Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

GEMINI por Witch Chameleon

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

WOW! Esto ha sido un poco difícil, pero aún así lo hice más rápido que el anterior.  Estoy algo ansiosa porque dependiendo de sus e impresiones con este capítulo nuevo, planeo seguir a partir de allí. Aquí cumplí con lo que Geno me pidió en su comentario, así que sabremos un poco más de la historia, pero…sí porque no hay fic sin peros (?), probablemente esto confunda o embrolle mucho más lo que hasta ahora teníamos. Así que eso será mi trabajo desenredarlo, (Sí es que logró terminarlo)  aunque asumo que como se viene, difícilmente esto tenga un buen final xD


 


El capítulo está dedicado a todos los que ya lo leyeron y me han dejado sus comentarios e impresiones, empezando por Geno, Naty, Kao, Saiki, Sabri y Yesi.


 


¡Disfruten!


 


 

 

 

-       ¿Cómo que es tu chico? Tú no tienes novio desde hace… un mes. – Exclamó el pelinegro, desencajado por aquella intervención de su mejor amigo con respecto a  Hiroto.

 

 

 

-       ¿Y tú crees que eres el único que tiene aventuras con chicos bonitos,  al cabo de terminar con un ex? –  Cuestionó ofuscado al ver a ese chico en aquella foto. –Yo salí con él,  tuvimos dos encuentros y te aseguro que es un chico muy fogoso...

 

 

 

-       ¿Qué? – Lo que Kazumasa le relataba no le encajaba con el chico que él había conocido, tan tierno y suave. Ni siquiera habían pasado a tener demasiado contacto físico y no parecía apurado por ello. Frunció el entrecejo. – Hiroto no es así.  –Remarcó el pelinegro.

 

 

 

-       ¿Hiroto? – Interrogó el castaño claro mirando la fotografía una vez más,  ya no importaba si su comida se enfriaba. – Pero… Espera… El que yo conocí se hacía llamar, Hiroshi. Puede que sea un nombre ficticio pero…– Existía la posibilidad de que no sean las mismas personas, aún cuando eran iguales. – En verdad es él… o quizás…–Kazumasa estaba confundido.

 

 

 

 

-       O puede ser su gemelo. – Shinji pensó esa posibilidad en voz alta. – Pero vamos por parte. ¿Cómo lo conociste? ¿Qué fue lo que hicieron? Y ¿Por qué no me lo mencionaste antes? – El pelinegro no podía controlar el arrebato de celos, y el miedo al haber sido engañado y mucho menos que en todo esto estuviese involucrado su mejor amigo.

 

 

 

 

-       La verdad…– Suspiro pesadamente el castaño,  mientras intentaba comer pero parecía que nada le entraría al estomago. – No te lo mencione porque fue una… bueno tenemos relaciones de forma esporádica durante la semana. Digamos que no tenemos nada formal, más que el hecho de satisfacernos mutuamente. Y créenme que es muy bueno…

 

 

 

-       Ahórrate los detalles, por favor. – No sería la primera vez que hablaran de sexo, pero en ese momento el pelinegro no quería saber nada, era demasiado tormentoso.

 

 

 

-       Lo conocí donde trabajo. ¿Te acuerdas la noche que no pude acompañarte al bar porque tenía doble turno en el hotel? Esa noche él se alojo allí,  en el registro su nombre era Hiroshi Ogata. No sé cómo explicarlo, pero fue una atracción inmediata. – Kazumasa se detuvo,  porque la imagen de ver a Hiroshi desnudo sobre su cuerpo, era demasiado para esa hora. Se bloqueo de repente, pero pronto su amigo le volvió a la realidad.

 

 

 

 

-        ¿Esa noche?  Yo conocí a Hiroto un día antes, tú tampoco pudiste venir porque estabas cansado. – Suspiró el pelinegro sintiendo que aquel embrollo le daría un buen dolor de cabeza. – Eso quiere decir que estamos saliendo con la misma persona o bien con gemelos. – Mencionó aquello con una seguridad fingida, dado que quería que sea de ese modo, aunque en realidad no  tenía la exactitud de esos hechos.

 

 

 

 

-       Pero… Eso suena más extraño.  ¿Por qué justo los conocimos en la misma semana? – Cuestionó el de cabellos claros, porque sin duda era algo extraño o de muchísima casualidad habiendo tanta gente en la ciudad.

 

 

 

 

-       No quiero pensar más… Esto no me está gustando. Porque he hablado con Hiroto y si bien hay cosas que aun no hablamos, porque recién nos estamos conociendo, no mencionó nada de un gemelo. – Shinji apostaba a la relación que estaba manteniendo con aquel muchacho y no quería arruinarlo con ideas sin fundamentos.

 

 

 

-       Quizás estén peleados…– Asumió el castaño con una seguridad envidiable.

 

 

 

-       No… Aunque estuviesen peleados, debería habérmelo mencionado. Esto es demasiado raro. – Las cuentas al pelinegro no le cerraba por ningún lado. Algo extraño estaba sucediendo.

 

 

 

-       ¿No estará jugando una broma?  – Interrogó el castaño de forma repentina,  antes de dibujar una mueca en sus labios. Kazumasa sacó su celular para poder buscar la foto que tenía de Hiroshi, donde no estuviese haciendo alguna chanchada, podría hacer enojar a su mejor amigo. – Para que me creas que lo conozco,  tengo una foto de él. – Se la mostró al pelinegro y un silencio los envolvió.  Durante un largo tiempo no se animaron a mencionar nada, el pelinegro sabía que su mejor amigo no era capaz de hacerle daño.  Siempre lo cuidó.  

 

 

 

-       Tenemos que pensar en algo. No podré seguir con ello. Hiroto es una persona tan hermosa, tan especial que no lo creo capaz de engañarme de este modo ¿Y con qué propósito?  – Shinji se jactaba de ser muy racional y odiaba estar pasando por una situación de tamaña confusión. 

 

 

 

-       Preséntame a Hiroto.  Si son la misma persona o si él me conoce, reaccionará.  Si no reacciona es que hay algo que tu chico y el mío están ocultando. –Propuso el castaño, ante todas las dudas que le abarcaban.

 

 

 

-       Me parece una buena idea.  Aun así,  ¿tú sigues viéndote con Hiroshi? – Preguntó el pelinegro interesado por saber.

 

 

 

-       Si…- Kazumasa bajo la mirada.- Casi todos los días nos encontramos.  – Le cohibía mencionar lo  mucho que le gustaba hacerlo con ese chico.

 

 

 

-       Realmente estás caliente conejo. – Bromeó Shinji, provocando algunas risas entre los dos, que se habían mantenido tan perdidos entre las confusiones. 

 

 

 

Aunque la comida se había enfriado un poco, volvieron a comer, mientras ideaban el plan y arreglaban la fecha para el encuentro.  Al fin y al cabo eran muy amigos y no se iban a pelear, al contrario buscarían la forma de arreglarlo.

 

 

 

 

 

Hiroto llevaba días sin poder dormir, su principal preocupación radicaba en el muchacho que había conocido y que lentamente se sentía atraído hacia él.  Pero aunque le parecía una persona especial,  no se animaba a hablarle de su problema. Apenas lo conocía y estaba claro que si le mencionaba algo de toda esa locura, lo terminaría alejando. Shinji era una persona racional,  por lo que no quería perderlo, aunque dado su condición dudaba de sí podía entablar una verdadera relación con el pelinegro de ojos claros.

 

 

 

 

Dado su falta de sueño,  decidió caminar un poco, quizás el aire puro ayudaría a despejar las ideas que le preocupaban. A medida que sus pasos lo guiaban hacia ninguna parte, visualizo a lo lejos el edificio que había sido el desencadenante de su estado. Las luces de aquel pequeño apartamento estaban encendidas por lo que decidió ir a visitar al foco de sus conflictos.  Tocó el timbre y espero, aún cuando era plena madrugada seguro que ese loco seguía despierto. Durante unos minutos espero y cuando estuvo a punto de retirarse, la puerta se abrió,  dándole pasó a una figura delgada y etérea. Hiroto al ver el rostro del muchacho, se quedo petrificado.

 

 

 

 

 

-       ¿Nao-san esperas visitas? Aquí hay un chico…– Exclamó aquel castaño de mediana altura y unos profundos ojos chocolates. 

 

 

 

 

-       ¿Takashi? – Preguntó de forma sorprendida, llamando la atención del susodicho. 

 

 

 

-       ¿Eh? ¿Tu niño de donde me conoces? – Expresó el castaño elevando sus cejas. Pronto Hiroto se quedo boquiabierto. El ex de Shinji no era otro más que el mejor amigo de Nao, cómo demonios lo había olvidado.

 

 

 

 

-       ¿No te acuerdas de mí? – Hiroto estuvo a punto de reclamar lo que Nao le había hecho, pero se imaginaba que Takashi desconocía por completo aquello y en realidad se habían cruzado alguna vez y era probable que el castaño no lo reconociera.

 

 

 

-       ¿Qué rayos está ocurriendo? Vamos tu Takashi vete y tu entra. – El mandón Nao había hecho su aparición,  echando a Takashi con una mano y con la otra tironeaba a Hiroto hacia adentro. El castaño emitio un sonido molesto pero terminó retirándose. 

 

 

 

 

-       ¿Has encontrado la solución? – Preguntó esperanzado Hiroto, esperando tener una respuesta positiva.

 

 

 

-       Digamos que...no la hay. – La tranquilidad que Nao usaba para decirle aquello, le lleno de rabia al castaño oscuro.

 

 

 

 

-       ¿Qué? No puedo vivir de este modo. ¿Al menos sabes que está haciendo el otro?- Preguntó azorado, a lo que Nao le clavó la mirada.

 

 

 

 

-       ¿Y tú me ves cara de niñero? No tengo idea que hace tu otro yo y sinceramente tampoco me importa. Es tu problema. – Nao comenzó a caminar en dirección a donde realizaba sus trabajos de laboratorio, aún llevaba la bata sin prender y aquel extraño sombrero con forma de estrella que Hiroto nunca descifro para que lo usaba.

 

 

 

 

-       ¿El mío? Tú experimentaste conmigo ¿y ahora es mi problema? – El castaño oscuro no podía creer lo que ese estúpido científico era capaz de responderle.

 

 

 

 

 

-       Yo experimente contigo bajo tu entero consentimiento. No me molestes Ogata. Retírate. – Nao lo echo una vez más sin darle ni una sola solución.  Hiroto estuvo a punto de golpear a Nao, pero no iría preso por un loco que se creía un científico.

 

 

 

 

Al día siguiente, Hiroto logró dormir unas horas luego de su inútil visita al científico que había experimentado con su cuerpo, se había sentido tan perturbado con todo ello que el sueño lo venció de forma repentina.  Cuando apenas había despertado,   recibió la agradable visita de Shinji, el pelinegro se había presentado con un tentador pote de helado. El castaño recordó su extraño cruce con Takashi y la curiosidad lo invadió. Espero hasta acomodarse juntos en el sofá, ante la inminente y penetrante preocupación del pelinegro por laso jeras que cubrían el rostro del castaño, Hiroto sólo atino a responder todas las posibles preguntas. Una vez que la crema helada atravesaba la garganta de cada uno,  el más joven podía sentir como si la misma mermara un fuego que lo quemaba internamente. Quizás debido al calor de esa época o tal vez estaba atravesando por una etapa de esos dolores internos que no se atrevía a mencionar aún y que suponía derivaban de que le faltase su otra mitad. Los temas fueron cambiando hasta utilizar las cucharas en espadas de duelos y en besos juguetones llenos de dulces pero Hiroto no podía calmar su curiosidad y de pronto,  en medio de un beso, se animó a preguntar:

 

 

 

-       Shinji… Puede que sea muy pronto, pero quiero saber… para hacerte feliz. – Hiroto pronunció aquello con una seguridad figurada, ni siquiera sabía cómo iba a seguir.  –¿Qué pasó con Takashi?

 

 

 

-       Oh… Bueno creo que te has merecido saberlo. –  Shinji pronunció aquello pensando que quizás era necesario comentarle al menor y conseguir la confianza del mismo para saber de su hermano gemelo o lo que fuese que sea Hiroshi. – Takashi… Era un chico al que conocí en mi anterior trabajo. Salimos durante dos años y estábamos por irnos a vivir juntos, pero él  conoció a otra persona. – Bajo la mirada como si esa situación le avergonzara. – Esa persona le llenó de ideas locas, Takashi se volvió otro. Comenzó a perseguirme, a  celarme por todo, incluso nos peleamos hasta golpearnos. – Shinji dibujó una mueca antes de suspirar.

 

 

 

-       Oh… Lo siento Shinni… – Hiroto lo primero que pensó es que esa persona que había cambiado a Takashi era sin duda Nao. Quizás también estaba experimentando con él. 

 

 

 

-       No te preocupes. Estuve enamorado de él...incluso luego de los golpes porque era la persona más especial que había conocido y creí que viviríamos…– Shinji se detuvo de repente,  pensando en cómo Takashi se reiría de sus palabras. – Juntos por siempre,  pero ello no pudo ser. Un buen día se fue sin decirme absolutamente nada, nunca más lo volví a ver, aunque recorrí todos los lugares que conozco. Kazumasa me ayudaba…

 

 

 

 

-       ¿Kazumasa? ¿Quién es él? - Hiroto preguntó interesado, a lo que Shinji reaccionó frunciendo el entrecejo. ¿Sera cierto que no lo conoce? Pensó el pelinegro.  Para luego caer en cuenta que era la mejor forma de invitarlo a conocerlo. 

 

 

 

-       Mi mejor amigo.  ¿Quieres conocerlo? – Propuso repentinamente Shinji con una ancha sonrisa. – Le he comentado de ti y quiere conocerte. Por favor…– Pidió el pelinegro besando los labios pulposos del menor.

 

 

 

 

 

-       Por supuesto… Quiero conocerlo. – Expresó sonriente el más bajo de los dos, para abrazarse a Shinji, sintiéndose por unos cuantos minutos, feliz olvidando lo que le estaba sucediendo.  Mientras que el pelinegro lo recibía en sus brazos, pensaba que aquel chico no le mentía o tal vez fingía muy bien. Pero aún así creía en él.

 

 

 

 

La conversación no continuó debido a que arreglaron la fecha para el encuentro, Hiroto sentía que no había necesidad de indagar más, podía notar cuanto le dolía aún aquella relación a Shinji y lamentaba conocer el factor que desencadeno su separación y no poder contárselo, pero seguramente llegaría el día. Al menos eso esperaba.

 

 

 

 

Mientras tanto en otra parte de la ciudad, un castaño acaramelado esperaba sentado en una cafetería, mirando hacia todos lados por la ventanilla, hasta que la figura de Hiroshi se hizo presente, cruzando la amplia puerta del local. El mismo vestía unos pantalones de cuero algo ajustados, marcando su cintura y una provocadora remera mostraba gran parte de su pecho. Un peinado alocado llevaba en sus cabellos, una campera de cuero cubría sus brazos. Su andar precipitado y seguro, hizo que gran parte de la clientela de la cafetería,  se voltease a mirarlo.

 

 

 

 

Pronto tomó asiento frente a Kazumasa, y con una brabucona sonrisa,  espetó:

 

 

 

 

-       ¿Me estabas esperando, miel? – Aquella broma de Hiroshi, hizo reír al castaño. 

 

 

 

 

-       Siempre lo hago. – Respondió con una sonrisa amplia, antes de mover sus piernas para aprovechar la corta mesa y frotarse con las firmes piernas del castaño oscuro.

 

 

 

-       Mhm tienes muchas ganas de jugar.  Apuesto a que a ti no te importaría que toda esta gente nos mire. –Exclamo Hiroshi en un claro tono provocador que erizo la piel del castaño claro. En ese momento no le importaba si ese chico era el mismo que salía con su mejor amigo o si era otro. Lo que le volvía loco de ese muchacho era ese aroma y su febril provocación que lo dejaba ardiendo de deseo.

 

 

 

 

-       No, no me importaría. Pero prefiero disfrutarte sólo para mí. Hoy tengo toda la noche libre,  podemos hacer muchas cosas. – Respondió Kazumasa, pidiendo un café para los dos. La razón de citarlo allí era porque algo que Hiroshi hacia muy bien el juego previo, calentarte con miradas, palabras sugerentes y caricias sutiles por debajo de la mesa,  eso era para el castaño una mezcla imposible de negarse a tamaña diversión. 

 

 

 

 

 

-       ¿Toda?- Preguntó Hiroshi con imantada emoción. – Entonces pensare en todo lo que planeo hacerte.  Tendrás que soportarme conejo. – Rieron a la par, antes de agradecer por los cafés.

 

 

 

 

 

Pasaron parte de la tarde allí antes de ir a algún boliche de moda y bailar parte de la noche antes de terminar en la cama, en un  fogoso y largo encuentro donde llegaban a ver el sol juntos, antes  de quedarse dormidos abrazados.  Eran amantes y Kazumasa estaba seguro de entender que el chico de la foto y su chico no eran el mismo. Hiroshi era extremadamente ardiente. Quizás usaba un apodo para esconder su verdadera naturaleza, pero Kazumasa estaba seguro de no poder negarse a la tentación, hasta saber la verdad, quizás allí...lo pensaría. 

 

 

 

 

El tan esperado día llegó,  Shinji e Hiroto esperaban en una mesa de un restaurante que el pelinegro había elegido exclusivamente para su mejor amigo, pues allí servían el plato favorito de Kazumasa,  Gyudon. El susodicho llegó con unos minutos de retraso pero en cuanto cruzó esa puerta y observo a Hiroto sentado a un lado de Shinji, no pudo ocultar su impresión.  A diferencia de Hiroshi, Hiroto llevaba prendas de color blanco y en su mayoría eran holgadas. Sus cabellos eran lacios y no llevaba ni siquiera maquillaje. Su aspecto parecía la de un niño y mucho más dada su estatura. No puso ocultar su impresión,  lo primero que cruzó su mente era que Hiroto y Hiroshi eran la misma persona y que el mismo sólo tenía alguna especie de trastorno de identidad o algo así.

 

 

 

 

En cuanto se acercó a la mesa, Hiroto fue el primero en levantarse y saludarle con una amabilidad inesperada. Kazumasa correspondió al saludo con respeto,  mientras que a Shinji lo saludo con un golpe en sus puños. 

 

 

 

-       Me alegra mucho conocerte Hiroto-San. Shinji me habló mucho de ti. – Exclamó el castaño claro, impresionado de lo que sus ojos veían. 

 

 

 

 

-       El gusto es mío.  Quiero conocer a los amigos de Shinji. – Exclamó con seguridad, Kazumasa pudo notar que el más bajo no mentía en sus acciones y que sin duda no le había impresionado verlo porque precisamente no se conocían.  O bien Hiroto fingía muy bien.

 

 

 

-       ¿Por casualidad tú no tienes un gemelo? – Kazumasa exclamó aquella pregunta con curiosidad y al mismo tiempo con cizaña, quería ver la reacción en el más bajo.

 

 

 

-       ¿Eh?... – El rostro de Hiroto se tiño de varios colores, pero tenía una expresión indescifrable. Shinji esperaba la respuesta con la misma inquietud que su mejor amigo.— No que lo sepa, aunque algunos me dicen que me parezco a un guitarrista de cierta banda visual.

 

 

 

-       Oh…Ya veo. — La respuesta de Hiroto había sido tan categórica que no había logrado apaciguar realmente las dudas  que los otros dos sostenían con respecto a Hiroto.

 

 

 

A lo largo del almuerzo, no había ni un solo indicador de que Hiroto lo conociera. Pero ello no dejaba tranquilo al castaño claro, al contrario comenzaba a impacientarse por saber la verdad detrás de aquella máscara que para él,  Hiroto fingía.  Debía despertar la otra personalidad y quizás todo se sabría mejor. Pero Kazumasa no llegó a hacer nada, puesto que de repente su celular sonó, y  sin verificar el nombre atendió:

 

 

 

-       ¡Hola Conejo! No me hagas esperarte demasiado hoy...que tengo muchas ganas de verte. – La voz del otro lado de la línea era de Hiroshi.  Abrió sus ojos desorbitantes, al escuchar la misma voz de Hiroto del otro lado del teléfono. Se quedó tan paralizado que no supo responder. – ¿Hey? ¿Estás ahí? Contesta.

 

 

 

-       ¿Ohara-san le ocurre algo? – Pregunto Hiroto al ver el rostro petrificado del castaño claro. Hiroshi oyó su propia voz, por lo que terminó cortando la llamada dejando a Kazumasa incluso más desconcertado.

 

 

 

El sonido de la línea hizo volver al castaño claro de su ensimismamiento, cerrando el teléfono. 

 

-       ¿Tú...no puedes… estar en dos lugares al mismo tiempo? ¿Verdad?  Preguntó perdido y al borde de una crisis de nervios.

 

 

 

-       ¿De qué hablas? No te entiendo. – Hiroto sintió el pánico envolverlo. ¿Acaso Kazumasa conocía su otra mitad?

 

 

 

-       ¿Quién eres? ¿Tienes un hermano gemelo? ¿Eres un ser extraterrestre con dos cuerpos iguales que nos quieres volver locos? – Shinji no estaba entendiendo la actitud de su mejor amigo, pero aún así sostuvo la mano de Hiroto con fuerza, quería creer en él.

 

 

 

-       Hey… Amigo, tranquilízate.- Pidió el pelinegro al notar el ataque de nervios que Kazumasa estaba sufriendo.  Pero en cuanto volvió su mirada a Hiroto fue tarde, el menor se había desmayado.

 

 

 

¿Qué estaba pasando?

 

Continuara…

 

 

 

Notas finales:

 

¡Se los avise! (?) Esto iba a ser más enredado de lo que ya venía, pero quiero mantener toda la expectativa, aunque pueden que en este momento tengan ganas de tirarme con un cajón de tomates. ¡Muchas Gracias a todos los que están leyendo!

¡Cuídense Mucho!

¡Besos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).