Mi Secreto
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GAARA DE LOS SABAKU
Me encontraba ya frente a la puerta de mi salón de clases...lo pensé mucho antes de entrar y al final decidí mejor no dejarme ver hasta el día de mañana. Sí, lo tengo preparado, mañana será una entrada triunfante con una excusa de por medio, sí, nadie podrá dudar de mí y entonces Ino y Sakura quedarán con cara de sorpresa.
- ¿Naru?
- ¡AAH!
Susto el que me han pegado, pero ahora viendo quien era el culpable de que casi me diera un paro cardiaco...
- Gaara...me asustaste
- Te haz cortado el cabello - me mira con sorpresa
- Etto... - paso una mano por mi cabello - Sí, decidí darme un cambio de look jeje...
En realidad cuando volví a mi casa esa noche, mi cabello era un desastre, mi padre al otro día me llevó con una amiga que es peluquera y me lo acomodó bastante. Extraño mi cabello por que en realidad me costó muchos años para tenerlo como lo tenía...ni hablar, ahora a comenzar desde el principio.
- Pues creo que ese corte te favorece bastante
- ¿Ah?... - otro que piensa que me veo bien así, jeje, creo que la peluquera es bastante buena - Gracias - sonrío agradecido
- En realidad cabello largo o corto...tú sigues siendo una chica muy hermosa
No supe que responderle ante ese halago, me sentí un poco nervioso y alcanzó a notarse un pequeño sonrojo en mis mejillas. Este chico siempre se ha portado muy dulce conmigo, sí, no cabe duda de que es muy diferente de Sasuke. Un momento...¿por qué siempre lo comparo con Sasuke?...
- Bueno, salí al aseo, pero debo volver a clase, espero que el que te vea aquí signifique que piensas volver a la escuela - caminó pasándome por un lado y deteniéndose por un momento tras de mí - Me haces mucha falta - se escuchó decir en voz baja
- ¿Eh? - volteé para preguntarle que había dicho ya que no me pareció entender bien la frase pero él ya se había separado y alejado bastante
Ni hablar, los chicos de este instituto cada vez me parecen más extraños, aunque creo que yo soy el más extraño de todos.
- Ja, Naruto eres un baka - me dije a mí mismo después de pensar tantas cosas sin sentido
Después de todo salí de la escuela dirigiéndome a mi casa, mañana será un día muy interesante, ya quiero ver la cara que pondrán mis compañeros cuando me vean con mi corte. Seguro que Sakura e Ino se sorprenderán al verme de regreso. En las palabras que dijo Sasuke entendí lo suficiente y no me dejaré vencer tan fácil, sé que el haber ido a esa reunión me sirvió de algo, aunque no está muy claro, quizá y no fue tan buena idea como yo pensaba...
La tarde en mi casa es bastante aburrida, tirado en mi cama admirando el techo, ese es un buen hobbie. Y al final logré lo deseado, quedarme profundamente dormido...
- ¡Detente Sasuke!...no, no sigas...por favor...de..tente - de mis labios comenzaron a salir sonidos extraños que nunca había escuchado de mí...¿gemidos?...
Abro mis ojos de impacto empapado en sudor, un sonrojo inmenso en mi rostro, por Dios...no podía ser cierto. Me senté en la cama viendo que aun no me había avergonzado lo suficiente...mi pantaleta estaba empapada, me había mojado...y también mojé parte de la colcha de mi cama...¡no! ¡no! ¡es imposible!...
Sentí como mi cara hervía de la vergüenza, ¿cómo...?, es decir YO tuve un sueño...¿erótico?...y...con...¿Sasuke?... Esto es demasiado, me estoy volviendo loco, mi mente comienza a jugarme sucio. Me levanté inmediatamente a cambiar la colcha por una limpia y echar la sucia a la lavadora.
Y sin poder hacer más entré a ducharme quitándome la pantaleta mojada. Pero...que embarazoso...
Ya bajo el chorro de la regadera con el agua fría para bajarme el bochorno...trataba de quitarme esas imágenes sucias de mi cabeza, cosa bastante difícil. Aun con el agua fría sentía mi cuerpo caliente, mordí mi labio inferior tranquilizando mi mente engañosa. Di paso hacia atrás chocando con la pared, mi cuerpo empapado por el agua con aquellos cortos mechones mojados frente a mis ojos...nunca me había pasado algo así antes...
Salí de bañarme rápido y me vestí con un short gris flojo y una camisa naranja larga. Bajándome a preparar la comida, no sé a donde habrá ido mi papá pero seguro que quiere comer...sí, le daré una sorpresa cuando llegue y vea todo listo. Abrí el refrigerador pero no había nada para preparar, nunca vas a cambiar padre...
Salí de casa encaminado al mercado para comprar la despensa. Al menos así me da el aire y mi mente se despeja, sí, no ha sido mala idea después de todo.
Al llegar al mercado no sabía por donde comenzar a comprar, tendría que haber pensado primero que era lo que quería realizar. Bien, compraré huevos, carne...etto...leche. Tomé el cartón de leche, seguido por más de los productos que iba escogiendo para la realización del desayuno, comida y cena de una semana.
- Son 750 yens por favor
La cajera es bastante bonita, no cabe duda que salir es bueno para mi alma, me calma y relaja bastante. Después de pagar y tomar las bolsas del mandado, me di cuenta de que llevaba más de lo que podía cargar.
- Deja te ayudo - un chico alto y de cabello y ojos claros me miró sonriente
- No es necesario...
- No te preocupes jaja no muerdo - dicho eso tomó las bolsas que pudo y se encaminó a mi lado
Bueno, no me negaré, la ayuda es la ayuda después de todo y necesitaba bastante. Caminamos juntos por un largo tramo hasta que se detuvo cerca de un callejón.
- ¿Pasa algo? - miré hacia atrás donde se había quedado el chico - ¿Ya te haz cansado?, si quieres puedes darme otras bolsas y...
Del callejón comenzaron a salir chicos de su misma estatura y con miradas no muy agradables, sabía que quedarme a platicar no era la opción, volteé rápido para seguir adelante, sin embargo... al darme la vuelta me topé con otros de ellos...me tenían totalmente rodeado.
- Etto...¿sucede algo chicos? - no lo voy a negar, esta situación me tiene bastante asustado
- Que chica tan bonita
El chico que estaba frente a mí me tomó de la muñeca con mucha fuerza, sintiendo como si quisiera arrancarme la mano, me acercó a él haciendo que las bolsas que tenía sujetadas se me cayeran, rodando por el suelo algunas de mis compras.
- ¡Suéltame! - quería zafarme, pero tenía mucha fuerza y era mucho más alto que yo, era de suponerse que no le podría hacer ni cosquillas
- Calma bonita, no te haremos daño
- Jajajaja, al menos no mucho
- Es más, verás que poco después te va a gustar lo que te haremos
Entre cada palabra que decían sentía más miedo, mi cuerpo temblaba y en esa calle tan desolada, pedir ayuda era inútil. Algo me dice que hoy no es mi día...
- Si no gritas, te prometemos que lo haremos de lo más rápido posible, para que así puedas irte a tu casa contenta - burlón y con una cara de sádico... definitivamente hoy no es mi día
Mientras el chico que me tenía sujeto de las muñecas me retenía, otro de ellos me empujo acercándome a él y pegándoseme hacia atrás, peor que un sandwich, me sentía perdido...y peor será cuando se den cuenta de que no soy una chica...no me imagino como me irá...
- Por favor...déjenme ir... - no pude evitar que lágrimas salieran de mis ojos mientras les rogaba piedad, la cual era probable que no tuvieran
- No llores preciosa, no va a durar mucho esto - eran ya tres de ellos los que me tenían a su merced
Uno tocándome el pecho desilusionado por mi mala proporción, otro lamiéndome el cuello y el último apretándome el trasero. Son tan repugnantes...fugando mi cara de un lado a otro para no dejarlos besarme, cosa que los hacían enfadar y moviendo mis piernas al frente para que no me tocaran, era muy seguro que les estaba desesperando mi actitud, pero es que el miedo y el asco no me deja librarme de ellos ni aun moviéndome por completo. Ya hartos de mi comportamiento uno de ellos, el más alto se podría decir, me acorraló en la pared tapándome la boca y acariciando su repugnante "cosa" en mi parte trasera. Quería gritar, quería quitármelos de encima...pero lo único que podía hacer era...llorar con desesperación, ante la rabia y el coraje de no tener la suficiente fuerza como para defenderme. Lamentablemente mis llantos no harían que ellos se detuvieran...y eso era más que obvio.
Cerré mis ojos con dolor sin dejar de llorar y por mi mente cruzó un nombre...
...Sasuke...sálvame...
- Hey...¡¿qué creen que están haciendo?!
Abrí mis ojos cubiertos por lágrimas...¿Sasuke haz venido a salvarme?. Mi mirada se volteó hacia un lado...
- Gaara... - el sujeto me soltó haciendo que cayera directo al suelo de rodillas
- ¿Se divierten haciendo sufrir a Naru? - el pelirrojo se notaba muy molesto, jamás lo había visto así
- Lo...lo sentimos...
No podía creer lo que veía, sujetos que quizá doblaban en edad a Gaara y más altos además estaban atemorizados ante él. Dando disculpas, incluso levantando mis compras.
- Naru...¿estás bien? - me ofreció su mano preocupado
- Sí...gracias - me tomé de la mano de él para levantarme del suelo
Después de una mirada fría de parte de él a los chicos, tomó las bolsas de mi mandado y me encaminó hasta la casa. El camino estuvo silencioso, nervioso me sentí y más que nada impactado ante tal escena, ¿por qué le tenían tanto miedo?...
Sin fijarme ya habíamos llegado a mi casa y dejándole pasar metió las cosas a la cocina. Quería hacerle muchas preguntas, pero me dio miedo hacerlo...o quizá no quería saber que había tras de ese dulce chico que no mostraba fácilmente una sonrisa.
- Muchas gracias Gaara... - le hice una pequeña reverencia - Por ayudarme con las cosas y...por lo de hace un momento
- No hay problema, y lamento que te hayan hecho pasar por un mal rato, no saben comportarse
- Gaara...¿tú los conoces? - no podía quedarme con la duda
- Sí...en realidad ellos son, parte de mi banda
- ¿Banda?
- Sí, acabo de convertirme en su jefe apenas hace unos días, la banda se llama "Sabaku" y aun tengo que cuidar sus movimientos, parece que el antiguo líder era bastante salvaje y ellos se acostumbraron a tal cosa - la seriedad de su rostro ahora más que curiosidad me causa miedo
- Entiendo...
Jamás me hubiera imaginado a Gaara como el líder de una banda...y pensar que es tan amable, ¿cómo se habrá vuelto líder de los Sabaku?...
- Pero ¿cómo fue que te...
- Debo irme Naru, nos veremos mañana en la escuela ¿verdad? - caminó hasta la puerta, deteniéndose a esperar mi respuesta
- Eh...hai...
- Me alegro - sonrió con ternura y salió de inmediato de la casa
Es bastante extraño...ahora más que nunca me ha dejado con curiosidad, quisiera saber más de él...
- En el mundo hay muchas cosas sin explicación... - suspiro sin remedio - Aunque...
Lo que más me preocupaba era...que mientras estaba aterrado, yo pensé en él...
- Sasuke...
Después de haber pronunciado su nombre volvieron a mi mente aquellas imágenes del sueño que tuve en la tarde. Un nuevo sonrojo en mi cara.
- ¡Ese maldito pervertido!...¡me molesta hasta en mis sueños!
Pero eso ya no importa, he llegado a la casa sano y salvo, prepararé ahora la cena, que ya es tarde para comida y estaré listo para el día de mañana.
- ¡Mañana será mi día!, ¡lo sé! - una sonrisa en mis labios, alegre y emocionado por un nuevo comienzo en mi vida y bien...¡deséenme suerte!
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CONTINUARÁ...