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Please, comeback. por K BL

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BaekHyun

 

Esa gélida noche de invierno me desperté entre las sábanas de fina seda, mis manos estaban heladas y la cabeza aún me daba vueltas. Me levante con lentitud, la casa estaba tan sola desde la última vez que él estuvo ahí.

Mis piernas se sentían pesadas, al igual que el resto de mi cuerpo. Sin embargo, camine por mi habitación y reparé en el cuarto de baño, cuando vi mi reflejo, no podía creer lo derrotado que lucía. Mis ojos estaban rojos e hinchados, estaba tan pálido y delgado, que por un momento me preocupe por mi salud. Mi estado era deplorable.

Negué mi evidente estado en decadencia y corrí despavorido lejos del espejo en la pared, huía de la sombra de lo que solía ser.

Ignoré el latente dolor en el pecho, las insolentes ganas de llorar y las patéticas ganas de rogarle. Ya era suficiente de mí rogando y llorando por él, no importaba que tan vacío o sólo me sentía en su ausencia.

 

No importa cuánto le extrañe… No voy a retractarme y sin embargo, un simple mensaje puede doblegarme.

                           

 

b♠♠♠b

 

BaekHyun es un buen prospecto de hombre, aunque no es muy alto, mide lo ideal. Con su metro con setenta y tres, es considerado en ocasiones de bolsillo. Su cabello es castaño obscuro, casi negro y tan suave como la seda, en su rostro un par de cejas perfiladas. Ojos obscuros y profundos, enmarcados con espesas pestañas le caracterizan, labios delgados, suaves y rosados, con pómulos altos, marcados. Un hombre guapo y a tener en cuenta.

Siempre tan radiante y alegre, o eso era lo que solía ser. Ahora no es más que una opaca sombra de lo que alguna vez fue.

Debajo de los ojos feas ojeras hay, su cuerpo tan delgado que la gente podría temer que se rompa con el viento, el cabello no le brilla más y la clásica sonrisa que lucía, en su rostro no se mira más.

Camina encorvado y con la mirada perdida, sus labios están resecos, como dos trozos de lija. Luce desalineado, la ropa ya no le combina y los zapatos jamás han vuelto a estar lustrados y relucientes. Simplemente, ya no luce como él.

Hace unas semanas era un hombre alegre, lleno de vida, alegría y amor, era relativamente feliz. Sus ojos brillaban y sonreía ante todo, no importaba que tan complicada o difícil fuera la situación, solía ser optimista. Sin embargo, ahora esta vació y su corazón está roto.

Su rutina ha cambiado, por las noches solía sentarse en el sillón y mirar la televisión, riendo a lado de la persona que ha amado a lo largo de los años. Ahora no hace más que llorar, vació y perdido, escondido bajo las mantas en su habitación.

 

Hace un tiempo atrás, conoció a un hombre guapo, inteligente e increíblemente sensual. Desde el momento en que le vio, muy dentro de sí, supo que ese hombre iba a ser su perdición, su única obsesión.

 

Él aún puede recordar cómo fue que todo aquello comenzó. En su mente las memorias del maravilloso momento en que conoció al apuesto hombre, aquel que con una sonrisa coqueta, le conquisto.

Un BaekHyun joven e inexperto se peleaba con un par de bocetos, que libremente volaban por el aire. Su cuaderno de dibujo había sido deshojado y los dibujos de BaekHyun danzaban con el viento lejos de sus manos, por lo que, desesperado y un tanto frustrado trato de atraparlos.

Corriendo por los verdes pastizales fue tras sus preciosas creaciones, tropezando con una rama el cayó al piso, aterrizando entre un montón de hojas sueltas, el otoño y sus peculiaridades le salvaron de un duro golpe.

Frustrado se levantó y sacudió su ropa, estaba lleno de hojas secas. Mientras refunfuñaba escucho una exquisita risa, entonces, en busca del rico sonido, sondeo la zona con sus escrutadores ojos, encontrándose con la vista más maravillosa antes vista por él.

A lo lejos un hombre joven y guapo reía al teléfono, mientras que la brisa meneaba suavemente sus cabellos negros como el caucho, un abrigo ligero cubría la esbelta figura y unos muslos devastadores estaban enfundados en un ceñido pantalón, botas cubrían los pies del extraño.

Y sin poder evitarlo, se encontró a si mismo con un lápiz y un cuaderno, capturando la escena frente a sus ojos. Hipnotizado por el extraño hombre a lo lejos.

 

Y a pesar de que todo comenzó de lejos, BaekHyun en su momento logro alcanzar aquel misterioso sujeto, hasta llegar a caminar hombro con hombro.

Un día, simplemente dijo “Hola” y ahí fue que todo tomo rumbo.

En cambio, ahora el extraño en su vida ya no existe más. A pesar de que le atormenta en sueños, BaekHyun no ha visto a ChanYeol desde la trágica noche en que se dijeron adiós sin palabras, en la que se profesaron amor en silencio.

 

Su corazón duele al recordar el momento justo en que ChanYeol cruzo la puerta y salió de su vida, y aunque desearía no haber permitido que el hombre se fuera de su vida, en su momento le fue indiferente.

 

♦♣♠♥

 

ChanYeol

 

Los ojos me ardían, mis manos temblaban mientras presionaba las teclas en el ordenador. Mis palabras eran claras, al igual que mi intención, sin embargo, eso no quería decir que no estuviera destrozado, que mi estado no fuera famélico.

Mi corazón está hecho trizas, y aunque fui yo quien dijo adiós, lo quiero de vuelta. Mi cuerpo extraña el calor de su piel, y necesita su cercanía.

Leí y releí con detalle cada línea, en busca de cualquier error y al no encontrarlo, en un impulso tuve el coraje de enviar aquel breve mensaje, que aunque era corto, contenía mis sentimientos.

 

Ahora solo me quedaba esperar, y suplicar que volviera a mí.

 

♦♣♠♥

 

BaekHyun

 

De: ChanYeol Park.

Para: BaekHyun Byun.

 

—Amado BaekHyun…

¿Cuánto tiempo y espacio? Hace tanto que no sé nada de ti, sin embargo, no estoy seguro de sí quiero hacerlo.
Hay una distancia abismal entre nosotros, es tan grande y molesta, que ya no la soporto. Duele estar lejos de ti, casi tanto como el extrañarte y no saber qué hacer para tenerte una vez más, aunque sea por un instante. Desearía no haber dicho tantas cosas o portarme tan hosco, pero no puedo cambiar el pasado y tengo que aprender a vivir con ello. Estoy consciente de que fui yo el que se alejó, aun así quiero decirte que te amo. No importa si me crees o no, aun así lo haré.
Sólo quiero saber que va a pasar con el “Nosotros” que en su momento existió, no puedo vivir sin saber que va a suceder entre tú y yo. ¿Nuestra historia no tendrá un final feliz? Eso es tan deprimente.

Esta será la última vez que intente llegar a ti, si deseas contestarme, sea cual sea tu respuesta, voy a aceptarla y entenderla. En cambio, si no contestas lo tomaré como una clara indicación de que no quieres saber más de mí.

 

Gracias por cada momento que pasaste a mi lado, por amarme y hacerme tan dichoso. No hay palabras para expresar lo feliz que me hace el haberte conocido.

 

P.D.- Te amo, eso jamás va a cambiar y espero que seas feliz, sin importar si no volvemos a ser parte de una misma cosa alguna vez. Sin embargo, por favor… regresa.

 

Frías y amargas lágrimas se deslizan por mis mejillas, me cuesta respirar y puedo sentir un nudo en mi garganta. Es que no lo puedo creer, mis dedos tiemblan y mi teléfono cae al suelo, lo ha hecho de nuevo. Él ha vuelto a poner mi vida en caos.

Un grito se filtró de entre mis labios y mi mente volvió al momento justo en que le vi irse lejos. El pecho me dolía de tan solo recapitular aquel instante, en el cual tiro mis sentimientos a la basura y se marchó, me siento devastado.

Y aun así, fácilmente podía verme corriendo a esconderme entre sus brazos…

 

♦♣♠♥

 

ChanYeol caminaba en la quietud de la noche, frío viento soplaba en las desoladas y desiertas calles. Sus cabellos se remolineaban con la brisa nocturna y golpeteaban su cara.

Camino cuesta abajo por la avenida y doblo en la esquina, siguiendo el ritmo de sus latidos. Aunque no tenía rumbo fijo, su mente estaba sólo donde deseaba estar…

El clima era gélido, sin embargo, él no esperaba que comenzara a nevar; así que cuando los frágiles copos comenzaron a caer, se detuvo y al alzar la vista, se encontró en un lugar que solía llamar hogar. Por instinto torturo sus labios, mordiéndolos con desesperación e incertidumbre.

No estaba seguro de cómo había pasado, pero estaba ahí, en la entrada de la casa de su amor perdido. Un suspiro rompió en sus labios, mientras veía con pesar aquel lugar que tanto suele extrañar.

Su mente viajo a cada uno de los momentos en que frente a la chimenea, sentado en el sillón se acurruco con BaekHyun entre sus brazos. Sus dedos cosquillaron ante las memorias de cada caricia y roce, se lamio los labios ante el recuerdo de cada beso compartido.

Tan perdido estaba luchando con sus demonios, que no noto el momento justo en que la puerta frente a él se abrió, ni tampoco vio las espesas lágrimas que se deslizaban por la pálida piel del único hombre que ha amado.

Él solo pudo dejar atrás aquello que lo atormentaba, cuando sintió el crudo dolor que le ocasionaron los puños del otro hombre al chocar con su pecho. ChanYeol fijo la vista al frente, observando al delgado hombre que lloraba, gritaba y le golpeaba, reclamándole por su abandono.

Le sostuvo por las muñecas, deteniendo los golpes físicos y sin embargo, jamás hubiera esperado las palabras que le fueron escupidas con desprecio.

—Te odio.

El pecho le dolió al ver al hombre frente a él. A ese hombre que solía susurrarle su amor siempre al irse a acostar. Ver las lágrimas de BaekHyun fue como si le apuñalaran justo en el corazón, el dolor del hombre le dolía aún más que el propio y en un intento desesperado por consolarlo, le envolvió en sus brazos y le pego a su pecho, apretándolo fuertemente contra sí, tratando de fundirlo a su cuerpo.

Las lágrimas de BaekHyun le empapaban el pecho, y a pesar de que el hombre luchaba con todas sus fuerzas por que ChanYeol le soltara, no, él no lo iba a hacer. Nunca más lo iba a soltar.

—No digas eso, amor— dijo a modo de ruego, tratando de detener el dolor de su dulce corazón. —No digas más, te lo suplico.

ChanYeol se quedó así, sosteniendo al hombre mientras este lloraba, deshaciéndose entre sus brazos. BaekHyun grito aún más fuerte y los sollozos del hombre se volvieron desgarradores, el sufrimiento del otro hombre le estaba devastando.

ChanYeol se aferró al pequeño hombre entre sus brazos, sosteniéndolo con fuerza mientras se prometía nunca dejar a BaekHyun solo de nuevo.

—Lo siento, amor— se disculpó, acariciando las sedosas hebras del cabello de BaekHyun. —Te amo.

—T-te odio—bramo BaekHyun, arañando la espalda de ChanYeol. —Pero te amo aún más— murmuró rindiéndose entre sus brazos, apretando la tela del abrigo del otro entre sus adoloridas manos.

Él había vuelto.

ChanYeol había regresado a casa y esta vez no le permitiría irse.

Nunca más. 

Notas finales:

Quiero pedirles una disculpa por haberme desaparecido por tanto tiempo, sin embargo, siento que estoy perdiendo mi imaginación y el toque para escribir.

Les amo y les he extrañado un montón.
Gracias por leer, siempre estaré agradecida con ustedes.

 

Ando muy sensible, así que disculpen si esta algo dramático y sin forma. Estoy tratando de recobrar mi habilidad para escribir.

La principal razón es que muchos de mis fanfics fueron borrados y no tengo respaldos. Quisiera llorar porque fueron los más significativos para mí, aquellos que con gusto escribí con todo el amor del mundo para ustedes. Aquellos en los cuales escribía hasta de las couples que menos me gustan por hacerles felices. Ahora ya no existen más, sólo en mis recuerdos y no obstante, no del todo.

Bueno, eso ha sido todo. Si alguna de ustedes gusta leer mis nuevas historias y algunos refritos, les paso mi cuenta de Wattpad, ahí voy a comenzar a colgar todas y cada una de mis historias. Y gracias una vez más, por todo el tiempo que dedicaron a leer mis locuras. 


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