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Hominum por an_cafe_nyapyy

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Había una hermosa luna, cuarto menguante, su leve luz iluminaba apenas la habitación, Harry dormía con una sonrisa en su dulce cara, sus horribles gafas estaban en la mesita de noche. Hedwig me ululó curiosa, estaba en su jaula, le di una golosina, esa lechuza era uno de los pocos animales que no me temía, sin embargo, no se me acercaba por cuenta propia; generalmente los animales tienden a huir de mí.

Me di una ducha un poco más larga de lo que acostumbro. Estaba nervioso, y no era propio en mí.

Los últimos días habíamos pasado un tiempo agradable, Severus y Remus dejaron de darnos asesorías desde hacía una semana atrás, con la excusa que al fin de cuentas estábamos de vacaciones y debíamos disfrutarlas. Para mí todo esto en realidad eran vacaciones, forzadas, pero lo eran.

Los gemelos se lo tomaron muy apacho. Toda la semana nos sacaban a Harry y a mí a pasear por el mundo muggle; llegamos  asistir a obras de teatro en donde eran tan espectaculares que los cuatro nos quedábamos mudos, entre las luces el humo, las canciones y las actuaciones, y ni hablemos de esos vestuarios tan estrafalarios y detallados. A cines con el sonido que me sorprendió, las imágenes y los efectos eran fascinantes-aunque muchas peleas eran tan falsas- e incluso fuimos a un par de conciertos –lo más ruidoso que en mi vida habido-.

Severus y Sirius, estaban siempre al regresar a casa, esperándonos en el living o el comedor con una comida suntuosa. Casi siempre les comprobamos algo, aunque más bien Harry les compraba algo.

Harry acomodaba las ultimas cosas en su baúl, el mío estaba a su izquierda, terminado, estaba alucinando. Nunca fui a una escuela.

Una cosa eran las asesorías. Pero una escuela, niños, un instituto al que ir para obtener aprendizajes. Como, ¡como un niño normal!

Gaara ¿estás bien? Estaba ansioso, tenía una sonrisa de felicidad que no podía ser capaz de disimular. Ya quiero mostrarte todo el colegio, será grandioso. Suspire tenía que tranquilizarme, no era el yo de antes, esos niños no serán los mismos que me temían.

Lo será. Harry estaba indudablemente feliz por volver.

Me adelante al comedor, las cosas estaban listas, solo teníamos que tomar un desayuno un poco suntuoso antes de partir… ir al lugar donde estaríamos un par de meses encerrados. ¿Cómo aguantaban?

Antes de llegar al comedor, se escuchaba la completa conmoción, que había dentro. Para mi desgracia todos los que se fueron en su momento volvieron ese día. La voz de la señora Weasley se alzaba de entre el barullo, dando órdenes a la manada que tenía por hijos.

Tome unos huevos revueltos y una taza de té ooulong, Sirius tarareaba con su taza de café, no parecía deprimido, lo cual de cierta manera era raro, aunque si ignoraba indiscriminadamente las ordenes de la matriarca pelirroja.

Igualmente estaba la pelos de chicle, que no entendía su utilidad, en sí no era una mala persona, pero su torpeza era desastrosa, quizás solo necesitaría esforzarse mejor en su entrenamiento, cualquiera que fuera este.

Ron y Ginny, después de un par de minutos se pusieron hablar con Sirius, el hombre aunque reticente, les llego a contar a grandes rasgos lo que en realidad hacíamos. Ambos en realidad se les hizo aburrido y desistieron en saber. Después de todo, resumidas cuentas solo estudiábamos y teníamos tardes de juegos dentro de la mansión.

Luego de un par de minutos Hermione entro al comedor con Crookshanks retorciéndose en sus brazos, detrás de la maraña de cabello que era la chica entro Harry, ahora parecía un poco exasperado.

Se sentó conmigo y rápidamente devoro un par de tostadas. Ron y Ginny, le cuestionaron casi con las mismas preguntas con las que habían cuestionado a Sirius, para su desfortuna obtuvieron las mismas respuestas.

¿Terminaste los deberes Harry? La señora Weasley del otro lado seguía reprendiendo a los gemelos, por su irresponsabilidad, su falta de conciencia.

Los termine.

¿Deseas que los mire para cerciorarme que estén listos para entregar? La castaña pese a que estaba siendo un poco pesada no parecía más que estar de sabelotodo.

No es necesario Hermione. Gruño el moreno después de tomarse su jugo de calabaza. Gaara, Remus y el profesor Snape les han dado un vistazo a los ensayos. La cara de los tres fue todo un poema, imagino que principalmente por el ultimo.

Todo el pandemónium era ocasionado porque aparentemente el pequeño azabache necesitaba una guardia para ir a tomar el tren que nos llevaría a Hogwarts. Durante todo el tiempo que habíamos pasado en el mundo muggle no nos había pasado nada. ¿Qué haría la diferencia ahora? Un día en que evidentemente era más improbable que trataran de capturarlo.

Nos vamos. Grito sulfúrica la pelirroja mayor, respire hondamente. Harry tu vienes conmigo. Sentencio y le mire fulminadoramente. Dejen su baúl y la lechuza; Alastor se encargara del equipaje… ¡Oh, por favor, Sirius! ¡Dumbledore dijo que no!

Un gran perro negro que parecía un oso había aparecido junto con Harry mientras trepaba por los baúles amontonados en el vestíbulo.

Hermione, Ron y Ginny se quedaron rezagados junto a la pelos de chicle y los baúles.

A los gemelos y yo, no se nos indicó nada, -en mi caso era así, no estaba seguro de los gemelos-, pero Sirius y Harry iban detrás de la regordeta mujer.

Yo soy el hermano de Harry y aunque estuviera con Sirius -en una forma tan frágil- no les dejaría ir solos con esa bruja- en el sentido más ofensivo de la palabra-, les seguí, los gemelos decididos fueron tras de mí.

La señora Weasley nos vio iracunda, con su cara tan colorada que parecía que explotaría en cualquier momento pero ya estábamos en la acera como para que nos dijera algo. Sirius brincoteo más emocionado y el ceño fruncido de la mujer aumento.

Tardamos veinte minutos en llegar a pie, a lo que rezaba en un gran letrero King’s Cross, y en todo este rato no ocurrió nada digno de mención, salvo que Sirius asusto a un par de gatos para distraer a Harry. Una vez dentro de la estación, disimuladamente nos quedamos junto a una barrera que había entre el andén nueve y el número diez hasta que no hubo moros en la costa; entonces para mí sorpresa uno a uno, se apoyaron en ella y la iban atravesando fácilmente. Ichibi exclamaba emocionado. Llego mi momento, al realizar la misma acción, aparecí entonces en el andén nueve y tres cuartos, donde el famoso expreso de Hogwarts escupía vapor y hollín junto a un montón de alumnos que aguardaban con sus familias la hora de partir.

Espero que los demás lleguen a tiempo. Comento la señora Weasley, ahora se le veía mucho más tranquila a como cuando veníamos en camino, que sin duda estaba a cada segundo en peligro de un ataque de pánico.

Un chico pasó cercas del moreno comentando algo acerca de Sirius-que seguía en forma de perro-, yo me dedicaba a ver toda esa cantidad de personas que estaban en ese momento en el andén. Reconocí de inmediato a Malfoy padre y Malfoy hijo, ambos estaban serios, pese a que en realidad charlaban con alguien más que igualmente acompañaba a la que parecía ser una morena con cara agria, supongo de la misma edad que el joven rubio.

Este me localizo de inmediato, me dio una sonrisa arrogante, haciendo entonces un ademan de saludo un poco más amigable, reí internamente, ante la actitud de príncipe arrogante que se cargaba. Le devolví el saludo, sonrió complacido ante mi respuesta y continuo con su charla.

¡Ah, menos mal! Dijo la señora Weasley con alivio. Ahí está Alastor con el equipaje.

Con una gorra de mozo que le tapaba los desiguales ojos, Moody entró cojeando por debajo del arco de hierro forjado que había en el andén. Iba empujando un carrito con un par de baúles y la jaula de Hedwig, iba acompañado de Tonks, que igualmente empujaba otro carrito con otros dos baúles.

Todo en orden. Murmuro al llegar junto a nosotros. Creo que no nos han seguido.

Unos instantes después, el señor Weasley junto con Remus aparecieron en el andén, con Ron, Hermione y Ginny, que estaban aparentemente molestos. Fred y George, me ayudaban a descargar los carritos, para llevarnos posteriormente los baúles dentro del tren.

¿Algún problema? Gruño Moody viendo a los recién llegados.

Ninguno. Contesto Lupin, el pelirrojo comenzaba a despedirse de sus hijos, deseándoles suerte durante el semestre, entre otras cosas.

Informare a Dumbledore de los contratiempos y de la falta de obediencia de los gemelos y de Sabaku No. Afirmo Moody. Pudimos haber sido emboscados por la falta de organización. Nadie le presto mayor atención.

Bueno chicos, cuídense mucho. Dijo Lupin estrechándoles la mano a todos. Por último se acercó a Harry y a mí. Cachorros si tienen una duda o si se encuentran en problemas busquen a Severus. Nos dio un abrazo rápido. Harry de verdad, ten cuidado. Sé que Gaara estará ahí para cuidarte, pero no le causes muchos problemas. El azabache se sonrojo y comenzó un pequeño refunfuño bastante adorable.

Sí, no te metas en líos y ten los ojos bien abiertos. Le aconsejo Moody al estrecharle la mano, me paso de largo y continuo. Y esto va para todos: cuidado con lo que ponen en escrito. Si tienen dudas, no se les ocurra escribirlas en sus cartas. Hermione asentía en completo acuerdo y en señal de estar escuchando plenamente las palabras del hombre.

Ha sido un placer conocerlas. Cortó Tonks la atención que tenían alguno en Moody. La pelichicle entonces se acercó a Hermione y en Ginny dándoles un abrazo un poco prolongado. Espero que volvamos a veros pronto. Finalizo dándoles un beso en la frente que me pareció ya más exagerado.

Entonces sonó un silbido de aviso; los alumnos que continuaban en al andén fueron apresuradamente hacía el tren.

Rápido, rápido. Nos apresuró la señora Weasley que durante el silbido había abrazado y besado precipitadamente a todos sus hijos, finalmente un tanto atolondrada beso y abrazo a Harry y a Hermione dos veces. Me libre gracias al odio injustificado que tenía la mujer conmigo. Escriban… pórtense bien… Si se han dejado algo… dirigiéndose a Ginny, Hermione y Ron. Ya se los mandaremos… ¡Rápido, suban al tren!

El perro negro se levantó sobre sus patas traseras y colocó ñas delanteras en los hombros de Harry, y antes de que alguien hiciera algo le dio un par de lengüetazos en la cara al moreno. La señora Weasley empujo a Harry hacia la puerta.

¡Hasta pronto, Padfoot, Remus! Grito Harry desde una de las ventanillas cuando el tren se puso en marcha.

Las figuras de pelos de chicle-que en realidad durante todo el rato tenía un color café bastante soso-, Remus, Moody “El hombre esquizofrénico” reí ante la ocurrencia de Ichibi, y el matrimonio pelirrojo, pero fue Sirius en su forma animaga que corrió por el andén junto a la ventana, agitando su cola; me fije que algunas personas que le miraban reían ante la escena; fue cuando el tren tomo una curva que el gran perro negro desapareció.

Bueno. Corto el momento el que me suponía era Fred. Tenemos asuntos de los que hablar con Lee. Hasta luego. Te volveremos a ver en Hogwarts. Lo último fue ya dirigiéndose a mí.

El tren iba adquiriendo velocidad, y las casas que se podían apreciar por la ventana pasaban volando, para mi gracia personal, veía cómo es que incluso Harry parecía tener un pequeña dificultad de mantenerse equilibrado, los movimientos del tren hacia que de vez en cuando perdiera equilibrio.

Vamos Ron, tenemos que ir al vagón de los prefectos. Ustedes cuídense. La mirada dura de la castaña me afecto tanto como un insulto de Uchiha menor, en cambio Harry le dio una mirada de ligero enojo para dar media vuelta y comenzar a buscar un vagón. Ron ni siquiera nos había volteado a ver.

Vamos Gaara busquemos un compartimiento. Gruño el azabache mientras se adelantaba.

No creo que tengamos que estar todo el trayecto allí. Apresuro a decir Hermione viéndose ignorada por el más bajo. Nuestras cartas decían que teníamos que recibir instrucciones de los delegados, y luego patrullar por los pasillos de vez en cuando.

Está bien Hermione. Buscaremos un compartimiento y los estaremos esperando. La respuesta empalagosa de Weasley menor, me hizo pensar que en realidad sería un largo viaje. Al ver al chico de lentes, me di cuenta que no era el único que lo pensaba, su ansiedad y emoción por el viaje, parecía desaparecer a cada segundo.

¡Vamos chicos! Dijo Ginny. Si nos damos prisa podremos guardarles sitio.

A estas alturas me cuestionaba si no sería mejor buscar a Malfoy. Si tan solo Harry y el no fueran alguna clase de archienemigos. “Recuerda que la rubia princesa es prefecto también, estará en mismo sitio que la pareja insufrible” me desanime más ante la verdad de las palabras de Shukaku.

Ginny había avanzado ya un tramo y un muy desairado moreno iba un metro detrás de ella, tome mis cosas y sin más opciones me dispuse a seguirles. No podía dejar solo a Harry, aunque eso significara la tortura de estar con ese intento de niña coqueta.

Andando por el pasillo en busca de un compartimiento vacío, echábamos miradas a través de las puertas de cristal para ver el interior y encontrar alguno, pero hasta ahora todos iban llenos. Inevitablemente, muchas personas se quedaban contemplando al pequeño moreno con gran interés, y varios daban codazos a sus compañeros y los señalaban. Para mi enojo, aquel inmaduro comportamiento se repitió en cinco vagones consecutivos. Ichibi echaba pestes a todos esos niños.

Recordé, El Profeta en donde la mayor parte del verano- sino es que en todo el verano- se la habían pasado contando que Harry era un mentiroso y un fanfarrón. Note que no había sido el único en darse cuenta del descarado comportamiento de los chicos. Harry ahora caminaba con evidente desanimo.

Era exasperante que tantas personas tuvieran tan poca inteligencia como para creer la falacia de aquellos artículos.

Nos encontrábamos ya cerca del último vagón. Fuera se encontraba un chico un poco regordete con cabello negro, ojos castaños y piel blanca, parecía cansado por la cantidad de sudor que tenía en la cara. En una mano sostenía un sapo. Me pareció un poco curioso.

¡Hola Harry! Saludo jadeando, era bastante coincidencia que particularmente aquel solitario personaje resultara ser un amigo/conocido ¡Hola Ginny! Agrego más por compromiso, dado que su voz se oía forzada. Estaba por entrar a este compartimiento, solo esta una chica, pero me da tanta pena. Añadió avergonzado, se puso aún más rojo cuando noto que yo no me iba, sino que me acomodaba para esperar los siguientes movimientos.

¡Por supuesto! Como puedo ser tan retrasado, ustedes no se conocen. La dulce voz de Harry llamo la atención de los tres. Gaara él es Nevielle Longbotton es de Gryffindor y va mí mismo año, e incluso somos compañeros de cuarto. Agrego con una ligera risilla. Nevielle él es Gaara Sabaku No, es transferido y se integrara a nosotros en nuestro grado este año.

Gusto en conocerte Longbotton. Salude lo más amigable posible pero el chico comenzó tartamudear.

I-Igualmente, Sabaku No. Contesto con una voz temblorosa.

Bien ya entremos. Gruño la ignorada pelirroja, abriendo precipitada y ruidosamente la puerta, sin preguntar o saludar por cortesía metió su baúl. Hola, Luna, no hay más compartimientos, no te molesta que entremos, ¿verdad? La pelirroja ni siquiera le había dado oportunidad a la pobre chica de negar o aceptar.

La chica en cuestión estaba sentada junto a la ventana, ante la entrada exageradamente ruidosa, levanto la cabeza, para después verse invadida por la chica. Tenía el pelo rubio-el mismo tono de los Malfoy’s-, su cabello estaba sucio y desgreñado, lo tenía hasta la cintura, sus cejas eran muy claras y unos ojos saltones que le daban un aire de sorpresa permanente. Entendí entonces por qué Nevielle entonces no había entrado al compartimiento aunque el asegurara que era por vergüenza “Fue amable al no decir la verdad” silbo Tanuki, al ver la apariencia de la chica. “Esa niña parece estar más chiflada que el cejotas de Konoha” recordé a Lee, y me sentí automáticamente mal por lo que le había provocado.

Quise ver algo cuerdo en la apariencia de la chica, pero era difícil. Contribuyo por mucho el hecho que se había colocado su varita mágica detrás de la oreja izquierda, o que incluso llevara un collar hecho de corchos, además leía una revista al revés.

La chica aun muda volteo a mirar primero a Nevielle que aún estaba fijo en el pasillo, muy dudoso en su cara en entrar o no. La rubia volteo a ver a Harry que tenía una sonrisa nerviosa en la cara, era claro que no la conocía. Entonces asintió aun cuando Ginny estaba ya completamente instalada.

Ayude a Harry y a Nevielle a colocar los cuatro baúles-aun cuando no quería acomodar el de Ginny- y la jaula de Hedwig en la rejilla de portaequipajes y nos sentamos, Nevielle se sentó a lado de Ginny, Harry y yo decidimos sentarnos a lado de Luna.

La rubia nos miraba por encima de su revista, la cual rezaba-acomodado de la manera correcta- El Quisquilloso, y parecía que no parpadeaba como el resto de los mortales. Se acomodó de tal manera para observar a Harry, el cual se trataba de esconder para no ser observado tan fijamente. Terminando en una incómoda posición. Usando mi cuerpo como escudo, poniéndome literalmente enfrente de la niña.

Y bien. Comenzó Ginny que parecía todo menos emocionada por continuar. ¿Cómo estuvo tu verano Luna?

Me lo he pasado muy bien. Respondió en un tono soñador aun tratando de observar a Harry y fallando en el intento al estar yo estorbándole. El que está detrás de ti es Harry Potter. Añadió.

Lo soy. Gimió Harry aun escondido detrás de mí.

Nevielle rio entre dientes y Luna por fin dirigió sus ojos a otra víctima, en este caso hacia el chico del sapo.

No sé quien eres.

No soy nadie. Se apresuró a decir Nevielle, haciendo reír a Ichibi ante la rápida transformación a gelatina nerviosa.

Claro que sí. Gruño Harry saliendo de su escondite. Es Nevielle Longbotton. Y él es Sabaku No Gaara y yo no sé quién eres tú. Termino con un tierno puchero.

Luna Lovegood. Contesto con una sonrisa, entonces me volteo a ver. Me alegra que ahora seas una buena persona Gaara, un gusto conocerte. Tanto Tanuki como yo quedamos ligeramente sorprendidos, no me esperaba que la chica de alguna forma diera a entender que en el pasado era alguien malo.

¿A qué te refieres? Gaara es la mejor persona que conozca, y no le hables tan confiablemente. Refunfuño el oji verde. Me sentí agradecido y conmovido ante las palabras de Harry, le revolví el cabello en agradecimiento, pues su cabeza sobre salía por mi hombro, se había vuelto a medio esconder detrás de mí.

Ahora lo es Harry. El moreno siguió mascullando acerca de la irrespetuosidad. Agradecí que no alcanzó a escuchar lo último que comento la chica.

El tren avanzaba traqueteando a través del campo. Hacía un día extraño, un tanto inestable; tan pronto el sol inundaba el vagón como pasaban por debajo de unas amenazadoras nubes grises.

¿Saben qué me regalaron por mi cumpleaños? Preguntó de repente Nevielle, para sorpresa mía y de Tanuki.

¿Otra recordadora? Aventuro a contestar Harry ya sentado de manera correcta.

No. Aunque no me vendría mal una, porque perdí la vieja hace mucho tiempo… No miren.

Siendo honestos los únicos interesados en la plática del chico era Harry y aparentemente la rubia, que curiosa miraba lo que el chico sacaba. Deje de prestar atención cuando me di cuenta de la planta.

La pelirroja tenía un ceño fruncido y tenía un tic en la pierna que se movía constantemente. De manera obvia, parecía implorar internamente por ya llegar o poder irse.

Entonces un chorro de líquido denso y pegajoso de color verde comenzó a salir de aquella planta que tenía Longbotton en las manos. El líquido salpico el techo y las ventanas y manchó la revista de Luna Lovegood; Harry que tenía sus manos ocupadas en Trevor-el sapo- fue manchado por toda la cara, Ginny a pesar de haberse cubierto la cara con las manos su cabello pelirrojo habia sido cubierto por la sustancia. Yo había alcanzado a colocar un escudo. Pero aquella sustancia olía a estiércol seco.

Entonces los horribles chillidos de Ginny se oyeron dado que la chica comenzó a despotricar su repugnancia por aquella planta, logrando que el chico Nevielle pareciera a punto de llorar, y que no paraba de disculparse entrecortadamente.

Lo… lo siento. Continúo diciendo entrecortadamente. Todavía no la había probado… no me imaginaba que pudiera ser tan…Pero no se preocupen, su jugo fétido no es venenoso. Añadió nervioso, al ver a Harry que aún no había agregado nada ante lo que había pasado-y al que evidentemente le había ido peor-. Para mi desagrado, el moreno escupió parte de aquel líquido grotesco.

Fregotego. Gruñí con el palo de madera que era mi varita mágica, para mi sorpresa el hechizo funciono, lo había escuchado de todos pero nunca lo había realizado. Para ser honestos, era en realidad el primer hechizo que realizaba con la varita.

El jugo fétido desapareció. Ya no quedaba restos, incluso del cabello de Ginny.

Lo siento. Volvió a decir Nevielle con un hilo de voz, guardando nuevamente su planta.

No te preocupes Longbotton ya fue solucionado. Agregue, Harry pese a todo, le dirigió una pequeña sonrisa y le devolvió a su sapo.

Fue interesante, pero no vuelvas hacer Nevielle. Agrego Harry con una ligera risa. Ese chico era un ángel. La pelirroja furibunda se disculpó, cuando Harry había volteado a mirarla desaprobatoriamente.

Después de aquello, Harry dormitaba plácidamente sobre mi hombro, Luna aun leía su revista dudosa, Ginny en cambio tenía una plática seca y fría con Nevielle, que se mostraba incómodo. Me dispuse a leer un libro, para matar el tiempo.

Poco después en realidad llego el carrito de los dulces, Harry compro una dotación tan enorme de golosinas como para comer durante días. Ginny y Nevielle tomaron rápidamente las empanadas de calabaza, yo los diablillos y Harry los regaliz y las ranas de chocolate.

Ron y Hermione llegaron cuando Ginny se había terminado las empanadas-o al menos la gran mayoría-, dejando unas pocas a Nevielle.

Estoy muerto de hambre. Gruño Ron, que dejo a su ruidosa lechuza enfrente de él, por el espacio reducido. Quito una de las ranas de chocolate de Harry y comenzó a devorarla. El moreno tenía el ceño fruncido.

Entonces Hermione comenzó a relatar como había sido la reunión de prefectos y quienes eran los prefectos de cada casa. Nada muy interesante en mi punto de vista. Solo el oji verde parecía disgustado por los de Slytherin.

Harry volvió a ignorar a la castaña y al pelirrojo y volvió a dormitar en mi hombro, -no sin antes guardar todas sus preciadas ranas de chocolate en sus bolsillos-, me dispuse a continuar leyendo el libro, y con una mano libre daba ligeros masajes en la espalda del azabache. Ron me miraba fulminantemente y Hermione con una intensidad parecida.

¿Acaso eres amante de Potter? Gruño el pelirrojo. Déjalo en paz, no es un bebe.

No te metas en asuntos que no te importan Weasley.

El debió pasar el verano con nosotros. Ladro como si en cualquier momento fuera a morder. Sonreí. Incluso se llevaron a los gemelos, mamá está furiosa.

No es mi culpa que sean tan insufribles como para que ni Harry ni tus hermanos quieran estar con ustedes. Conteste, de manera pacífica mientras el pelirrojo estaba que echaba humo.

Aquí no está el grasiento para defenderte maldito fenómeno. Gruño sacando su varita. Luna había dejado de leer su revista, Ginny parecía mucho más interesada en este momento que en todo lo que llevábamos de trayecto y Hermione trataba de detener al chico.

Sigue Weasley o es que ¿no eres capaz? El pelirrojo me miro aún más furioso. Harry salió de su entre sueño y comenzó a entender la situación.

La puerta se abrió y todo movimiento dentro del compartimiento se congelo. Trevor la rana de Nevielle estaba en el cabello de Ginny, Hermione estaba tratando de quitarle la varita de la mano a Ron, había escondido en mi espalda a Harry por si pasaba algo no se viese afectado, y Luna estaba en su ensoñación. 

Draco Malfoy estaba parado en la entrada del compartimiento, como siempre sonriendo con suficiencia, flaqueado por dos gorilas a los que evidentemente no conocía.

¿Qué quieres? Le espetó agresivamente Ron al rubio que ahora le miraba más fijo con una ceja ligeramente alzada.

Cuida tus modales comadreja, ¿Y qué estás haciendo apuntando con una varita a Gaara? Gruño viéndolo de manera mosqueada.

Por supuesto que se conocen, ambos están hechos de la misma calaña. Contestó mientras se reacomodaba ahora guardando la varita.

Repito Weasley, cuida tus modales. No importara que seas prefecto, aun puedo castigarte, y más por haber apuntado a un alumno-sobre todo recién transferido- en el tren. Mascullo el rubio con una sonrisa de soberbia en su cara.

No te metas en los asuntos de los demás asqueroso hurón. Gruño volviéndose a sentar mirándonos a ambos con la misma mirada encolerizada.

Estaba buscándote, ¿quieres venir a nuestro compartimiento?

Es una propuesta agradable, pero no deseo dejar a Harry solo, no con Weasley al menos. Conteste, el moreno se puso levemente rojo y comenzó a farfullar.

No importa que Potter venga. Aunque pareciera que en realidad no le agradaba la idea, el oji esmeralda no estaba mejor. Ambos parecían molestos con la simple idea.

¿Harry quieres ir con Malfoy? Lo voltee a ver, el azabache fulminaba con la mirada al rubio que este solo mascullo ante la mirada fija y no solo del moreno de ojos verdes.

Es el hurón. Gimió cual pequeño niño al que se obligaba ir al doctor.

Y tu un cara-rajada, es Gaara el que me agrada no tu Potter.

—Escúchame bien oxigenado, no intentes quitarme a Gaara. Ladro abrazándome con fuerza.

—Si no tienes un problema con Malfoy, ¿Por qué no ir? Le llame ignorando el hecho de que parecía una lapa pegado a mi cuerpo mirando terriblemente al chico.

El moreno volteo a verme intrigado, sorprendido y ligeramente turbado. Sin embargo, miro a Weasley que tenía el ceño fruncido y un gesto de estar oliendo el líquido de la planta de Nevielle, para después mirar a Malfoy, que aunque tenía un gesto por demás aristocrático e indiferente era por lejos más llevadera que la actitud de su supuesto mejor amigo.

Sabes que Gaara. Me encantaría ir con Malfoy. Hablo claro y con un tono ligeramente divertido. La cara de la pareja insufrible fue un poema.

Notas finales:

Espero que el capitulo sea de su agrado, no duden en dejarme un comentario. Me haran mucho muy feliz.

Nota agregar: La pelea fue un asco, pero tenía que hacerla para la entrada de Draco.

Aun estoy un poco indecisa sobre el papel de Hermione, no es muy agradable, pero no llega a ser tan insoportable como Ginny y Ron, o al menos así lo creo. Así que en verdad deseo poder ubicar a Hermione o al menos ver si la coloco en un papel neutral. 

 


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