Un pequeño epilogo.
Las miradas atónitas inundaban el lugar…
Los jóvenes sideckicks al fondo y Batman, Tim y Dick del lado derecho junto a los tubos Z, Arsenal y Starfire casi sobre la plataforma. Pero los importantes; Jason y Damian estaban justo frente a la computadoras y monitores de la base de operaciones.
-¡¿Y solamente te vas de nuevo?!
Gritó Damian en tono insolente.
-Si, la misión terminó, y Arsenal y yo tenemos sitios a los que ir…
-¿Arsenal? ¿A quién le importa Ar…?
-¿Por qué te molesta tanto?
Jason interrumpió con sonrisa inquisitiva.
-Por… que… yo…
Damian apretó los labios para no seguir hablando.
-¿Qué pasa chico? Oh, no me digas que el pequeño psicópata siente algo por mi…
Jason usaba un tono burlón, pero el que salió de la garganta del menor fue uno totalmente serio.
-Yo estaba bien, yo estaba perfectamente, yo creía que lo que tenía era suficiente, ¡Maldición! Pero te conocí, y supe todo lo que necesitaba –Damian usaba un tono abrupto, con sus pequeños puños apretados-. Nunca anhele tanto conocer a Batman como cuando tú me hablaste de él –Damian fue bajando la cara lentamente-. Y esa noche, en mi cumpleaños, mi madre te había prohibido hablar conmigo y acercarte a mí, ¡Pero tú! Rodeaste la maldita montaña escalando para ir a verme –Damian levantó la cara para ver a los ojos a Jason-. ¿Eres estúpido? ¡Maldición! ¡Incluso me sacaste de la fortaleza!, ¿Para que? ¿Para admirar estrellas y un paisaje? Fue por eso por lo que te dieron una paliza y casi te matan… -Jason se rió y Damian se molestó por ello-. ¿Qué? ¿Creíste que no lo sabía?
-Oh, vamos chico –dijo Jason en su tono típico-. No era la primera vez que me daban una paliza cósmica de las que me enviarían al otro lado…
-¡No! A mi no me engañas… ¡No trates de restarle importancia! No harías eso por nadie, tú maldito ego no te permitiría morir por tan poco, yo te conozco Jason y sé que no por cualquiera hubieras sacrificado tú vida y entrenamiento sólo para darle una maldita sorpresa de cumpleaños.
Damian se cruzó de brazos.
-¡No! ¡Maldita sea, no! Eres tu el que no debe restarle importancia –Jason lo miró con seriedad-. Porque te juro que valió la pena cada maldito instante solo por ver tu rostro infantil, feliz e ilusionado en la obscuridad nocturna –Jason respiró y pasó saliva tratando de conservar la calma-. ¿Y sabes que? Lo volvería a hacer y lo haría tres veces más; si vuelves a mostrarme esa preciosa expresión; de gratitud y felicidad… ¿Entiendes mocoso insolente?
Damian trató a toda costa que un rubor amenazante no subiera por sus mejillas.
-¿Por… por qué yo…?
-Batman, NightWing y Red-Robin no son los únicos que creen que tú y yo nos parecemos, lo supe, desde que te vi, cuando tu madre te sostenía por el hombro, -Jason suspiró como si dejara ir una pesada carga-. y solo desee que en brazos de Batman tu si sobrevivieras –Damian iba a tomar la palabra pero Jason lo impidió-. Entonces decidí que te haría sentir todo el amor que a mi me abrumó, y te lo haría sentir por triplicado, para que tu no pudieras deshacerte nunca de el, quise adueñarme de ti –una expresión de codicia y victoria se pintó en el rostro del mayor, mientras se acercaba peligrosamente a Damian-. Quería ser tú más grande recuerdo, quería quedar marcado en tu vida y tu memoria, de manera tal que, fueras incapaz de olvidarme nunca, que tu mente me perteneciera, y que sin importar cuantas cosas horribles vivieras, siempre pudiera anteponerme yo como tú recuerdo más importante…
Los esfuerzos de Damian se fueron al carajo, el calor subió por sus mejillas y sonrojó sus pómulos…
Los superhéroes allí presentes no sabían que les sorprendía más los secretos que hasta la Bat-family desconocía sobre el entrenamiento de Jason o el amor obsesivo que sentía Jason por su… ¿hermano?
Damian bajó la mirada en un intento por controlarse, no sabia por que, pero las lagrimas se acumulaban en sus ojos.
-Esto me enferma, pero –Damian casi pierde la voz-. Lo conseguiste.
Jason cruzó la línea, tomó de la barbilla a Damian para hacerle alzar la cara y se agachó de manera tal que su nariz quedó a un par de centímetros de la ajena.
-Anda chico, llora tu derrota…
Exclamó Jason con sonrisa cínica ante el brillo carmesí en las mejillas del menor, pero este desapareció…
-¿Enserio? –Damian contuvo una carcajada que se ahogó en un carraspeo-. ¿Quién crees que atrapó a quien? –Damian no se liberó del agarre-. Eres mi más profundo y fébril recuerdo, pero yo, YO SOY TU TODO, Jason, estás tan obsesionado conmigo que estás dispuesto a arrastrarte porque yo te otorgue aunque sea una sonrisa, no quiero saber que estarías dispuesto a hacer para ver todas expresiones que nadie más ha visto y que ni siquiera yo conozco –Damian delineó su labio inferior con su dedo índice-. O, ¿Si quiero? –Jason estaba a punto de ceder a sus bajos instintos, pero Damian se escapó de su agarre-. Dime, ¿Qué fue lo que sentiste cuando supiste que fui asesinado? –Jason contuvo el aire y controló magníficamente sus facciones-. Y me pregunto la expresión que pusiste al verme aparecer –Damian tomó el casco de Jason del teclado de una computadora-. Yo no puedo saberlo, después de todo, estaba ocupado aferrándome a los brazos de mi padre, y tú, llevabas este casco puesto –Damian señaló el casco con una mano y lo sostuvo con la otra-. Yo sé que lo usas por 3 razones; 1.- Para intimidar: porque, seamos honestos, nadie te tomaría enserio con tú lindo rostro. 2.- Para ocultar que te burlas: por que tiendes a burlarte seguido, y eso te gana palizas innecesarias, eso considerando que alguna fuera necesaria… y 3.- Para ocultar tus expresiones: Aun sigues queriendo aparentar que eres un chico rudo, y eso no funcionaría si la gente nota que te dejas llevar por tus sentimientos a la menor provocación. -Damian le lanzó el casco a Jason, que por poco no lo atrapa-. Así que ahora, póntelo por que voy a decir algo que hará subir las expresiones más atónitas y atontadas que hayas puesto en tú vida –Jason trataba de mantener la pose de rudo y desinteresado, pero se estaba doblegando y estaba a punto de desplomarse-. Ah, ¿No me crees? Bueno, como quieras, lo diré –Damian fijó su vista infantil cargada de sensualidad en Jason-. Jason, me perteneces… y tus sentimientos, son perfectamente correspondidos… -Jaon se aferró al casco, jadeó y se tambaleó violentamente-. así que corre a juguetear a los brazos de Arsenal o de quien se te dé la gana… sé que volverás a mí –Damian tomó rumbo para salir de allí y miró a Arsenal con desprecio-. Así que, haz lo que quieras…
Jason sintió una punzada en la entrepierna y su pecho quedó ahogado por un intenso calor, le sudaban las manos, quería al chico, lo quería para él solo, quería esa sonrisa pícara, esa boca audaz, esa mirada salvaje, ¡lo quería!
-¡Jason! –clamó Arsenal-. ¿Acaso vas a permitir que ese mocoso diga todas esas idioteces?
-¡Roy! –Gritó Jason en tono cortante-. Ese “mocoso” dijo la VERDAD
-¡¿Qué?!
Roy estaba atónito.
-¡Tu no tienes idea de hasta donde me humillaría por obtener la mínima reacción de “ese mocoso”!
Jason sonrió.
-Pero creí que lo nuestro era especial.
Exclamó Roy con expresión deprimente.
-No comiences un drama Roy.
Dijo Jason brincando a un tubo Z y desapareciendo en el.
-No es un drama –Gimió Roy-. Enserio creí que lo nuestro era especial, -el final se volvió un susurro-. Pero veo que fui el único idiota que lo creyó…