Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La sincronía perfecta por Mariposa23

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

23-eh aquí un KageHina de lo más meloso, y gay extra romántico.

Mariposa: no fue mi idea. >_>

23-¡ya q mentira! lo q pasa es q mi Maripo está un poquitín sensible…

Mariposa: la hormonal y bipolar eres tú. A mí no me metas…

23-bueno, bueno. Digamos q lo hicimos conjuntamente. ¿Vale?

Mariposa: disfruten la historia por favor.

23-¡oye no me ignores!...¡¡¡Mariposa!!!….

Creo q desde la primera vez sincronizamos. Algo torpe y a la fuerza, pero lo hicimos juntos. Aquella vez q remato, mal, uno de mis pases, cuando le volamos el peluquín al vicedirector, fue la primera vez q sin darnos cuenta, conectamos. Luego vino ese grito de sorpresa, rabia y temor, q dimos. Al mismo tiempo. Cuando nos dijeron q no éramos admitidos en el club.

Creo q desde ese grito comenzamos hacer las cosas de manera conjunta.

Hinata, es extraño. Es pequeño pero muy resistente, su cuerpo, posee muchas más armas q el 1.80 de altura no tiene. Se ve frágil, pero es resistente como ningún otro jugador. Y tiene una voluntad de acero a prueba de todo. Hinata, jamás se desmoronaría.

Ni siquiera cuando está asustado. Y yo sé cómo hacer para q se pase el miedo.

No se q lo hace tan capaz, su inocencia o su estupidez…pero de algún modo funciona conmigo.

Hinata es aún más raro, cuando sus ojos honestos, decididos y fuertes, me dicen q no puede evitar confiar a en mí. Yo, la persona q no dudaría en negarle el aire si no fuera porque realmente algo puede aportar en la cancha. Es extraño, cuando se hace parte de mí día a día.

Cuando en los recesos del almuerzo, lo busco, para q comamos juntos. Eh incluso vamos al baño al mismo tiempo.

Los maestros, han empezado a vernos mal. Piensa…q les estamos jugando una broma, o q planeamos escaparnos. Porque pedimos ir al baño al mismo tiempo. Pero es verdad. Realmente estamos sincronizados.

Si empiezo a sentir frio, es Hinata el q se estremece primero, si Hinata siente hambre, es a mí a quien de la nada le empiezan a rugir las tripas.

De repente, las palabras q estaban en mi mente, salían por su boca. Sentía sus movimientos sin mirarlos. Era algo más fuerte q mi conciencia o mi voluntad, algo ineludible para lo q estaba echo y destinado a ser. Era el instinto de sintonizar con él, lo q me movía.

Cuando lo sentí, cuando me di cuenta de lo muy conectados q estábamos. Entonces estuve seguro de querer estar parado a su lado.

Una seguridad q ahora mismo no acabo de entender. Pero la siento, latente en mí, con cada mirada q Hinata me da.

Creo q si todo el equipo fuera realmente consiente de estas acciones compartidas; se burlarían de nosotros, especialmente Tsukishima. Es un real idiota…q no está nada lejos de la verdad cuando nos molesta, por actuar por reflejo, como él lo llama.

Yo tenía, una vida, apaciblemente solitaria, siempre aviamos sido, el vóley y yo. Nadie más cabía en nuestra relación. Hasta q apareció Hinata. Y de la noche a la mañana. Comenzamos a andar juntos a todos lados.

Como ahora, q en las mañanas de los martes, jueves y sábados. Despierto, con la cabeza naranja a un costado de la mía, en vez de mi balón de vóley. Porque Hinata y yo hemos decidido, marcar los días en los q nos quedamos a dormir en la casa del otro para no perder tiempo en nuestro arduo entrenamiento. Asique los martes, jueves y sábado dormimos en mi casa; los lunes, miércoles y viernes, en la suya. Y los domingos cada quien por su cuenta, aun q no es del todo así. Solemos vernos desde muy temprano en los parques, para practicar, y luego vamos a comer algo, o cosas así, en la noche es inevitable masajearnos hasta q alguno de los dos se duerme. Eso solo en los domingos q es el día en el q no dormimos juntos. Porque el resto del tiempo. Entonces preferimos hablarnos cara a cara a mitad de la noche.

Estoy acostumbrándome demasiado a dormir con Hinata. Su cuerpo chiquito al lado del mío, se acopla perfecto a mi espalda cuando se apega y evita q me destape, como siempre lo hago cuando duermo solo. Sus pequeñas manos me jalan de aquí para allá, mientras me arrastra a su antojo. Porque donde sea q él quiere ir, significa q yo también debo hacerlo. Asique si él de la nada empieza a sentir q se le viene una gripe. Agarra mi mano y me arrastra hasta la enfermería para q nos vacunen a ambos. Si quiere bajar a la cafería por comida, o subir a la azotea. Entonces, nuevamente agarra mi mano y me jala hasta donde él quiere llegara. Supongo q yo de la misma forma, lo arrastro a comprar mis jugos en caja, o mis revistas deportivas. Lo hacemos con toda confianza. Porque a fin de cuentas, sabemos q eso no nos va a molestar, nos gustan las mismas cosas y queremos lo mismo, por lo tanto, porque no ir juntos. Aparte de mí, no había conocido a alguien q amara tanto el vóley como yo. Hasta q conocí a Hinata.

Y después, de estar mucho tiempo y muchas veces juntos. Empecé a notar cosas q antes no notaba de él.

Como su cabello, cuando le agarro muy fuerte de la cabeza, ya sea para regañarlo, atraer su atención o tocarlo simplemente, me doy cuenta q en realidad es muy suave, muy, muy suave. Y huele como a fresas. Pensé q era el champu o el jaboncillo q utilizaba, pero cuando me bañe en su casa, supe q su olor nada tenía q ver con los productos de limpieza q utilizaba. Eso, debo admitir, llama mucho mi atención.

Note también, q me gusta la ropa q usa. No es como q me guste para usarla yo. Solo me gusta, cuando Hinata la usa. Por ejemplo esos ridículos calcetines temáticos, con figuras de animalitos, lunares o rayas. O las chompas abultadas con osos panda o conejitos rosa, o los gorros de orejitas de gato. Creo q en otro me resultaría desagradable. Eso solo q, únicamente a Hinata le queda bien. Y por él me gustan.

Hinata a veces tiene pesadillas, y siempre termina llorando, al principio intentaba disimularlo, pero creo, q en algún punto se dio por vencido y comenzó a llorar como crio. Entonces el espera q haga algo al respecto, sus ojos avellana me lo reclaman acusadoramente si solo lo observo indolente, asique ahora tengo la costumbre de abrazarlo y hacer q abrace a…mi rana. Se trata de un juguete olvidado, uno q amaba de niño y al parecer dormía con él, Hinata lo encontró por accidente cuando la peloto con la q jugábamos cayo al sótano de mi casa. Desde el principio se emocionó con el, dijo q le gustaba y sobre todo q le gustaba el olor, asique; sin permiso alguno, lo subió a mi cuarto, mientras se quedaba en mi casa, gustaba de tontear con él. Hasta esa noche en la q tubo una pesadilla. Se abrazó fuerte a mi rana en un intento de aminorar el temor y su mal ánimo. Al final termino abrazado de mí, de la rana y de la almohada.

Asique de ahí en adelante, Hinata heredo mi costumbre por dormir con la rana.

Me di cuenta de q me gusta q Hinata duerna con mi peluche de la infancia.

Yo no soy muy elástico, asique no siempre puedo alcanzar a lavar toda mi espalda, por lo q en algún punto, Hinata y yo comenzamos a bañarnos juntos. El friega mi espalda y yo la suya. Me di cuenta de q me gusta bañarme con Hinata. Y me pregunto ¿Por qué su piel es más suave q la mía? Pare como si tocara seda. Se siente bien.

Me gusta cuando nos vamos en metro u autobús y está lleno precisamente, porque lo q no le queda más q estar muy pegado a mí, casi como cuando dormimos juntos. Es cómodo así porque mi peso se siente equilibrado y si hace frio ya no lo siento.

Me gusta cuando sus dedos se enredan entre los míos, cualquier tipo de contacto con él es bueno. Porque todo él es suave y esponjoso y  hule dulce, es como agarrar un malvavisco. Se ve mucho más, raro, cuando se sonroja enteramente. Lo hace por diversas razones, si come algo q le gusta, cada q golpea la pelota, cada q gana algo, si le doy algunas palabras q él solito lo clasifica como “alago”…así q la mayor parte del tiempo parece un tomate, y hay algo de esa escena q realmente me gusta…

No somos amigos, no nos hacemos confidencias, porque están de sobra. Se lo q siente Hinata con solo mirar sus ojos, además Hinata tiene la lengua larga, me cuenta varias cosas sobre su pasado y sobre su familia, también es perceptivo, y cuando hay algo q quiere enterase de mí, es implacable, al final lo acaba sabiendo.

No somos amigos, porque no necesitamos serlo. Ya sabemos todo sobre el otro, ya funcionamos acorde al otro. Una amistad es un título demasiado pequeño para lo q Hinata y yo hemos construido.

Hinata es raro y más raro.

Pero. Creo q ya no quiere seguir sin…su rareza…a mi lado.

Kageyama es un pelmazo.

Es bruto y perfeccionista, si no te adecuas a él corres el riesgo de su maltrato. Y peor aún de su indiferencia.

Kageyama piensa q las cosas solo se pueden hacer como él dice. Es cierto q aun trabaja en su personalidad dominante, pero…lo q bien se aprende, no se olvida fácil.

Es especialmente, arbitrario conmigo.

Todo el día esta sobre mi nuca diciendo. –hey Hinata, no se hace así. O lo haces bien o no lo aras de nuevo- o –Hinata lo estás haciendo mal, ya te eh dicho q tienes ser más competente idiota- y también -Hinata presta atención o te majo.-

Al principio sus órdenes me resultaban insoportables. Eso las primeras dos horas, aparte de nuestro primer encuentro antes de q entrarnos juntos al Karasuno.

Pero luego, luego sus órdenes se volvieron digeribles. Es cierto q es muy molesto q ande por la vida en plan. “soy absoluto, y si me discutes es q eres incompetente”. Pero, sus órdenes no son las de un deschavetado, por lo general, no te lo dice de buena forma, pero sus órdenes me ayudan a alcanzar mis metas. Por eso aun q ponga pegas, siempre término haciéndole caso, porque indiscutiblemente tiene razón.

Él y yo, apenas y recién este año nos estamos conociendo. La gente diría q no es demasiado tiempo, no para tener la sincronía q tenemos. Pero yo digo…yo digo q es cosa del destino.

Kageyama y yo. No nos conocemos desde hace mucho. Pero es como si, así fuera. Como si nos hubiéramos criado juntos. O incluso más denso. Como si fuéramos gemelos. Hay esa familiaridad, ese silencio significativo, esa comunicación codificada, entre los dos. Es sorprendente. Si reparo en ello, es muy sorprendente.

Por eso, cuando algunas personas q ya conocían a Kageyama o incluso algunos de mis compañeros, (la mayoría), me preguntan. Como puedo soportar por tanto tiempo a un idiota violento y gruñón además de engreído.

Yo solo puedo pensar q mi situación con Kageyama dejo de ser soportable. Porque ahora realmente no me molesta.

No hay nada q aguantar porque me siento bien con él.

Eh incluso, hay un cierto tipo de ordenes suyas…q consiguen hacerme sonreír mucho.

Por ejemplo cuando me dice.-Hinata o te abrigas o te golpeo. No ves q hace frio. Vas a pillar un resfriado, con lo idiota q eres. Desde ya te advierto q no te voy a cuidarte, ni q fuera tu nana- quiere decir q él se preocupa si estoy bien o no.  Como cundo dice.-Hinata estarás comiendo bien ¿no? No te quiero desnutrido y debilucho, tienes q jugar conmigo.-eso lo dice, porque solo yo puedo ser su compañero. Y también esta eso q dice, por las noches. Cuando ya nadie nos ve y las cosas quedan en confidencial, solo para nosotros. –Hinata, fue un mal sueño. No te apresures a pensar q fue verdad, bobo. Además…ahora estoy tan enojado contigo por haberme levantado. Que todo lo q te asusta, va a correr, pero asustado de mí y de mi cara cuando me vean, así de cabreado.-me calma y me hace sentir seguro.  Yo se q le importo mucho a Kageyama, y eso es muy importante para mí.

Porque solo yo lo eh logrado. Eh logrado vencer esa muralla de soledad de la q se rodeaba Kageyama. No sé cómo lo hice. Cualquiera diría q no tengo las condiciones. Pero esto es un hecho. Solo conmigo, solo por mí. Kageyama, empezó a jugar en equipo, y más especialmente, a sintonía conmigo.

No compartimos gustos culinarios pero, del plato, precisamente lo q él no quiere yo sí, y viceversa, asique solemos compartir el obento. Kageyama dice q necesito líquidos q contengan vitaminas, asique me convida de sus jugos en cajitas. Además en las noches, con lo friolento q soy, siempre se mantiene a mi lado y usamos una cobija extra.

Él funciona conmigo, solo conmigo de esa manera. Eso me emociona mucho.

Eh tenido algunas conversaciones bastante peculiares con mi hermana y con la madre de Kageyama.

Mi hermana no para de decirme, lo mucho y muy bien q le cae Kageyama o como ella le llama Tobio. Dice q es muy genial. Mi hermana lo admira mucho, creo q tanto como yo.

Creo q eso le intimida un poco a Kageyama pero igual le gusta. Me hace feliz q mi hermanita se lleve muy bien con la persona con la q paso, el 98% de mi tiempo.

Y luego está la madre de Kageyama q no para de preguntar todo sobre mí. Una vez, mientras conversábamos a solas, me pregunto q le había hecho a Kageyama. Que porque él no solía ser tan sociable ni tener amigos, dijo q yo era muy especial y q quería descubrir aquello q me hacía dispuesto a ser el amigo de su hijo. Creo q le agradó mucho a la mamá de Kageyama, eso, también me hace muy feliz. La señora es muy agradable. Y me alegra caerle bien a la madre del chico con el paso el 98% de su tiempo y el mío.

Kageyama sigue siendo, algo incomprensible para mí. No sabe responder a los gestos cariñosos, creo q a veces ni se da cuenta de eso. Es decir. Puedo tomar su mano y acariciarla largo rato. Es tibia, es grande, me gusta la sensación. Pero él lo pasa desapercibido, yo procuro sonreírle todo el tiempo para q se sienta de mejor humor, no sé si lo empeoro, pero las reglas no escritas de la cortesía, te obligan a devolver otra sonrisa si se te ofrece una, Kageyama parece no tener sentido común en este aspecto.

Luego están esas veces, en las q simplemente estoy tan feliz y de inmediato me viene a la mente, las estupendas colocaciones de Kageyama,  esas q me permiten jugar y derribar murallas, me emociono tanto al recordar, q mi rostro se ilumina, mis mejillas se sonrojan y mis ojos se nublan de lágrimas de pura alegría, es ahí cuando inconteniblemente le digo a Kageyama lo increíble q es, no me importa si se lo digo fuera de lugar o lo animo sin base, no me importa porque estoy tan contento, con él, por él y gracias a él, q quiero gritárselo a todo el mundo. Que sepan q Kageyama es genial, y q es. Mi armador. Solo mío, y q solo yo puedo manejar todo su potencial mientras él saca el mío. Es como si estuviéramos hechos para funcionar en par. Por eso cada vez q miro a Kageyama detenidamente, me siento vibrar. Mi cuerpo cobra otro tiempo de vida; y tener el corazón acelerado, las mejillas rojas, el estómago acalambrado y el cuerpo temblando, es lo nuevo normal. Porque es así como me siento todo el tiempo q estoy con él, y siempre estoy con él.

Cuando felicito a Kageyama él simplemente no sabe q cara poner. Lo q me hace reír a un más. Me parece tierna su, ¿inocencia?

O luego esta, aquellas veces en las q se muere de ganas por rascarle la pansa a un gato callejero q vemos ir y venir, pero no se anima. Creo q en el fondo  Kageyama es muy tímido. Porque eso de decir q no les agrada a los animales, me suena a puras mentiras…es solo q es realmente tímido.

También esta las veces q ya en media noche, me empuja en la cama, y me levanta para q bajemos a comer algo, yo tengo hambre es cierto, pero tengo más sueño q hambre. Aun q puede q en su momento me enoje, pero en realidad no me imagino mis noches distintas.

Creo q Kageyama tiene algún tornillo zafado, de todas mis fotos de infancia, esa q mi madre gritaría diciendo -Kawaii-, él tiene una copia. Me pregunto si solo querrá hacerse la burla de mí o le gustaran de verdad, y nuevamente me pregunto, porque le gustarían. Solo soy yo en fachas Kawaii.

Kageyama es todo un caso. Pero…me siento increíblemente cómodo con él. Me gusta mucho su mano sobre mi cabeza, claro no las veces q me va a regañar o algo q duela…me gusta cuando intenta quitarme el miedo, porque sus dedos largos y gruesos, se enredan y la sensación es relajante casi como si me hiciera un masaje.

No sé si Kageyama se sienta igual conmigo, pero si le desagradara, seguro, ya me habría dejado de lado.

Kageyama es una buena persona aun q es mal humorado, es divertido aun q no se dé cuenta, es muy buen conmigo aun q pretenda ignóralo…y creo también q es…lindo…

Nuestros chicos están creciendo un monto…

Tal vez, Daichi no sea, la mar de expresivo. Pero estoy seguro de lo orgulloso q esta. Se q tanto como yo, después de todo, es casi imposible no sentirse, cual padres con sus retoños, al ser capitán y bise capitán. Es algo más q Daichi y yo compartimos a la par.

Creo entender cómo se sienten Ukai-kun y Takeda-sensei. Es una especie de orgullo paterno q no logro explicar del todo. Estamos muy contentos.

Sobre todo por. Hinata y Kageyama. Esos dos que se comparan así mismos con los perros y gatos…

En realidad yo sé. Que serán algo más. Que son, ahora, algo más. Aun q ni ellos mismos lo sepan.

Y creo q todo el equipo ya se lo huele…aun q…nadie se atrevería a señalarlos mal.

Después de todo.

Noya, tiene a Asumane

Y Ryu a Enoshita.

Además de Tsukishima y Yamaguchi.

Esos 3 son los más molestosos. Asique son los q me preocupan. Pero como andan en las mismas, no creo q tengan algún prejuicio en contra de Kageyama y Hinata.

Además está lo de Shimisu y Yachi*, creo q ellas, también lo entenderán.

Por parte mía y de Daichi al igual q Ukai y Tatekeda. Estamos muy felices por ello.

¿Qué demonios estábamos haciendo?

No tengo idea, pero no puedo parar, cada vez q mi mente quiere volver a la realidad.

Siento sus labios, tan pequeños contra los míos, y la lucidez escapa de mi…Hinata se siente tan bien como ser colocador, es la misma sensación de control y ansiedad la q me produce ahora, es como estar en la cancha con el balón en las manos. Solo q ahora estamos en una cama, y lo q esta en mis manos es igual de redondo, acolchonado y poco más grande q un valón…es ese increíble posterior q tiene Hinata, el ejercicio no es en vano, y su trasero respingón me lo deja muy en claro…

De un momento a otro, todo es tan confuso, hay tanto calor, Hinata arde. Es como un rayo de sol, igual de brillante, igual de ardiente. Hinata va a matarme, me ofusca con su respiración entrecortada. Su maldito cabello tan lindo, choca contra mi frente cuando intentamos besos más violentos, y su olor, su olor a dulce esta por todas partes, su piel parece creme entre mis manos, y quiero apretarla, q las marcas de mis dedos ardan sobre esta blancura lechosa. Él es mi fantasía.

Y otra vez, es esa sensación instintiva q tengo cuando me pide un pase, la q también presumo ahora. Mi instinto me dice q sabe lo q debe hacer con Hinata, nuevamente me dejo confiar en él. Porque es lo mismo. Estoy seguro q are lo correcto para Hinata, le voy a telegrafiar lo q quiere. Porque siempre, se lo q quiere. Como ahora, q no para de restregarse contra mí, está sentado en mis muslos, y sube y baja de ellos. Él también lo sabe. No sabe cómo lo are. Pero sabe q le daré lo q quiere…esto es tan excitante. Él es tan excitante. Jamás me eh sentido así fuera de la cancha, puede q sea un poco diferente, pero es casi igual. La misma adrenalina, el control, en nerviosismo frente a lo impredecible, mi ignorancia q tomara forma cuando seda a mis instintos, el sudor, el cuerpo de Hinata sincronizado a la perfección con el mío.

Estoy seguro de q esto es lo correcto.

Estoy seguro si estoy con Hinata.

Mi cuerpo se estremece, esto es muy vergonzoso, pero decido q luego tendré tiempo de sonrojarme. Por ahora, solo quiero dejarme ir a esta emoción, quiero quedarme ciego en ella, puedo confiar en q estaré bien. Porque mis ojos son Kageyama.

Yo simplemente no puedo evitar confiar en él, asique. Todo estará bien. No hay miedo a q me lastime. Kageyama me recorre por completo, toca partes de mi q antes no toco, o quizá…no con intención.

Estruja mi trasero, como arrugaría a una pelota para confirmar cuan inflada esta.

Sus dedos rudamente cosquillean por mi espalda baja, sus besos son los q llevan el control, como siempre él me domina.

Y como eh dicho antes. No todas sus órdenes me desagradan.

Algo duro de Kageyama, empuja contra la cara interna de mis muslos, me lo restriega con saña y jadea, tan alucinado como yo. Tan perdido en esto inexplicable, pero natural.

Él me jala la ropa y yo solo se responderle, le ayudo a quitarse también la polera y lo q resta. Quiero sentir su piel. Él hurga en la mía, pasa sus manos repetidas veces, friccionándome y haciéndome entrar en calor, solo alcanzo a jadear y otras cosas más vergonzosas, él no está mejor, sus ojos se pierden en mi cuerpo, y su boca se olvida de las palabras cuando conectamos con los labios.

Siento q hemos tenido esta sensación antes, creo q es más o menos parecido a lo q sentimos en la cancha, estamos así de fusionados, así de nerviosos…así de emocionados…

Kageyama, besa todo mi cuerpo, desde mi cuello hasta mis caderas, me lastima un poco el fuerte agarre de sus manos en mis muslos, pero no me atrevo a quejarme. Entonces saca la lengua y me lame, me lame sin reparo alguna, suelta fuerte chupones a mis caderas y a mi vientre bajo, lame hasta llegar a la punta de mi falo, y lo engulle, no es muy grande ni muy largo lo sé, es pequeño conforme mi cuerpo, y él lo aprovecha, hace de las suyas y se la mete por completo. Hace sonidos raros, como húmedos, los sonidos q uno hace cuando degusta algo con mucho esmero.

La cabeza de mi miembro, toca algo suave dentro de su boca, algo húmedo y en movimiento, las paredes de su boca, me aprietan más y él se mueve más rápido sobre mí, yo ya no jadeo o gimo, ahora grito, se siente muy bien, y no me da la gana de contenerme. Como una más de las cosas q Kageyama hace genial. También me chupa increíble…

Cuando la presión en su boca es demasiado, me suelta, eh inmediatamente ataca mis genitales, los delinea con esa lengua escurridiza y experta, los lame y los tironea con sus labios, sin llegar a lastimarme, su mano, viaja más rápido sobre mi pene, presionando la cabeza muy suavemente y apretando muy fuerte mi largo, es cuando siento como su boca deja mis genitales y viaja por otro surco de piel, hasta llegar a mi entrada. Me contraigo por la extraña sensación en un lugar tan virgen. Su mano se mueve más acelerada, y levanta la q no está ocupada hasta llegar a mis cabellos, me agarra suave la cabeza como siempre lo hace, para reñirme, para concentrarme o para felicitarme. Me regala caricias ahora. Y susurra muy suave aun sobre mi piel.

Que no me asuste. Que parara si empieza a molestarme.

Nuevamente confió completamente en él. Y dejo q me haga. Que su lengua explore y me ensalive por completo. Me chupa ahí abajo también, su mano suelta mi cabeza, pero no mi pene. Esa mano libre, hace presión con un dedo en mi hoyo. Me incomoda la sensación, pero es más delirante el placer de esa lengua q no deja de lamerme y esa mano q avanza veloz y ardiente sobre mi carne dura. Asique no pongo mucha pega cuando ese dedo entre en mi…al poco comienza a tomar forma ese toque, y se siente muy bien, como nada q haya sentido en mi vida, pero es genial, porque es de Kageyama y él siempre sabe lo q hace.

Siento otro dedo, y movimientos más raros, no solo va en círculos, sino q parece querer abrirme más, ensancharme, y viene otro. Yo sigo en la cumbre de las emociones, feliz y satisfecha entre las manos de mi armador. Se escucha un sonoro <pop>cuando deja de lamerme ahí atrás. Sus dedos también salen y su mano suelta mi pene. Solo entonces me doy cuenta de q tenía los ojos serrados y ahora los abro para verlo a él.

Estoy seguro q lo a hagamos ahora será irreversible. Creo q una vez q entre ahí, jamás querré salir, y aquello q no quiero simplemente, no pasa.

Sabrán los dioses q ya fuimos muy lejos con todo esto de estarle lamiendo el cuerpo entero, pero lo q se viene no es para nada equiparable.

Es que es su culpa, por tener una piel tan dulce y deliciosa, es su culpa por saber bien en donde sea q pruebe.

Me detengo, porque quiero comprobar algo.

Nuestra sincronía.

Sus avellanas se abren y me enfocan. Su mirada me dice todo lo q debo saber, porque solo con mirar sus ojos, siempre se lo q siente, asique solo así le pido permiso, solo así le anuncio q una vez q este dentro estaré ahí para siempre. Y solo seré yo. Como solo él y yo podemos ser equipo, así de exclusivo lo quiero.

Él está dispuesto, lo sé. Él me seguirá al fin del mundo.

Él no tiene miedo, confía en mí. Y yo jamás le aria daño, más bien me lastimaría y lastimaría a otros por él.

Asique me sonríe. Con esas sonrisas sol, q nunca dejan su rostro, esa una sonrisa de lo más inocente y sincera, tan real q me contagia y quiero sonreír…

Me posiciono de inmediato en su entrada. El lugar tiene pinta de paraíso, es estrecho, muy caliente y sabe bien…

Empujo y mis labios imitan la sonrisa q había minutos antes en los labios de Hinata.

Ahora no veo su boca, no veo su cara en general, la echó asía atrás, poco después de q me metiera en él. Jadea pesado, casi como si se ahogara. Me preocupo y me adelanto a ver como esta, sin medirme y sin querer, entro todo de golpe en él, ya no solo la punta. Él suelta un gritito, y veo millones de lágrimas bañar su rostro sonrojado.

Mis manos dejan sus muslos, y van a su cabeza, la junto con la mía, y le susurro no se q estupidez. Estoy demasiado alucinado, contento, para reparar en todo lo q hago. Como lo había predicho. Todo en Hinata es excelente, y la coma entre sus nalgas no es la excepción, es un paraíso.

¿Estoy jadeando? Soy medianamente consciente de ello. Hinata, mueve sus manitas por mi pecho, busca a q aferrarse hasta q llega mis brazos, y los aprieta como si no hubiera un mañana. Se queja un poco de una manera q está por terminar de enloquecerme. No me quiero mover y causarle más dolor, y tampoco puedo, el lugar es tan apretado q recién lo estoy procesando.

Después de todo, esta es su primera vez. Y la mía.

Él balancea mínimamente sus caderas y es toda la cuenta regresiva q necesito para despegar. Comienzo a envestir, una tras otra vez, sin pausa, sin calma. Me muevo a mi gusto, se q Hinata podrá soportar y lidiar con ello. Él siempre puede conmigo, al igual q ejecutar mis colocaciones, se q él sabrá q hacer ahora.

Lo escucho gemir más ruidosamente, dejo su cabeza, y voy a su pene, eh descubierto lo deliciosos q es chuparlo y tocarlo aún q me den arcadas.

Mis labios buscan uno de sus pezones y me amamanto de él, saben más dulce q el resto de su cuerpo.

Hinata comienza a cooperar y brinca sobre mí, sus manos ahora avanzan a mi espalda y me rasguña, chilla como todo un animalito en celo. Y me aprieta fuerte ahí abajo haciendo presión en su interior. Nos escuchó chapotear y es lo más erótico, q eh visto, echo, escuchado y sentido en toda mi vida.

Que provocativo resulto ser Hinata.

La sonrisa en sus labios no se me va de la cabeza.

Él sonrió.

Lo hiso enserio.

Lo hiso por primera vez. Al entrar en mí.

La sensación y su mirada, azul y atrayente. Su sonrisa. Me han enviado directo a alguna galaxia desconocida.

Kageyama es muy grande entre sus piernas, lo siento enorme en mi interior, empujando fuerte contra mí. Al principio dolió un montó. Pero luego él comenzó a decirme, q me todo estaba bien. Que me quería, q no me preocupara q el dolor se ira. Que yo era un lugar muy hermoso en el q estar…aquello me relajo un poco, y de un momento a otra, empezó a empujar como un condenado. Sus manos se sumaron a la acción y ataco todo de mí. Todo al mismo tiempo. Estaba por volverme loco en esas sensaciones en las q me estaba perdiendo.

De la nada, me dio la vuelta. Quede con el trasero levantado para él. Salió de mí y volvió a entrar con más fuerza, sentí el golpe de su piel contra la mía, el golpe húmedo de nuestras partes mojadas en un constante vaivén.

Mis brazos, ya no resistían mi peso, así q lo único levantado era mi cadera, q era fieramente sostenida por las manos de Kageyama, yo simplemente me limitaba a gritar, gemir, jadear llorar, todo a la vez.

Kageyama se recostó sobre mi espalda hasta llegar a mi cuello, y comenzó a besarme ahí también, me lamia y me mordía, mi pene estaba cada vez más húmedo dando saltos, él lo noto y no lo dejo ignorado, una mano regreso a mi miembro y la otra a mi pezón. Sus labios chupan la piel expuesta su alcance con gula.

La sensación era tan deliciosa, q mis caderas se movieron solas buscándole atrás, y adelante.

Pero en algún momento esa fricción, la punta enorme de su pene. Toco algo, dentro de mí…

Solté un grito, y perdí de vista el mundo, el sonido a mi alrededor se distorsiono hasta no existir, todo dio vueltas, mi cuerpo se calentó y se enfrió de repente y sentí como mi pene disparaba algo, todo yo estaba adormecido y temblando…

Minutos después, seguí notando movimiento detrás de mí, y la constante mano de Kageyama moviéndose sin piedad sobre mi pene q aún seguía duro.

Me había venido y seguía queriendo más.

Kageyama seguía tocando dentro de mí ese punto, q me hacía estremecer y q sin duda, en los siguientes minutos me llevaría a un nuevo éxtasis…

Hinata era una bestia.

Tenía q reconocerlo. Se vino tres ves y ya iba por la curta, a diferencia de mi q me fui solo dos veces.

Su interior, seguía igual de apretado, solo que ahora era más resbaloso dentro, seguro por todos mis fluidos, mis manos estaban acalambradas y una repleta de semen fresco.

Y no podía parar, mis caderas tenía un ritmo q parecía tan natura e indispensable como el bombeo de mi propio corazón. Nuestros cuerpos convulsionaban a la vez.

Llevándonos lentamente al éxtasis.

Seguro la garganta de Hinata estaría ronca mañana y estaríamos los dos extra macurcados.

Lo habíamos hecho, en muchas posiciones.

Echados, sentados, él montándome, yo montándolo, de cuatro, yo contra la pared, él contra la pared, y ahora queríamos terminara con la mitad de su torso sobre la cama y su lindo culo bien levantado al aire, recibiéndome con ese rico calorcito.

Solté una especie de gruñido sintiendo q esta era la mejor sensación de mi vida y me vine, no sé cuánto ni por cuanto tiempo, pero supe q Hinata se sumó a mí a los pocos segundos. Y al final yo termine con la cara toda sudada en su hombro húmedo…jadeando como nunca en todos nuestros ejercicios. Esto era más extenuante.

Creo q en algún punto después de no se q número de corrida, me quede profundamente dormido o perdí la conciencia.

Solo se q mucho tiempo después desperté, ya echado correctamente en la cama o más bien echado sobre Kageyama. Y él profundamente dormido.

Abrace más su cuerpo, decidido a continuar mi sueño. Sintiéndome muy feliz por lo q acabábamos de hacer.

Sentí a mi Hinata removerse, más y supuse q las molestias recién vendrían.

Yo no esperaba q fuera gratis el q me le metiera sin descanso y sin piedad. Sabía que estaría dolido cuando acabáramos…

Pero me sentía feliz, terriblemente feliz de haberlo hecho mío.

Era lo correcto, supe ahora. Cuando veía todas mis marcas en él y cuando lo sabía cómo mío enteramente. Desde la punta de sus naranjas cabellos hasta punta de sus pies.

Lo apreté más a mí, y sentí como esos brazos más delgados q los míos me enroscaban. Estaba despierto.

K-Hinata-grite con algo de fuerza su nombre.

H-h-hai.-respondió cual soldado. Detecte en su voz, más sorpresa q susto.

K-si alguna vez veo q quieres hacer esto o cualquier otra cosa, con otro hombre a parte de mí. Date por muerto.-le dije tremendamente en serio, él tembló un rato y luego enderezo la mitad de su cuerpo. Mostrándome su rostro sonrojado y con un adorable puchero, sus ojos avellana me acusaban infantilmente.

H-¿pero porque a mí?. ¿Por qué no matas al otro hombre y ya?

Le mire un rato profundo y directo como a mí me gustaba, diciéndole si palabras q lo q le iba a decir iba muy en serio.

K-porque puedo soportar la tracción de todos. Menos de ti. Si el equipo, si el mundo otra vez. Vuelve a dejarme solo, en la cancha o en el resto de mi vida, se q todavía es llevadero…porque un enano molesto. Mi enano Hinata está ahí. Para recibir mis pases. Para estar a mi lado porque sí. Confiando ciegamente en mí. Entonces se q no estaré solo. No si tu estas ahí. Por eso. No puedes traicionarme jamás Hinata. Nunca te iras de mi lado y debes jurarlo.-ahora yo también me levante y le persistí con el contacto visual asta q entendiera lo q quería decir.

Sus rostro resplandeció y sus ojos se nublaron por las lágrimas al tiempo q se ponía todo rojo.

H-¡Lo juro!.-levanto su mano y se mordió hasta sacarse sangre. Tomo mi mano eh hiso lo mismo.

K-¿eh? ¿Qué haces enano?

Él me miro completamente emocionado y contento.

H-un pacto de sangre. Es muy fuerte y por eso quiero hacerlo contigo. Cuando juntemos nuestras manos y nuestra sangre se mescle. Entonces el uno en el otro estará fluyendo. Así. Siempre estaré contigo y siempre estarás conmigo…¿entiendes? No nos separaremos porque mi sangre esta en ti y la tuya en mí.

Recién entendí y entonces estrechamos las manos, dejando nuestras heridas sangrantes pegadas, por un largo tiempo…

Pero al final yo sentí q necesitábamos algo más simbólico. Asique me acerque para besarlo, muy lenta y suavemente, para decirle con mis labios lo q mis ojos, y mis palabras ya sabían. Lo q mi corazón tenía guardado solo para él…

Que lo amaba.

En cuanto roso nuestros labios, quise llorar. Y probablemente lo hice.

La sensación era demasiado bella como para no estar conmovido.

Me sentía unido a él en tantas formas. Que esta solo era otra más, pero no por ello menos especial.

En cuanto el beso tomo forma. Supe q me amaba.

Y cuando libero mis labios fui yo quien se lo dijo primero.

H-te amo…

Quien diría que a ese -te amo- le siguieron muchos más. Y durante esa misma semana. Dos anillos plateados iban en nuestras manos. Una en la de él con mi nombre, en el dedo anular. Y el otro aro, en mi dedo anular también, solo q con su nombre. Para resaltar q nos pertenecíamos.

Aquella cicatriz en nuestras palmas nunca se borró. No tengo idea por q razón fue. Pero sospecho q fue por destino.

Después de todo. No por nada, funcionábamos de esa manera tan cabal y exacta.

Sonreí como bobo por el resto de mi vida supongo hasta ahora…

Aun ahora. No paro de sonreír al estar al lado de mí amando esposo. Kageyama Tobio.

No pudo ser diferente ¿no?

Shoyo Hinata y Kageyama Tobio. Después de todo. Él y yo. Somos la sincronía perfecta.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).