¿Ya cuánto tiempo ha pasado desde que no te veo? ¡Ah! Ya me acordé, fue desde tu cumpleaños.
Ese día fue tan extraño verte de nuevo, hacía bastante frío y en cuanto llegamos al naritake que frecuentábamos los 4 juntos, los dos no dejábamos de sonreír.
Sabes que de antemano me gusta estar contigo, ya sea para platicar de temas serios hasta para platicar de las tantas veces que te hacía sonrojar por mis boberas.
Después de que decidimos el disbanding de la banda, tuvimos varios sentimientos encontrados: enojo, inconformidad, tristeza…
A veces me cuesta trabajo dejar de pensar que tuve mucha culpa para que decidiéramos eso, quizás si no hubiera aceptado hacer otra banda, quizás si todo lo hubiera anunciado más en público, quizás…
Bueno, tantos quizás que me han pasado por la cabeza que hacen que esta me estalle y me dé una leve “depresión”.
Pero el platicar contigo y saber que aunque mi decisión nos causó problemas y enojos, tu siempre estuviste tras de mí, quizás comiéndote un poco tu orgullo, pero sé que me cuidabas y que siempre velabas por mi… aunque algunas de mis decisiones no fuesen las correctas.
Agh, no me gusta estar así, o sea, no me gusta extrañarte. Más porque ya no sé qué es lo que somos. Estamos un poco distanciados, tanto por distancia física cómo por el cambio tan rotundo en nuestras metas.
Admito que me gusta verte con tus mil proyectos, y que vayas viento en popa con ellos, pero siento que algo se rompió entre los dos… o sólo es que me hice un poco adicto a estar contigo.
Y ahora que recuerdo ¿Hoy qué día es?
Ah, 14 de febrero… aburrido, aburrido y más aburrido. Creo que mejor me hubiera quedado en casa o ¿Por qué no me invitaron a vender más curry con tomate para olvidarme de todo por un rato? Ese día pensé que ibas a ir a verme… pero ¿ves? Sigo pensando en ti, y eso no me agrada.
Por cierto, ¿Alguna vez rompimos como tal? Según recuerdo, sólo le dijimos adiós a girugamesh pero nunca cerramos el ciclo de nuestra relación.
Estoy tentado a tomar mi celular y hablarte, pero… creo que es mejor dejar todo como está.
Seguir como “amigos” pero como amigos ¿con derechos? Bueno, ya ni recuerdo cuándo fue la última vez que tuvimos sexo… pero en serio, quisiera saber qué es lo que realmente somos o ya no somos.
Muchas veces, Take-chan y Ryo nos dijeron que tuviésemos cuidado con lo que ambos sentíamos, pero nos valió un comino, y ahora quizás entiendo por qué lo decían, aunque Takeshi no puede decir nada, ese mendigo tiene a Hazuki y a veces sus tweets y post de IG dan mucho que pensar y pues…
— ¡así que no me puede decir nada!
Okey, estoy hablando conmigo mismo y la gente me ve raro por haber levantado un puño en señal de victoria. Si tú estuvieras aquí, quizás te hubieras reído o hubieras dicho tu típico: “Ya Sato~”
Esto es como llevar un diario en mi mente, y no suena mal escribirlo, pero ya no soy un adolescente para poner: “Querido Diario: es 14 de febrero y no puedo quitarme de la cabeza al chico que ya no sé qué es para mí. Bueno, que para mí es algo parecido a un novio pero no sé qué sea yo para él.”
Sólo le estoy dando la vuelta a algo que ya sé, pero que me niego a aceptar.
Hideyuki y yo no somos nada.
Pero es mejor que no seamos nada; aunque me duela, aunque nos duela.
La brecha entre los dos va creciendo tanto, que dudo que algún día volvamos a estar juntos.
Y aunque quiera seguir siendo su “amigo”, los amigos no se toman de la mano, no se besan, no duermen juntos, no tienen sexo de vez en cuando…
Al parecer ya es momento de que cerremos este ciclo, y creo que si no lo hago yo, él tampoco lo hará.
Así que…
— Es gracioso — comentaba mientras sacaba mi celular y marcaba su número—, se supone que el 14 de febrero es para regalar chocolates y en algunas ocasiones, declararle tu amor a esa persona especial, pero…
— ¿Bueno? — tu voz tan peculiar me seguía dando risa.
— ¿Nagai-san?
— No me digas así, Sato, sabes que prefiero que me digas Shuu.
— Je, lo sé pero, ya sabes cómo soy.
— ¿Sabes algo curioso?
— ¿Si? — Se supone que sería una llamada corta pero tú siempre sacabas algo más en la conversación.
— Estaba pensando en llamarte…— No, no por amor a los cielos, ¿por qué siempre pasan estas coincidencias entre él y yo?
— ¿En serio? Vaya… es tan chistoso como siempre… por cierto ¿tendrás tiempo el día de hoy?
— De hecho eso mismo te quería pedir… necesitamos hablar de muchas cosas.
— ¿Sabes? Hasta cierto punto, no quería llamarte pero, creo que si no lo hacía, iba a colapsar.
— ¿Te sientes mal? — ¿por qué siempre tan atento conmigo? ¡No seas así!
— Shuu, ¿Qué se supone que somos? — decía de tajo sin pensar en más.
Silencio, eso era todo lo que se escuchaba al otro lado de mi celular. Así que te volvía a preguntar:
— Shuu, ¿Y bien?
— Tu pregunta me agarró desprevenido, si gustas, eso lo podemos hablar en persona, pero, sólo te puedo decir una cosa, sea cual sea la resolución de esto, quiero decirte que serás la persona más importante en mi vida.
Gracias, Nagai Hideyuki, gracias por hacer más difícil esto…
— Me acabas de dar un golpe bajo…
— Si quieres, en una hora puedes devolverme el golpe.
— Acabas de hacerme dudar, idiota… — mis ojos se ponían algo acuosos, Ishikawa, estás en pleno parque, ¡contrólate!
— Perdóname si acabo de ofenderte o algo parecido pero…
— No es eso, sólo que… mejor apúrate, necesito estar contigo.
— No tardo, en tu casa a las 5.
Colgabas y estaba seguro que llegarías tan puntual como siempre, que era mejor que dejara mi “depresión” en esa banca de aquel parque, y me adelantara a preparar aunque sea curry con tomate, siendo que curiosamente tú fuiste de los primeros en probar mi platillo “raro”.
¿Cuál será tu respuesta a todo esto?
¿Qué pasará entre los dos?
¿Sólo amigos?
No está lloviendo, pero mis mejillas están húmedas por las pequeñas gotitas que derramé al pensar que este puede ser nuestro verdadero “adiós”
Mi iPod me traiciona y pone una canción que va tan ad hoc a nuestra situación…
¿Está bien así? Aun cuando hay una sola respuesta,
ésta es la conclusión que podría aumentar mis preocupaciones, así que por favor no me preguntes más.
Si me culpo a mí mismo ¿Se harán más fáciles mis sentimientos?
Verás, siempre me hago la víctima.
Aun si caminamos y nos sonreímos el uno al otro, comentando las cosas,
la lluvia se lo lleva todo
El día que anunciaste nuestra separación, ¡en realidad estaba llorando!
¡Disuelve esta falsa sonrisa!
Continuando dudando, continuando preocupándome,
Creo que puedo volverme más fuerte
Continuando dudando, continuando preocupándome,
hasta el día en que pueda sonreír a esos días
Sentimientos que no puedo dejar completamente atrás lentamente cortan mi respiración,
Cierro mis ojos y exhalo,
Recordando ese día, apretando mis puños fuertemente,
Deseando el mañana.