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Principe v/s Pirata por Rocket_overload

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Notas del fanfic:

mi historia en Wattpad: https://www.wattpad.com/382263665-principe-v-s-pirata-bl-original-la-vida-no-es-solo

 

espero disfruten de esta historia, tanto como yo al escribirla.

 

Estaba de espaldas, tirado en el suelo del balcón, veía el cielo que era de un celeste pálido, suspiró sintiendo el leve olor a yodo, el sol no le daba de lleno gracias a una nube solitaria que avanzaba con pesadumbre por el aire.
El aburrimiento se había convertido en su acompañante mas fiel, uno que no era bienvenido en lo absoluto. 
Se sintió miserable, incapaz de moverse, no tenia motivación para nada.
Escuchó que llamaban su nombre, sus cejas acentuaron su ceño fastidiado, cerro los ventanales a patadas desde el suelo, con un poco de suerte no lo encontrarían por un rato.
El nuevo profesor de política era por lo demás, agotador, Hyndra había aceptado su tutoría; solo después de patalear con todo el decoro que debe tener un príncipe, y ahora se arrepentía de no haber sido mas terco, pero su padre solo lo había mirado con una sonrisa que indicaba que toda queja era inútil, eso lo había llenado de frustración haciendo de sus alegatos parecer mas infantiles e incluso mas débiles, finalmente se había resignado después de media hora de un monologo sin sentido, se había retirado orgulloso apelando a su deber como príncipe.

El solo recuerdo le dejaba un sabor a vergüenza, desordenó su cabello y cubrió sus ojos con los brazos, estaba harto de su vida incolora, cada día era mas plano que el anterior, el momento mas emocionante de esa semana había sido cuando descubrió que si subía las escaleras de dos en dos los escalones no crujían como normalmente hacían. 
Se había quedado al menos 15 minutos probando otros escalones, saltando de tres en tres y haciendo cuanta prueba le fuese posible, se detuvo cuando una de las sirvientas que pasaba con un carrito se le quedo mirando.
Hyndra la fulminó con la vista hasta que ella logró reaccionar y huir de allí, le sacó la lengua antes de por fin subir a su habitación.

Pensándolo bien, estar tirado en el piso del balcón no era tan malo, el suelo de piedra estaba helado y el viento llegaba suave desde el mar, era mejor que estar en aquella clase aburrida, el sol fue descubierto, la nube se había movido y ya no conservaba la misma forma, los rayos del sol golpearon sus ojos, haciendo que el azul oscuro de su iris se tornara azul real, acomodo mejor sus brazos sobre su rostro y respiro el calor, las plantas y enredaderas del balcón parecían estar compartiendo su estado, como no tenia nada mejor que hacer; cerro sus ojos y abrió sus brazos dandole la bienvenida a los rayos solares, imaginaria que era como una planta haciendo fotosíntesis.

Los ventanales se abrieron de golpe, un largo y agudo gemido sonó desde el suelo.

-no te quejes, ya deberías saber que te iba a encontrar mas temprano que tarde.

Hyndra no hizo caso y siguió haciendo aquel sonido infantil, solo que esta vez le añadió un movimiento de negación con la cabeza.
Rajuh rodó los ojos, con quejas y pataletas tomo la pierna derecha de Hyndra y lo arrastró hacia el interior.

Escuchó como la cabeza del príncipe Hyndra se golpeaba contra el pequeño peldaño que daba a la habitación, se rió un poco y lo dejó cerca de la cama.

-¿porque estas escapando de tus deberes?

-Rajuh, es aburrido.

-¿que cosa?

-¡todo!

Hyndra se levanto de golpe, se sentó en el borde de la cama y miró a su guardaespaldas.

-mirame, estoy... Sufriendo.

Rajuh se arrodillo en frente de Hyndra y lo miró a los ojos.

-no estas sufriendo, te estas quejando. Hyndra... Ni siquiera lo intentas.

Fue solo un puchero en su boca lo que le dio a Rajuh la señal de que lo estaba escuchando y que ademas le daba silenciosamente la razón.

- ya tienes 15 años, no puedes ir por ahí huyendo de todo, si te aburres es porque tu no quieres hacer cosas.

-las cosas que quiero hacer no están en este lugar, y no me saques en cara la edad, tu solo eres cuatro años mayor que yo, no es tanta diferencia.

-es mucha diferencia, tu y yo somos totalmente diferentes, obligaciones diferentes, habilidades diferentes, yo no puedo ser tú, de la misma forma en que tú no puedes ser yo.

Hyndra lo miró como si fuera un salvador, una nueva luz había entrado en la habitación, ser como él, no lo había pensado.
Lo observo de pies a cabeza, en realidad no tenían tanta diferencia de edad, sin embargo Rajuh parecía ser mas sabio y letrado tanto en política como en cultura general, sin mencionar su talento para la pelea, era por mucho uno de los mejores Guerreros del reino de Ardacher. También lucia mas maduro, un tanto fornido,la barba de algunos días apenas le cubría el mentón, si lo tuviera que definir en una palabra seria confiable.

-¡¿como puedo ser como tú Rajuh?!

-¡¿escuchaste algo de lo que te dije?!

Hyndra se lanzo hacia atrás, tenia una sonrisa triunfante, sabia que podía convencer a Rajuh de hablar con su padre, incluso podía ver claramente todo lo que iba a ocurrir, su padre aceptaría siempre y cuando cumpliera algún requisito, lo que no seria ningún problema. Rajuh seria el primero en quejarse pero aceptaría.

El guardaespaldas se levantó con cautela, miró al chico en la cama, sabia que estaba planeando algo en esa cabeza testaruda.

Un par de ojos azules soltaron un brillo ilusionado y juguetón, Hyndra lo miraba en una perfecta mezcla de cachorrito y León a punto de atacar.

-solo di que si.

-no.

-ni siquiera te dije a que.

-no te molestes, mi respuesta sigue siendo no.

-pero tú lo dijiste, tenemos habilidades diferentes, pero yo no conozco las mías.

-... Que planeas exactamente?

-déjame entrenar contigo, llévame a donde tu aprendiste, y no me refiero a combate con espada, sino a todo lo que sabes.

-claro que no Hyndra, tu padre jamas te dejaría.

-oh claro, que el guardaespaldas sepa mas que el propio príncipe esta muy bien visto ¿no?

Rajuh mordió el interior de su mejilla, se había sentido bastante halagado a pesar del sarcasmo, se paseó de un lado a otro, en realidad no era una idea muy descabellada, Hyndra estaba bien entrenado, aunque era bastante flojo, pero si estaba tan motivado por aprender algo definitivamente era bueno.

Hyndra se sentó a observar a su guardaespaldas, trató de ocultar su sonrisa, sabia que lo había convencido desde el momento en que había mostrado interés en su plan.

-¿y bien?

-un año-lo apuntó con un dedo- un año estudiaras y entrenaras y si lo haces bien, entonces te llevare a Mazdak, suponiendo que tu padre lo permita.

-dalo por hecho, ademas no es un viaje largo.

Con la promesa de no volver a escapar de las clases y volver a entrenar; Rajuh se retiró dejando a Hyndra con una sonrisa de oreja a oreja.

Algo de todo esto no le gustaba en lo absoluto, Rajuh se dio cuenta muy tarde que había caído por completo en el juego de Hyndra, había aceptado demasiado rápido, y lo peor es que le había encontrado la razón, toda esperanza de retractarse desapareció ese mismo día.

El rey de Ardacher, Ardachir III tenia un animo festivo que era imposible de ignorar, el rey que era alto y con la piel del rostro curtido de pequeñas cicatrices brindaba en un cacho de toro que lucia francamente enorme, Rajuh había escuchado en silencio todas las palabras de agradecimiento que el rey tenia para decir, por lo visto Hyndra le había dado todo el crédito, Ardachir III era un rey con fama de guerrero, sin embargo pocos habían tenido la suerte de verlo en batalla, era un acérrimo fanático de las luchas, Rajuh sabia que en el fondo el rey había esperado una propuesta así de osada por parte de su hijo, pero por sobre todo que mostrara interés en heredar la corona, Hyndra era su único hijo, su mas grande tesoro y orgullo, su esposa había muerto joven y había mimado demasiado a su hijo en el poco tiempo que estuvo con ellos, le contaba historias místicas, llenas de aventuras y magia, Hyndra había crecido hasta los seis años escuchando y soñando con cuentos de héroes increíbles y fantásticos.

Como resultado Hyndra no mostraba motivación alguna por los asuntos gubernamentales y prefería pasar el tiempo en las nubes, inventando y arruinando cuanta cosa se le topara adelante con aquella mente creativa y demasiado imaginativa. Jamas pudo quedarse quieto en un solo lugar, y esa característica en especial era la que su padre mas adoraba y detestaba.

Los ojos y el carácter de su madre, el cabello castaño oscuro liso y desordenado como si recién saliera de la cama, exactamente como el del rey, en definitiva, Hyndra era la mezcla perfecta entre su padre y madre.

Como quien esta acostumbrado a ser tratado con fuerza bruta, Hyndra acepto sin real ánimos el abrazo efusivo de su padre, casi cayendo cuando lo soltó de golpe, sin embargo mantuvo su postura solemne y respetuosa.

-¡si fuese por mi saldrían hoy mismo! Pero debes ser preparado para ello, serás como tu padre, un rey fuerte y honorable.

Decía mientras volvía a sentarse en su sillón y bebía vino de su cacho. 
Hyndra pensó en ello, no es que no quisiera a su padre, pero eran tan diferentes en cuanto a lo que querían que le abrumaba que esperara tanto de el.

-entonces...

-entonces te quedaras, aun debes estudiar demasiado, cuando cumplas 16 entonces...

-entonces...- insistió nuevamente- que.

-saldrás con Rajuh y escoltas hacia Mazdak, no existe mejor lugar para crear a un buen guerrero.- el rey miró a Rajuh quien asintió de forma solemne.

Bien, había recibido una confirmación oficial, un año de soportar al aburrido tutor de política ya no parecía un sacrificio tan grande, al menos yendo a Mazdak ganaría tiempo, porque heredar la corona definitivamente no estaba en sus planes.

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Morgan camino con gracia por los pasillos del palacio, su espalda recta, el mentón alzado apenas en señal de orgullo, llevaba un turbante simple de color negro y las túnicas del mismo color con detalles en oro, el corte de la prenda se ajustaba en su cintura y la tela caía a ras del suelo, su presencia era dominante y aun así mantenía una mirada amable, tomo rumbo hacia el salón donde la familia imperial esperaba para darle la despedida, una vez mas volvería a hacer uno de sus obsesivos viajes de investigación. 
Al menos esa era la versión que todos conocían a excepción de su segundo hermano, Sirius.

Entro apenas a la estancia y se quedó allí, bajo el marco de la gran puerta que dividía los ambientes, sus padres estaba sentados muy abrazados, melosos como los recordaba desde que tenia uso de razón, los trillizos, que apenas habían cumplido los cinco años saltaban sobre los sillones y se tiraban los almohadones de un lado a otro, Sirius los miraba recostado en uno de los pilares del palacio con algo de envidia, con 13 años se consideraba así mismo demasiado mayor para jugar tan infantilmente con ellos, Morgan se rió ya que se notaba claramente como moría de ganas de unirse a la diversión.
Camino en dirección a su familia, los trillizos fueron los primeros en verle, gritaron su nombre a la vez, tan rápido como les permitían sus reflejos se bajaron y se abrazaron a las piernas de su hermano.

-no te vayas Morgan.
-si, Sirius nunca juega con nosotros.
-el no es divertido, no como tú.

Tanto Etienne, Etiel y Eliel no dejaban que se moviera, eran como cuerdas humanas a su alrededor. Les acaricio el cabello negro y suave, ganando un trio de sonrisas, lo dejaron libre pensando que lo habían convencido de quedarse pero Morgan prosiguió con su despedida.

Aun con las quejas y pataletas de sus hermanos a su espalda sus padres lograron darle algunas palabras de protocolo, su madre lo bendijo y le deseo un buen viaje, su padre como siempre, lo había abrazado y le había dado unas palmadas en la espalda.

-protege tu vida, que tus investigaciones rindan fruto para tu futuro, nunca hagas nada que no haríamos tu madre o yo.

-lo sé, siempre lo tengo presente.

Bastó una mirada para saber que su hijo no mentía, dadas las despedidas solo faltaba una, Sirius caminó con él hasta la salida. Sus ropas similares pero mas livianas eran de un color rojo sangre hacían ondas similares a un velo, su cabello largo y negro estaba amarrado en una trenza suelta llena de adornos en forma de anillos, se detuvo antes de que ambos cruzaran la puerta principal. Morgan fue el primero en hablar.

-si quieres jugar con ellos solo hazlo, no estas siendo un buen hermano si no les prestas un poco de atención.

-lo haré, lo prometo.

-cuidalos mucho, sobre todo a mamá y papá, si ocurre algo solo habla con Gal en el puerto, ya sabes.

Sirius lo abrazo y cargó su rostro en el pecho de su hermano.

-estaré bien, Sirius

-lo sé.

-no te preocupes demasiado, eres en quien mas confío.

Morgan le devolvió el abrazo y lo apretó fuerte.

-¡yo también!

Los trillizos se les habían acercado corriendo y se sumaron al abrazo, Morgan de sentía feliz y un poco sofocado.

-ok, demasiado amor, y ya debo irme.

Solo una ultima vez les dijo adiós y se fue con un simple movimiento de manos, sentía el llanto de sus hermanitos menores, una parte de él estaba demasiado enternecido pero no miraría atrás, sabia que Sirius los calmaría, después de todo, lo que hacia era por ellos. Los guardias apostados fuera del palacio lo escoltaron a una distancia prudente, Morgan les había dado ordenes muy claras sobre hasta donde podían acompañarlo, llegados al limite, bastó un movimiento de cabeza como señal, todos se retiraron en silencio.

Se aseguro de estar completamente solo, desvió su rumbo y rodeo el puerto, el mar lo llamaba, le gritaba que volviera y el haría caso.
Caminó por la playa, donde no habían pescadores ni trabajadores, fue desabrochando sus ropas en el camino, el sol era el único abrigo que necesitaba, quitó su turbante dejando su cabello libre, lo peino hacia atrás, sus costados rapados mostraban una serie de tatuajes tribales en el cuero cabelludo, llevó sus prendas en la mano, a lo lejos sus ojos color miel divisaron su transporte, un pequeño bote que parecía abandonado en la orilla, apresuro el paso pisando mas fuerte en la arena, dejó sus cosas en el bote, lo empujo con fuerza hacia el agua y se subió con confianza, había echo esto tantas veces que era simplemente natural en él.
Tomando ambos remos puso manos a la obra, en alrededor de 15 minutos estaba seguro que vería un barco de velas negras esperando por él, su capitán.

 

 

Notas finales:

Si les ha gustado lo suficiente pueden dejar un review, de no ser así muchas gracias por leerme! Hace mucho que queria hacer esta historia :muchosCorazones: 

nos leemos en el siguiente cap.

 

en Wattpad : Aymerick_ 

 


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