-Osomatsu-
Ya no sé cómo demonios manejar esto, no entiendo cómo es posible que se me fuera de las manos, en verdad, soy un completo idiota. ¿En qué momento me enamoré de Choromatsu?... Soy un completo idiota… Sintiendo celos de todo aquel que se le acerca, pero él tiene la culpa por ser tan despistado y el día de hoy me lo demostró.
Llegamos a casa, donde ya estaban los demás esperando, pero tan pronto entramos, ellos salieron corriendo a ver qué pasaba… Y no era para menos, pues entramos gritando y yo llevaba a Choromatsu de la muñeca, mientras él se jaloneaba. Era evidente que ambos estábamos molestos y ya era muy tarde, eran las doce de la noche.
-¡¿Qué demonios te pasa, Osomatsu-niisan?!
En ese momento solté a Choromatsu y al mismo tiempo le di un leve empujón, que lo hizo caer al suelo, mientras los demás nos veían sorprendidos pero en silencio y manteniendo distancia.
-¡¿A mí?! ¡¿Qué mierda te pasa a ti?! ¡¿Acaso eres imbécil?!
-¡¿Ahhh?! ¡Mira quién lo dice! ¡El imbécil mayor!
-¡De no ser por mí, quién sabe dónde estarías ahora!
-¡No soy un niño! ¡Me puedo cuidar solo!
-¡Si así fuera no hubiera tenido que intervenir por ti!
-¡Nadie te pidió que lo hicieras! ¡Además de que no era nada malo!
-¡Esos tipos te querían llevar a otro lado! ¡¿Cómo mierda es qué no te diste cuenta, imbécil?!
-¡Son imaginaciones tuyas! ¡Y si así hubiera sido, yo estaría perfectamente bien!
-¡¿Bien?! ¡Un idiota despistado y borracho, ¿se podría defender en una situación así?!
-¡Ya basta! ¡No me trates como a un niño! Además… ¡No eres quién para reclamarme!
-¡¿Qué mierda significa eso de que “no soy quién para reclamarte”?!
Choromatsu se puso de pie y me miraba de manera retadora con evidente molestia.
-¡¿Qué hay de ti?! ¡Esas tipas, era evidente que tenían segundas intenciones contigo!
-¡¿Ahhh?! ¡¿Y qué?! ¡Si así fuera, ¿a ti en qué mierda te afecta?!
-¡Es exactamente lo mismo! ¡Eran chicos! ¡¿Qué mierda querrían hacer conmigo?!
-¡No te hagas el idiota, pudieron haberte drogado y violado!
-¡Ya cállate! ¡No soy idiota! ¡Y al menos yo no estaba rodeado de malditas zorras!
-¡¿Ahhh?! ¡¿Acaso estás celoso de qué a mí me hicieron más caso las chicas que a ti?!
-¡Eres un maldito engreído! ¡Prefiero estar solo, antes de estar rodeado por zorras!
Yo me comencé a reír y hablar de manera burlona y Choromatsu sólo me veía con mayor molestia.
-¡Jajajaj! ¿O acaso…? ¿Estás celoso de qué tu Oniichan no te hizo caso, mi pequeño? No estés celoso, sólo me gustas tú.
Me acerqué Choromatsu, sujeté su mentón y le besé la mejilla con delicadeza, pero él me miró sorprendido y sus ojos se llenaron de lágrimas, después de eso él me empujó y me dio un fuerte puñetazo en el rostro, haciéndome caer al suelo.
-¡Eres un imbécil! ¡Te odio, Osomatsu!
Luego de que Choromatsu dijera eso, sus lágrimas comenzaron a caer y él salió corriendo de la casa.
-¿Qué demonios le hiciste a Choromatsu, Osomatsu-niisan?
-Yo no le hice nada.
-¿Entonces por qué venían peleando, Osomatsu?
Karamatsu me ayudó a ponerme de pie y nos fuimos a la sala.
-Jyushimatsu, acompáñame a comprar una compresa fría al combini.
-Sí, Ichimatsu-niisan.
-Jyushimatsu. Busquen a Choromatsu también, ya es muy tarde y es peligroso que este afuera estando tan borracho y solo.
-No te preocupes, Karamatsu-niisan. Lo encontraremos.
Ichimatsu y Jyushimatsu se fueron y me quedé con Totty y Karamatsu, que me miraban con evidente decepción.
-¡¿Acaso eres idiota, Osomatsu?!
-¿Qué-?
-¡Te pasaste! ¡Hiciste que Choromatsu llorara!
-Y eso que Choromatsu-niisan es de los que se guardan lo que sienten.
-No fue mi culpa, ni siquiera sé por qué comenzó a llorar.
-Osomatsu. Hay límites. ¿Qué pasó con Choromatsu? ¿Por qué venían peleando?
-Fuimos a un bar y comenzamos a tomar, pero después unas chicas se me acercaron y me quedé hablando con ellas, sólo que Choromatsu se apartó y de repente llegaron unos tipos con él… Y a Choromatsu parecía no importarle, así que les siguió la plática y comenzaron a beber cada vez más y ustedes saben que Choromatsu no tolera muy bien el alcohol, así que me quedé observándolo, pero un rato después Choromatsu ya iba hacia afuera con esos tipos y se iba a subir en un auto, así que llegué corriendo y lo jalé de la muñeca, pero él comenzó a armar un alboroto y los tipos se pusieron a la defensiva.
-¿Y qué pasó, Osomatsu? No me digas qué iniciaste una pelea.
-No como tal… Es sólo que… Uno de ellos intentó darme un puñetazo y los otros dos cubrían a Choromatsu para que yo no lo pudiese jalar, pero esquivé el puñetazo y le di una patada en el estómago que le sacó el aire al tipo ese, pero Choromatsu me comenzó a gritar que ya era suficiente y se acercó hacia mí, entonces yo me lo llevé arrastrando hasta la casa, mientras los otros dos intentaban ayudar al tipo que golpeé a que se levantara.
-…Ya veo, después de todo… Choromatsu-niisan si puede llegar a ser demasiado despistado.
-Es por eso que llegamos peleando.
-Aunque tú tienes gran parte de la culpa, Osomatsu.
-¿Y yo por qué? El idiota fue él.
-No. Si tú no lo hubieras dejado solo, tomando con tipos que no conocía, sabiendo que él no tolera bien el alcohol y que es un completo despistado, esto nunca habría pasado.
-Pero él-
-Karamatsu-niisan tiene razón. Fue culpa tuya, Osomatsu-niisan. Si no lo hubieras dejado solo, esta situación se habría evitado. Ya todos sabemos que Choromatsu-niisan es muy despistado, poco tolerante al alcohol, sensible, fácil de convencer en algunos aspectos y bastante inocente.
-¿En qué demonios pensabas, Osomatsu?
-¡Ya basta! ¡También es culpa suya! ¡¿Por qué demonios siguió bebiendo si sabe que no tolera el alcohol?!
-Y si tú sabes que no tolera el alcohol, ¿por qué no lo detuviste, Osomatsu?! ¿Qué hubiera pasado si mamá y papá llegaran de su viaje y se enteraran de que uno de sus hijos fue secuestrado, drogado, violado o qué se yo?
-… Tienes razón… Soy un completo idiota… Incluso lo hice llorar.
Le di un fuerte puñetazo al suelo y Totty se acercó a mí con delicadeza.
-Tranquilízate, Osomatsu-niisan. A veces es bueno dejar salir lo que sientes y eso le hace mucha falta a Choromatsu-niisan. Imagina que incluso le hiciste un gran favor.
-Pero yo no quería verlo llorar… No por mi culpa.
-¡Ya llegamos!
-¿Y Choromatsu-niisan?
-Ya lo encontramos, pero no quiere venir. Dice que quiere estar solo.
-¡¿Dónde está, Choromatsu?!
-Está en el parque, en los columpios.
-¿Aún sigue…?
-Sí. Ni siquiera nos dejó verle el rostro. Dijo que necesitaba estar a solas, pero tiene la rodilla y el brazo raspados.
-¿Qué le pasó?
-Dijo que mientras corría se cayó, pero que no le duele.
-Soy un idiota.
Me puse de pie rápidamente para ir a buscar a Choromatsu, pero Totty me detuve del brazo.
-¿A dónde vas, Osomatsu-niisan?
-Choromatsu está demasiado borracho y es mi culpa que esté así, al menos iré a verlo, incluso si él no quiere.
-Al menos espera a que te pongan eso, idiota. No fuimos a gastar dinero en vano, además se te está inflamando más, es evidente que Choromatsu-niisan estaba realmente molesto.
Ichimatsu me empujó, pero mantuve el equilibrio, así que me senté y esperé a que Karamatsu me colocara la compresa fría en la mejilla y me salí de la casa, casi corriendo.
-¡Osomatsu-niisan!
-¿Qué pasa, Jyushimatsu? Tengo prisa.
Jyushimatsu corrió hacia mí con una bolsa en mano y después me sonrió con algo de tristeza.
-Llévale esto a Choromatsu-niisan, seguramente ya le está doliendo donde se raspó, además podría infectársele si no se limpia cuanto antes.
-Gracias, Jyushimatsu. Te debo una.
-No agradezcas… Sólo… Sé suave con él, en verdad debe estar muy herido.
-No te preocupes. Vayan a dormir, posiblemente llegaremos muy tarde.
Jyushimatsu me abrazó y después regresó a la casa, mientras yo me apresuré a llegar al parque, donde efectivamente estaba Choromatsu tratando de calmar su llanto, sentado en un columpio.
-Ho-Hola…
-Lárgate.
-¿Eh? ¿Así es cómo le respondes a los que se preocupan por ti?
-¿Qué quieres Osomatsu? No estoy de humor para soportar tus estúpidas bromitas.
-¿Por qué te enfadaste conmigo?
-¿Acaso no es obvio, idiota?
-¡¿Pero qué-?!... Lo siento, no debí actuar de esa manera con aquellos tipos, pero me preocupaba que te pudieran hacer algo y mi cuerpo se movió por sí mismo.
-… No estoy molesto solo por eso.
-¿Eh? ¿Hice algo más? ¿Fue por cómo te arrastré o grité? Lo siento mucho, en verdad no fue mi intención, pero estaba realmente molesto.
-En verdad eres idiota, ¿acaso no lo comprendes?
-No te entiendo Choromatsu, ¿a qué te refieres?
Me acerqué con cuidado hacia él y me senté en el columpio de al lado, pero él seguía sin mirarme, así que coloqué mi mano sobre su hombro.
-Creo que es mejor así…
-¿Qué demonios significa eso?
Choromatsu se limpió las lágrimas y dejó de llorar, pero seguía manteniendo la mirada baja y yo me sentía bastante triste por su estado.
-Si lo entendieras, sería bastante problemático y tal vez no me volverías a hablar en la vida.
-¿Acaso hiciste algo malo de lo que no estoy enterado?
-…Algo así… A decir verdad, esto ocurrió ya hace mucho.
-¿Qué ocurrió Choromatsu? ¿Es algo en lo qué te pueda ayudar?
-No. O al menos no lo creo… Esto ocurrió hace bastante tiempo. Yo tan sólo tenía dieciséis años y me fue bastante difícil afrontar la situación. Especialmente porque cuando me di cuenta de lo que había hecho, ya era demasiado tarde.
-¿Demasiado tarde? ¿Qué hiciste?
Me puse de frente a él y comencé a limpiarle las raspaduras.
-Al menos deja que te ayude con esto. Es mi culpa que estés así.
-Osomatsu, ¿alguna vez haz tenido un amor imposible?
-¿P-Por qué preguntas eso?
-Eso me ocurrió a mí. Me enamoré de una persona que nunca debí, incluso alejé a muchas personas que intentaron declarársele y ni siquiera lo sabe. Esa persona es tan especial para mí, pero es un amor imposible, nunca se fijarían en mí y además… Yo sólo soy como un hermano menor que le desespera y le gusta molestar.
-Choromatsu…
-Soy un idiota total, incluso ahora me sigue viendo del mismo modo y yo nunca podré avanzar en esta situación… SI tan sólo… Si tan sólo no fuera un amor imposible, yo tendría un poco de esperanza, pero es como… Pedirle a un manzano que te otorgue peras.
-Choromatsu, nada es imposible si luchas por ello.
-Créeme. No importa cuánto luche por ese amor… Nunca llegará a concretarse.
-¿Quién es la persona que te gusta Choromatsu? ¿Aún te ves con esa persona? ¿Qué tipo de persona es?
-Aún me veo con esa persona, de hecho la veo a diario, pero… Es evidente que nunca notará mis sentimientos, después de todo he estado ocultándolos por más de diez años.
-¿Quién es esa persona?
-Eso es un secreto. Nunca le diré a nadie quién es él-Mierda.
Choromatsu se sonrojó bruscamente, abrió los ojos con sorpresa y cubrió de inmediato su boca al notar lo que había dicho.
-Choromatsu, ¿eres-?
Él se levantó rápidamente.
-¡Ah! ¡Ya es muy tarde, volvamos a casa!
Intentó caminar, pero yo lo jalé e hice que se detuviera.
-Choromatsu. No te dejaré ir. Siéntate, tenemos que hablar. Además, todavía no te he curado del todo. Siéntate.
-¡No quiero!
-¡Choromatsu! Cálmate. Entiendo cómo te sientes.
-¿Q-Qué dijiste?
-Te explicaré todo, después de que respondas a mis preguntas.
Choromatsu se sentó resignado y suspiró, mientras yo terminaba de curarlo.
-¿Q-Qué quieres saber?
-¿Cuándo notaste que te enamoraste de él? ¿Cómo es?
-Estábamos a mediados de secundaria y comenzó a contarme sobre la chica que le gustaba, fue entonces que noté que lo que sentía eran celos, entonces evitaba a toda costa quedarme a solas con él, pero él no dejaba de buscarme y eso me hacía sentir peor, porque no podía decirle los sucios sentimientos que llevaba dentro.
-Choromatsu. Eso no es malo. Amor es amor y ya.
-Eso quisiera, pero va más allá de eso. Él no me ve en un sentido romántico. Él sólo me ve como un hermano menor idiota, descuidado, torpe e ingenuo y además… Él es un chico heterosexual, es completamente imposible que yo salga con él.
-Choromatsu, te ayudaré a concretar tu amor… Él es un completo idiota al no haberse dado cuenta de lo que sientes por él.
-No, claro que no. Él es un gran chico. Siempre que necesito apoyo, él está ahí para mí, nunca me ha dejado solo, pero él es… Él es alguien que siempre está sonriendo, es alguien bastante entrometido, muy risueño, divertido, amable, considerado a su manera y él… Él es una gran persona, incluso cuando se enteró de que me gustaba un chico, lo tomó bien e intentó animarme, y además… Él se ofreció a ayudarme a salir con “ese chico”. Él es una gran persona, créeme. Él tiene un gran corazón, no importa a donde vaya, siempre ilumina el lugar con su sonrisa… Jajaj, creo que si él supiera todo esto, me repudiaría… Aunque en cierto modo ya se lo dije, pero no se dio cuenta.
-Es un completo idiota, ¿cómo te puede gustar alguien así?
-Osomatsu… Uno no decide de quién se enamora. Además, él siempre sabe cómo sacarme una sonrisa y aunque suene estúpido, una sola palabra suya puede cambiar totalmente mi estado de ánimo. Él con una palabra me hace estar del mejor humor o estar totalmente deprimido.
-Choromatsu. En verdad es un idiota ese tipo.
-¿Ahhh? ¿Y qué hay de ti? ¿Quién es la persona que te gusta?
-Ya es tarde, así que sólo te diré que… Es una persona dedicada, distraída, tierna a su manera, inocente, torpe, ingenua, aún es un poco infantil, se alegra por lo más simple que puedas imaginar, siempre intenta mantener la compostura y actuar como adulto y siempre me está regañando o golpeando, diciendo que soy un vago. También está enamorado de un completo idiota que no sabe valorarle… ¡Ah! Y es bastante tsundere como tú sabrás.
-¡Yo no soy tsundere! Y esa persona suena mucho peor de quien me gusta a mí.
-Sí, claro. Lo que tú digas, tsundere-kun. Además… Esa persona es muy especial para mí.
-¡Eres un idiota!
-Jajaj. ¿Y dices que no eres tsundere?
-Osomatsu… ¿Aún ves a esa persona? ¿Cómo se llama?
-Claro. Me la encuentro a diario. Y su nombre es un secreto.
-Maldito bastardo.
-Jajaj, tú tampoco me dijiste el nombre de aquel imbécil.
-Es que… Después de esto, puede que tú te des cuenta de quién es. Después de todo, es alguien que conoce toda la familia.
-¿Alguien que conoce toda la familia?
-Bien, bien. Creo que ya dije suficiente. Vámonos.
-¡No! ¡Espera! ¡¿Quién es?!
-Se-cre-to.
-¡Choromatsu!
Él me dio la espalda y comenzó a correr dificultosamente, así que intenté alcanzarlo, pero al mismo tiempo lo comencé a molestar.
-¡Espera! ¡Sólo dime quién es! ¡Anda, tsundere-kun!
-¡No me llames así, idiota!
-¡¿Por qué no, tsundere-kun?!
Él se molestó y comenzó a correr más deprisa.
-¡Cállate!
-¡Tsundere-kun, espera!
Choromatsu se detuvo y cuando llegué a su lado, me dio un fuerte puñetazo en el rostro y se me adelantó, mientras se burlaba de mí.
Debo de admitir que estoy celoso de la persona que le gusta, es decir, es un completo idiota, ¿cómo pudo fijarse en él, Choromatsu? Joder…
-¡Espera! ¡Te lastimarás peor, idiota!