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36 Preguntas por TsubasaHatsukoi

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Notas del capitulo:

Hola!! Aquí les traigo el segundo capítulo de este fanfic :D Espero les guste :P

Esta historia acabo de publicarla en Wattpad a sugerencia de AzulInfinito (Gracias :3) , y lo considere y cuando acorde ya estaba dibujando la portada xD Por si alguien prefiere leerla desde ahí, en unos minutos publico el segundo capítulo ;)

Liga de Wattpad -> http://my.w.tt/UiNb/1CDFg2QEaE

Ahora si el capitulo :3

Capítulo 2: Cenar con un famoso, llamadas y... ¿una cita?

 

En toda la mañana no hubo un momento en el que pudiera dejar de lado todos esos molestos pensamientos que lo torturaban. Tan sólo quería que fuera la hora que le había indicado esa mujer para acabar con eso de una vez por todas.

La conversación que tuvo con la profesora Anissina el día anterior lo tenía con los nervios en punta, y no estaba exagerando ¡Realmente estaba muy preocupado! ¿Un experimento que te hacía enamorarte de una persona? A lo que había descrito la pelirroja sonaba algo muy simple ¡llegando a ser algo creíble! Pero viniendo de un proyecto a cargo de esa mujer no estaría tan seguro de eso… (si descartaba el hecho de que era una investigación de alguien más).

No obstante, se encontraba nervioso, ansioso y muy molesto porque estaba a punto de ser usado como rata de laboratorio. Si esas preguntas funcionaban, muy probablemente iba a caer enamorado de la persona que estaba a punto de conocer. Y eso lo tenía más que alarmado por una razón…

Luego de dar vueltas durante toda la mañana por la sala de la universidad donde se dedicaba a hacer sus deberes; vio el reloj que colgaba de la pared y su corazón se detuvo por unos segundos: era hora de su perdición… Guardo todas sus cosas y tomando su maletín, se dirigió rumbo al laboratorio, donde seguramente Anissina lo estaría esperando junto con la otra persona que realizaría el experimento con él.

Camino por los pasillos de la escuela hasta dar con la puerta que menos quería ver “Laboratorio de Ciencias Experimentales”, eso es lo que se hallaba grabado en la placa de aquel salón. Soltó un largo suspiro mientras tomaba con fuerza el asa de su bolso y se dispuso a abrir la puerta, no había marcha atrás.

Al entrar pudo ver a la pelirroja tecleando en su computador, muy concentrada y sin despegar la mirada de la pantalla.

- B-buenas tardes profesora… - por un segundo en su cabeza pasó la idea de salir huyendo de ahí, al fin y al cabo la mujer estaba muy ocupada y ni siquiera había notado su presencia, pero esa idea se fue a la basura en el momento en el que ese saludo salió de su boca. Maldita sea su estupidez que lo obligó a actuar antes de pensar en la situación…

- ¡Wolfram, que bueno que llegas! ¿Estás listo para lo que viene? – preguntó con un entusiasmo que llegó a molestar al rubio ¿Cómo era posible que esa mujer disfrutara presenciar el sufrimiento de sus vícti… de sus asistentes?

 

- ¿Aún puedo decir que no? – se adentró en el laboratorio, dejando sus cosas en el suelo recargadas en una silla, en la cual tomo asiento luego de eso.

- No, y nunca tuviste la opción de negarte. -

- Tsk – hizo un puchero girando su rostro hacia otro lado - ¿Dónde esta ‘esa’ persona? – comentó con un poco de fastidio en su tono de voz.

- Aún no ha llegado… A pesar de que le dije que llegara temprano, ese muchacho… - dijo volteando a ver el reloj. El ojiverde estaba a punto de preguntar otra cosa cuando se percato de un pequeño detalle…

- ¿¡Muchacho!? ¿¡Es un hombre!? –

- Hey ¿Por qué el escandalo? Te he observado, para saber que las mujeres no van contigo. – le guiñó un ojo haciendo que se sonrojara de golpe, mientras que ella continuaba con lo que hacía en su computadora.

-¿C-cómo lo… - no lo iba a negar, su loca profesora tenía razón pero no sabía que sus modos fueran tan obvios como para que la gente se percatara de algo así. No lo avergonzaba ser como era, en lo absoluto, pero no era el tipo de persona que tiene muchas amistades ni de la que suele estar rodeada de gente, y por tal razón no vio la necesidad de contárselo a nadie en particular. Y dejando de lado ese asunto, la razón de su exaltación (y de su previa angustia) era precisamente esa, no sabía que Anissina supiera sus gustos y por esa razón pensaba que iba a escoger a alguna chica para ser la otra mitad del experimento, y la verdad es que no quería quedar enamorado de una mujer, mucho menos si era a causa de un experimento como ese… Decidió quedarse callado, no había otra cosa que pudiera decir en esos momentos.

- Si quieres puedes ir preparándote en la sala continua, ahí es donde se harán las preguntas. Hay dos legajos, uno para cada uno con las 36 preguntas en ellos; recuerda que ambos tienen que contestar todas las preguntas. Yo no estaré presente durante el experimento para darles más intimidad y confianza, así que no se preocupen por explayarse tanto como puedan. – terminó su explicación con una sonrisa mirando a Wolfram a los ojos.

- ¿Cómo harás para confirmar que todo vaya bien si no vas a observarnos? –

- De eso me encargo yo, así que no te preocupes por esos detalles -

- De acuerdo – fue lo único que contestó antes de dirigirse a la habitación continua - ¿Alguna otra cosa que quieras decirme?

- Oh sí. El chico no sabe de qué trata el experimento así que no se lo digas.

-¿¡QUÉ!? ¿¡Por qué él puede no saberlo y yo sí tengo que saber en lo que probablemente va a terminar todo esto?

-¡Para que no se pierda el misterio! Él sólo sabe que se harán algunas preguntas un tanto personales el uno al otro para una clase de experimento social.  –

- ¿Y no hizo más preguntas respecto al tema?

- No, se veía que era alguien bastante despistado. Fue muy fácil convencerlo. – la pelirroja se quedó con cara pensativa como si estuviera recordando a ese muchacho. – Bien, ve, ve. Ya no debe tardar en llegar.

- De acuerdo… - y sin más que reprochar, tomó su bolso y se retiró del laboratorio. Camino unos cuantos pasos y abrió la puerta del cuarto que le acaba de indicar su profesora; lo único que había ahí era un sillón (en el que caben perfectamente dos personas) y una mesa al frente de este en la que habían dos legajos donde seguramente se hallaban las preguntas. Miró las carpetas detenidamente pero decidió que lo mejor era no verlas hasta que llegara su acompañante, tan sólo esperaba que no fueran preguntas muy vergonzosas o demasiado íntimas para responder.

Se sentó en el sillón a la vez que sacaba su celular para des aburrirse un rato. Estuvo viendo imágenes, vagando por sus redes por menos de 5 minutos… y fue cuando un chico abrió la puerta de golpe, cosa que lo descolocó un poco. Con tan sólo oír su respiración pudo percatarse de que había estado corriendo.

- Y-yo, lo lamento. Se me hizo un poco tarde, la profesora Anissina me dijo que viniera aquí por lo del experimento.

- Sí, está bien. Siéntate, por favor. – Wolfram soltó una inevitable risita al verlo así de agitado, pero aún así lo recibió con una sonrisa (muy a su pesar), indicándole el lugar a su lado para que tomara asiento. El chico que acababa de entrar por puerta era de tez morena, con un brillante cabello negro y ojos igual de profundos que su pelo, era bastante guapo para su gusto. Cuando el pelinegro tomó asiento salió de su trance, extendiéndole su mano derecha.

- Me llamo Wolfram Von Bielefeld, un placer – le dedicó otra hermosa sonrisa, a la vez que el chico correspondía el saludo.

- Yuuri Shibuya, mucho gusto – el ojinegro le regaló una sonrisa, igual de radiante que la que le había ofrecido el rubio.

- ¿Sabes lo que tenemos que hacer? Sólo hay que hacernos estas preguntas mutuamente – tomó el legajo entre sus manos, mostrándoselas a Yuuri.

- Sí, suena a algo muy sencillo – contestó el otro con una sonrisa nerviosa cogiendo también el legajo frente a él.

- Demasiado sencillo… - murmuró lo suficientemente bajo como para que su acompañante no lo alcanzara a escuchar. Abrió el legajo, dejando su contenido a la vista, de reojo pudo ver como el ojinegro hacia lo mismo. Dio una hojeada rápida a todas las preguntas que se encontraban en esa página para luego volver al inicio, a la pregunta número 1. – Yo empiezo, si quieres – contestó con algo de nerviosismo.

- Como gustes – Yuuri le dedicó una sonrisa para luego ver las preguntas de nuevo.

- De acuerdo… La primera pregunta dice “Si pudieras elegir a cualquier persona en el mundo ¿a quién elegirías para ir a cenar?” – finalizó su pregunta levantando su rostro, sólo para encontrarse con una cara de entusiasmo de parte del otro.

- ¡Esa es sencilla! ¡Si pudiera cenar con cualquier persona en el mundo sería con Tatsuyuki Uemoto* el actual cátcher de los Leones de Saitama!

- ¿Te gusta el béisbol? –

- ¡Sí! Es mi deporte favorito lo juego desde que tengo 6, algún día quiero llegar a ser como él – mencionó efusivo a la vez que hacia un extraño puchero. – ¿Y a ti? ¿Con quién te gustaría ir a cenar? – preguntó aún entusiasmado.

- Pues… no lo sé. – se detuvo a pensarlo por una momento, la intensidad que tenía Yuuri al hablar aún lo tenía conmocionado -  Tal vez con algún pintor o escritor, alguien con quien pudiera tener una buena charla, creo

- Sí, supongo que sería una plática muy duradera… - se quedó callado por unos segundos para luego seguir hablando - Sigo yo con la pregunta… - vio las hojas que tenía en las manos, Wolfram sólo lo veía impaciente, por alguna razón quería escuchar más acerca de ese chico – “¿Te gustaría ser famoso? ¿De qué forma?” – el pelinegro lo miró expectante mientras el rubio procesaba la pregunta.

- Me gustaría ser un reconocido pintor, pienso que es la única forma en la que me gustaría ser famoso por algo – jugaba con la hoja que tenía entre sus manos, de alguna forma le avergonzaba tener que contestar esa clase de cosas.

- ¿¡Eres pintor!? –

- Algo así, disfruto mucho de la pintura y el dibujo. De hecho, estoy en mi último semestre en la Facultad de Artes.

- Wow. Yo también estoy a punto de terminar la universidad, pero estudio Leyes en la facultad de Derecho – Wolfram lo veía sorprendido, sólo llevaban 5 minutos de conocerse pero no podía imaginarse a ese chico estudiando leyes – Sé que suena aburrido pero es lo que me apasiona… no tanto como el béisbol eso sí – soltó una risita, la cual fue imposible no ser imitada por Wolfram. – Sigues con la pregunta. - El ojiverde asintió y leyó la pregunta continua

- “Antes de hacer una llamada ¿Ensayas lo que vas a decir? ¿Por qué?” – el rubio contrajo el seño un poco, era una cuestión un tanto ‘diferente’, nunca antes había pensado algo como eso.

- Oh… - y al parecer Yuuri tampoco. – Pues, sí. Para no verme tan tonto a la hora de hablar, supongo. – se rascó la nuca un poco avergonzado

- Yo pienso lo mismo – Soltó una risilla luego de ver la acción de Yuuri - No creo que haya otra razón más. Sólo para tener en mente lo que estás a punto de decir y que no lo olvides a la hora de hablar – rio dirigiendo su mirada al pelinegro – Tu turno.

- Bien.  “Para ti ¿Cómo sería el día perfecto?” – la pregunta se tornaba un poco más íntima, al parecer de Wolfram.

-No lo sé. Tal vez… - buscaba en su cabeza las palabras, a la vez que ideaba un recorrido express en su cabeza – Podría ser empezar con una caminata lenta por un lindo parque conocido, para luego dirigirme a un buen museo a ver una nueva exhibición de arte y podría terminar por la noche sentado a la orilla del mar viendo las estrellas… - se sonrojó de inmediato después de haber dicho eso, hasta el mismo reconocía que lo último había sido demasiado cursi para decirlo en voz alta. Yuuri soltó una leve y pequeña carcajada.

- Eso suena igual que un cursi recorrido para una cita entre dos enamorados, simplemente te falto agregar una persona ‘especial’ en esa narración – terminó juntando sus manos frente a su pecho, en papel de ‘enamorado’.

-¡Oye! ¡Ese sería un día perfecto para mí! –

-Lo siento, lo siento. No era mi intención burlarme – Wolfram hizo un puchero luego de la disculpa del chico.

-¿Y bien? ¿Cómo sería tu día perfecto? –

-Mmm… Supongo que un día con buen clima, soleado, perfecto para ir a ver un partido de béisbol por la tarde… - se detuvo un momento para pensar un poco - Sí, esos días son mis mejores días. – dijo con una sonrisa mientras miraba hacia arriba con pose pensativa -  No como aquella vez que fui a ver un partido con mi hermano y cuando estábamos en las gradas a punto de empezar el partido ¡Cayó un diluvio! ¡Todos allí estaban empapados, nadie se lo esperaba estuvieron a punto de cancelar el juego! ¿Te imaginas? ¡Era el partido más importante de la temporada! – el rubio soltó una pequeña risa luego de ver a Yuuri tan entusiasmado mientras le contaba su mala experiencia.

 

 

 

Wolfram comenzaba a pensar que, funcionara o no el experimento, pasaría un muy buen rato esa tarde con ese chico pelinegro…

Notas finales:

 *No recuerdo si en alguna parte del anime o de los cd dramas Yuuri mencione algo acerca de un jugador en específico, así que decidí poner a Tatsuyuki Uemoto que es realmente el actual cátcher de los Leones de Saitama (el cual si es el equipo de béisbol al que apoya Yuuri).

Link del artículo de donde saque el experimento -> 

http://www.recreoviral.com/experimentos/test-36-preguntas-podrian-enamorarse/

Espero les haya gustado, pase mucho tiempo pensando el rumbo de esta historia y pues ya lo tengo ;)

Me disculpo por cualquier error ortográfico o de coherencia :P

Ya saben cualquier duda, sugerencia, comentario, reclamo haganmela saber en los comentarios ;)

Nos vemos en el siguiente capitulo, tratare de actualizar lo más pronto posible n.n


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