¿I-iwa-cha...-pero el moreno lo calló con el dedo índice.-
-Shh... Ahora no...-dijo el moreno mirándolo directamente a los ojos y con voz suave y tranquila, lo cual hizo que el castaño se sonrojara todavía más, el castaño sintió que sus mejillas en cualquier momento explotarían si continuaban.-
Juntaron sus frentes, sus mejillas no paraban de arder y mucho menos sus corazones, los cuáles latían desenfrenados.
-Haha.. ¿Sabes?, siempre pensé que eras lindo pero lo eres mucho más cuando te sonrojas- dijo el moreno en un acto de valentía dejando a un lado su actitud hostil de siempre, quería recordar este momento ya que no sabía si podría repetirse.-
El castaño estaba a punto de explotar, este día para él había sido maravilloso sin embargo recordó porque se encontraban ahí, había perdido y su tiempo junto a Iwa-chan, de ahora en adelante sería escaso y el pelinegro estaba haciendo las cosas más difíciles al haberlo besado repentinamente.
-Eres cruel -le dio un tierno y rápido beso- eres muy cruel Iwa-chaaan -le dio otro beso dejando al pelinegro estupefacto- como haces que el pobre y magnífico Oikawa Tooru te quiera más -lo dijo sosteniendo las dos mejillas del contrario y rozando sus narices delicadamente.-
-Callate de una vez maldito kusokawa- lo dijo apartando su rosto para que no viera su sonrojo.-
Ambos volvieron a esconder su rostro en el hombro del contrario riendo pero al mismo tiempo llorando.
-Hahaha... lo ves eres muy cruel pero aun así te quiero mi único y adorable Iwa-chan~
-Y-yo... yo-o... em yo -el moreno no sabía que porque ahora estaba tartamudeando, no le salían las palabras y quería corresponder al castaño pero no podía.-
-Siii, ¿qué pasa Iwa-chan? Al parecer estás un poco tartamudo hoy -sonrió con un par de lágrimas cayendo por sus ardientes mejillas.-
-¡Cállate maldito Kusokawa! -Iwa-chan le dio un golpe en la cabeza a Oikawa-
-Lo ves eres muy cruel -el castaño hizo un puchero, acto el cual le pareció muy tierno al pelinegro y lo dejo más nervioso.-
-Em y-yo, yo aghh... creo que ya deberíamos irnos.- Iwa-chan se odiaba tanto en ese momento pues no se quería ir, quería quedarse junto a Oikawa por siempre.-
-Mmh, en serio quieres eso... bueno Iwa-chan está bien, ¿vamos? -sonrió-
-vamos-
Ambos se levantaron y se dirigieron hacia los demás nadie preguntó nada, ya que se sentían mal en esos momentos y también sospechaban que su capitán se fue a llorar e Iwa-chan se fue a consolarlo. Por lo que los chicos cogieron sus cosas y se dirigieron a sus respectivas casas, pero había algo que le inquietaba a Oikawa y no sabía qué hacer...