No sé como no había pensado que todo iba a terminar como una doble cita. Y aunque pensé que me aburriría con dos niños, fue todo lo contrario, me divertí después de mucho tiempo. Y es que el pequeño Gianlucca, me parecía muy curioso y tierno.
Gian me dio su número de celular para comunicarnos por whatsapp, lo cual llevamos haciendo desde hace una semana. Él es un chico muy lindo, tierno, gracioso e inocente. Aunque no he olvidado del todo a Marlon, pero para ser sinceros, nunca tuve oportunidad con ese chico, odia a los tipos como yo.
-Hola :)
Recibí un mensaje de Gian.
-Hola pequeño :P
-No me digas pequeño, mido 1.58 >:(
-Que alto, cuidado que ya llegas al cielo!
-No sé ni por qué te hablo, idiota -_-
-Porque no aceptas la sola idea de no hablarme :v
-May .l. me voy
-Piensa en mí ;)
-Eso nunca, bye .l.
Nuestras conversaciones, más o menos van en ese sentido, es gracioso, él es tan infantil, saca mi lado inmaduro.
Llegué a la escuela con una sonrisa, había hecho renegar al pequeño hobbit, y eso me motivaba ir a la escuela con una sonrisa.
—Borra esa sonrisa, me molesta—Me dijo mi compañero de carpeta que hasta hace poco no sabía su nombre, el cual es Jhon.
—Mi sonrisa es hermosa, no jodas—seguía sonriendo.
—En serio, es molesto.
—Todo porque tal vez no has encontrado a alguien—saqué mi cuaderno de matemática al ver que el profesor ya estaba en la puerta.
—Tengo novia—me lo dijo con fastidio.
—Pobre de ella—comencé a acomodar mis cosas, para la clase.
Llegué a mi casa junto con Chris y Jhon, quien desde hace tres días había empezado a juntarse con nosotros con la excusa de que iba a estudiar con nosotros, pero la verdad terminábamos jugando videojuegos.
—Mamá, ¿te importa si Chris y Jhon vienen a almorzar? —pregunté entrando a la cocina.
—Ya están aquí, ¿no? —me sonrío.
—Sí, perdón.
—No hay problema hijo, de todos modos, ya sé que vienes con ellos—me guiño el ojo.
Después de almorzar, nos dedicamos a avanzar la tarea, no todo es videojuegos.
Al principio creía que Jhon era ese típico chico ordinario que no sabe donde encajar, pero resultó ser diferente a lo que yo pensaba, aunque es muy sincero y a veces sus palabras hieren.
—Este fin de semana mi novio tiene una fiesta, ¿Se apuntan? —Habló Chris enseñándonos una sonrisa picara.
—Yo normal—dije mientras terminaba el último ejercicio de matemática.
—Si ustedes insisten—Jhon seguía mirando su libro titulado "Como ser buena persona". —Bueno, esta bien.
Iba a molestar a Jhon por su libro, pero en ese momento mi celular comenzó a sonar.
-¿Alo?
-Hola Sebas, soy Gianlucca—Se escuchó al otro lado de la línea. Al parecer estaba tomando todo el valor del mundo para llamarme.
-Hey Gian, ¿Qué pasó? —Pregunté confundido.
—Amor, ven a la cama que siento frío—Hablo Jhon fingiendo ser una chica.
Yo lo fulmine con la mirada, Chris trataba de no reír, mientras que Jhon comenzaba a hacer ruidos obscenos.
-Al parecer no estás solo—se notaba tristeza en su voz
-Es un amigo de la escuela, perdón... ¿Qué decías?
-Te iba a preguntar si irías a la fiesta, yo iré...
-Ah ya...
-¿Quieres ir conmigo? —Esa pregunta sí que me causó gracia, ya me la imaginaba, él sonrojado, tratando de mantener la calma.
-Si—susurre.
—ay, pero qué bonito el amor—dijeron al unisonó Jhon y Chris, y luego empezaron a silbar, esos dos son de lo peor.
-Bueno te veo el fin de semana, chau
-Chau—pude decir al final sin ser interrumpido.
Estaba en las nubes, el pequeño me había invitado ir a la fiesta, aunque Chris ya lo había hecho, pero eso no quitaba la emoción de que él me había pedido personalmente de que lo recogiera y lo llevase a la fiesta.
—Venga Sebas, quita la cara de baboso que tienes—Me dio un leve empujoncito Chris en el hombro.
—Tu cara me provoca indigestión—Jhon me tiro un polo negro que estaba sobre la cama, a la cara.
Después de varios juegos y un intento fallido de hacer la tarea, Christofer y Jhon se fueron, dejándome a mí con la responsabilidad de ordenar mi habitación, porque ellos dos se encargaron de dejarlo todo un caos. Mi madre había ido a su trabajo por una junta de último minuto, mi madre llegaría alrededor de tres horas, estaba solo, pero eso ya no preocupaba.
Encendí la laptop para entrar al vicio de todo adolescente, "Facebook", sí, ese portal donde todos entran, suben fotos tontas, como también publican estados contando su vida, cosa que a nadie le importa, pero también sirve para ver a tu amor platónico. A pesar de haber encontrado a un crespito revoltoso, torpe y enano, aún no dejaba de pensar en Marlon. ¿Qué me pasa?