Aunque creía que había superado las cosas, no lo hacía. Y mi madre sí que se había dado cuenta de que algo raro estaba pasando en mi mente.
Flash Back
Mi padre me había dado un cariñoso abrazo. Aunque aquel abrazo me había hecho sentir mejor, mi depresión no había desaparecido, todo lo veía gris. El vacío que sentía no desaparecía. Mis padres estaban felices y yo estaba sumergiéndome más y más en esta oscuridad, de la cual no encontraba escapatoria.
Me eche en la cama apenas entré a mi habitación, miraba a mi alrededor. No sentía que este fuera mi cuarto. Estaba con las luces apagadas, puse “Asleep”, esa canción me traía un sentimiento raro dentro de mí, como de una completa soledad. Cerré los ojos. Las pastillas estaban surgiendo efecto. Mis lágrimas resbalaban por mis mejillas lentamente. Simplemente me sumergí en una oscuridad que me abrazaba amablemente.
End Flash Back
De ese día no recuerdo mucho, solo el despertar y ver el techo blanco de la clínica. Ver a mi madre a mi lado llorar, luego de que me vio abrir los ojos, después de haber estado tres días inconsciente, me hizo sentir culpable, más por la simple razón de que fui la persona más egoísta del planeta.
Después de faltar dos semanas enteras a clase, tuve que volver en contra de mi voluntad. Entré al salón con mucho pesar. A Aquel salón de color azul oscuro y con carpetas viejas. Mis compañeros apenas me vieron empezaron a murmurar. Que Fastidio.
—Miren quién volvió—me miró con desprecio aquel chico ordinario.
No lo miré, solo me senté en mi sitio habitual, no quería sentarme a su lado. Chris estaba adelante. Quería venir a donde estaba yo, pero se le impedi, no quería que me estuviera lastima.
Después de tiempo saldré con Chris, dice que paro todo el día en casa, que ya no salgo y que desea cambiar eso. No entiendo a lo que se refiere, no es que haya perdido el espíritu de vivir, solo perdí la esperanza de que las cosas mejoren. Suena pesimista, pero que le puedo hacer.
Me puse un polo blanco, unos jeans de mezclilla azules rasgados por la rodilla, camisa a cuadros de color rojo y unas botas de color mostaza que hacían juego con mi conjunto, tenía el cabello despeinado y húmedo. Últimamente he empezado a vestirme como todos los adolescentes, después de todo no tengo que besarle el culo a ningún viejo empresario.
Christopher y yo fuimos al centro comercial, al parecer me tenía una gran sorpresa y no sabía cual era.
—¿Cúal es la sorpresa? —soné irritado.
—Ya no seas un anciano y diviértete— Me palmeo la espalda.
— Mientras no sea como esa chica de voz chillona que me presentaste la otra vez.
—Tranquilo, no. Esto es mucho mejor.
—Mejor me voy.
—Si serás de Idiota—me tiró un codazo.
Chris comenzó a decir que esta persona me encantaría, que caería rendido a sus pies, bla, bla, bla.
Cuando llegamos al lugar indicado para el encuentro. No había nadie.
—Dijiste bien la hora, ¿no? Te juro que si es como la otra vez, te golpeo.
—Esta vez dije bien el lugar y la hora— Se sonrojo Chris.
Ya habían pasado veinte minutos y nadie llegaba. Mi humor estaba hasta por los suelos. Chris ni me hablaba porque sabía que en cualquier momento lo golpearía. Lo único que me motivó a seguir esperando fue cuando dijo que era mejor que Marlon y yo solo quería comprobar ello.
—Me voy— dije dándome media vuelta para irme, Chris trató de detenerme, pero no logró su objetivo.
Ya estaba por irme, cuando alguien chocó contra mí. Mi cuerpo no soportó el peso y la velocidad, que ambos caímos. Cuando alcé la vista, me encontré con unos hermosos ojos turquesas y unas pestañas muy largas, provocando que me recorriera por todo el cuerpo una cosquilleo inexplicable. Él me observó y se sonrojó al instante. Era demasiado lindo este niño.
—Sebas, Él es Gianlucca Figari, primo de mi amado Noah.
Ambos nos paramos y así pude observarlo mejor. Era un gracioso enano. No pude contener la risa y me comencé a matar de la risa.
—Es tan pequeño y tierno.
Al ver a Gianlucca se ruborizó hasta las orejas y sus ojos se humedecieron.
—Perdón—baje la cabeza avergonzado.
—Bueno, aún no te presento a mi adorable niño. Se llama Noah, está en primero de secundaria.
Observé al chico que estaba a lado de Chris, me miraba hostilmente. Creo que sentía celoso. El chico es de piel de porcelana, ojos grandes de color negro y cabello largo desordenado del mismo color, estaba vestido muy mono, con un short negro hasta las rodillas de tirantes, una camisa blanca, un sombrero redondo de color negro con una cinta roja en el medio y unos tenis del mismo color. Estúpido coreano emo.
—Mucho gusto—forcé una sonrisa, me incomodaba que me mirara de tal manera.
Mi vista se dirigió al pequeño hobbit, aún no recuperaba el aliento, creo que vinieron corriendo, aunque solo creo que fue ella porque el emo está como si nada.
Su cara era de facciones finas, labios delgados, ojos grandes, nariz perfilada, tez clara y cabello ondulado desordenado de color castaño oscuro. Es tierno . Estaba vestido con un polo con el diseño de un triángulo de color negro, un pitillo azul marino, unas zapatillas rojas y una una sudadera de color rojo, que estaba bajo una casaca de cuero negro. No se le veía mal. Al contrario, trataba de verse un poco rebelde, pero con su metro sesenta, se veía todo lo contrario.
Se sonrojó al notar cómo lo miraba, yo también lo hice.
—Vamos al comer—me distrajo Chris.
—C-Claro—tartamudee.
Este chico, estaba provocando una reacción rara en todo mi cuerpo y eso me traería problemas.