Mirarle es como estar en casa.
Aun q todo un tiempo, fue muy diferente.
Porque todo para mí siempre fue muy extraño.
Porque nunca sentí q este era mi lugar, q este fuera mi mundo.
En cambio tenía un sentido de pertenencia q nunca se alcanzaba a consumar.
Frustrado y solo.
Limitaba mi vida a cosas sencillas, hacia este mundo más pequeño para poder sobre llevarlo.
Porque me abrumaba.
Y solo cuando lo cuando conocí. Fue cuando me sentí en casa.
Porque su mira, su voz. Su cuerpo. Eran aquella lejana tierra de la q fui expulsado hace mucho.
Solo hasta entonces no podía darle nombre a esa necesidad, a ese instinto de propiedad.
Ahora se q le llama Bruce.
Mis padres, fueron grandes personas. Los que perdí y los q ahora tengo. Pero ninguno de ellos, pudo realmente llenar este hueco q se escondía tras la “S”. Solo él. Desde ahora.
Porque mi vida siempre se sintió como un rompecabezas. Donde solo muchas partes de todo podían darme forma y estabilidad.
La última pieza de mi rompecabezas, aquella q hace q todo el panorama cobre sentido, fue él.
Lo es. Con su presencia, balanceando la mía. Porque somos polos opuesto. Y dentro de cada ser vivo, parece ser necesario, q haya una parte de cada cosa.
Y Bruce es mi silencio, es el sigilo q asecha, el pasado q ha visto y vivido demasiado, es los años y la experiencia, el orgullo, la capacidad infinita, la lógica fría, la belleza. Es ahora parte de mi cordura, una mitad de mi corazón, es el amo de mi cuerpo. Bruce es mi centro.
Antes de él, amaba a todos los humanos en general. Pero cuando apareció, supe q era capaz de amar a uno más q al otro. Supe, como lo sé ahora. Que nunca amaría a otro humano, o ser vivo, más o tanto como amo Bruce.
Porque aquella primera vez, q lo conocí sin mascara entonces supe q así debía ser.
Ya fue lo suficientemente raro, cuando solo lo conocí como Batman. Él al principio me pareció reprobable, luego lo comencé a entender, a admirar. Y sentí como finamente, hebras de conexión se iban formando entre él y yo, supuse q la conexión era débil, había demasiado q nos separa, para empezar las identidades secretas.
Y fue igual de confuso cuando conocí a Bruce Wayne, un tipo impresionante q vivía en las nubes, y yo (por el momento) un simple campesino en un traje barato y arrugado q partencia a tierra. En mundos separados. Bruce era de una constelación totalmente diferente a la mía, una celestial.
Pero cuando supe q Bruce Wayne y Batman era la misma persona. Entonces las cosas cambiaron. Y solo basto q viera sus ojos, una vez más, sin máscaras; sin Bruce Wayne o Batman de por medio, solo él, como era realmente, una mescla imposible de ambos alter egos. Solo eso necesite para pensar.
“Bien venido a casa”
Porque su mira es eso para mí. Mi hogar.