Tardamos un mes en llegar, escondiéndonos durante el día y viajando de noche, dejando pequeños cuerpos en nuestro andar, sujetos que fácilmente podían pasar sus muertes por enfermedades, Loki se había vuelto muy precavido en ese asunto, no quería dar señas de su cercanía ni de a dónde nos dirigíamos lo cual comprendí, ahora sabía algo, no mucho probablemente cosas dichas al pasar para que mi frustración y molestia no afectaran el viaje pues en ese momento me sentía enojado.
No solo había abandonado a mi gente para que murieran en manos de quien ahora sabia eran parte de un grupo en el cual Loki estuvo si no que mi propiedad y dinero habían desaparecido, estaba en la calle, literal y figurativamente, siendo alguien que desde pequeño había trabajado haciendo crecer lo que mis padres me dejaron no era muy paciente ni calmado al ver el esfuerzo de mi vida destruido, Loki se había mostrado comprensible ante ello y en un par de ocasiones dejo que mi ira desapareciera en un acto tan placentero como el poderle tocar y besarlo.
Pero no podía apartar mi cabeza de las palabras dichas incluso las más pequeñas, y más preguntas llegaban a mi como si fueran abejas picándome insistentemente, deseaba quitármelas, deseaba que Loki confiara en mi aun sabiendo que eso podría traernos problemas pero que importaba, yo estaría allí para él sin importar que, sabía que nunca le dejaría pues era mi todo y quería ser quien guardara sus secretos por más obscuros que estos fueran, cuando llegamos me impresione por demás, el lugar no faltaba decir que era un castillo, esplendido, como un gigante irguiéndose sobre una montaña imponente por donde se le mirase, le mire exhalar al pie faltando algunos metros para llegar y sus ojos se detuvieron en la entrada donde un escudo estaba labrado en acero, las dos espadas, la bestia atravesado por el corazón, los caballeros a los lados como si estuvieran protegiendo la entrada y no fueran simples figuras decorativas, Loki toco una y después miro la otra con rabia en su mirada para empujar la puerta apenas y entrar.
Mire como sus dedos tocaban la fría piedra como si esta le recibiera de regreso Loki exhalo una vez más y el vaho de su aliento se vio blanco por el frio del lugar, jamás había estado tan lejos de mi hogar, pero me parecía que Loki conocía el mundo y aún más allá de lo que humanos habían explorado y quise hacerlo, dirigirme a ningún lado con nada en mis manos y explorar, conocer ese mundo que durante mucho tiempo me fue indiferente, le seguí a través de la obscuridad que inundaba el lugar hasta llegar a un cuarto, alejado de cualquier otro, con puertas dobles que se podía atrancar por fuera con una barra de metal y que estaba seguro podías dejar a alguien encerrado adentro.
Loki tomo la barra retorciéndola en sus manos cual si fuera papel tirándola lejos, el sonido duro y metálico de esa al chocar con el suelo fue estridente tanto así que tuve que llevar mis manos a mis oídos pero la mirada de satisfacción de Loki no me dejo a duda que sus actos le complacían, abrió las puertas y en segundos mire el cuarto, enorme con varias alfombras llenas de polvo, una chimenea inmensa, una cama con dosel, y un juego de sala cercas de la chimenea, todo al puro estilo victoriano y los libreros empotrados a la pared completamente llenos y más libros en el suelo de una esquina, el piano de cola que estaba al frente junto a un ventanal y un diván enseguida, Loki camino al piano tocando una tecla de este escuchando el sonido y sonriendo de inmediato
-esta afinado…- susurro tocando otra y luego otra, sacudió el banquillo lleno de polvo y las demás teclas soplándoles para quitar el polvo y con un rápido movimiento comenzó una sonata triste, por demás melancólica, mire alrededor y después de decidirme me senté en el diván donde podía escucharle y ver a través del ventanal que estaba sellado, el jardín y comprendí algo, esa era la cárcel de Loki, y el moreno cerro sus ojos siguiendo la música en su mente y dedos que continuaban plasmándola en el piano.
Mis ojos se cerraron con la sonata, con cada sonido como si me susurrara al oído una historia triste, cruel y en mi mente empecé a divagar imaginando a Loki, encerrado en ese lugar apenas asomándose por el ventanal para poder ver el exterior con añoranza, ¿así había sido su vida?, ¿así había sido tambien después de muerto?... ahora podía imaginar tantas cosas tantas situaciones y ninguna me parecía mas descabellada que la que ahora se mostraba frene a mis ojos y es que Loki había dejado de tocar el piano levantándose y agarrando algo del suelo, un grillete con una larga cadena y sentí rabia cuando sus dientes rechinaron y jalo con tal fuerza el objeto que arranco parte de la piedra que le sostenía en la pared y la destrozo con sus propias manos para después tirarla fuera del cuarto y la rabia que el sentía me la transmitía como si la ofensa hubiera sido conta mi persona
-¿Qué tanto pásate en esta habitación?- pensé pero mis labios lo dijeron en vos alta y la mirada verde brillo con intensidad como si de sus ojos pudiera recrear cada situación y desgracia vivida y no lo dudaba, y aun así no espera respuesta
-un infierno…- susurro y mis ojos le siguieron con intriga –este lugar representa donde todo empezó, termino y continuo… cuando apenas era un tonto y soñaba despierto con algún día salir de aquí, conocer más allá de esa montaña pero sobre todo soñaba con que existía un lugar en el mundo donde nunca sería apresado de nuevo y ahora se jamás iré a él- había algo en su voz, el dolor con que decía aquello y se refería al lugar y ahora me preguntaba ¿Por qué estábamos allí?
-no lo entiendo…- dije ahora desviando mi mirada al ventanal, forjado en acero sin forma de abrirlo como si fuera un árbol y sus ramas formaban apenas pequeños cuadros donde el cristal estaba y era imposible el salir de allí rompiéndolos –este lugar te trae tan malas memoria ¿Por qué decidiste regresar?- ahora mis ojos volvieron a Loki cuando un suspiro salió de sus labios y una risita inundo la obscuridad
-somos creaturas extrañas- fruncí el ceño ante el comentario aun sin entender –los humanos…- contesto la pregunta que no había dicho –aquí me sentí seguro por mucho tiempo y no conocía nada más que estas paredes… creí que moriría aquí y que una vez ocurriera mi alma saldría de aquí y seria errante, vería todo lo que mis libros describían, cantaría todas esas canciones que escuchaba pero sobre todo sería libre, anhelaba algo que solo era una palabra e ideal, mis libros la describían como algo valioso, que todos tenían y nadie nos arrebataría nunca, elección de cómo vivir día a día o morir, yo nunca tuve elección de nada- sus ojos divagaron por el cuarto y después se quedaron fijos en mi figura –tal vez sea una historia para después ahora será mejor descansar- camino a cerrar las gruesas cortinas dejando sumido todo en una obscuridad absoluta –acuéstate a mi lado Thor ya mañana por la noche te llevare a las aldeas cercanas y podremos comer algo- obedecía de inmediato escuchado los ruidos del bosque para cerrar mis ojos ante los primeros cantos de las aves madrugadoras.
Las aldeas cercanas eran amplias, ya no les podía decir aldeas de cierta forma y aquello me saltaba con algunas preguntas pero la principal era ¿Cuándo fue la última vez que Loki estuvo aquí?, las calles empedradas que daban paso a carretas y caballos, aquella que se podía llamar ciudad con sus edificios y personas paseando, me parecían increíbles, las mujeres con sus hijos y la vida pasada las ocho de la noche, una delicia y deleite, Loki se movía entre las calles como uno más y eso me alegraba, reía y sonreía como un niño pequeño llevándome a todos lados enseñándome las costumbres.
Y entre más hablaba más quería escucharle, saber más de mi misterioso amado, jamás me había visto anhelando nada hasta ese momento, Loki era para mí lo que el opio para los chinos y le deseaba, tanto así que escucharle mientras me relataba cosas irrelevantes era mi goce del momento deseando jamás se callara, así pasamos los siguientes días alimentándonos de aquellos desdichados que deambulaban a altas horas de la noche pasados de copas o prostitutas que se vendían para comer sin esperar ser la cena de nosotros pero ya no había remordimiento o por lo menos no tal a como el principio.
Aquello me hubiera podido parecer como una luna de miel, siempre juntos riendo como tontos y besándonos en cada callejón obscuro, Loki bebía de mis labios la sangre de mis víctimas y yo de los de él y a mis ojos la escena era más que perfecta juntos, sonriéndonos con pasión y deseo, cuando la décima noche llego a su fin y regresamos al castillo Loki entro en la habitación y se fue al baño, estaba cubierto de sangre y deseaba limpiarse en una larga ducha, había llevado baldes de agua caliente para después salir del cuarto, aprovecharía lo poco que quedaba de la noche para mirar los demás cuartos, las puertas cerradas con llave me desesperaban pero aun así continúe hasta que una se abrió.
Era oscuridad total cuando vire y me encontré con unas cortinas que cori para que la luz de la luna pasara, el salón con una mesa enorme en medio y sillas individuales pero tal opulencia no fue lo que captaba mi atención si no una pintura, en esta aparecía un joven de delicadas facciones ojos negros y piel blanca, miraba al frente con tristeza, su cabello caía a un lado en cascada cubriendo una parta de su torso que era cubierto por una camisa verde, sus piernas con un pantalón negro y botas altas a la rodilla, parecía ver al frente pero sus ojos estaban en el piso, sus brazos a los costados recargados en las orillas de la silla sobre la que estaba sentado.
Pero sus facciones su cuerpo, era Loki solo sus ojos se mantenían en un negro tan profundo como el de la noche, me acerque embobado sin percatarme de la nueva presencia que se acercaba mirando lo que yo
-aún estaba vivo…- susurro a un lado y voltea a verlo, su mirada en la pintura expresando lo mismo que en esta
-¿Por qué esta triste?- cuestiono esperando a que me contestara
-¿lo está?...- pregunto encogiéndose de hombros –ni siquiera me di cuenta- dijo alejándose pero lo tome del brazo obligando a que regresara frente a la pintura colocándome atrás para que no se moviera
-esta triste… sus ojos muestran un dolor tan grande…- susurre en su oído y le sentí estremecer
-tal vez… le paso algo… algo malo- dijo en respuesta intentando alejarse pero no se lo permití aferrándolo en un abrazo por detrás
-¿Qué?- cuestiono y Loki suspiro
-es pasado Thor… él- apunto al joven de la pintura –ya está muerto y deberías dejarlo descansar en paz… yo por otro lado estoy aquí muy deseoso de que regreses a la habitación y me agás el amor en el poco tiempo que queda de noche- fruncí el ceño subiendo mi mirada de Loki al joven de la pintura que me veía con dolor en sus ojos, estaba muerto, mire a Loki y le asentí sabiendo que aquello era mentira.
Al día siguiente me pase por el lugar ahora bajo la atenta mirada de Loki quien me seguía a todos lados, no faltó decir que no encontré ninguna puerta abierta y en la que había entrado ahora estaba cerrada, sabía que algo había tenido que ver el moreno pero no sabía cómo abordarlo, era su pasado y tenía derecho a guardárselo pero había pequeñas cosas que no podía evitar cuestionarme, cuando la noche volvió decidí que saldría a pasear a los alrededores, sería mi forma de des estresarme por lo ocurrido con las puertas husmear un poco el lugar por afuera.
Loki decidió quedarse a leer mientras yo tomaba aire fresco, mis pasos me llevaron a un lago algo del otro lado de la propiedad que no se podía ver desde el ventanal de Loki, camine un rato hasta que decidí sentarme a observar el agua tranquila y como se movía por los peses y el aire cuando mire algo que llamo mi atención, algo que brillaba en el agua, aun no hacia tanto frio y no fuera como si pudiera morir de hipotermia cuando entre en el agua y vi que era más profundo de lo que se podía percibir desde la orilla, nade unos minutos y después me sumergí para buscarle, cuando lo encontré fue extraño para mi comprender lo que tenía en mis manos, una llave.
Salí de allí a la orilla con la llave era más grande de lo normal casi podía jurar cabria en las puertas del castillo ¿pero en cuál?, guarde el objeto y me dispuse a regresar pero decidí que esperaría a secarme un poco para que Loki no me hiciera preguntas, descubriría un secreto de eso estaba más que seguro con esa llave, la mire un rato más limpiándola, tenía incrustaciones de piedras preciosas eso era lo que la había hecho brillar aun abajo del agua ya que en si estaba oxidada, cuando faltaban algunos minutos para que la mañana llegara llegue apenas si un poco mojado quitándome la ropa que quedo sobre el pasillo esparcida, la llave la guarde tras de un tapis y fui a verle.
Loki ya hacia dormido sobre la cama apenas si cubierto por un camisón largo de manga larga que se veía aún más grande de lo que creía, me acosté a su lado y volteo para acomodarse a mi lado, con sus brazos sobre mi pecho y su cara a un costado buscando de mí, de mi cuerpo y le rodé con mis brazos
-estas frio…- susurro cercas a mí y yo reí quedo
-afuera hace frio- conteste a su pregunta y abrió los ojos para mirarme con curiosidad
-no debiste de salir- dijo con diversión ofreciendo su cuello para que succionara de este y obtuviera calor de él –vamos me impacientas- susurro con lujuria y sabía lo que quería, si el sexo era algo de lo que podíamos disfrutar ese pequeño intercambio de sangre era tan placentero como ello, acerque mis labios lamiendo la zona elegida y rose mis dientes, escuche a Loki jadear y sentí sus manos cerrarse en mi pecho sin apartarme
-Loki…- susurre y él sonrió satisfecho de escucharme decir su nombre y cuando mis dientes se hundieron y la sangre entro en mi boca contuve el querer tragarla para acercarme a sus labios donde le bese, la sangre viajo de mi boca a la de él y el sabor se mesclo con nuestra saliva, era único ese momento en que podía succionar su propia vida, Loki mordió mi lengua y mi sangre inundo nuestros paladares ahora mezclándose a algo más fuerte más delicioso y único.
Cuando nos separamos vi sus mejillas sonrosadas y le bese, cada mejilla y su frente recostándole a mi lado apretándolo en un abrazo, ya mañana andaría por el castillo buscando, queriendo desenvolver un secreto, ¿Qué encontraría?, esa era la cuestión y la emoción me envolvió antes de que la mañana despuntara y el sueño me invadiera aun en brazos de Loki, deje que la inconciencia me distrajera, cuando desperté ya por la noche Loki ya estaba levantado con una enorme sonrisa a mi lado, la ropa desperdigada el día anterior en una esquina y la nueva sobre un sillón, ¿había ido a comprar cosas al pueblo?, mire a Loki intrigado a ello y él sonrió aún mas
-necesitas más ropa me di el atrevimiento de traer algunas cosas que se te agradaran- dijo parándose y entonces reí para mí al ver que no solo ropa para mi si no que tambien para él, ya que traía unos pantalones pegados que dejaban poco o nada a la imaginación, una playera de manga larga y cuello en v, me senté y después fui al baño donde ya había agua caliente me di una baño rápido y salí para ponerme lo que me había traído, ropa para montar, algo parecido al conjunto que traía solo sin las botas a las rodillas que las que traía Loki eran unos botines que cubrían sus tobillos pero nada más -¿te gusta?- me cuestiono y yo asentí
-es perfecto- dije mirando mi figura al espejo donde podía verme con un conjunto de unos pantalones cafés pegados a mis piernas, camisa blanca de cuello alto y mangas largas, un chaleco que era del mismo color que el pantalón y botas a las rodillas Loki sonrió y me beso rodeando sus brazos en mi cuello
-mi príncipe solo le falta un caballo blanco- dijo feliz y yo reí un poco
-y a mi princesa una torre- dije pero Loki negó de inmediato ahora apartándose un poco
-voy a salir quiero traer algunos libros, cuando regrese vamos por algo de comer- yo asentí sin protestar después de todo eso me daría la oportunidad de buscar donde cabía esa llave, cuando Loki se fue espere algunos minutos por si regresaba y cuando no lo hiso fui por la llave y empecé a buscar una puerta de donde pudiera ser, dure un par de horas en la tarea con la llave en mano, cuando ya estaba a punto de darme por vencido mis pies me llevaron a la zona más alejada donde una puerta se alzaba al final de unas escaleras, la mire y después la llave misma que introduje en la cerradura y para mi sorpresa giro abriéndola.
La obscuridad del cuarto era absoluta, no se podía distinguir nada, mis ojos buscaron una cortina o ventana cubierta y cuando la encontré fui de inmediato, esa noche había luna llena, una enorme luna dorada que al descubrir la ventaba ilumino por completo el lugar, sonreía al notar algunas de las sillas y otros cuadros, algunos tapados por mantas y otros volteados fui al primero que estaba a mi alcance y lo voltea para ver de quien se trataba y no fue una sorpresa ver a Loki de nuevo, solo que esta vez parecía alegre, con una radiante sonrisa y sus ojos negros.
Aun no comprendía aquello ¿Por qué negros?, me cuestionaba y luego fui a otro más y de nuevo era él, en cada pintura que volteaba hasta que llegue a una de las que estaban cubiertas que en total eran dos, descubrí la primera y un grito a mis espaldas me distrajo pero mis ojos regresaron al frente donde había dos, eran dos Loki´s, uno con una sonrisa y ojos negros y otro con una mirada distante… y ojos verdes, entonces sentí a Loki quien me jalaba y aventaba sin ninguna delicadeza por las escaleras cerrando la puerta y tomando la llave entre sus manos para verme después con odio, pero yo aun en el piso estaba en shock había dos, no uno, eran dos.