Si Mino tuviera que mencionar cuál, de todas las maravillosas cualidades que su novio posee, era su favorita, tendría que decir la primera que se le viniera a la mente, porque tener que evaluar cada cosita que le encanta de Taehyun y elegir la mejor sería una tarea que le llevaría toda su vida realizar. Y es que para el rapero, Nam era perfecto. Nada le faltaba, tenía todo muy bonito. Por ejemplo, el muchachito tenía una hermosa piel, y eso le encantaba a Mino porque siempre se sentía suavecita cuando la tocaba; aparte, era de un tono cremoso que contrastaba perfecto con su morena piel, permitiendo también la aparición de marcas rojizas en las zonas que Mino besaba; además, la piel de Taehyun siempre estaba perfumada por ricas fragancias que dejaban a su nariz hechizada.
La piel de su amado lo volvía loco. Amaba su piel, pero también amaba esa paciencia y dedicación que el menor le ponía a su cuidado.
Nam no lo sabe, porque Mino finge creerle cada que el castaño le responde "Así es mi piel de por sí." o "sólo es por una crema, hyung." cada vez que el rapero le pregunta acerca de su bonita piel.
Nam no lo sabe, pero Mino descubrió la verdad, y la verdad es que Taehyun tiene una rutina especial que realiza cada sábado.
Cada sábado, el menor se mimaba con un baño especial. Iba al cuarto de baño y comenzaba a llenar la bañera con agua caliente, lo más caliente que él pudiera soportar. Mientras se llenaba, él acomodaba sus distintos productos para cuidado de piel, un sacate que no compartía con ninguno de los miembros, ni con su novio, un jabón para el cuerpo olor a melocotón y un gel corporal para después del baño con aroma a mango y frutas tropicales, ambas exfoliantes, encima del mueble donde se encontraba el lavamanos, justo al lado de la bañera.
Cuando la tina estaba ya llena, Taehyun tocaba el agua con sus largos y finos dedos para comprobar que la temperatura fuera la que él quería. Una vez hecho esto, el muchachito comenzaba a desvestirse, dejando su ropa bien doblada sobre el mismo mueble donde Nam había dejado sus cosas para baño anteriormente. Con cuidado, metía sus también largas y bien formadas piernas, una por una, y se acomodaba dentro de la bañera. Aquí era cuando los mimos a su piel comenzaban.
Lo primero que hacía era agarrar su jabón exfoliante para poder mojarla y empezar a hacer espuma con sus manos, luego, con cuidado, enjabonaba su cuerpo por partes, comenzando con sus brazos. Terminaba de enjabonarlos y continuaba con tallarlos con su sacate personal. Este mismo procedimiento lo repetía por el resto de su cuerpo; piernas, pecho, estómago y por último su carita, donde hacía la excepción de tallarla y solamente la lavaba con sus propias manos con el jabón.
Su pálido cuerpecito terminaba con un color rojizo por lo caliente del agua y por la leve irritación que el mismo Nammie se produjo al tallarse, así que lo que hacía después para relajar su piel era destapar la tina para que el agua usada se fuera, y abría el paso de agua fría de la regadera. Con pucheritos Taehyun se colocaba debajo del agua para refrescar su piel. No le gustaba sentir lo helado del agua después de haber estado en lo calentito pero era necesario.
Al terminar, el castaño tomaba su toalla y la medio pasaba por sobre su piel para que le quitara sólo el exceso de agua; todavía no quería estar totalmente seco. Lo siguiente que hacía Taehyun era agarrar el botecito de gel exfoliante, lo abría y luego tomaba un porción de producto que pasaba por sobre su cuerpo, justo en el mismo orden en que se enjabonaba. Con las yemas de sus dedos, esparcía el gel con movimientos circulares por cada pedacito de piel de sus brazos, después, se quitaba los restos de gel con agua templada para luego continuar haciendo el mismo procedimiento con el resto de su cuerpo. Para finalizar, el menor esparcía una crema que estaba guardada en el mueble del lavamanos, una cuyo olor no fuera tan potente para que no opacara el olor del gel exfoliante, para terminar de hidratar su piel.
Taehyun pasaba una larga mañana de sábado dándose ese baño especial; pero benditos sean todos, que la piel del muchacho terminaba siempre fresquita, siempre suavecita, siempre olorosita. Cada vez que terminaba, Nam iba a donde Mino, le decía un "Buenos días hyung" y se quedaba a su lado por un tiempo, esperando que el olor a melocotón de su jabón, o el de mango del gel, llegara a las fosas nasales de su novio.
Mino no era tonto, no tanto por lo menos, y aunque las primeras quince veces no captaba el mensaje de su novio, a partir de la dieciseisava vez comenzó a entender. Comprendió que, como la gran diva que Nam es, que se quiere hacer notar en todo momento, quería precisamente eso, que lo notara a él y a su hermosa piel. Así que ahora, sin poner resistencia, Mino se dejaba encantar por ella; se embriaga con su exquisita suavidad, con su exquisito aroma.
Cuando Taehyun terminaba sus baños y se le acercaba a Mino para desearle los buenos días, el rapero tomaba al menor en sus brazos, lo alejaba de los ojos mirones de los otros miembros, y comenzaba a olfatearlo; dejando que su nariz viajara por la larga extensión de piel del cuello del menor. La olía y luego besaba. Sus labios no se detenían, no podían, actuaban casi como si tuvieran vida propia y hacían lo que se les antojaba con la piel de Taehyun. Chupaban y besaban ese suave cuello que el castaño poseía mientras que sus manos actuaban por cuenta propia también, recorriendo la, igualmente, suave espalda de Nam.
La verdad es que era difícil despegar a Mino del cuerpo del vocalista, pero ese hecho parecía solo afectarle al resto de los miembros, que en ocasiones se cansaban de ser testigos de todos los actos de amor que compartían esos dos. Taehyun disfrutaba de ser el centro de atención de su persona favorita de todo el mundo, de su queridísimo Mino; y Mino, por su parte, disfrutaba de su muy amado novio también: de su manera de ser, de su bonita, suavecita y olorosita piel… de su linda dedicación hacia el cuidado de ésta.
Minho agradece y pide bendiciones a quienes fabricaron ese jabón con aroma a melocotón, a los que fabricaron ese gel con olor a mango y frutas tropicales, a su novio por ser tan lindo y hacer cosas igualmente lindas como cuidar de su piel, y a Jinwoo, que sin querer le contó acerca de la rutina sabatina del maknae cuando éste último le había hecho jurar no decirle nin una palabra al respecto a Mino.