Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El hombre que no podía amar por pri_sasukelove20

[Reviews - 29]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

—Lo siento mucho. Fue otro aborto, mi señor.

Esas fueron las tristes palabras que pronunció el médico real a su rey. El tercer aborto por aquellos meses que sufría uno de sus quince donceles. Estaba emocionado por recibir una vez más, a otro de sus hijos al mundo, un niño preferencialmente.

—No lo entiendo. ¿Porqué…?-preguntó estupefacto.

—A veces las personas nacen con mala estrella, mi señor, quizás este doncel jamás pueda concebir un bebé, y dado las ultimas circunstancias, dudo mucho que vuelva a quedar embarazado. Su vientre tal vez sea el problema, pero eso, temo que no tiene solución por el momento.

—Maldición-masculló enojado y decepcionado, finalmente ese rebelde muchacho se había salido con la suya, jamás daría a luz a uno de sus herederos.

Gaara, supo la noticia por el propio harem que se burlaba y esperaba que perdiera el futuro “rey”. Llegó preocupado hasta su habitación, reservada especialmente para que el niño viniera al mundo, entró y vio a su amigo casi sin fuerzas boca arriba respirando agitadamente con manchas de sangre en las sábanas y sus piernas. La túnica blanca que vestía, también estaba manchada en su entrepierna. Todo era producto de una hemorragia.

—Naruto, Oh, llamaré al médico para que-

—No vendrá… Gaara-murmuró exhausto—El rey seguramente no lo permitirá. Además, soy un asesino…

—Eso es… ese maldito hombre-apretó sus nudillos. ¿Solo podía mirar y no hacer nada? ¿Por qué?

—¿Qué haces tú aquí?-el soberano entró repentinamente y de muy mal humor—Lárgate, siervo-escupió.

Gaara agachó su cabeza y se tragó su dignidad.

—Mi rey, Naruto necesita atención medica, no para de sangra-

—¡No me digas lo que tengo que hacer, siervo!-gritó, el cuerpo del pelirrojo se estremeció de miedo—¡Vete de aquí!

—Sí… señor…-en contra de sus deseos, dejó a su amigo solo en compañía de esa bestia.

El adulto se paró junto a la cama y lo miró.

—¿Estás feliz, verdad? Nunca podrás quedar embarazado. Tu cuerpo es inútil, Naruto, eres un doncel defectuoso.

—Me honran sus palabras-respondió con claro sarcasmo, incluso sin aliento, él no iba a rebajarse más de lo que ya había hecho.

—Rebelde hasta el final ¿eh? Yo tampoco retrocederé con mi decisión-observó la puerta entre abierta—¡Guardias!

Tres hombres de armadura irrumpieron, dos de ellos tomaron al débil blondo de los brazos y lo arrastraron de la cama al piso, el otro guardia se mantenía vigilando sus movimientos. Pero tal parecía que no había que preocuparse porque escapara, estaba muy débil para huir por su cuenta.

—Así que… finalmente se ha cansado de mí-sonrió.

—Y por eso, ya no me sirves. Mañana se te ejecutará al amanecer. Disfruta tus últimos instantes de vida si es que no mueres por tu hemorragia-miró a sus hombres—Llévenlo a la mazmorra.

—Sí, su soberano-respondieron al unísono.

El rubio fue arrastrado por el pasillo siendo todo visto por Gaara ocultándose. Había llegado la hora de escapar. De que uno de ellos, fuera libre.

Naruto se encontraba acorrucado contra la fría pared, a oscuras, esperando muy pronto su muerte. A pesar de como se veía, estaba feliz, después de tanto sufrimiento podía abandonar este mundo y esperaba en su corazón poder descansar en paz junto a sus padres. Sin embargo el costo había sido demasiado caro.

—Perdón…-susurró, acariciándose el vientre—Probablemente no valla al cielo… he hecho algo horrible. Maté a mis bebés… con estas manos, yo-extendió sus manos y observó en ellas su propia sangre—Yo… no tuve más opciones… yo…

—¡Oye, pequeño, despierta!

De a través de una reja, uno de los guardias lo sacó de sus cavilaciones. Abrieron la mazmorra y entraron dos hombres, solo vistiendo su ropa de dormir, unas largas túnicas hasta los pies, Naruto tuvo un mal presentimiento.

Maldición.

—Es una pena que alguien tan hermoso tenga que morir, así que lo pensamos con mi compañero y queríamos darte un último regalo-sonrió lascivamente, en un parpadeo se puso sobre el blondo mientras el otro sujetaba sus brazos—Te haré sentir bien…

—¡Suéltame! ¡Malditos hijos de-

—Sshhh-le tapó la boca—Vas a morir de todas formas, ¿Por qué no disfrutar una última vez del placer?

No, no, no quiero…

Sus ojos azules comenzaron a llenarse de lágrimas ante la impotencia.

—¡Guardias!-se escuchó un grito del otro lado de la prisión.

Esa voz se le hacía muy familiar.

—Maldición…-el hombre se levantó de encima y salió con su compañero.

Unos segundos después, el blondo escuchó algo golpearse contra el suelo, y entonces por la puerta su salvación llegó.

—Gaa-Gaara…-pronunció aturdido.

—Nos largaremos de aquí, amigo, seremos libres-lo tomó de los hombros y juntos comenzaron a caminar, Naruto observó a los dos guardias inconscientes en el piso y una vara gruesa a su lado—Despertaran pronto, debemos apurarnos, ahora que es media noche y no hay nadie recorriendo los pasillos.

—Gaara, es imposible escapar, lo he intentado antes…

—Eso fue en el pasado cuando no nos conocíamos. Ahora me tienes a tu lado-le sonrió.

Luego recordó una rara afirmación momentos antes que entrara el rey.

—¿A qué te referías cuando decías que eras un asesino…?

—Los tres abortos que tuve no fueron naturales.

—¿Qué?-le miro sorprendido—Hablas de…

—En el jardín hay una planta que es toxica para cualquiera tipo de insecto, permite que las flores en su cercanía no sean devoradas, me tomó un tiempo, pero pude hacer una bebida usando sus hojas y este fue el resultado…

—Naruto…

—Maté a mis bebés, Gaara, soy un asesino…-comenzó a derramar lágrimas—Y lo peor de eso, es que no dudé en hacerlo, uno, dos, tres veces, odiaba la idea de tener un hijo de ese bastardo. Odiaba el hecho de tener algo mío con ese hombre, me daba asco, era insoportable. No podía imaginarme criando un bebé con trece años… yo…-comenzó a hiperventilar.

—Tranquilo-lo abrazó fuerte, estaba temblando—Te entiendo, no has hecho nada malo, no eres un asesino, solo somos niños, Naruto. Hay cosas que no podemos enfrentar a esta edad, y hacemos acciones egoístas… es algo inevitable.

—Quiero irme…-sollozó—Salgamos de aquí…

Gaara observó la espalda de su amigo caminado firme hasta la salida más próxima del palacio. Aún con su débil estado, eso no le impedía llevar a cabo su más grande sueño, el ser libre.

Cuanto deseaba poder caminar a su lado y ayudarlo a encontrar a su hermano, pero su rostro compuso una mueca amarga, no había chance de que los dos lograrán salir con vida. Él lo sabía.

—Solo uno puede escapar…-susurró.

—¿Gaara?-volteó buscándolo.

—Lo siento-trotó hasta su lado.

—¿Sucede algo?

—No es nada…

 

Naruto, haré hasta lo imposible para que al menos tú, puedas hallar la felicidad.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).