María ya había vuelto de su viaje y Hiei estaba contento de tener a su dueña junto a el otra vez.
María Dolores estaba muy contenta…
_ Oh, Hiei… _María abrazó a su pequeña mascota_ No puedo creer que EL, valla a llevarme al baile de esta noche…
Pensamientos de Hiei: “Aquí vamos otra vez…”
María se recostó sobre las almohadas y suspiró, poniendo ojos soñadores. Pero dejó esa expresión al ver la cara que le ponía Hiei…
_ Oh, vamos… No me hagas esa cara, el es muy bueno conmigo…
Pensamientos de Hiei: “Yo no digo que sea malo pero no me gusta que venga a verte a tu habitación…”
_ Es tan dulce y tierno… Casi no puedo creer que haya aceptado mi propuesta de ir a la fiesta conmigo…
Pensamientos de Hiei: “¿Dulce y tierno? Pues digas lo que digas a mí ese chico no me da confianza… U.ú”
_ Así que ya lo sabes… ^.^ Debo ponerme bonita para esta noche, haber si puedo impresionarlo…
Pensamientos de Hiei: “No entiendo por qué te interesa tanto impresionar a ese chico… Pero si eso es lo que quieres…”
El pequeño conejo se echó sobre el estómago de su dueña, que siguió acariciándolo y mimándolo; hasta que algo vino a perturbar la tierna escena…
_ MMMAAAARíííííííAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Hiei paró las orejas y levantó la cabeza, asustado. Dolores se sobresaltó pero luego hizo una mueca;
_ ¿Qué pasa mamá…? -.-
La madre de María Dolores entró en la habitación con una manzana en una mano y un durazno en la otra;
(Autora: ¿Habrá venido a retar a María por no comer sus frutas y verduras?)
_ ¿Qué sucede? _María dejó a Hiei entre las sábanas y puso los pies en el suelo para después levantarse_ ¿Por qué traes esa cara de amargada?
_ Tu mascota ha estado haciendo de las suyas en la casa…
Hiei, que se había bajado de la cama, miró a la mamá de Dolores sin comprender;
_ ^.^Pero mamá… ¿De dónde sacaste eso…? Estás inventando, Hiei no es así…
_ ¬.¬ No lo inventé… _señaló a Hiei con un dedo_ Tu “pequeño Hiei” estuvo mordiendo y desperdiciando las frutas que tenía en el frutero del living… Además de tirar el frutero de porcelana que me regaló tu abuela al suelo y hacerlo añicos…
Hiei se escondió detrás de la pierna de su dueña y aferró las manitos al pantalón de dormir de María.
_ ¿Qué? No… Hiei no es de hacer esas cosas… _dijo María mirando a Hiei que abrazaba su pierna y la miraba con ojitos tiernos como diciendo: “defendemeeee…”
_ No claro… _dijo la mamá de María irónicamente_ ¿Y este no fue Hiei, tampoco?
Le enseñó las frutas mordidas que traía a Dolores;
_ ¿Hiei, tú hiciste esto? _preguntó María.
Hiei se apresuró a negar con la cabeza;
_ ¿Lo ves? Hiei no fue…
_ Pruébenlo…
Dolores tomó la manzana, que estaba igual de mordida que el durazno, y se puso de cuclillas junto a Hiei. Arrimó la fruta a la cara de Hiei;
_ Abre la boca lo más grande que puedas Hiei… _Hiei obedeció y María comparó las mordidas_ Mamá, este no fue Hiei… El tiene la boca un poco más grande y parece que lo que haya mordido la manzana tenía dientes puntiagudos…
_ O.ó Tal vez tengas razón… Tal vez fue un bicho extraño…
_ ^.^ O un ratón… _sugirió Dolores feliz de haber convencido a su mamá.
_ Pero de cualquier forma no lo podrían haber echo si Hiei no hubiera tirado el frutero…
María Dolores se cayó de espaldas como una caricatura;
_ =P ¿¡Qué!? ¿Todavía no me crees?
_ Como castigo tendrán que ir a hacer los mandados por mí… A comprar frutas principalmente… ¬.¬
La mamá de Dolores se retiró de la habitación;
_ ¬.¬ Sí, patrona… _dijo María sarcásticamente, y luego miró a Hiei_ Lo siento Hiei… Parece que no tenemos otra que salir a hacer las compras…
María se vistió con su ropa y también se encargó de quitarle a Hiei el pijama con dibujos de avioncitos que le había echo ella misma, y le puso su ropa negra. Lo calzó y peinó antes de meterlo a la mochila en donde acostumbraba a llevarlo.
Hiei se metió adentro de la mochila y Dolores se la puso en la espalda.
Muy contentos salieron a hacer las compras…
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A la siesta…
Hiei se subió al escritorio de María Dolores con una manzana entre sus manos. Otra vez enganchó el portalápices con su cola y lo tiró al suelo.
Pensamientos de Hiei: ¡Otra vez! ¿Es que siempre lo deja en el borde de la mesa?
Dejó la manzana en el escritorio y se bajó para recoger los lápices de colores que rodaban por el suelo.
En eso estaba cuando escuchó unos golpecitos en la ventana. La pareja de periquitos lo saludaban desde la ventana. Hiei saltó y abrió la ventana para dejarlos entrar;
_ ¡Hola Hiei! ¿Qué haces? _dijo el periquito.
_ Estoy…
_ ¡Jugando a los palitos chinos! ¡Adoro ese juego!
_ No, estoy ordenando el escritorio de María…
_ Claro, claro… _dijo la periquita_ ¿Y para qué es esa manzana? Te vimos colocándola y pensamos que a María no le iría tan bien de maestra siendo tan joven… Hay que tener mucha paciencia para esas cosas…
_ No es para mi dueña… ¬.¬ Y tampoco piensa ponerse a dar clases…
_ ¿Y entonces para quién es?
_ Bueno… Es para… es para… ¡Bueno no se para quién es! ¬.¬ Pero que entrometidos son ustedes… ¿No deberían estar en sus jaulas?
_ ^.^ No te enojes Hiei… _dijo el periquito agitando las alas para volar desde la ventana hasta el respaldo de la cama de Dolores_ Solo teníamos curiosidad…
_ Sí… ¿Cómo es eso de que no sabes quién es? _la periquita se acomodó al lado de su compañero.
_ Les diré si me prometen que se portarán bien y no irán al baño en la cama de María… Bueno, en realidad es una carnada…
_ ¡¿Es para el animal que se robó las frutas anoche?!
_ ¡Sí! ¿Cómo lo saben? ¿Ustedes lo vieron?
_ Sí, pero todavía no sabemos lo que es…
_ ¿Y porqué no me lo dijeron?
_ Pensábamos decírtelo, pero hoy no saliste a jugar con nosotros… _explicó la periquita.
_ Es que tuve que ir con Dolores a comprar frutas que el se comió… ¿Y es grande?
_ No lo vimos bien porque estaba oscuro… Pero creo que o es grande… _dijo el periquito.
_ Es como del tamaño de un perro pequeño…
_ ¿Habrá sido un gato? _dijo Hiei.
_ No… No les gustan las frutas… _reflexionó la periquita.
_ ¡Hiei no puedes ponerle carnada para esperar que se aparezca!
_ ¿Por qué no?
_ ¿Qué tal si salta y te come?
_ O.O ¿S-si me co-come…? _Hiei empezaba a temblar.
_ O sí te ataca o te araña… _dijo la periquita_ ¿Y si es venenoso?
_ Naaaa… No creo… O.o
_ ¿Y aún así te quedarás a esperarlo? ¿No te da miedo?
_ Bueno… Admito que estoy asustado, pero… Tal vez, si lo atrapo o le tomo una foto podré probarle a la mamá de Dolores que yo no me comí las frutas…
_ ¿Eso es lo que ella cree?
_ Tal vez piensa que me volví así mientras María no estaba para vigilarme…
_ Bueno… _la periquita movió las alas_ Creo que nosotros nos vamos Hiei… ¡Nos vemos mañana!
No les alcanzaron las patas, digo las alas, para salir por la ventana. Hiei tragó saliva y se escondió bajo la cama a esperar a la criatura.
Pero nadie apareció…
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Esa noche…
María Dolores se peinó y se puso un broche. Miró su reflejo en el espejo de la cómoda y sonrió. Miró a su mascota que estaba sentada en la cama comiendo galletas;
_ ¿Y… qué crees? ¿Le gustará mi vestido? _Dolores dio una vueltita luciendo su vestido color salmón.
Pensamientos de Hiei: “¬.¬ Eso está muy escotado…”
_ Oh, por favor Hiei… No me hagas esa cara, se supone que eres mi pequeña mascota no mi papá… ¬.¬ ¡Es pleno verano! No puedo aparecerme con una falda hasta los talones y un suéter…
María se preparaba para la fiesta de esa noche, de pronto se oyeron algunos bocinazos;
_ ¡Ya llegó por mí! _Dolores sonrió. (Autora: El novio de María tiene auto? ^.^)
Antes de bajar las escaleras a toda velocidad, María se miró por última vez en el espejo para asegurarse de que se veía bien; y luego se despidió de su mascota;
_ Bueno… Creo que me voy… _Dolores le dio un besito de despedida a su mascota_ Hasta mañana, puedes dormir en tu cama o si quieres en la mía… Pórtate bien y no hagas travesuras…
Hiei sonrió dejando que Dolores le diera un último abrazo y fuera a encontrarse con su chico.
Pensamientos de Hiei: “Espero que te traiga a las doce en punto o ya verá… ¬.¬”
Cuando su dueña se fue, miró la manzana que seguía sobre el escritorio. Había estado todo el día en la habitación y se estaba aburriendo de esperar a la criatura… A lo mejor solo hacía falta más carnada…
Salió de la habitación y apagó la luz. Fue hasta el living y tomó una banana de la frutera; la mamá de Dolores no lo notaría.
Regresó saltando al cuarto. Cuando entró…
_ ¡Hhaaaaaaaaaaaaa…!
Una silueta negra estaba en la ventana. Al oír el grito de Hiei se volvió y solo se vieron dos ojos pequeños y verdes que brillaron como si fueran fluorescentes en medio de la oscuridad. Su sombra se veía en el piso gracias a la luz de la luna que entraba por la ventana abierta.
Solo transcurrió un segundo entre que Hiei gritó y la criatura desapareció de la ventana. Un objeto pesado se cayó del escritorio y rodó hasta los pies de Hiei.
Hiei miró lo que había quedado de la manzana…
¿Qué rayos fue eso?
Continuará…