Hiroto volvió a sus cinco sentidos al cabo de varios minutos, el pelinegro no dejaba de acariciar su rostro y hablarle para estar seguro de que había vuelto en sí. Por unos cuantos minutos más estuvo en el aire, ni siquiera recordaba que estaba haciendo antes del desmayo. Pero en cuanto se percató de que Shinji era el único que estaba con él, recordó que el mejor amigo del más alto lo acompañaba y que se había desmayado a causa de los nervios. ¿Dónde se había ido el mejor amigo de Shinji? Se preguntaba internamente, pero dado el temblor que le generaba en el cuerpo su reciente desmayo, ni siquiera se animaba a pronunciar palabra alguna.
Shinji no preguntó ni explicó absolutamente nada, al contrario sólo se focalizo en la recuperación del menor, preocupado por su estado, prefirió retirarse del lugar, llevando al menor abrazado para ayudarlo a caminar. El pelinegro eligió llevar a su casa a Hiroto, para evitar un nuevo desmayo. El más alto quería mucho a su amigo, y podía entender los nervios del mismo, pero no era el momento para avasallar a Hiroto, por lo que le pidió amablemente que se retirara, a lo que Kazumasa acepto, sólo por el hecho de preservar aun la amistad que mantenía con su mejor amigo.
Al llegar al departamento, Shinji ayudó al menor a ubicarse para cada cosa que necesitara, antes de llevarlo hasta el dormitorio, el cual tenía una cama doble. Hiroto se asombró ante eso, pero no exclamó nada, solo atinó a tomar asiento para luego recostarse. Tragó saliva de forma ruidosa, antes de cruzar mirada con el de ojos claros.
- Hiroto, dime si necesitas algo… —Shinji había tomado asiento a su lado, para quitarse las zapatillas y poder sentirse más cómodo. Aunque simplemente optó por quedarse sentado.
- Necesito explicarte todo… Creo que…— Hiroto no logró completar la frase dada su conmoción y la anticipación de los hechos, era difícil para él encontrar las palabras, pero Shinji lo interrumpió con una delicada caricia en su mejilla.
- No… No me expliques nada. Si no lo has mencionado antes, no lo hagas por presión. Creo en ti, porque me pareces un chico con un corazón puro, lo que veo en tus ojos me es suficiente. Cuando sientas que estás seguro de contarme, hazlo. No olvides que técnicamente aún soy un desconocido para ti. — Shinji consideraba que aquel secreto que Hiroto guardaba con recelo, era sin duda porque aún no se sentía confiado de confesarlo.
- Gracias… —Hiroto tosió. —Por favor puedes traerme un poco de agua. — Pidió de repente con la garganta reseca.
- Ya vengo…— Anuncio apresurado el pelinegro, partiendo hacia la cocina en cuanto se puso de pie.
Hiroto al quedarse solo, tosió un poco más e intentaba focalizar su mirada en algo que le hiciera olvidar un poco la picazón de su garganta. Lo que vio, lo dejo anonadado y la tos se calmó un poco, era una foto de Shinji junto a Takashi, en la misma se besaban con ternura. ¿Acaso Shinji seguía sin poder superar a su ex? Se preguntó, aunque tampoco era quién para juzgarlo, entendía los años de relación y el corte tan drástico que la misma tuvo, pronto escuchó los pasos del pelinegro, el cual no tardó mucho en entrar a la habitación con el vaso de agua en la mano.
- ¿Paso algo Hiroto? — Preguntó asombrado por como el menor había calmado su tos de forma repentina y tenía la mirada clavada en los objetos de la mesa de luz.
- No… Bueno, la foto. No pude evitar mirarla. — Shinji la observó, y dibujó una mueca, sintiendo como su corazón se aceleraba. — Sé que no somos nada, y que lo estamos intentando… pero no pude evitar pensar que ustedes eran...
- Una linda pareja… Todos decían lo mismo de nosotros. — Rió sin ganas. — Menos Kazumasa. El decía que Takashi me haría daño. Lamento aun conservar esa foto, cuando intentó comenzar algo contigo…— El pelinegro intentaba excusarse de algún modo, pero aunque buscara las palabras, las mismas parecían haber huido.
- Pero sigues enamorado de él. — Completo Hiroto provocando un extraño sonrojo en las mejillas del más alto. — Mira… Te has puesto rojo. Se nota ese amor, sin importar lo mucho que te esfuerces por olvidarlo. — Hiroto no pudo evitar sentirse extraño ante sus sentimientos.
- Pero realmente quiero tener algo lindo contigo. Eres maravilloso…— Shinji se sentía un estúpido por no recordar que tenía esa foto en aquel lugar. Por algunos segundos se perdió en sus retos mentales, sin esperar que Hiroto se prendiera a sus labios para besarlo.
Shinji tardó unos segundos en corresponder, cuando lo hizo, cerró los ojos y se ánimo a besarlo con más profundidad, llegando a sentir como sus venas hervía a causa de las caricias que Hiroto repartía en su pecho. El pelinegro sentía la necesidad de pasar a una siguiente etapa, pero recordó el desmayo de Hiroto y se detuvo repentinamente. El castaño oscuro entendió aquello, y se alejó de forma brusca.
- Lo siento… Me exacerbé, quería borrar tus recuerdos tristes. — Se disculpó el más bajo, antes de negar suavemente, ante su error. Sintiendo incomodidad incluso al pronunciar aquellas palabras.
- Lo logras en cada momento...Pero tu salud está primero. No quiero hacerte daño o que vuelvas a desmayarte… No es una buena forma de continuar. Quiero que para nuestra primera vez, estemos más preparados…— Shinji no descartaba la idea, y ante aquellas palabras el castaño se sonrojo. — Sé que puede sonar extraño pero si te soy sincero, aunque mí pasado aún me ate, quiero liberarme y tú apareciste para cambiarme ese destino. No me importa si estás complicado; sólo me importas tú.- Shinji era sincero en aquellas palabras, e Hiroto no podía pedir más.
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Kazumasa había caminado durante una hora, los nervios le habían provocado un extraño fervor que nacía en sus músculos y que le impedían detenerse. Para cuando lo hizo, había llegado al hotel, donde tenía una extensa jornada de trabajo, en cuanto cambio su ropa por el uniforme característico, se ubicó en el lobby del enorme edificio. Allí debía esperar por horas a los posibles clientes y las reservas que tenía anotadas. Su mente era una vorágine de cosas sin sentidos, incluso cuando no dejaba de anotar o saludar a distintas personas.
A una determinada hora, Hiroshi bajo de su habitación para tomar asiento en el comedor. Kazumasa no lo perdió de vista ni un segundo y lamentaba que su trabajo no le permitía acercarse más. Aun así aprovechaba a ver todo lo que sucedía, estaba tan atento que por momento no prestaba demasiada atención a todos los clientes que entraban o salían. En un descuido de Kazumasa, una persona se presentó en el lobby de la forma más natural del mundo.
- Disculpe, ¿Se encuentra Ogata, Hiroshi alojado aquí? — El castaño claro escuchó aquella voz e inmediatamente se giro a mirarlo. —¿Kazumasa? — Preguntó de repente, asombrado ante el encuentro. Puesto que Takashi sabía que el mejor amigo de su ex trabajaba en hoteles, pero jamás pensó que era justo en ese hotel.
- ¿Tu? ¿Qué haces aquí...y buscando a Hiroshi? — El castaño había elevado la voz, pero pronto había bajado la tonalidad al encontrarse en su trabajo.
- Asuntos de negocios… ¿Se aloja aquí? — Takashi había moderado su tono para no llamar la atención de la clientela. Mucho más cuando notó las miradas puesta sobre los dos.
- Si, actualmente se encuentra en el comedor. Puedo guiarlo, si usted lo desea. — El tono del castaño fingía amabilidad, disfrazando la misma con una ancha sonrisa.
- No es necesario. Muchas gracias. — Takashi agradeció que el encuentro con el mejor amigo de su ex, haya sido de ese modo, no podía aclarar absolutamente nada y sabía que por la mirada de Kazumasa el mismo estaba a punto de asesinarlo, por lo que ese día corría con suerte. O al menos eso esperaba.
Kazumasa observó a Takashi caminar en dirección al comedor y sintió un nudo en la garganta.
Durante la siguiente hora, observó como Hiroshi y Takashi conversaban ávidamente, y lo que más le lo molesto es como repentinamente ambos subieron juntos por el ascensor hasta la habitación del más bajo.
¿Qué es lo que estaba pasando, cómo Hiroshi y Takashi se conocían?
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En plena madrugada un insistente pitido despertó al pelinegro. Hiroto dormía contra su pecho, estaba tan calmado que no quiso despertarlo, aun cuando fuese el teléfono celular del menor el que no dejaba de sonar. Ante tal insistencia, optó por tomar aquel aparato y responder, Shinji normalmente no le gustaba entrometerse pero su sueño aparte de nublarle la vista, también le había nublado la razón y aunque intentase leer el nombre, sería casi imposible dada su corta visión. Al abrir el teléfono no llegó a pronunciar palabra alguna, de repente una misteriosa y jocosa voz habló desde el otro lado.
- Hasta que por fin atiendes, Ogata. — Exclamó en un tono molesto. — Tú me pediste una solución, y aunque no estoy de acuerdo con esto, logré encontrar algo que podría funcionar... — Shinji no entendía una sola palabra de lo que oía pero dada la poca información que escuchó, entendía que lo mejor era no pronunciar nada por el momento. — O empeorar tu situación. Encontré a Hiroshi pero aun Takashi no lo ha traído. — ¿Takashi? Shinji escuchó aquel nombre y frunció el entrecejo, no podía ser el mismo Takashi que él conocía. Recordó como Hiroto había halagado al chico de su fotografía, quizás Kazumasa no estaba tan equivocado y aquel chico que dormitaba en su pecho era un farsante. — He estado estudiando otros casos y aunque todo ha salido como planeamos, tú no puedes seguir de este modo. Pronto tus órganos comenzaran a fallar y podrías incluso morir. — Shinji ya no se encontraba dormido pero lo que oía, le hacía sentirse en medio de una pesadilla ¿Morir? — En cuanto puedas pasa por mi casa. — Su interlocutor corto la llamada, mientras el pelinegro sentía una extraña presión en su pecho que no le permitía respirar con normalidad.
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Para cuando el turno de Kazumasa había terminado, cambió sus indumentarias de trabajo por sus ropas y se dispuso a subir por el ascensor hasta la habitación donde se hospedaba Hiroshi aquellos días. En cuanto detuvo sus pasos frente a la puerta, llamó dos veces, espero y cuando fue atendido por Takashi, elevó una de sus cejas.
- ¿Tú sigues aquí? — Cuestionó en un tono molesto que hizo rodar los ojos al castaño. — ¿Qué haces? Y ¿Que pretendes con Hiroshi? -
- ¿Eres su novio? Porque por lo que me ha comentado Hiroshi está solo. — Takashi le respondió con un tono provocador que saco de las casillas a Kazumasa, a punto de golpearlo.
- ¿Qué....? Ah, eras tú Kazu. Puedes pasar. — Apareció Hiroshi, dejándolo pasar. Takashi no mencionó palabra alguna, mientras el más bajo tomaba la mano del castaño de pelo claro para hacerlo pasar al amplio dormitorio.
- Hiroshi… ¿De dónde conoces a este sujeto? — Inquirió en voz baja el más alto de todos. No es que Kazumasa fuese celoso, aunque por su tonalidad lo parecía, más que nada le molestaba la sola presencia de ese tipo.
- No lo conozco. Se apareció aquí para decirme algo de un tal Nao que requiere que vaya a verlo. Sinceramente creo que esta algo chiflado. Porque no paraba de mencionar cosas sin sentido. Lo traje hasta aquí porque ya estábamos haciendo demasiado escándalo en el comedor. — Hiroshi le respondió de aquel modo, mientras se cruzaba de brazos y se apoyaba contra la pared.
- Pero si es así puedes pedir la seguridad para que lo saque de aquí. — Añadió Kazumasa, observando al ex de su amigo de reojo, el mismo estaba atendiendo una llamada y parecía estar discutiendo con alguien.
- Lo sé...Pero algo ha picado mi curiosidad en todo lo que mencionaba y puede que este algo loco, pero la verdad es que es muy atractivo. — Hiroshi se mordió los labios de forma sugerente y no le quitaba los ojos, a lo que Kazumasa reaccionó sacudiendo al menor. — ¿Qué te pasa?
- Tu acaso estás pretendiendo con él y tu otro yo está saliendo con el ex de este tipo que es un desgraciado. — Cuando el más alto mencionó aquello con toda la ira que guardaba contra Takashi, Hiroshi no entendía a que se refería. — No me mires así… Cuando hablamos hoy temprano e Hiroto hablo, tú me cortaste la llamada. Reconociste a tu otro yo o tu gemelo o lo que sea. — El castaño oscuro se quedó paralizado.
- ¿Hiroto? ¿Perdón dijiste Hiroto? — Exclamó Takashi uniéndose a la conversación. —Hiroshi necesitamos juntarte con Hiroto de forma urgente.
- ¿Ehhhh?- Kazumasa al oír aquello, observó a Hiroshi quién seguía en un estado de Shock. Como si de pronto miles de imágenes se agolpaban en su cabeza y no le permitían reaccionar. — ¿Hiroshi? ¡Responde! ¿Qué te pasa? — Hiroshi estaba tan duro que asustó a Kazumasa quien comenzó a abofetearlo para que reaccionara, pero no había caso.
- Tengo vehículo, vamos a lo de Nao, es el único que puede solucionar esto. En un hospital será aun peor. — Exclamó Takashi, buscando las llaves en sus bolsillos, mientras Kazumasa quién intentó despertar al más bajo, al oír las palabras del cretino, incluso cuando lo odiaba, por salvar a Hiroshi no le importaba más nada. Cargo al menor entre sus brazos, mientras seguía al ex de su amigo. Dado que Kazumasa conocía todos los recovecos del hotel, pudieron escabullirse por la salida más cercana.
- ¿Queda muy lejos lo de tu novio Nao? — Espetó Kazumasa una vez dentro del auto, en el asiento trasero, acomodando el cuerpo del menor quién ya había cerrado los ojos y parecía estar en un profundo sueño aunque su respiración era apenas perceptible.
- No es mi novio. Ya deja de molestarme por cosas del pasado…—
- Dejaste tirado a Shinji. Jamás te lo voy a perdonar sin importar que estúpida excusas que tienes. —
- Puedes llamar a Shinji y que localice a Hiroto. Necesitamos a ambos para recuperarlo. — Cuando Takashi exclamo aquello, Kazumasa le clavo la mirada.
- ¿Recuperarlo? No te estoy entendiendo. — El castaño más claro, observó al menor que estaba aun dormido. Lo miró como si fuese la última vez que lo iba a mirar.
- Hiroto e Hiroshi son la misma persona, pero un experimento hecho por Nao, los dividió en cuerpo y alma. No entiendo mucho de que se trató exactamente, pero lo que conoce uno, el otro lo desconoce por completo. Por ejemplo Hiroshi no sabe quién es Nao pero Hiroto sí. Y así sucede con muchas cosas, porque son una persona dividida en dos. Sé que es loco pero solo Nao entiende eso.
- ¿Y quién es Nao? ¿qué vínculo tienes con él? — Kazumasa preguntó aquello, mientras con sus manos no dejaban de acariciar el rostro dormido del menor.
- Nao es un científico, aunque admito que lo conocí por un evento al que fui invitado. Él me prometió ayudarme con unos dolores de espalda y me suministro unas extrañas drogas. A causa de las mismas termine con Shinji porque comencé a desconocerlo, perdí mi trabajo…
- ¿Cómo? ¿Y pero porqué estás con él? — Preguntó Kazumasa aun más confundido con esa versión de los hechos.
- Dado que soy enfermero decidí meterme en los estudios que realizaba y descubrí que lo de determinados pacientes podían tener solución, puede que fallemos pero se puede probar y lograr que todo se encamine. Lo de Hiroto me preocupo porque su vida corre peligro, y le rogué a Nao que me prestara atención, hasta que logré convencerlo. — Bufo molesto el castaño. -—Aunque creo que fue algo tarde. Si Hiroshi no despierta antes de fusionarlo podría ser letal para la vida de Hiroto.
- ¿Qué podría pasar? — Se atrevió a preguntar el más alto.
- Podría vivir en estado vegetativo al tener una parte de su cuerpo muerta o bien quedar paralítico. Lo peor es la muerte pero para que ello no ocurra debemos volver a fusionarlos.
- Entonces… Este es el fin Hiroshi…- Murmuró Kazumasa a modo de despedida, sin poder quitarle los ojos de encima, acariciando sus tibias mejillas, besando sus labios. No quería separarse de él, pero no podía ser egoísta y jugar con la vida de un muchacho, que no entendía porque se había sometido a algo tan riesgoso. ¿Qué buscabas Hiroto-Hiroshi?
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Kazumasa buscó en su teléfono móvil el número de su mejor amigo, para poder llamarlo. El pelinegro tardó en responder pero cuando lo hizo, escuchó su voz asustada. El castaño claro comenzó a explicarle porque razón era necesario ir hacia lo de Nao. Shinji escuchó todo atentamente a medida que buscaba lo necesario para vestirse, antes de cortar la llamada y despertar a Hiroto.
El menor tardó en despertar, cuando lo hizo emitió un gemido de dolor, seguido de un fuerte mareo que le hizo perder el equilibrio en cuanto toco con los pies el suelo. Shinji corrió a abrazarlo y sostenerlo, completamente preocupado y entendiendo dolorosamente lo importante que era visitar a Nao de forma urgente. Hiroto se abrazo a su cuello y cerró los ojos antes de pronunciar.
- Te diré la dirección… Porque no creo llegar. Llévame, Shinji. Por favor. — El menor dijo la dirección y beso la mejilla del más alto. — Perdón… Perdón por no poder hacerte feliz como lo prometí…
- Hiroto… No digas eso… No te atrevas a dejarme…— Hiroto cerró los ojos y se desplomó en los brazos del pelinegro.
Shinji sintió un enorme dolor en su pecho, como si la vida estuviera arrancándole un pedazo de su ser. Podía sentir el suave respirar del menor y solo atinó a cargarlo y llevarlo hasta aquella dirección. Estaba lejos por lo que tomó un taxi para trasladarse hasta el departamento de aquel científico.
Al llegar a la puerta del departamento, tocó timbre y espero con Hiroto en brazos. Takashi lo atendió, sorprendiendo al pelinegro al punto que ni siquiera pudo mencionar algo coherente.
- Shinji… cuanto tiempo. Pasa por favor. Intentaré salvarlo. — Exclamó refiriéndose a Hiroto, pero el pelinegro, frunció el entrecejo.
- ¿Tu?... — El de ojos claros no había recibido indicación alguna referente a Takashi, jamás pensó que el hombre que había amado tanto, sería el salvador de aquel chico.
Continuara…