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Unhappy Refrain [Two-shot~HunHan] por NanamiT

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Notas del fanfic:

Nada, lean.

Pronto pondre el segundo cap.

Oía el silencio de los callejones oscuros entre edificios y edificios, por lo que me puse los audífonos conectados a mi Telecaster y empecé a tocar mientras caminaba.

Este mundo era incomprensible. Recuerdo los tiempos cuando podía cantar con mi antigua hermosa voz, todo eso cambió cuando mi madre me dejó solo con mi padre. Gritos y llanto atormentan mi ser interior desde que prácticamente tengo memoria.

La guitarra es lo único que me queda de mi verdadero yo. Este mundo enloquecido me ha arrastrado hasta lo más profundo de la oscuridad, a un punto donde no camino por las calles usualmente vacías sin llevar como mínimo dos armas en mis manos, o en mis bolsillos cuando voy tocando guitarra.

"¡Buen concierto el de hoy Xiao!" Me dije a mi mismo al terminar la canción y dejaba guindada la guitarra a mi hombro antes de agarrar mis dos semiautomáticas en mano, preparado para atacar al par de adolescentes que caminaban por la calle charlando alegremente, además de fumando.

Mi padre decía que era suerte que te temieran, y se reía como si fuera película de comedia cada vez que me enseñaba a usar una de sus armas y me hacía yo mismo daño. Me hizo despedirme de todas las cosas que más quería, y me llevó a un mundo lleno de mierda donde todo da vueltas para un lado y para el otro.

Solo pienso en mi antigua voz, los antiguos conciertos en bares nocturnos que hacía al escapar de mi padre a veces. Cuando me volví loco, dejé de ir a los bares. No necesito más droga en mi organismo más que mi propia sangre.

Una droga natural y autocorrosiva.

Varias veces me topaba con gente de la ganga de mi padre, los hombres más temido de lo poco que queda en esta peligrosa ciudad. Yo les temía, hasta que me acerqué una vez a ellos y cantaba mientras los descuartizaba despacio, disfrutando de la música.

No había nada que detuviera mi locura, nada ni nadie.

No que yo supiera o conociera.

Después de haber aniquilado a aquel par de chicos en un callejón y dejar mi buena marca de notas musicales, seguí caminando por la calle que de repente se hizo silenciosa otra vez. Y no ese silencio de cuando está vacío, sino ese silencio de cuando hay alguien siguiendo tus pasos.

Me estaban siguiendo.

Reí en alto y tome nuevamente mi guitarra ahora conectada al amplificador que llevo guindado al borde de mi pantalón, a todo volumen, empecé a tocar y gritar mientras corría, sintiendo los veloces pasos a mi espalda. Las calles parecían moverse de un lado a otro, aunque era más claro que el cristal que era yo quien me movía, aunque no sintiera del todo mis piernas. Me sentía como si fuera un muerto aún vivo.

Entre tomar tantos atajos llegué a un callejón sin salida y quedé acorralado, una silueta oscura y alta se alzó frente a mí cuando pegué mi espalda del muro de ladrillos que me impidió seguir corriendo. Pude apenas ver que la luz opaca de la luna hacía resaltar un rostro, serio, casi sin expresión. Su voz se hizo resonar en el atronador silencio de la ciudad.

 

“Déjame ayudarte, Luhan.” Dijo tranquilo, como si no hubiera me hubiera perseguido corriendo.

“¿Quién eres?” Pregunté y saqué una de mis armas solo para aparentar, pues sabía que se me había agotado la munición

“Solo quiero ayudarte. Soy descendiente de uno de los enemigos de tu padre. Vengo de muy lejos, de un lugar donde no necesitas llevar dos armas y algunas bombas en tus bolsillos cuando salgas a la calle…” Dijo acercándose a mi lentamente. Al verle bien pude detallar su rostro apuesto y tragué saliva ¿Un lugar sin peligros, donde pueda cantar sin temer? Eso no existe. Aún así no dije nada. “Recuerdo haberte oído cantar hace muchos años, cuando tan solo eras un niño pequeño de siete años... Poco antes de que mataras a tu primera víctima.”

“¿Quién eres?” Volví a preguntar. Este hombre me conocía de hace mucho, pero yo no, a pesar de reconocer ligeramente ese brillo en sus ojos.

“Oh Sehun.”

“Llévame contigo, Oh.” Pedí sin pensarlo, aunque bien sabía que era lo que mi corazón pedía desde hace tanto.

 

~~~Cuatro años después~~~

 

“Tuve una pesadilla.”

“¿Otra vez? Luhan, ¿no crees que es buena hora para ir a ver a un psicólogo? Se que pasaste por mucho, y para que deje de perseguirte necesitas ayuda profesional.” Dijo Sehun, terminando de arreglarse el cabello.

“No es tan fácil, Sehun. Siento que nunca nada ni nadie podría hacerme superar eso.”

Sehun quedó en silencio y luego dijo mirando su Telecaster y luego a la mía. Un bajo y una guitarra que emparejan justo como nosotros. “Sólo cosechas lo que siembras. Si tanto quieres cambiar, disponte a hacerlo.”

“¡Hey chicos, salimos en diez!” Gritó Chanyeol abriendo la puerta del camerino sin avisar. “¿Están listos, Luhan y Sehun?”

“Sí. Espérennos afuera que ahorita vamos.” Pedí rogando porque Kyungsoo, novio de Chanyeol, se lo llevara y así pudiera terminar de tener mi momento privado con Sehun. Gracias a Dios no hubo necesidad de golpes de parte del más bajo para que Chanyeol y él fueran adelantándose. “Prometo que cambiaré.”

“No me lo prometas a mi, promételo a ti mismo.” Aconsejó y tomó ambas Telecaster, entregándome la mía y quedándose con la suya. Aprovechando el momento en que me acerqué, se agachó y me robó un beso rápido que solo logró que yo agachara mi cabeza con las mejillas ardiendo.

“Lo haré.” Susurré y juntos, tomados de la mano, salimos del camerino para ir al escenario.

 

A nuestra nueva banda Coreana-Japonesa le tocaba dar su primer concierto después del debut. Subimos los cuatro y nos pusimos en nuestros correspondientes lugares. Chanyeol en la batería, Kyungsoo en el teclado, Sehun en el bajo y yo en la guitarra. A todos nos pusieron micrófonos para cantar juntos, como se debe.

Los reflectores me impedían ver al público bien, pero cuando terminé mi solo llamado Unhappy Refrain, se apagaron las luces y por un instante pude ver al fondo de los que estaban en frente al escenario.

Mi padre estaba con nosotros en el concierto, y eso no era buena señal.

Notas finales:

No c. No tengo tiempo.


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