Un día pasa
Pasa que estas de pie en algún lado, y tedas de cuenta que no quieres ser Ninguno de los que están a tu alrededor
Observo al hombre que ésta a mi izquierda, No para de decir idioteces. Solo hace que me enfurezca cada vez más.
No quieres ser el idiota a quien la han roto la cara
- El diagnostico Sra. Juez es de 15 puntos en esta – Observo como aquel hombre llamado Yahiko se señala unas heridas en su cabeza – Y unos 25 en esta.
Ni tampoco tu padre, Ni tu hermano. Ni nadie de tu estúpida Familia
Puedo observa que detrás de mí se encuentran, Fugaku y Itachi, ellos me miran serios, Advirtiéndome que no haga nada estúpido.
Pero ellos no saben algo.
- De pie el acusado – La Jueza me mira fijamente esperando que obedezca, Solo quiero largarme cuanto más rápido posible de este lugar, así que suspiro hondo y me levando devolviéndole la mirada a la Jueza, Mi abogado se levanta junto conmigo.
Ellos no saben que me importa una mierdad sus advertencias.
- Este tribunal ha declarado al Sr. Sasuke Uchiha Culpable por delito de Agresión – Menuda Mierdad, Solo quiero irme de este lugar Ya.
No puedo pasar ni un minuto más aquí.
Estoy cada vez más Furioso.
Ese pendejo se lo Merecía, Lo volvería a Hacer una y otra vez su fuese necesario.
Quien quiere ser la Sra. Jueza
- Se le condena a 18 Meses de cárcel – La Jueza sigue ablando, Cada vez me enfurezco mas – Pena que será conmutada por una multa de unos 7000 mil euros al carecer de antes sedentes penales.
Quien quiere ser tú
- Doy por terminado este juicio – No espero a ninguno de mis familiares, Simplemente me marcho de ese lugar pero noto que mi Hermano y Padre me siguen junto con el abogado.
Solo quiere salir corriendo
Comino deprisa por el pasillo que lleva directo a la salida de este lugar, empiezo a quitarme el saco.
- A partir de ahora debes tener cuidado – Escucho que me advierte el abogado – No vuelvas a cometer cosas violentas como estas, ¿Estás loco? ¡Si no fuese por la multe estuvieras preso! – Le paso el saco a mi hermano y este me pasa mi chaqueta negra de cuero - ¿Me estas escuchando?
- Sasu, ¿Estas prestando atención? ¡Esto no es un juego! – Me habla Fugaku, ¿Cómo les hago entender que no me importa sus advertencias?
- ¿Por qué diablos no ha venido Madre? – Es lo único que me digno a decir y preguntar.
- Ella, ella se fue de viaje – Me contesto serio Fugaku, Observando mi Reacción, Yo solo atino a mirarlo lo más serio que pueda.
- ¿Tengo que advertirte de nuevo que no me llames Sasu? – Nos quedamos observando un momento – Joder
Sigo mi camino a la salida de este lugar, abajando unas escaleras, hasta finalmente llegar a la salida donde mi moto me espera.
Salir a toda ostia del sitio donde estas
Al llegar a mi moto, no dudo ni un momento y me subo colocando de inmediato las llaves para encenderla, miro una vez más aquel sitio que no hace más que recordarme él porque estuve ahí toda la mañana.
Arranco de una vez por todas y empiezo a manejar por las calles de la ciudad.
Solo quiero liberar este estrés que me está matando.
-+-+-+-+-+-SasuNaru-+-+-+-+-+-
Camino por la habitación en ropa interior, La puerta esta cerrada con llave así que no tengo de que preocuparme.
Llevo en mis manos la camisa del Instituto, la dejo junto al pantalón en mi cama donde la sacudo un poco. Camino hasta mi peinador y me observo en el espejo, noto que para ser un hombre con una madre tan estricta, Llevo el cabello algo largo, toca mis hombros, ¿Debería cortármelo un poco? O ¿Tal vez no? No lo sé, pero será mejor que lo piense después.
Tomo mi perfume y me empiezo a rociarme con el refrescante olor a durazno que contiene.
Tomo la secadora y comienzo a secarme el cabello hasta asegurarme de que lo he dejado bien seco, para no mojarme la ropa como la vez pasada.
Camino hasta la cama y tomo el pantalón de color azul marino y me lo coloco para después hacer lo mismo con la camisa manga larga blanca de botones, cuando termino de abrochármela tomo asiento en mi cama para poder colocarme mis zapatos del mismo color del pantalón, una vez ya hecho tomo el chaleco Negro que al lado izquierdo lleva un símbolo de hoja, que es el emblema del Instituto Konoha, ya puesto el chaleco, tomo mi mochila y salgo de mi cuarto.
Camino hasta la salida donde me esperan mi Hermana menor Ino y mi Padre Minato, nos montamos en el Mercedes Negro de mi padre y tomamos rumbo al instituto.
Me llamo Naruto Namikaze, Tengo 16 años de edad, Tengo todo lo que un chico de mi edad pudiese pedir, No me quejo.
Pero, hay algo que no se me permite tener.
Al tener una madre tan estricta y religiosa como Kushina de Namikaze, La libertad de poder hacer lo que quieras es solo un lindo sueño que jamás veras cumplido.
Con un suspiro abro la ventana del carro, estoy en el puesto trasero así que padre no me presta atención por estar conversando con mi hermana.
Y de repente ocurre
Algo colaciona
Llegamos aun punto donde padre tuvo que detener el auto debido al tráfico, así tuve la oportunidad para poder asomarme por la ventana y respirar un poco de aire libre, hay poco ruido, eso es bueno, normalmente en el trafico se hace demasiado ruido.
Y en ese momento sabes que las cosas van a cambial
Y como si hubiese sido cosa del destino, observo a un chico de cabellos azabaches y mirada oscura que me ha estado observando diría yo, ya que no me quita la mirada, su piel es muy blanca, y sus labios son un poco rosa, en pocas palabras: Es Hermoso.
El sonríe, Noto que no le quito la mirada.
Ya han cambiado
Quito mi mira de él y observo a un niño que está al frente mío, juega con unos pequeños juguetes de dinosaurios, el niño me ve y me sonríe a igual que yo a él.
- Dobe – Escucho que alguien grita, observo al chico azabaches que está a mi derecha y él me sonríe – Si tu – Yo me quedo algo sorprendido, Vuelvo a sentarme correctamente dentro del asiento, ¿Me dijo Dobe? ¿Qué se cree ese Teme?, de la nada el Mismo chico aparece al lado de la ventana del auto sonriéndome – Dobe – Nos quedamos observando, el auto comenzaba a descender, el sonreía y yo estaba sorprendido - ¿Qué? – Me pregunta calmado, pero el auto avanzo mas rápido dejando al chico atrás, No sé por qué lo hice pero volví a asomarme por la ventana del auto hasta que mi mira se volvió a encontrar con la suya, yo solo atine a mostrarle el dedo corazón de mi mano derecha mientras sonreía, pero ya estaba lejos del chico, No niego, fue algo extraño pero divertido.
Quien hubiese pensado que por ese simple encuentro, Mi vida y la de aquel chico iban a dar tantas vueltas.
Y que a partir de ahí, Ya no verberan hacer lo mismo
¿Continuara? …